|Tensión|

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—Mañana es nuestra cita —susurraba Hyunsik a mi oído, lo observaba confundido. Me encontraba totalmente perdido y nervioso, no sabia si quería que esta clase terminara o no —. Y lo olvidaste.

Se escuchaba desganado, tenían razón. No recordaba para nada la salida de mañana.

—Lo lamento, he tenido muchas cosas en las que pensar esta semana —suspiré pesadamente—. Discúlpame, Hyunsik.

Lo miré apenado, realmente no era mi intención olvidar nuestra cita, pero esta semana había sido una revolución de emociones para mí. Inclusive había olvidado que lo había besado, Taehyung ocupaba la mayoría de mis pensamientos con su fuerte confesión.

«Y aquí estoy esperando para terminar de entrevistar a una loca y sensual adoradora de chupa sangres»

Rasque mi frente nervioso, observando la hora en el reloj que mi Madre me había regalado cuando era pequeño, gastado pero hermoso y con un significado especial. Movía mis piernas en un claro indicio de ansiedad, joder solo quería salir corriendo, pero no podía.

—¿Puedes dejar de mover tus piernas así? —Hyunsik posaba su mano en mi pierna izquierda y la apretaba con suavidad. Me había quedado mirando su mano, levantaba mi vista hacía sus ojos y luego reparaba en que Hye-jin nos estaba observado con una sonrisa torcida en su bello rostro.

—Perdón, estoy algo ansioso por terminar de una vez con esto y la clase parece ser eterna —respondí mientras veía como todos bailaban enérgicos y sudados. En mi caso y por los nervios solo mis manos sudaban—. Oye Hyunsik ¿crees que sea buena idea ir a cenar con ella?

—Yo estoy muriendo de hambre, no veo por que no sería una buena idea —exclamaba encogiéndose de hombros.

—Yo no tengo apetito —exclamé sin sacar mi vista de Hye-jin.

—Podrías dejar de mirarla con esa cara de psicópata ¿qué rayos te sucede? —pasaba su mano por enfrente de mi rostro, pero yo seguía observándola.

Y así había estado los últimos minutos.

Finalmente Hyungsik tomaba la foto final grupal con toda su clase. Luego nos pedía amablemente que la esperáramos mientras ella se duchaba rápido, estábamos solo nosotros dos en pleno estudio, ya todos se habían marchado.

Había mirado varias veces hacía fuera para tratar de vislumbrar la imagen de Tae, pero no lograba ubicarlo.

—No seas tan demostrativo —susurré para mí.

—¿Con quién hablas? —preguntaba Hyunsik saliendo de la nada.

—¡Mierda! —me había dado un susto horrible. Estaba a mis espaldas jugando con su cámara hacia unos minutos, no lo había escuchado acercarse.

—Hey, tranquilo no quise asustarte —decía suavemente.

—Estoy bien —replique al instante.

—No lo estás, te ves tenso —exclamaba mientras me tomaba por los hombros y masajeaba.

Suspire y cerré mis ojos sin contestar.

—¡Lamento la espera! —había intentado relajarme, pero la voz de Hye-jin me asustaba haciéndome saltar y provocando que Hyunsik me soltara de repente.

—¿Interrumpí algo? —exclamaba sonriente y confusa.

—Para nada ¿ya podemos salir de aquí? —pregunté sin rodeos. Ya no quería estar encerrado en aquel lugar con ella.

—Si —se acercaba para abrirnos la puerta y nos hacía seña para salir del lugar.

Un poco más y salía corriendo como perro encerrado y sin patio. Comenzábamos a caminar hacía el café/ restaurante, el mismo donde había almorzado por primera vez con Tae a quién buscaba ahora con la mirada, pero no había señales, carajos.

De repente el brazo de Hye-jin enroscándose en el mío me sacaba de mis pensamientos, actuaba como si fuésemos viejos y mejores amigos.

No podía evitar mirarla extrañado, pero intentaba sonreír.

—Este restaurante es conocido por su café, pero tiene un exquisito pollo al espiedo si decides almorzar u cenar aquí.

Me miraba tan adorable bajo esa dulce sonrisa de la que era dueña, Hyunsik nos miraba con cara de idiota y esa sonrisa que no se le borraba del rostro.
Finalmente me soltaba cuando este nos abría la puerta, antes de entrar volvía a mirar a mi alrededor a ver si encontraba a Taehyung en alguna esquina.

—¿A quién buscas? —preguntaba Hyunsik que aún sostenía la puerta esperando que yo entrara.

