Horas antes de la cena de SeokJin y Hye-jin.

Junto con Lisa me dirigía a la ridícula mansión que pertenecía a Craig. La misma era especial, de día no penetraba la luz del sol y tenía su propia caja fuerte con provisiones.

Era grande y tenía a su gente bajo el mismo techo—su propio nido—muy pocas veces se movía sin ellos.

Había decidido la compañía de Lisa conmigo para que nos resguarde con un hechizo de protección.

Me estaba metiendo en la boca del lobo o más bien en la boca de un vampiro.

—Estamos cerca —dije a Lisa.

—Trata de estar enfocado, sé que quieres llegar al fondo de esto, pero no debes empezar un guerra con otro vampiro

—Lo sé —replique.

Al llegar estacionábamos y echábamos a andar hasta la puerta, mediante el comunicador preguntaban quién era, con cierta incertidumbre me presentaba—. Taehyung Kim.

Sin más la puerta sonaba para permitirnos abrirla y pasar. Un lugar lúgubre, obviamente, era un nido elegante el que Craig poseía.

En ese entonces un rubia alta y esbelta se presentaba—. ¿Taehyung Kim?

—Si. Vengo a ver a Craig Eliott

—Síganme.

La sucia chupa sangre me miraba de arriba a abajo, leía su mente y sentía atracción hacia a mí. No era la primera vez que una mujer u hombre vampiro deseaba más que solo beber mi sangre.

A mí me daban asco.

Luego de un recorrido por un pasillo que poseía puertas que dirigían a diferente habitaciones, tomábamos un ascensor. En mi cabeza resonaban los pensamientos de un grupo importante de vampiros que se revolucionaron en sus habitaciones al saber que yo me encontraba allí.

Luego de descender dos pisos la puerta se abría y nos encontrábamos en la suite de Craig. La vampiresa sin más nos ordenaba salir y ella volvía a subir dejándonos ahí.

—Taehyung Kim —la voz de Craig resonaba a nuestras espaldas—. No puedo creerlo ¿a qué debo el honor?.

Craig Eliott y su 1,82 cm, tez asquerosamente pálida, cabello oscuro bien peinado, ojos negros y vestido con un costoso traje color hueso.

—Debo hablar contigo sobre algo importante —respondí.

—Siganme a mi oficina.

Con Lisa nos mirábamos cómplice, ya que la misma esperaba por mis órdenes para ver si yo escuchaba algo que nos pudiera advertir y poner en peligro. Asentí y luego ella me seguía sin dudar.

Dentro de la oficina personal de Craig, él mismo tomaba de su bar personal una botella de vidrio que estaba llena de sangre y vertía un poco en un vaso.

Como si fuera whisky.

—Siéntense ¿Quieres un poco, Tae?

—No —respondí cortante.

—Que raro, creí que tú bebías —exclamaba en un falso e inocente tono.

—En pocas cantidades y ahora no tengo sed —respondí—. Debo hacerte una pregunta concreta

—Lo que quieras —respondía calmado y daba un sorbo a su vaso.

—¿Tienes algo que ver con las muertes y desapariciones que hubo últimamente?.

Este me miraba fijo y se sentía claramente ofendido ante mi pregunta—. ¿Cómo te atreves a venir a mi casa con esta bruja y acusarme de homicida y secuestrador?

Lisa se removía en su silla, respondiendo con veneno—: Yo no soy una bruja, soy una encantadora. Nota la diferencia

—Me importa un bledo, recién acabo de volver a San Francisco. No tuve nada que ver con esas muertes y desapariciones, no es así como trabajo, Dhampir —exclamaba con cólera.

—Hye-Jin esta involucrada, supe que después de Mark Collins se fue contigo

—Rumores habrás oído —respondía.

—Y testigos que avalan —respondí—. ¿Tienes algo que ver con ella?.

No tenía intenciones de estar mucho tiempo aquí, especialmente por Lisa.

Quería respuestas y las quería ahora.

—No tuve mucho que ver con esa Donor, supe por Mark que es ambiciosa y exquisita, se deja hacer de todo ¿Sabías?.

Fruncí mi entrecejo—. Solo responde lo que te pregunté, Craig

—Estuve con ella dos semanas, luego recibió una propuesta más interesante y yo no le ruego a ningún Donor. Así que ella se fue por su lado y yo me fui a Irlanda, tan simple como se oye

—¿Estás trabajando con licántropos? —preguntaba Lisa.

—Asco de raza, jamás trabajaría con un licántropo y no soy el culpable de esas muertes. Si vinieron por esas respuestas, lamento no ser de ayuda.

Bebía la sangre que quedaba en su vaso y nos miraba expectante.

—¿Sabes quién era el otro que le ofreció esa interesante propuesta que mencionaste? —indagué.

