|Familia|

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Me había tomado una ducha para despejar mi cabeza, no quería tomar precipitadamente mi teléfono exigiendo explicaciones a mi madre.

Jamás hubieron indicios que me dijeran que yo era adoptado y, lo más irónico era que realmente tenía un parecido físico con Rose. La gente solía vernos juntos y pensar que ninguno tenía cierto aire a nuestros padres, pero si entre nosotros.

Era tan abrumador pensar que esa gente no estaba ligada a mi por sangre, aunque la familia va más allá de esos lazos.
Aún así, me dolía y ahora comenzaba a sentirme incompleto.

El baño estaba cerca de la sala por lo que a salir me cruzaba de frente a Taehyung, Lisa ya no estaba, al parecer.

—Seokjin —decía con su voz grave—. ¿Quieres comer algo? —nos encontrábamos en medio de la sala mirándonos fijo.

Estaba tan cansado que ni siquiera sentía ganas de jugar al tímido con él, mi cabeza estaba completamente ida.

—No tengo hambre —exclamé—. Si no te molesta, desearía irme a dormir para acabar con este día.

Una sonrisa débil se pintaba en mi rostro, él asentia con rostro serio, pero un mueca en sus labios.

—Tu cabello está goteando, no te hará bien dormir así —soltaba viendo cómo las gotas caían de mis hebras a mi rostro y nuca—. Espera aquí —exclamaba yendo al baño y volviendo con una toalla más pequeña.

—No tengo ganas de secarlo, ya dejará de gotear —dije rechazando la toalla con mis manos.

—Yo te lo seco —exclamaba sorprendiendome—. Ven aquí.

Se ponía frente y comenzaba de forma suave a secarlo, frotaba la tela sobre mi pelo y lo hacía de forma delicada y lenta. Yo me encontraba demasiado perdido en sus ojos, sus labios semi carnosos y el peculiar lunar en su nariz y labio inferior.

«No lo había visto antes»

—¿Qué cosa? —cuestionaba muy concentrado.

Quise enojarme, pero él parecía no haberlo notado. Mi silencio llamaba su atención y fijaba esos hermosos ojos con largas pestañas en mi.

—Oh... —decía descansando sus manos con la toalla alrededor de mi cuello. Frotando así la zona para secar el agua de ahí—. Lo siento, yo-...hacía ya mucho no confundía los pensamientos con las personas hablando de verdad.

Estaba apenado y me veía sonriendo apenas porque realmente no lo había notado.

—Te lo dejaré pasar esta vez, solo porque me gusta tenerte así de cerca —dije sin pensarlo dos veces, pero arrepintiendome al instante—. Lo sien-...

—¿Que no había visto? —preguntaba continuando con su tarea, pero ahora con sus ojos puestos en los míos y no en mi pelo.

Relami mis labios de los nervios y él se distraia medio segundo, pero volvía a mis ojos.

—Tienes un lunar en la punta de tu nariz —pinchaba con mi dedo la zona. Él volvía a quedarse quieto y podía sentirlo tensarse, así que aprovechaba a tocar de nuevo, pero en su labio—. Y aquí.

La distancia era mínima, su aliento golpeaba mi rostro de forma cálida y me daba cierto confort.

—Jinnie... —susurraba de forma suave, pero con voz algo ronca.

Yo solo necesitaba, necesitaba –

—¿Qué? —pregunté acercando mi rostro al suyo. Rozando levemente su nariz con la mía.

Lo veía tragar duro entre cerrando sus ojos y recién notaba como su dedo pulgar se había colado entre la toalla y mi nuca para acariciar en círculos esa zona.

Me acercaba un poco más, solo un poco más.

Él estaba viéndome fijo, sin decir una palabra y no necesitaba una, así que me animaba a ir por ese beso que estaba deseando demasiado.

—Deberias ir a descansar —exclamaba encima de mis labios que ya estaban casi sobre los suyos.