—A nadie —me limitaba a responder y entraba rápidamente para seguir a Hye-jin.

Resultaba que ya había reservado una mesa para nosotros sin siquiera haberse asegurado si aceptaríamos venir o no. Habíamos ordenado lo que íbamos a cenar y solo me limitaba a una ensalada. Hye-jin pedía la carta de vinos y finalmente me daba pie para empezar con mis últimas preguntas para esta entrevista.

—De acuerdo —dije en un suspiro sacando mi libreta con las preguntas que ya tenía anotadas para hacerle antes de toda la información que Tae había plantado en mi cabeza. Puse mi móvil en la mesa y presionaba para comenzar a grabar.

Un movimiento inesperado de su parte se hacía presente, colocaba su dedo en la pantalla de móvil, justo donde estaba partido de aquella noche que había sido atacado por ese vampiro.

—¡Oh! ¿qué le sucedió? no estaba así la primera vez que viniste —me observaba extrañada mientras dibujaba en la pantalla con sus dedos la línea que había quedado del golpe.

—Tengo manos de manteca —respondí forzando una sonrisa en mi rostro.

Ella se quedaba seria un instante y de repente reía a carcajadas incitando a Hyunsik que se riera de mi comentario. La observé con mis nervios de punta, hasta que notaba detrás de ella—a un par de mesas lejos de nosotros—esa figura que calmaba todos mis nervios.

—Tae —suspiré apenas audible. Su mirada sombría se cruzaba con la mía.

—¿Qué? —preguntaba Hye-jin quien dejaba de reír para observarme de manera confusa.

—¿Qué de qué? —balbuceé como idiota.

—Creí oirte decir algo —exclamaba arrugando el entrecejo.

—No, nada ¿comenzamos? —exclame como si nada.

Ella asentía, juntaba ambas manos y apoyaba su mentón sobre ellas observándome fijo.

«Me pones nervioso»

—Me faltaron un par de preguntas, no muchas —dije rascando mi frente quitando unos cabellos de mi flequillo que estorbaban.

—Tenemos tiempo ¿qué te faltó preguntar?

—¿Cómo lograste llegar a tanta gente?. Me refiero, para que sepan sobre tu estudio de baile.

Sonreía dulcemente.

—La primera vez que vinieron, había chicos que sobresalían del resto

—Si —afirme.

—Son amigos, muy cercanos. Hicimos panfletos y empezamos a entregarlos tres días antes de la inauguración oficial

—¿Y tuvo bastante revuelo? —pregunté sin cortar el contacto visual con ella.

—Algo. Hace tres semanas lleva abierto, la primera fue una semana muerta

«No digas esa palabra que se me para el corazón de los nervios»

—No te creo —decía Hyungsik metiéndose en la entrevista.

—Oye, chico, yo no miento —le lanzaba una sonrisa torcida sensual y el otro quedaba más idiota.

—De acuerdo, siguiente pregunta —exclamé.

Quería acelerar las cosas, pero nos deteníamos cuando contemplábamos llegar al mozo con nuestros platos.

Nuevamente comenzaba a mover mis pies de la ansiedad, Hyungsik y Hye-jin halagaban la comida olvidándose por completo que esto no era una cena de amigos, era una maldita entrevista.

—Bien Hye-jin, con tan poco tiempo para ti misma ¿a qué te dedicas cuándo no estás en la escuela de baile y en el estudio? —la miraba fijo esperando una respuesta rápida para que se transformara en un ping-pong de preguntas y respuestas, donde solo yo hacía las preguntas.

Se sentaba erguida y movía su cuello haciéndolo tronar.

—No me queda mucho tiempo para mí, como puedes ver

—¿Tus amigos te invitan a fiestas? ¿Sales con ellos o solo te encierras en tu casa a descansar de todo el trabajo de la semana?.

No había notado que esa pregunta sonaba insoportablemente metiche, pero estaba tan nervioso que solo leía lo que tenía anotado sin editarlo a la hora de decirlo.

—Suelo a veces juntarme con amigos —la notaba seria respondiendo y agregaba—: ¿Creí que estas preguntas que te faltaban eran más sobre mi trabajo y dedicación al estudio de baile?.

«Es que antes de enterarme de tu interés extracurricular, tu vida privada me parecía algo para contar»

—Lo lamento, pensé que podía agregar algo más sobre ti. Si te parece lo dejamos así, no deseo molestarte —respondía cerrando mi cuaderno.

Volvía buscar a Taehyung con la mirada, quien nos observaba como si nada.