—Lo lamento, ella no me lo dijo y yo tampoco pregunté. Ahora si me permiten —se ponía de pie y se dirigía a la puerta para abrirla—. Tengo una fiesta de bienvenida que realizar para mi mismo, ya no tengo tiempo para sus preguntas, Señor Kim.

Una vez más nos mirábamos con Lisa para ponernos en pie, le daba una señal para que saliera antes y por último agregaba:

—Espero Craig, que realmente no sepas nada al respecto —exclamé de manera cortante.

—Dhampir, tú puedes leer mentes ¿Acaso mentí en alguna palabra? —me miraba fijo y desafiante.

—No, no lo hiciste

—Bien, no querrás iniciar una guerra con alguien que no ocasionó ninguna matanza, ni secuestros. Tú sabes como me manejo —sonreía mostrando sus colmillos y acomodaba su costoso traje.

—Espero que nada haya cambiado —añadí antes de irme.

Finalmente salía de aquella oficina ya que él no tenía intenciones de decir más y lo poco que había dicho había sido casi honesto.

—¿Ya podemos irnos de aquí? —preguntaba Lisa—. Este lugar me da escalofríos

—Los acompañaré a la puerta —exclamaba Craig a mi espalda.

Así lo hacía, nos llevaba hasta la puerta y se resguardaba de la luz del día para cuando esta se abriera.

—Señor Kim, espero que encuentre al culpable de esta masacre antes de que se haga más grande la cosa —exclamaba Craig con falsedad.

—Seguro que si, abriré la puerta, resguardate Craig.

Me despedía y salíamos intactos de ese lugar. Una vez con el auto en marcha, Lisa comenzaba con sus preguntas.

—¿Tae, fue honesto contigo?

—Algo así —respondí.

—¿Él sabe algo? —preguntaba.

—No o supo como omitir información, de todos modos no confío en él, pero por ahora no me sirve

—¿Qué harás con el chico?

—Trataré de mantenerlo a salvo —respondí cortante.

—Hay algo mayor detrás de todo esto, enfócate en eso y pídele a alguno de tus hombres que lo vigilé

—Lisa, sé como hacer mi trabajo y lo sabes —ella no me daría órdenes.

—Como tú digas Dhampir, solo no vuelvas a llamarme de urgencia si algo le sucede.

Rodando mis ojos la miraba de soslayo, ella lo notaba y agregaba:

—No me mires así de nuevo, si tanto te preocupa que algo pueda sucederle me ofrezco a vigilarlo luego de su trabajo —exclamaba de forma honesta.

—¿Creés que pueda sucederle algo o yo estoy paranoico? —no solía congeniar mucho con Lisa, pero era de confianza para mí.

—Creo que te estás distrayendo y no me uní a tu equipo para vigilar a chicos que despierten tu interés

—Lis~...

—Ah, ah, no he terminado —respondía cortándome—. Si creés que hay algo más, te ayudaré, pero no te desvíes del verdadero punto aquí. Creo que está bien que tenga vigilancia y por eso me ofrezco a buscarlo luego de su horario laboral

—Yo iré a buscarlo, lo dejaré a salvo en su apartamento y luego Luke lo vigilará.

Lisa suspiraba sonoramente y exclamaba—. Hazlo, pero luego enfócate ¿Ok?

—Seguro y estoy enfocado

—Si, como digas.

No volvimos a decir una palabra, a veces se volvían interminables nuestras discusiones por diferir en nuestra forma de pensar.

Al regresar informaba al resto de mis hombres que Craig estará bajo mi vigilancia, pero que por ahora ni sumaba, ni restaba. Dejando pasar la hora y como le había prometido a Lisa, iba en busca de SeokJin para dejarlo en su apartamento y así ya tenerlo a él cubierto para poder trabajar sin preocuparme.

Odiaba darle la razón a Lisa, pero no era bueno distraerme ahora y SeokJin me distraía.

Estacionando frente a su edificio laboral, me quedaba esperando para verlo salir. La hora se cumplía, gente salía y salía más no veía a SeokJin ni al tal Hyungsik. Los minutos seguían pasando y nada, con mí poca paciencia por el suelo, salia de mi auto y veía que el de él aún seguía estacionado. Mirando hacía adentro de este, no había nada de él, debía seguir en el edificio.

«Espero que siga ahí adentro»

Marcando su número, el teléfono comenzaba a sonar.

—¿Tae?

—¿Dónde estás? vine a buscarte a tu trabajo, tu auto está aquí estacionado ¿a dónde has ido, Jinnie? —exclamé firme—. Respondé, carajo

—Estoy a punto de entrar al estudio de baile de Hye-jin —respondía casi en un susurro.

—¿Estás bromeando? porque no me hace gracia SeokJin, quedamos en que te alejarías ¿O acaso quieres morir? —este niño es la persona más terca que he conocido.

—No tuve opción, quise cambiar la historia y me Jefe no me dejó

—Me importa un bledo tu Jefe y tu trabajo, voy hacia allá —comencé a dar largas zancadas para llegar al maldito estudio.