Me había cortado descaradamente, me estaba rechazando. Alejándome con paso torpe de encima de él, me iba directo al elevador.

—¿Necesitas ayu-...?

—Hasta mañana —dije arreglandomelas para usar aquella cosa sin su ayuda y efectivamente lo lograba. 

Había pasado una noche horrible, en otra cama, otro lugar y con el doble de peso en mis hombros. Mañana debería empezar mi semana laboral, pero ya nada era normal últimamente. Encima había incomodado las cosas con Taehyung, pero viendo y considerando que nada había sucedido y con suficientes dilemas en mi cabeza, decidía olvidar su rechazo y continuar.

No podría esconderme por siempre y para ser sincero, tenía demasiadas cosas con las que lidiar antes de ahogarme por el rechazo de un tipo.

Me disponia a bajar para encontrarme con él.

—Hey —me miraba con lástima mientras me ofrecía una taza de café—. No dormiste mucho anoche

—¿Desde la habitación de arriba leíste mi mente? —exclamé mientras bebía de la taza.

—No, evité hacer eso. Solo escuchaba tus pasos —respondía dulcemente—. Ibas de aquí para allá.

Sonreí desganado—. Me disculpo por eso.

Apretaba mi mano cariñosamente y se sentaba frente a mi. Él no tenía intenciones de incomodarme, pero no tenía ganas de sentir su tacto así que alejaba mi mano y él carraspeaba su garganta intentando sonreírme.

—Seokjin, necesitamos hablar con tus padres

—¿Es necesario? no quiero poner a nadie más en peligro

—Lo sé, tampoco yo —respondía suavemente—. Pero necesitamos saber de donde te adoptaron

—¿Lisa no puede hackear esa información? —realmente quería evitar mover mi trasero a casa de mis padres y evitar ponerlos en peligro por una "simple suposición".

—Ya lo intentó, no hay información alguna sobre ti, excepto la noche que tus padres te llevaron del hospital y al otro día fuiste anotado como SeokJin Kim Park

—Tengo mi amigo Jackson, es el mejor hackeando quizá él pueda encontrar algo —, «Jackie, mi fiel amigo» —Él fue quien me busco información sobre ti.

Fruncia el ceño—. Fea tu actitud, Jinnie —respondía seriamente—. Lisa es muy buena en lo que hace, aparte de la magia y créeme no hay rastros sobre tí

—Y ella con su magia ¿no puede excavar dentro de mi cabeza o le doy mi cabello y averigua algo? Yo que sé... —en serio no quería pisar la casa de mis padres.

—Sin un mínimo rastro de tu madre o padre biológico, no puede obtener mucho. Necesitamos más que una imagen plasmada en tu memoria.

Suspiraba de mala gana y añadía—. Tae, si algo les pasa a mis padres...

—No pasará —afirmaba con seguridad—. Iremos juntos con Lisa, pondrá un hechizo  de protección si es necesario.

No me convencia en lo absoluto, pero era obvio que no desistiría.

—Les avisaré que voy para allá —dije dando otro sorbo.

—No lo hagas, mantengamos todo en bajo perfil.

Suspiré malhumorado—. Necesito otra ducha antes de salir.

Me sonreía incómodo y me señalaba el baño.

Él trataba de ser un soporte, amable y responsable de mi y lo que me estaba pasando, agradecía mucho eso, pero yo solo deseaba no haberlo conocido nunca, ni a él, ni a este mundo, ni siquiera haberme enterado que soy adoptado.

Me sentía tan mal, pero no me daba el tiempo para llorar y enfurecerme como merecía. Tomando mi ducha y salíendo con mi cabellos lo suficientemente secos, veía que Lisa ya había llegado y a duras penas me cambiaba par salir.

Subíamos al auto y Taehyung me pedía la dirección, vivían a un par de horas de aquí así que solo había decidido ir en silencio mirando por la ventanilla.

Tiempo después Tae preguntaba—. ¿Esta es la zona?