¿Y si por esas casualidades Hye-jin no era lo que Tae creía y yo acá como un paranoico anormal?.

—No molesta —me hacía señas de que prosiguiera, así que decidía indagar más para quitarme las dudas.

—¿Qué tipo de libros te gusta leer? —hubiera quedado mejor: "¿Te gusta leer?", pero ya estas jodido Jin.

—No lo sé... Me gusta de todo

—¿Qué piensas sobre las desapariciones y muertes de chicos que hubo últimamente por estos lados de San Francisco? —esa pregunta era más indicada. Taehyung había dicho que ella no era vampiro, pero que los alimentaba.

Hyunsik me miraba ceñudo sin entender a que venía mi pregunta y mucho menos hacía donde iba. Hye-jin por su lado se ponía tensa.

—Es horrible, aunque no estoy muy informada —comenzaba a comer su cena.

—Muchas de las desapariciones fueron cerca de tu escuela y del estudio ¿Es seguro que muchos de tus chicos vengan solos por aquí? algunos son muy jóvenes.

Esquivaba mi mirada y respondía—. En su mayoría son chicos sin familia que están tratando de salir de las calles y tratan de tener una razón para levantarse cada día —añadía con un tono dulce que yo no me creía.

—Si desaparecieran nadie los reclamaría ¿cierto? —no sabía porque estaba tejiendo información justo ahora.

«Los nervios no frieron tu cerebro del todo, Seokjinnie»

—SeokJin, si quieres hablar de secuestros y desapariciones te equivocaste de persona —respondía fríamente.

Hyunsik me miraba con desaprobación, me ponía nervioso y ansioso otra vez. Mis manos no paraban de sudar y juraría que estaba al borde del colapso.

—Lo siento, una de mis historias a escribir era sobre los que desaparecieron en los últimos meses —lo cual, señores era cierto, no había mentira en eso—. Lamento girarlo hacía esta historia, si me disculpan voy al baño a refrescarme.

Me levantaba bajo la mirada de ambos. No quería verlos juzgarme con sus ojos, así que corría al baño pasando cerca de Taehyung y pensando lo siguiente: «Sígueme».

Lo hacía al instante, pero disimuladamente, yo entre temblores y respiración pesada lo esperaba en el pasillo de los baños. Cuando lo veía llegar suspiraba soltando todo el aire que había contenido y comenzaba a hablar sin parar.

—Ahora lo entiendo, lo entiendo. Las desapariciones, ella y su trabajo sucio con los vampiros, la gente que les entrega. Todos ellos desaparecieron en un rango de 200 y 300 metros de aquí y de la escuela de Arte.

No podía dejar de hablar, movía mis manos exaltado frente a él y de repente sentía su tacto, sus manos a cada lado de mis brazos dejándome en pausa mientras comenzaba a subirlas para tomar mi rostro entre sus manos.

—Cálmate y respira —exclamaba con su profunda voz clavando su mirada amielada en mí—. Lo que dices es correcto, pero Hye-jin no está trabajando sola y no te sucederá nada esta noche

—¿Porque tú estás aquí? —pregunté como niño idiota.

—No. Porque ella no tiene intenciones de lastimarte, lo puedo sentir

—Oh... Claro tú y tus habilidades vampirescas y extrañas —replicaba y me liberaba de su agarre al recordar lo que había leído de los Dhampir.

Me observaba ceñudo y añadía—: Termina tu entrevista, yo te llevaré a tu casa. No hay peligro, pero tampoco es seguro seguir su juego —se acomodaba su ropa y se retiraba dejándome en el pasillo solo.

Suspirando de nuevo, me sentía una bolsa de aire llena de tensión. Decidía entrar al baño a refrescarme, tenia una cara de idiota horrorizado. Abriendo el grifo, mojaba mi rostro un par de veces, luego tomaba una toalla de papel, me secaba sin apuro y cuando volvía a mirar mi imagen al espejo...

—¡Carajo!.

Maldición, Hye-jin estaba detrás mio, no la había oído entrar, podía jurar que era el único en aquel baño.

—Lo lamento ¿te sientes bien? —preguntaba mientras se acercaba demasiado.

Girándome para verla de frente notaba que me había acorralado entre su cuerpo y el lavamanos.

—Estas en el baño de hombres —respondí, mi respiración comenzaba a agitarse de los nervios.

Levantando su mano tocaba mi frente.

—No te ves muy bien —acariciaba mi rostro y me observaba, miraba mis ojos y mis labios—. Los de tu especie son tan hermosos.

«¿Mi especie, se refiere a los humanos? ella también es humana, ¿Qué dice?».

—Disculpa ¿mi especie? —pregunté confundido, luego un hombre entraba de repente rompiendo el momento de tensión y nos observaba con mirada divertida para luego meterse a un cubículo.

Hye-jin se recomponía y exclamaba—. Espero que hayas conseguido las respuestas que deseabas, debo irme y claramente no te sientes bien.

«Quiero irme apenas me enteré que debía venir a verte».

—Si, es suficiente. Tengo lo que necesito y te pagaré mi parte de la cena

—Yo te invité y espero ver esa historia en DW-N —me guiñaba un ojo y me invitaba a salir del baño junto con ella.

Cuando volvíamos a la mesa veía que Taehyung ya no estaba y Hyunsik nos esperaba impaciente.

—Es hora de irnos, tengo lo que necesitaba y no me siento muy bien —exclame poniendo cara de enfermo.

Hyunsik asentía mientras Hye-jin pedía la cuenta y nos retirábamos al mismo tiempo.

Ya fuera de aquel lugar, finalmente nos despedíamos.

—Hye-Jin, un gusto haberte visto de nuevo —exclamaba Hyunsik amablemente mientras besaba el dorso de su mano.

—Podríamos repetirlo. Presiento que volveremos a vernos —me lanzaba una mirada directa y sin disimulo.

—Claro, debo ir a buscar mi auto, lo tengo a un par de cuadras de aquí —sonreí señalando al aire.

—¿No es ese tu auto? —preguntaba mi compañero señalando a mi bebé que estaba estacionado a media cuadra.

«¿Cómo rayos llego ahí?»

Hye-jin me miraba confusa y divertida.

—Claro, olvidé que al mediodía lo había dejado estacionado cerca de aquí —, «Tae».

—¿Te acompaño hasta tu auto ? —me preguntan con su voz femenina y suave.

«De ninguna manera, loc

—Yo lo llevaré —exclamaba Hyungsik.

—Estoy bien, no necesito chaperón ni chaperona —dije mirando a ambos, ya me quería ir.

—Ay, el niño bonito en peligro —decía de manera sarcástica mi compañero. Hye-jin sonreía reclamando una explicación sobre tal comparación y él respondía—. No le agrada recibir ayuda de nadie, él es muy "capaz".

Hacía las comillas con sus dedos ganándose un golpe de mi parte.

—¡Ouch! —se quejaba.

—Por supuesto que soy capaz —respondí seriamente.

—Seguro que si, nene —agregaba Hye-jin.

—Oh, pero si eres sombrío, misterioso y sensual, si se deja ayudar —, «en serio no volveré a salir con él».

—¿Sombrío y sensual? —preguntaba Hye-jin. Su rostro se había tornado en uno serio y detonaba curiosidad.

—Si, verás que...

—¡Hyunsik, basta! —no estaba seguro si Hye-jin sabia sobre la existencia de Tae, pero no deseaba arriesgarme y dejarlo al descubierto—. Chicos, no me siento bien y de verdad deseo irme, perdón.

Ambos supieron entender, ella no deseaba dejarme ir pero no se interponía. Finalmente se despedía con un beso y un abrazo a ambos. El abrazo para mí había sido más fuerte y el beso más cerca de mis labios. Luego subía a su auto y la veía irse, y fue entonces cuando finalmente me relajaba.

—Creo que le gustas —exclamaba Hyunsik susurrando a mi oído con voz de sorprendido.

—Debo irme, te veo mañana —exclamé apurado por llegar a mi auto.

Él me detenía de repente y preguntaba—: ¿Saldrás mañana conmigo?.

«Mierda, me miraba con esos ojos tiernos»

No sabia si me liberaría de Hye-jin por completo, pero debía cumplir lo que le había prometido a Hyunsik y tratar de volver a la normalidad poco a poco.

—Seguro, cena y baile. Tú y yo mañana —le sonreía y golpeaba de forma amigable su hombro—. Debo irme, adiós.

Me giraba a saludarlo mientras que lo veía irse por su propio camino. Logrando subir finalmente a mi auto, trababa las puertas y respiraba profundo. Inhalaba y exhalaba mientras sujetaba fuerte el volante y cerraba mis ojos.

—Ustedes dos si que tienen una amistad especial.

«¡joder, Tae!».

Debía de haber imaginado que estaría dentro de mi auto.

Se aburrieron?

Perdón.

Con amor Niñita Nany 💜

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