Capítulo9: Las aparentes parejas perfectas si tienen problemas

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Eva

Bruno me entrega mi cono de helado de chocolate y le sonrío antes de que lo choque con el suyo.

—Por nuestro sobresaliente en el proyecto—dice.

—A los profesores les gustó mucho—añado y comienzo a caminar a su lado— Ahora solo nos quedan los exámenes escritos.

Él chasquea la lengua—Eso es fácil.

Acabamos de salir de la Universidad y nos encontrábamos en la zona de helados del parque marino celebrando nuestro sobresaliente en el proyecto de la música como terapia psicológica. Estoy muy feliz de estar aquí con Bruno, siento como que es la cita de mi vida, pero claramente no lo es.

—¿Y Andrea?—dudo para sacarme de la interrogante de por qué la rubia no está con nosotros y la razón por la cual no pasamos por su salón para recogerla como todos estos días que veníamos haciendo el proyecto.

—Los abuelos de Andy vinieron de Inglaterra hoy—comienza a explicar—Había una reunión del té hoy a las 5 en su casa con parte de la familia, sabes que son muy tradicionales—asiento.

Los Brown son como la realeza en Inglaterra, los padres de Andrea quisieron un poco más de independencia y vinieron a vivir a Costa Dorada hace años, además, el padre de la chica es dueño de una sucursal aquí, así que aún maneja sus negocios internacionales.

—Entiendo.

—Andrea es muy respetuosa con su tradición, cualquier joven a nuestra edad no le importaría ese tipo de cosas. Ella es admirable, la verdad.—ese brillo deslumbrante aparece en sus ojos, es tan claro sus sentimientos hacia ella con tan solo mirar sus dos luceros verdes.

Y para hurgar más en mi herida decido preguntarle algo—La quieres mucho ¿verdad?

Él suelta una risita—No es solo eso E, la amo mucho. Andrea es la mujer con la que quiero pasar el resto de mi vida si ella me lo permite.

Duele escucharlo hablar así.

Le doy una lamida a mi helado antes de hablar—Se nota que ella te ama mucho también, claro que se permitirán estar juntos.

—Andy si, pero su familia no se—lo miro confundida y el responde a mi desconcierto—Por ser una familia tradicional puede que ellos deseen que contraiga matrimonio con un hombre del mismo país y de la misma estirpe, y eso me asusta mucho.

¡Oh!, y yo pensé que esos problemas solo estaban en los dramas televisivos.

—Estoy segura de que Andrea no dejará que eso pase. Así que no te preocupes.

Bruno me dedica una sonrisa y revuelve mi cabello—Siempre sabes como consolar a las personas, E. El día que te enamores espero sea de un chico que valga la pena y no te haga sufrir, y que tampoco la familia sea un impedimento.

Pues ya estoy enamorada de alguien y no es precisamente una tradición familiar lo que nos separa.

Sacudiendo el pensamiento de mi cabeza le respondo—Si. Seguro.

(...)

En el instante que llego a la pastelería comienzo a ayudar en ella, había tenido varios días de descanso por mi proyecto pero ahora si debo contribuir. Nuestras tareas eran las mismas de siempre: Erin en la caja preparando todo mientras Liam y yo servíamos.
Una vez terminada la jornada laboral me quedo limpiando las mesas.

—¿Hasta cuándo vas a seguir ignorándome?—la voz de Liam retumba cerca de mi oído y me aparto rápidamente limpiando las mesas—Eva—llama mi atención cuando con su mano para la mía.

—¿Qué quieres?—dudo algo molesta.

—Quisiera entender el por qué de tu molestia—lo miro mal por un segundo—No puedo creer que sea por lo que te dije ayer. Solo fue un consejo.

—Lo sé. Pero aún así dolió lo que Edward me dijo como para que tu vinieras y le agregaras limón a la herida.

—Solo quiero tu bien—su voz sale suave—No quiero meterme en tu vida, pero no me gusta verte sufriendo por un hombre que ya está con alguien más. Verte llorar no es algo que quisiera ver.

A veces Liam se comporta de una manera que me asusta.

—Estaré bien, solo es una racha adolescente—digo volviendo a limpiar las mesas.

—Hace tiempo dejaste de ser adolescente.

—¿Me estás diciendo vieja?—alzo una ceja y el se ríe.

—Adulta, que es diferente—responde.