—Si, sigue dos calles más y gira a la izquierda —mi voz desanimad no podía cambiarla. Ninguno había dicho nada en todo el camino.

Dispuesto a salir mientras Taehyung y Lisa me seguían detrás, llegaba a la puerta y dudaba en si abrir o no, tenía la llave que mi madre me había dado por cualquier emergencia.

Aún asi prefería tocar el timbre.

—¡...!

Se estaban tardando en abrir, mejor así, ojalá y nadie estuviera en casa—. Viendo y considerando que nadie abre —soltaba. Justo cuando pensaba girar para volver al auto, Rose abría la puerta.

—¿Jin? —me observaba ceñuda para luego abalanzarse en un dulce abrazo—. ¡Jin!.

Joder, necesitaba devolverle el cariño en esa muestra de afecto, Dios necesitaba mucho a mi familia y acababa de darme cuenta.

Cuando finalmente cortabamos con la dulzura y bajaba su delgado cuerpo de nuevo al piso, los ojos de mi hermana menor de dieciocho años se posaban en Tae.

La notaba sorprendida y boquiabierta, como toda mujer u hombre que tiene el privilegio de contemplar a alguien tan apuesto como él.

Antes de que alguien pudiera decir algo veía a mis padres parados en el umbral de la puerta contemplandonos con cara de susto.

—Mamá, papá, necesito hablar con ustedes.

Tratando de ocultar su sorpresa nos invitaban a pasar.

—Familia, ellos son unos amigos, Lisa ella es mi madre Anne, mi padre Ross y mi hermana Rose.

La bruja los saludaba amablemente y ellos igual—. Bien él es Tae. Tae, mi familia —seguía hablando desganado y a la vez nervioso.

Él saludaba amablemente a mis padres y por ultimo a Rose.

—Hola, soy Rose —mi hermanita ya no era tan chiquita, quien puede culparla.

—Si lo sé, Seokjin me habló de ti —respondia dulcemente, mi Tae.

Tae, Taehyung no "mi", no mío, no era mío.

—Me agrada que hable de mi —respondía Rose y sonreía—. Pero él no me habló de tí ¿Eres solo un amigo o algo más?

—¡Rose! —a veces  si era una niñita.

—¿Qué? hace mucho que no traes un chico a casa, hermano

—Eso es porqué me volví heterosexual —respondí sarcasticamente.

Mis padres me observaban de manera sorpresiva, mientras que Taehyung estaba alzando una ceja incrédulo.

—¿Qué? podría serlo —exclamé añadiendo—. Soy jodidamente guapo y podría tener muchas mujeres detrás de mí.

—Confirmo eso, vaquero —exclamaba Lisa.

Luego comenzaba a reír, era una risa contagiosa que relajaba el ambiente extraño, Rose nos ofrecía algo para beber, optabamos por café y se dirigía a la cocina a prepararlo. Todos habíamos pedido una bebida caliente para que tardará en el proceso y nos permitiera hablar tranquilamente.

—Mamá, por un tema peculiar en el trabajo —dije rascando mi nuca—, me enteré que no soy su hijo biológico. Ahora, con el apoyo moral de mis amigos, necesito saber donde fui adoptado y quienes son mis verdaderos progenitores —soltaba todo de una provocando que mi madre se atragantara con su vaso de agua.

—Hijo... —susurraba mi padre, no pude contenerme de largarlo todo así. No quería que mi padre volviera a descomponerse ya que estaba muy sensible del corazón, pero no había podido evitarlo.

—Esta bien, no pasa nada. Solo necesito saber quienes eran.

Mi madre se levantaba y exclamaba—. Ross, puedo manejarlo sola, los llevaré al estudio, siganme.

Mi padre asentía y añadía—: Trataré de que a Rose no le despierte curiosidad la visita.

Seguíamos a mi madre al estudio donde tenían una computadora, libros y todos los documentos importantes de la familia y la casa.

Solía estudiar aquí cuando era más chico y Rose no paraba de molestarme.

Entrabamos en completo silencio y mi madre nos pedia tomar asiento.

—Lo que voy a contarles, no lo saben ni Ross, ni Rose —me miraba con culpa y dulzura—. Pero probablemente ya sepas algo al respecto de tu adopción o genes.

Cuando soltaba la palabra "Genes", Tae me miraba inmediatamente.

—El día que viniste a mi y digo "viniste" porqué así fue, no fuiste abandonado hijo, no creas eso —fruncía el ceño, pero mis estúpidos ojos comenzaban a cristalizarse de todas maneras—. Con tu padre viviamos en Arizona, una noche de guardia en el hospital había salido a fumar un cigarrillo —sonreia avergonzada al recordar su viejo vicio—. Había escuchado a lo lejos una mujer que lloraba. Acercándome a ver si necesitaba ayuda, la veía que estaba de espalda sosteniendose de la pared a punto de desmayarse. Había corrido hacía ella para sostenerle de la cintura y cuando giraba a verme... —mi madre paraba de hablar respirando profundo y luego continuaba—. Cuando esta mujer giraba a verme, podia notar que estaba embarazada y en trabajo de parto.

No podia creer lo que escuchaba, desearía que fuera una historia ajena.

—Quise llamar a mis compañeros, pero ella no me lo permitió, le expliqué que era necesario llevarla adentro, pero ella me rogaba que nadie la viera, ni supiera que estaba alli, porque la vida de su bebé estaba en peligro. No entendía por qué, pero algo dentro de mi, solo se había predispuesto a ayudarla

—¿Tu la ayudaste a tenerme? —pregunté sorprendido.

—Mis manos fueron las que te trajeron a este mundo —respondía con dulzura—. No estaba sola, había logrado que me dejara llevar a una compañera y la había hecho entrar a uno de los tantos sótanos del hospital

—¿Y luego... ? ¿Quién era ella? —pregunté ansioso.

—Solo me había dicho su nombre, Lucile y me habia entregado algo que jamás pude quitarme de la cabeza.. —se paraba para re buscar en una de sus carpetas donde tenía todos mis documentos y la veía sacar un papel viejo—. No entendía a que se refería al principio.

Me entregaba dichoso papel donde yacía escrito el mito de los dhampir. Mi alma se había ido de mi cuerpo para volver junto con un balde de agua fría que me caía encima haciendo que mis ojos se abrieran en demasia y sentia como mi corazón se aceleraba al entregarle el papel a Taehyung.

—Creí que solo era un cuento o un estudio de algo, ella me lo había dado y fallecía minutos después. Nadie sabía quien era con exactitud porque, tenia muchas identidades falsas y no tenía familia, al menos no la encontramos, tú estuviste en el hospital un par de días mas —suspiraba y sentía como sus nervios se descontrolaban—. Una noche un jóven había entrado al hospital pretendiendo ser enfermero, pero yo conocía a todos mis compañeros y ese no era uno de ellos. Me propuse seguirlo disimuladamente, cuando vi que iba directo al piso de recién nacidos, lo detuve y amenacé con llamar a la policía... —de nuevo se detenía—. No podía creer lo que veía, sus ojos estaban rojos y unos dientes horribles se asomaban, todo su-... lo que parecía ser un rostro atractivo, se había vuelto demoníaco.

No podía creer lo que mi madre relataba, casi la matan y ella aún así se había qiedado conmigo, no lograba entenderla.

—Me dijo que tenía todo derecho de estar ahí —su voz temblaba recordando ese momento.

—¿Qué más le dijo? —preguntaba Tae, sentándose más erguido al escuchar el relato de mi madre.

—Me dijo que tenia derecho de estar ahí, que su hijo acababa de nacer.

Sentía un nudo en la garganta, queria gritar, maldecir y llorar.

