Capítulo10: Confesiones

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Eva

—Cierra bien la puerta y no le abras a alguien desconocido—me advierte mi hermana por décima vez—Edward está en casa de Chloe con sus padres y no llegará,  Liam no pudo venir hoy y Lachlan no puede recoger a Peter así que debo ir yo.

Alzo una ceja—¿Por qué me dices cosas que ya se?

Ella no le ve nada de divertido a mi interrogante y me pega en el hombro—Lo digo de verdad, me llamas cuando termines de limpiar para saber que irás directo a casa.

—Si señora—hago un saludo militar y ella roda los ojos para luego salir de la pastelería.

No es la primera vez que me quedo sola en la pastelería para limpiar y organizar pero ayer en la noche hubo un robo en unas casas más cerca de la costa y mi hermana está como histérica, es cierto que nuestra ciudad es pequeña y tranquila, no habíamos escuchado hablar de un robo en mucho tiempo pero bueno, Erin es demasiado "precavida".

Como estaba sola aprovecho para reproducir música en mi celular mientras limpiaba, sola me aburría.

¡You say you love me. I say you crazy. We are nothing more than friends!—canturreo la letra de la canción en un tono algo alto desafinando bastante.

Perdóname Anne-Marie por destruir tu canción de esta manera.

Estaba concentrada en mi accionar de limpiar el local y en mi música que tengo que cubrir mi boca luego de pegar un chillido de susto.

A través del cristal de la puerta podía ver a alguien recostado en él de frente hacia mí, una mano descansaba en el cristal apoyando su cuerpo y la otra tocaba su abdomen, una mueca de dolor en su rostro y una cortada en su pómulo. 

Inmediatamente pauso la melodía y abro rápidamente la puerta y dejo que su cuerpo caiga un poco sobre el mío, ayudando con su dolor.

—Liam...—susurro y sus azules ojos se encuentran con los mío—¿Qué te sucedió?. ¡¿Quién te hizo esto?!—mis preguntas salen desesperadas de mi boca.

—Lo siento Eva, no tenía otro lugar donde ir, no quiero que...mi madre me vea así—ignora mis dudas, su voz sale entrecortadas.

—Oh Dios mío, mírate como estás.

Él niega—No...es nada.

—¿Cómo que no es nada?. ¿Estás loco?. Vamos a la cocina, curaré ese pómulo—pensé que iba a reprocharme pero si no me contradijo es porque de verdad necesita mi ayuda, conociendo lo poco que conozco de Liam, aunque estuviese golpeado no le dejaría ver a nadie que está mal.

Lo llevo hacia la cocina y hago que se siente en uno de los mesones para que quede un poco más alto que yo. Busco el botiquín rápidamente y lo coloco a su lado para abrirlo y sacar el alcohol y algodón para desinfectar la herida.

—Quién sea que fuere el que te hizo esto—comienzo a hablar mientras hago mi trabajo de curarlo, él me mira atento—Ya lo hizo antes ¿verdad?

—No se de que hablas.

Río amargamente—Si que sabes de lo que hablo–le coloco una vendita una vez terminé, me quedo callada por un segundo y tomo el borde de su camisa para levantarlo.

—Eva. ¿Qué estas...

—Lo sabía—lo corto, en su abdomen habían dos hematomas, uno reciente y el otro morado casi curado, y estaba en el mismo lugar donde lo empujé ayer—¿Crees que no me di cuenta que ocultabas algo?

—Eso no tiene importancia.

—Para mí si la tiene Liam, somos amigos. ¿Por qué no me cuentas?

—¿Amigos?—suelta una risita y luego hace una mueca de dolor tocando su abdomen.

—Si. Tu mismo lo dijiste. ¿Por qué no me cuentas?.

—Es mejor que no sepas Eva—niega mirándome a los ojos.

—Pero yo quiero saber—digo—Tal vez pueda ayudarte en lo que sea que estés metido.

—Esto es algo de lo que no me saldré nunca—dice cabizbajo y chasquea la lengua—Y no puedo involucrarte, no me permitiría que estés metida en algo así por mi culpa.

—¿Son drogas?—dudo y él niega—¿Mataste a alguien?—mi pregunta sale nerviosa.

Él abre sus ojos en sorpresa—Claro que no. Eva...¿me crees capaz de matar a alguien?.

Puede ser bipolar, raro, misterioso, pero Liam no tiene personalidad de asesino, eso siente mi corazón.

—¿Entonces...?—insisto en que me diga, y la verdad no pienso parar hasta que me lo cuente.

—No puedo, es...demasiado personal y...—lo corto.