Entendía su vida personal, su trabajo, pero estaría pisando sus talones de ahora en más.

—¡No! no vengas, puedo arreglármelas, además estoy con Hyungsik

—Si algo te sucede, SeokJin...

—No me sucederá nada, solo no vengas aquí, prometo salir lo antes posible

—Sal de ahí antes de que baje el sol —por su seguridad ya no lo quiero afuera una vez que oscurezca.

—Seguro, saldré antes de que se haga de noche ¿puedo pedirte algo? —exclamaba dulcemente.

Lo oía en silencio mientras para mi tranquilidad ya lo tenía a la vista.

—Pídeme lo que quieras —exclamé a un par de metros de él.

Estaba cerca y por lo tanto, lo había oído «sin pensamientos sucios, SeokJin Kim Park, te calmas» pensaba, no pude evitar sonreír.

—¿Puedes al menos estar a unos cuantos metros, vigilándome?

—Esa chaqueta de cuero te sienta bien —murmuré para que supiera que le había ganado de antemano. Lo vi intentado buscarme—. No me busques, quédate quieto ¿Si?. Estoy cerca, estoy aquí solo no voltees y ten cuidado.

Luego de esas órdenes, cortábamos la llamada. Estaba asustado, pero ya estaba en el baile y debía bailar.

«Yo me encargaré de vigilarte»

El tiempo fue pasando, estaba anocheciendo y ellos seguían dentro del estudio a solas, pero no se veía nada sospechoso en los alrededores, por alguna razón, al finalizar lo que parecía la última clase ellos todavía no habían salido, así que decidido a vigilarlo me mantuve en guardia.

«Debes estar fuera de peligro»

Había sido una tortura esperar por él después de aquella cena, pero finalmente lo dejaba en su apartamento. Le había explicado el por qué era seguro estar ahí. Ningún vampiro podría entrar sin su permiso y para más calma sabia que Luke estaba haciendo guardia como se lo había ordenado.

Antes de retirarme volvía a insistir en si Hye-jin le había dicho algo extraño u amenazante. Me había contado sobre su encuentro donde halagaba su especie, lo cual me había hecho pensar que pronto sería convertida por el líder con el que estaba ahora.

Retirándome dejaba a Seokjin bajo la mira de Luke a quien le había ordenado llamarme de inmediato si algo extraño sucedía.

Por otro lado había acordado con SeokJin, sobre recogerlo para llevarlo y traerlo a su trabajo. Lisa no estará feliz, pero yo estaré más tranquilo.

Debido a la información que SeokJin me había brindado, había decidido cambiar lugar con Gaspar, le dije que fuera a ser mis rondas para asegurarnos que ningún ataque sucediera esa noche y yo me quedaría haciendo guardia toda la noche fuera de la casa de Hye-jin.

Pero la muy perra no había vuelto, así que me tomaba el atrevimiento de entrar por mi propia cuenta y Gaspar tenía razón, no había nada de valor, nada que sirviera, apenas si tenía ropa en ese lugar.

Me rendía luego de unos largos minutos dejando todo como estaba para salir de ahí.

Jamás había vuelto a su casa, había perdido su rastro y me detestaba tanto, joder. De inmediato había pedido al resto que comenzarán con la búsqueda de Hye-jin, yo por mi parte tenía que recoger a SeokJin.

Llegaba tarde, lo cual desataba una pequeña discusión que de a poco fue calmándose, hasta que mencionaba que tendría una cita y no pensaba cancelarla.

Con nada más y nada menos que Hyungsik.

Volvíamos a discutir, él era terco y yo quería protegerlo, pero de nuevo trataba de entender que él tenía una vida y yo no era quien para arruinar la normalidad de esta.

Sin más, tomaba mi cuchillo favorito y lo depositaba en su bolso, muy en contra de su voluntad. No sabía si podría usarlo, pero debería de servirle.

Una vez que entendía que podía ser más persuasivo que él, salia del auto y solo para incomodarlo exclamaba—: ¡No seas imprudente!.

Abría en demasía sus ojos color miel que lo hacían ver tan adorable.

Luego sin más que hacer con él, volvía con mi equipo y comenzabamos a buscar a Hye-jin por cielo y tierra, aunque parecía que la misma se la había tragado.

Eso no era bueno, no era para nada tranquilizador, porque se traía algo entre manos, ella o su líder y eso solo aceleraba mi pulso y nublaba mis ideas.

Debía esta masiva actualización para esas almitas que siguen están humilde historia, quizá son minoría, pero me han llegado mensajes que querían que actualizará pronto y aquí les dejé dos capítulos más.

Gracias por seguirla y no aburrirse, pese a que está llena de místerio y no tanto amor, aún. Y bueno los dejé en el mismo final 🙃

Es que ya saben, los días de Tae también son importantes si no la historia quedaría a medias.

Gracias por tanto, perdón por tan poco.

Con amor, niñita Nany 💜