—Me había arrojado lejos y así fue como me hice esta cicatriz —mi madre llevaba una cicatriz en la frente, nunca nos había contado la historia, ni a mi y ni a Rose, solo decía que había sido un momento que no merecia ser contado—. Luego fue directo a ti, pero había sido interceptado por otro demonio que lucia como él, éste segundo me había ordenado llamar a seguridad. Ellos continuaron peleando horriblemente hasta que lograba sacarlo de ahí. Después de tanta locura, seguridad se hacía presente con la policía y yo no sabía que explicar. Así que solo normalice la historia y declaré que quien se reclamaba familiar del bebé abandonado quiso matarlo. Rápidamente quisieron mandarte lejos, pero sentí que debías quedarte conmigo y en ese momento tu padre y yo no podíamos tener hijos

—¿Así decidieron quedarse conmigo? —pregunté sorprendido tragando el nudo en mi garganta y con ojos acuosos.

—Y no me arrepiento de la decisión, por tu seguridad y la nuestra sin decirle nada a Ross le pedí que nos mudaramos a San Francisco. Empecé a indagar mas sobre tí, entendí el riesgo que era tenerte, pero a la vez también entendí que podía salvarte de lo que tus genes te deparaban —se acercaba y se arrodillaba frente a mi para acariciarme—. Creí que podía alejarte de eso, pero creo que estaba equivocada —miraba hacía Taehyung—. ¿Cierto?

—Lo lamento, señora Anne —susurraba Tae.

—Pero él no fue-... —tapaba su boca evitando el llanto—. Él no fue criado como uno de esos...

—Dhampir —respondía Lisa quien había estado muy callada durante el relato.

—El mito dice que se alimentan también de sangre, él no es así —me acariciaba como si fuera un niño al que debía seguir protegiendo.

—La sangre es una elección para despertar otras habilidades y a la vez para recuperar fuerzas —respondía Taehyung.

Se me revolvía el estómago de solo pensarlo, me daba asco, mi naturaleza me daba asco.

—La sangre es la que les da a los Dhampir la habilidad para luchar contra los vampiros —exclamaba éste—. Pero no poseen sus colmillos, deben cazar para beber

—A mi nunca me dio sed por la sangre —dije recordando rápidamente que cada vez que me lastimaba o Rose, automáticamente chupaba la sangre, pero como cualquier persona o sea, sonaba estúpido incluso contarlo—. Solo lo hacía para dejar de sangrar cuando Rose o yo nos lastimabamos, lo cual era muy a menudo en Rose, porque era muy salvaje y descuidada.

Tae me observaba—. Es normal y entendible, en dosis pequeñas tu natural-...

Levantando mi mano la ponía frente a su rostro para que se callara de una jodida vez.

«Sé que bebes sangre, pero no me agrada imaginarte así»

Taehyung agachaba su cabeza, sabia que me había oído.

—Bien, entonces —exclamaba Lisa—. Tú madre biológica estuvo con un vampiro y lo lamento niño, pero ese vampiro que tu mamá vió era tu padre y tú eres un dhampir.

Levantándome finalmente sin empujar de forma brusca a mi madre, caminaba por el estudio como gato encerrado—. ¿Recuerdas como era ese vampiro?.

Mi asquerosa naturaleza ya estaba confirmada, ahora tenía derecho de saber si ese bastardo seguía vivo.

Mi madre ceñuda comenzaba describirlo—. Él era alto, no tanto, como tú o quizás menos —señalaba a Tae—. Era atractivo antes de convertirse en eso que llaman "vampiro"

—Esta bien —exclamaba Taehyung.

Comenzaba a presionar su sien, claramente intentando mantener la calma.

—Anne, vamos a necesitar hurgar en su cabeza —exclamaba Lisa.

—¿Qué? —preguntaba mi madre confundida.

Taehyung le daba una dura mirada a Lisa y añadía—. Sra. Thorne, necesitaremos que pueda reunirse con nosotros, no queremos estar mucho tiempo aquí —exclamaba más tranquilo—. Debemos organizar un día que no la complique

—Lo que sea que necesiten de mi, lo haré —se dirigía a Tae—. ¿Jureme jóven, que mi hijo no corre peligro?

—Mientras esté conmigo, él no corre peligro alguno —sonreía dulcemente. Luego Lisa nos ordenaba salir cuanto antes de ahí.

Afuera del estudio, Rose nos esperaba con el café junto a mi padre, pero yo comenzaba a despedirme y no entendían el por qué.

—¿Ya se van? —me preguntaba confundida.

—Si, mañana debemos trabajar temprano —sonreí abrazándola fuerte, adoraba a mi hermanita y ella a mi.

No debia saber nada de lo que había descubierto hoy, ni ella, ni mi padre y me daba pena que mi madre haya tenido que cargar con tal peso ella sola.

—Oye, me prometiste llevarme contigo esta semana ¿Lo olvidaste?  —rayos había olvidado esa promesa—. Quedamos en que hablaría sobre a que te dedicas, para el trabajo práctico de vacaciones y así orientarme en una carrera futura.

Mis ojos se iban directo a Taehyung, ya no tenía casa, vivía con él—. Rose, debo volver a acomodarme. Cambié de lugar, yo te avisaré si puedes visitarme ¿De acuerdo?.

Ésta asentia claramente confundida, volvía a fundirme en su abrazo y mis padres se nos unían en silencio.

No podía creer que esta no fuera mi verdadera familia, al menos de sangre, entre este calor hermoso que sentía rodeado por ellos, mis ojos querían soltar cataratas de lágrimas así que antes de que eso sucediera, decidía cortar el abrazo, pero todos habían notado mis ojos llorosos.

—Trataré de visitarlos más seguido —me despedía individualmente y por último de mamá—. Lamento lo que tuviste que sopor-...

—Ssshh —me silenciaba dulcemente—. Yo te elegí y no me arrepiento te dije, solo prometeme que estarás bien y que no estás en peligro.

La miré intentando sonreír—. Todo está bien —levanté el mentón para verme seguro y abazarla fuerte.

Finalmente en el auto, el viaje nuevamente era silencioso y yo estaba intentando que mis ojos no volviera a acumular lágrima tras lágrima.

—¿Lisa, crees que hay forma de saber quién es mi padre ahora?.

La ví suspirar algo nerviosa.

—Debes hablar con tu madre, que venga cuánto antes en esta semana —respondía

—¿Crees que siga vivo? —no sabía por que me interesaba, estaba furioso, pero que sabía yo de como enfrentarme a un vampiro—. ¿Harás con mi madre lo qué hiciste conmigo?

—Si, pero seré más cuidadosa, no la lastimaré —respondía.

Mi celular vibraba con un mensaje de ella.

Dudaba realmente en responder, Taehyung me miraba por el retrovisor—. SeokJin, me aseguraré de que nadie lastime a tu familia, pero necesitamos a Anne para volver a ese recuerdo.

Suspiraba cansado e inseguro y luego enviaba mi paradero actual a mi madre.

—Lisa ¿Meteras a Tae en la cabeza de mi Madre? —pregunté.

—Exacto, es posible que Tae pueda reconocer al vampiro.

El resto del viaje transcurría en silencio, pero mi mente no paraba un segundo.

¿Cómo sería mi vida desde ahora?
fuí criado como un ser humano normal. ¿Debería cambiar eso? no sabia si quería cambiar eso.

¿Se supone que soy inmortal?.

No me agradaba, nada de esto me agradaba, quería romper todo, quería gritar, llorar... estaba conteniendo demasiado.

«No soporto mas».

Chanchanchan

Pues si era dhampiro.
Uno muy bonito, perdón que es beso no pasó, jejeje y de a poco Seokjin se nos va apagando😣😣

Con amor niñita Nany 💜

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