—Seguro—le doy un leve empujón por su abdomen y él hace una mueca de dolor que trata de cubrir de inmediato pero me doy cuenta. No pudo haberle dolido tanto mi pequeño empujón ¿o si?—¿Pasa algo?

—No nada—no se si son imaginaciones mías o se ha puesto nervioso de verdad.

—Liam...—digo suavemente, siento que me oculta algo.

—Ya te dije que no es nada, Eva–el tono suave que estaba usando conmigo acaba de desaparecer y volvió a aparecer el chico frío como témpano de hielo.

Este chico es raro, demasiado raro.

(...)

—Tu comida es la mejor, Erin—comenta Chloe dándole otra probada al estofado.

—Me alegra que te guste.

—Amor come más—le dice a Edward a su lado—Debes alimentarte estás flacucho.

—¿Flacucho?—mi hermano la mira ofendido—Solo quiero cuidar mi figura.

—Claro—comento riendo.

—Tía dame un poco más de postre—Peter a mi lado me mira con los ojos brillantes.

—Todo para mi pequeño—digo sonriente y le sirvo más helado.

—Lo tienes muy consentido—dice Erin señalándome con la cuchara y yo río.

–Quisiera tener un hijo como Peter—dice Chloe y pellizca la mejilla del pequeño.

—Cuando nos casemos tendremos un hijo igual de adorable—las palabras de mi hermano hacia mi mejor amiga mueven mi corazón.

Visiblemente Chloe no le ha contado nada a Edward de su viaje porque claramente sabemos su reacción, mi hermano no es muy maduro para entender que ella necesita cumplir sus sueños y se que será egoísta.

Hoy me di cuenta de algo mientras miraba a Chloe y Ed delante de mí:

Las parejas aparentemente perfectas también pelean. 

Primero Erin y Lachlan, el ejemplo de pareja y padres perfectos se separan porque...bueno, por culpa de la secretaria de Lachlan, por así decirlo. Esa mujer siempre fue una lanzada y un día le mandó un mensaje comprometedor diciendo miles de mentiras, Erin lo vio y mi hermana no entiende de explicaciones pero se que él la amaba y que no era capaz de engañarla porque había pruebas de eso las cuales no fueron suficientes para Erin , recuerdo perfectamente que él también la pasó mal en el divorcio.

Luego Chloe y Edward, enamorados como niños de secundaria que descubren su primer amor, ella está en un aprieto por tener que contarle sobre la beca en Turquía y de antelación sabe la reacción que él puede tener y entiendo su miedo.

Y por último están Andrea y Bruno, yo nunca pensé que detrás de la parejita perfecta habría un miedo de que se separen por la sociedad tradicional en la que Andrea fue criada.

Al final, todos por muy felices que sean tienen sus complicaciones.

La cena había terminado, Erin y Edward fueron a la sala con Peter mientras yo y Chloe nos ofrecimos a lavar la vajilla, necesitaba hablar con mi mejor amiga.

—No le has dicho ¿verdad?

—¿Por qué preguntas lo obvio?—bufa mientras seca un vaso que le entregué.

—Chloe, debes decirle, en dos meses te vas. No estarás pensando en renunciar a esa oportunidad ¿verdad?—pregunto asustada, se que ella es capaz de dejarlo todo por mi hermano pero este sueño está mucho antes de que ella se enamorara de Ed.

—Claro que no. Pero tu hermano es demasiado importante para mí, tengo mucho miedo de que lo nuestro se acabe cuando me vaya—hace una mueca

—Estamos en el siglo XXI, existen muchos medios de comunicación, se verán por Skype. No tienen que ser tan radicales.

—Explícale eso al cavernícola de tu gemelo—ella bufa y roda los ojos—En fin, ¿qué es eso que tenías que decirme y no quisiste poner en el mensaje?

Muerdo mi labio antes de hablar—Decidí contarle a Bruno acerca de mis sentimientos aunque se que me rechazará, solo...necesito que lo sepa.

—¡Aleluya!—se emociona y le hago una seña para que baje la voz, no quiero que mis hermanos nos escuchen—No veía la hora, Eva. Bruno necesita saber lo que sientes para que sepa que duele cuando habla de Andrea delante de ti, no mereces eso martirio.

Me encojo de hombros—La verdad, no creo que sea una buena idea. Además, es su novia, puede hablar de ella en donde le de la gana.

—No te vayas a retractar—me amenaza alzando un tenedor   

—Estoy decidida–digo y suelto un largo suspiro.

¿Eso será una buena idea?

Creo que estoy a punto de descubrirlo
   

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