—Entonces hagamos algo—el me mira confundida.—Yo te cuento algo mío muy personal y tú haces lo mismo.

Liam se ríe de mi estupidez, pero bueno, algo tiene que resultar, no puedo quedarme con esta incertidumbre—¿Qué cosas dices?

Bufo—No seas gruñón. Además, te contaré algo que solo mis hermanos y mejor amiga saben, siéntete halagado. 

—Entonces cuéntame eso personal que dices tener Eva. ¿Aún juegas con muñecas?.

Su duda me ofende—¿Quieres que te rompa la nariz también?—suelta una risita nasal y se queda callado—Hay un lago justo al lado de la escuela primaria de música, me gusta ir ahí cuando tengo tiempo porque es relajante, para mí el mar es muy relajante, me gusta mirarlo, en la playa escuchar el leve sonido de las olas—Liam me escucha con atención y apoya sus manos en el mesón para estar más cómodo—Pero no es lo mismo estar fuera del agua que dentro de ella. A pesar de gustarme por fuera nunca aprendí a nadar, sonará idiota pero me da mucho miedo lo que pueda encontrar bajo el agua, no llega a ser talasfobia pero si le tengo miedo.

—Te gusta mirar el mar pero tienes talasfobia—habla lentamente como analizando sus palabras—Si que eres rara. ¿No has pensando en consultar a un psicólogo?

Chasqueo la lengua—Yo soy la psicóloga, además...¿quién mejor que yo para entender mi cerebro?. ¡Y no es talasfobia!.

—Tu filosofía es algo loca—dice y se ríe ganándose una mirada asesina de mi parte.

—Ya, deja de burlarte—espeto ofendida.

Un silencio prolongado nos abraza en ese momento, Liam me mira a los ojos y yo sostengo su mirada, mirar ese espacio azul suyo es como una inquietud para mí, siento que su profunda mirada tiene tantas cosas que decir pero que quiere ocultar.

—Mi madre es australiana y mi padre norteamericano—comienza a hablar—Nací aquí en Costa Dorada y mi partida para Estados Unidos no fue deseada—siento que la historia es larga así que rodeo el mesón por un lado y me siento—Mi padre viajaba mucho a América y le fue infiel a mi madre con una prostituta que se embarazó y le dejó la bebé en la puerta de la casa en donde se quedaba mi padre en Ohio, más nunca supo nada de esa mujer—Liam no voltea a verme, su información me deja algo atónita pero sigo escuchándolo—Con la llegada de la bebé mis padres se separaron, mi padre decidió irse a Estados Unidos y me arrastró con él, yo no quería dejar a mamá, solo tenía 12 años, Eva, fue difícil—mi corazón se aprieta, en sus palabras sale tanto dolor que me duele el pecho–Amé mucho a mi hermana a pesar de que de una forma u otra fue la destrucción de mi familia pero la culpa fue de mi padre, de nadie más.

—¿En ese tiempo no supiste de tu madre ?—dudo y miro como niega aún de espaldas.

—Mi papá y mi hermana murieron hace un año...en un accidente de auto—mis ojos se abren en sorpresa y el nudo que estaba en mi garganta se desmorona en lágrimas que salen sin pujar.

¿Así que por todo eso pasaste Liam? ¿Por eso tienes esa aura fría a tu alrededor?.

—Fue...difícil, mi hermana solo tenía 10 años—su voz se quiebra pero se recompone al instante se que Liam Longworth no llorará delante de mí, yo por mi parte limpio mis lágrimas—Hubiese preferido tener talasfobia.

Mi corazón se mueve cuando se voltea para verme, sus ojos estaban más claros de lo normal, claramente se le cristalizaron, no es para menos.

—Mi padre también murió—digo y observo como él se acomoda para quedar a mi lado—Edward y yo éramos unos niños y Erin empezaba a ser adulta, la Fibrosis quística lo mató.

—Lo siento mucho—dice y lo miro.

—Yo también siento...lo tuyo—él solo asiente en forma de agradecimiento—Un tiempo después nuestra madre nos abandonó, había encontrado a un hombre rico y se fue mientras dormíamos dejándonos una nota que ni siquiera tenía un "Los amo" en ella.—mis ojos comienzan a picar.

—A algunas personas...nos toca vivir cosas como esas—dice él y asiento.

—Supongo que estamos destinados a pasar por pruebas de ese tipo—me encojo de hombros.

—Eres muy fuerte, Eva Williams.

Le doy una sonrisa de boca cerrada—Tu también, Liam Longworth.

  

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro