Capítulo19: Pecando

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Eva

Reacciono rápidamente y me giro hacia Chloe.

—¿Qué hace él aquí?

—Yo lo invité

—¿Qué? ¿Cómo?

—Erin me mandó su número en un mensaje de texto, lo llamé y le dije que viniera, al mencionarle que estarías aquí ni siquiera dudó en decir que vendría—se encoje de hombros y me dedica una sonrisa.

Mi hermana y mi mejor amiga, el perfecto complot contra mí

—Te voy a mat...

—¡Liam! Que bueno que aceptaste venir—Chloe me interrumpe y yo volteo a mirar a Liam frente a mí.

—Hola, chicas—saluda y me mira con una sonrisa de lado—Estás muy guapa.

¡Ja! Que ni piense que se me olvidó su carácter de esta mañana.

—Te lo agradezco—le digo cortante.

—¡Disfruten de la fiesta!—vocifera mi mejor amiga y se aleja con nuestros amigos.

¡La voy a matar!

—Yo...—él me mira—Mejor voy por un trago.

—Espera—intento alejarme de él pero su mano sobre mi antebrazo no me deja—Eva...disculpa mi actitud de esta mañana, no comencé mi día de la mejor forma.

—Yo tampoco he tenido un buen día y no tienes que disculparte, no somos nada—le digo algo molesta y hace una mueca de desagrado.

Da un paso delante de mí quedando un poco más cerca y trago grueso, es increíble lo nerviosa que me pone su cercanía—¿Estás segura de que tú y yo no somos nada?.—su mirada se intensifica.

Mierda, su puta mirada intimidante.

—Suéltame, Liam—me libero de su agarre—Dices querer algo conmigo pero no eres capaz de contarme la verdad. Estoy un poco harta de esto.

Doy media vuelta y me dirijo hacia la barra.

—Un tequila doble, por favor—pido de inmediato, el hombre de la barra me dedica una mirada de sorpresa y luego me entrega mi trago.—Gracias.

Me giro para observar a Liam, todavía estaba parado en el mismo lugar, sus ojos clavados en mí, me lamo los labios luego de tomar mi bebida.

¡Oh Por dios estoy tan enojada!

Puede parecer  una tontería pero estoy molesta con Liam, sí, muy enojada. Quiero que se abra a mí, pero siento que no me tiene confianza y se me hace muy difícil entender el por qué no quiere contarme.

No quiero involucrarte.

¿En qué?¿ En que está metido? ¿Es eso? ¿Quiere protegerme de lo que sea en lo que ande metido?

¿Y quién te protege a ti Longworth?

—Una margarita con doble de limón—siento su voz pedirle una bebida al barman, cuando giro mi rostro lo observo sentado en una silla separado tres puestos de mí.

Mis ojos caen en la pista buscando a Chloe y la encuentro bailando animada. Nothing Breaks like a Heart de Miley Cyrus retumbaba por todo el lugar y debo decir que es una de mis canciones favoritas. Bebo mi trago de manera rápida, Liam está sentado aún bebiendo su margarita, su mirada no se despegaba de mí, lo miro desafiante y dejo mi vaso vacío encima de la madera de la barra para luego levantarme e ir hacia mis amigos para bailar. No quiero hablar con Liam en este momento.

Me muevo al compás de la música dejando que el ritmo de esta se apodere de mí, hace mucho no bailaba, mejor dicho, hace mucho que no venía a un lugar lleno de adolescentes y buena música.

Estando lejos observo a Liam–Sí, no puedo dejar de mirarlo–Sus ojos aún están en mí y noto como deja su vaso de margarita y se levanta de su asiento.

¡Mierda, viene hacia acá!.

Se acerca a pasos lentos, no dejo que me afecte y continúo en mi tarea de bailar, Chloe está frente a mí bailando junto a una sonrisa.

Observo como Liam se acerca al grupo, pasa por mi lado, pegando su cuerpo detrás del mío y me estremece, pero no dejo de bailar. Se queda unos segundos estático detrás de mí y siento como inclina su cabeza hacia delante y su respiración choca con mi cuello, mi piel se eriza de inmediato y una sensación recorre mi cuerpo, es como una descarga eléctrica que me hace suspirar.

En un momento repentino Liam toma mi muñeca fuertemente y me lleva a rastras con él.

—¡Hey, me estás lastimando!—protesto pero él no dice nada, Chloe tampoco dice nada y solo se queda mirándonos con una sonrisa. Liam me lleva hasta una puerta al lado de la barra que dice: baño de hombres. Al entrar observo a un chico de tez pálida y cabello gris platinado lavándose las manos, al vernos sale rápidamente del lugar, el chico castaño de ojos azules que tengo frente a mí cierra la puerta y le coloca el seguro.

Trago grueso cuando lo observo mirarme con una frialdad que puede dejar congelado a cualquiera pero no dejo que él note mis nervios, en cambio, le hago una pregunta sarcástica—¿Qué? ¿Ahora eres tú el enojado?

—Me frustra—comenta con voz ronca y estrella la palma de su mano contra la pared al lado de mi rostro, el suyo quedando muy cerca—Me frustra que huyas de mí.

—Y a mí me frustra que me escondas algo—ataco—Me frustra esta sensación de querer saber todo de ti y que tu pongas una barrera. ¿Quieres saber qué otra cosa me frustra?—él se queda callado y yo sigo—Que digas querer tenerme cerca y confundirme cuando te cierras a mí.

—Tengo un buen motivo para hacerlo.

—¡Dímelo!—alzo la voz—Me importa una mierda que tan grave sea solo dímelo. ¿Qué no entiendes que sólo quiero ayudarte? Salir de lo que sea en que estés metido. ¿Piensas que no noto tus golpes, lo raro que has estado esta semana, como el martes saliste temprano de la pastelería luego de una misteriosa llamada telefónica? Parezco tonta pero no lo soy, Liam.

—No puedo salir de esto...no—cierra sus ojos con fuerza y suspira—No te puedo alejar de mí. ¿No lo entiendes?

—¡No!—respondo hecha una fiera—¿Por qué no lo entiendes tú? Eres importante para mí y quiero saber en qué estás metido.

Liam parece sorprenderse—Repite eso.

—Que quiero saber en qué estas metido.

—Eso no.

Me detengo por un momento y ya se lo que es—Que eres importante para mí.

Solo termino de decir la última palabra y toma mi rostro entre sus manos para besarme con fuerza, mi corazón comienza a latir como loco y le respondo el beso tomando el cuello de su camisa para atraerlo más a mí.

—Bésame con todo ese genio, pero no me reproches.—musita sobre mis labios para volver a besarme y yo lo dejo de nueva cuenta. Me besa con tanta pasión, con tanta fuerza que me deja sin respiración.  

—No Liam, Espera—comento levemente apartándolo—Hablemos, por favor. O es que acaso...¿no confías en mí?

—Claro que confío—acaricia mis mejillas con sus pulgares—Prometo que voy a contarte ¿sí? Solo...es complicado.

—Sólo quiero que confíes en mí—él asiente con la cabeza y vuelve a acercarse a mis labios. Joder, no se si es el alcohol pero no quiero que deje de besarme.

—¡Hey!—unos golpes en la puerta nos hacen separarnos.—El baño es público, abren ya.

Liam me mira y reímos por lo desesperado que suena el chico de fuera, abrimos la puerta y nos disculpamos con él quien tenía una cara de querer asesinarnos.

Volvimos a la pista y observo a Chloe sentada en uno de los muebles junto a los chicos de la Universidad.

—Que bueno que volvieron, ya estaban demorando—nos da una mirada pícara luego de haberse levantado y acercarse a nosotros—Amiga, voy a irme, estoy algo mareada...

La corto preocupada—¿Estás bien? ¿Te sientes mal?

—No—niega de inmediato—Solo es un poco de mareo y quiero irme.

Asiento—Está bien, nos iremos entonces.

—No, no, no—ella le da una mirada rápida a Liam y se acerca a mí—Quédate con Liam, yo estoy bien, solo estoy mareada y con sueño. Zane me llevará—Zane es uno de nuestros compañeros desde el kinder y vive al lado de casa de Chloe.

—No dejare a mi mejor amiga por un hombre—le digo tajante.

—Ahy joder no captas nada—se abruma—Siempre has hecho cosas por mí con tu hermano ahora yo quiero ayudarte con el chico que te gusta, así que no me vuelvas a refutar. Quédate en este club y pasa la noche con Liam, mis padres van a demorar en el restaurante hoy así que vuelve a casa cuando quieras.

Sus palabras me hacen reír—Está bien, no te voy a contradecir, pero me marcas para saber que llegaste a tu casa, no me importa que sea a dos cuadras de aquí y—miro al peli negro que está sentado en el sofá—Hey Gilbert—lo llamo por su apellido y él me mira—Que llegue a su casa sin ningún rasguño.—él me hace un signo de paz y asiente.

—Tu tranquila. Sólo disfruta.

—Te quiero mucho—me abraza

—Y yo a ti.

Chloe se separa y se marcha con Zane, no es como que esté muy de acuerdo con que se vaya pero sé que solo quiere ayudarme, después de todo ella también es Team Liam.

—Oye—siento su voz detrás de mí y luego siento sus brazos abrazar mi cintura—¿No quieres tomar algo?

Me volteo y lo miro, él me da una sonrisa y acaricia mi mejilla—Quiero hablar. Vamos a otro lugar ¿sí?.

—Vamos a mi casa, mi madre está de guardia hoy—yo asiento.

—Pero antes...llevemos una botella de vodka—comento y él ríe.

—Espera aquí, yo la compro.—asiento.

(...)

Llegamos a su casa y como era de esperarse estaba vacía, quito mi chaqueta y la coloco en el espaldar de una de las sillas. Liam va a la alacena y busca dos vasos. Me siento en el muro de la ventana mirando el agua que corre por esta parte de la costa. Liam se acerca con los vasos y sirve nuestros tragos, le agradezco y bebo.

—Hoy en la mañana estaba dándole una ojeada a la página de facebook de nuestro local y me encontré con el perfil de mi madre—comienzo a hablar sin más y él me escucha con atención—Eloísa McLean—menciono su nombre—La curiosidad me ganó así que me adentré en su perfil, está casada con Alan McLean, un canadiense con descendencia escocesa que es dueño de la mitad de Canadá. Sabíamos que se había ido con un millonario, pero no sabíamos a donde.—suspiro—A ella nunca le importamos, Liam, lo supimos desde el momento en que nos dejó.

—Ella no merece unos hijos como ustedes.—se sienta encima de la mesa y bebe de su vaso—Se lo que se siente descubrir...cosas que no sabías de tus padres—lo miro alzando una ceja confundida—Mi padre estaba implicado en negocios ilícitos en Ohio. Tenía una gran deuda que pagar y cuando murió yo tuve que hacerme cargo dejando la Universidad para poder saldar la cuenta. Mi madre no sabe nada, solo piensa que quise dejar el colegio por un berrinche de adolescente.

Decir que estoy sorprendida es poco, Liam hablaba con la cabeza gacha mirando su vaso. No le pregunto más nada, se que es muy difícil abrirse conmigo, y no debo insistir tanto.

— Gracias por contarme—le digo, él me mira y me sonríe.

Dejo mi vaso en el muro y me levanto para acercarme a él, observo sus labios y la herida en su inferior.

—¿Arde mucho?—dudo colocando mi pulgar en sus labios. Liam alza su mirada hacia mí y sus ojos se encuentran con los míos. Sostengo su mirada por unos segundos hasta que bajo mis ojos a sus labios sin dejar de acariciarlos.

De pronto tomo su rostro entre mis manos y lo empiezo a besar apasionadamente, disfrutando de sus labios. Liam se baja de la mesa y sus manos van a mi cintura y luego hace un puño con su mano y mi cabello. Una mezcla de alcohol en mis venas y calor en mi cuerpo me hacen querer más y más. El beso se intensifica, como si nuestros cuerpos necesitaran más, mucho más. Voy al borde de su camisa y comienzo a jugar con la misma.

—Te quiero a ti, en este momento—digo separándome un poco de él. Por unos momentos sus ojos muestran sorpresa pero después vuelve a tomarme y a besarme con la misma intensidad.

Me da la vuelta y me sienta en la mesa, se mete entre mis piernas y ahí es cuando decido quitarle su camisa, mi mano recorre su abdomen de abajo hacia arriba.

Liam toma mi rostro y se separa de mí un poco—Bruno—¿Por qué mierdas menciona ese nombre?—Dime que ya no sientes nada por él.

Acaricio su hombro y le respondo con total sinceridad—Él no me importa. Tú sí.

Liam sonríe y vuelve a mis labios, toma la cara interna de mis rodillas y me carga para llevarme a su cuarto.

Esa noche me dejé llevar por mis deseos.

Esa noche, pequé, dándole honor a mi nombre.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro