Liam

Dejo la moto en el taller luego de que el mecánico me indique cual es el fallo en el motor y me explique un poco. Justo hoy Amanda se viene a extraviar, en mi primer día de trabajo, al salir de la casa me monté en ella y no parecía arrancar bien pero no tenía tiempo de llevarla a arreglar a esa hora, debía llegar temprano a  Peter's así que me fui caminando.

Llego a casa y lo primero que hago es quitarme la chaqueta, se me había olvidado lo cálido de Australia en esta época. Me acerco a la nevera y observo una nota encima de ella.

Hay comida en la nevera, es solo calentarla. Come bien, cariño.

Por un momento había olvidado que mi madre tenía trabajo esta noche. Me doy una ducha rápida para luego calentar la comida en el microondas y comerla, no había comido nada en todo el día y ya el hambre me estaba matando.
Me dirijo hacia mi cuarto y abro una de las gavetas de mi armario, tomo el dinero que hay en ella y lo cuento. 200 dólares, solo me faltan 100 más para saldar mi deuda con El jefe.

Me acuesto en mi cama con mi mirada fija en un punto muerto del techo. A veces pienso que la mejor idea no fue venir a vivir a Australia, no quiero traerle problemas a mi madre con mis...asuntos.

Por suerte encontré el trabajo en Peter's, luego de que mi tiempo en el restaurante de la ciudad se agotara puesto que no estaba como contratado fijo, no había encontrado ningún otro empleo. Pensar en la pastelería me recuerda a un par de ojos negros expectantes, un rostro inocente, cabello negro y cuerpo delgado.

Eva Williams.

La manera en la que me miró por primera ves como si sus ojos preguntaran: ¿Qué hace aquí este forastero?.
Una sonrisa se me forma en los labios de tan solo pensarlo, a mis ojos es tan linda, la chica que captó mi atención desde el momento en que pisé esa pastelería y la vi con su cabello desordenado y encogida. Pero ella es demasiado buena como para meterla en mis mierdas, por eso...trataré de no tener contacto con ella lo más seguido aunque mi cuerpo reaccione a lo inverso. Otro factor por el cual nunca debí volver a Australia.

Eva

Estaba sentada en el banco frente al lago leyendo Bajo la misma estrella por tercera vez.

Sinceramente amo a John Green y todas su obras.

—Sabía que estarías aquí—siento la voz de Chloe y luego se sienta a mi lado en el banco.

—¿Qué haces que no estás con tu chicle?—pregunto cerrando el libro y prestándole atención a la chica.

—Necesito una conversación con mi mejor amiga—responde clavando sus ojos en mí.

—Hace mucho tiempo no tenemos un tiempo de mejores amiga—digo.

—Lo sé, y siento abandonarte a veces.

Le doy una sonrisa de que todo está bien—Tranquila, ahora estás con Edward y se lo mucho que te gusta, también necesitan su tiempo.

—Eres demasiado servicial, Eva—chasqueo la lengua y niego—Hay algo de lo que quiero hablarte, en serio necesito de ti.

Mi rostro se contrae en preocupación por sus palabras—Ya me estás asustando, Chloe.

—Me aceptaron en la academia de baile de Estambul—lo suelta sin más y cubro mi boca en sorpresa.

—¡Oh Dio mío, que emocionante!—chillo, Chloe ama bailar y eso es lo que siempre ha querido—Te lo mereces, trabajaste mucho para esa solicitud, enhorabuena.

Ella hace una mueca—Creo que estas omitiendo un detalle—me detengo a pensar por un segundo y abro mi boca, de tanta emoción había olvidado eso.

—Edward...—susurro.

—Si—asiente—No se como decírselo, aún no lo he hablado con él.

—Solicitaste esa beca tres meses antes de hacerte novia de mi hermano—recuerdo.

—Y son más de 1000 solicitudes, solo escogen a 6, y yo no pensé que yo fuera una de esas 6—completa con impaciencia—Conoces más a Ed que yo, sabes que no se lo tomará bien.

—Nada bien—bufo—Pero Chloe, mi hermano tiene que entenderte, es tu sueño bailar y no se puede frustrar de esa manera, háblalo con él...espero que usará esa cabeza para algo bueno y pensar en ti y en lo que tú deseas.

Ella asiente—Hablaré pronto con él. Solo estoy un poco asustada.

—Todo estará bien—tomo sus manos.

Mi tono de llamada interrumpe nuestra conversación y mi boca se seca al observar el contacto.

Chloe se inclina para ver—Oh por Dios cógelo ya—chilla.

Con mis manos temblorosas contesto la llamada.

—¿Aló?—contesto.

—Hola E. ¿Ya escogiste el tema?

Para que si no iba a llamarme Bruno, no me debería esperar nada más.

—Si. Pero quiero discutirlo contigo por si no estás de acuerdo.

—Está bien. ¿Mañana después de clases?—duda.

—Si. Nos vemos—digo y cuelgo luego de dejar que se despida.

—¿Y...?—Chloe está intrigada a mi lado

Suelto una risita—No te emociones tanto, tenemos que hacer un proyecto juntos y me llamó para eso.

Ella esa hace un puchero—¿Cuándo le dirás a Bruno que te gusta?

—Nunca—respondo—Tiene novia no debería meterme.

—Eres muy buena, ninguna chica hiciera eso—dice y río negando.

(...)

—Oh querida que bueno que llegaste—dice Erin y frunzo el ceño confundida, la pastelería está vacía y ya casi es hora de cerrar así que no pienso que sea para atender el lugar—Lachlan me llamó y aún está en un juicio, necesito ir a buscar a Peter al colegio, Liam está en la cocina cortando frutas, necesita ayuda.

—Ok vete tranquila—digo y ella rápidamente se marcha.

¿Dónde está Edward?

Cierro la pastelería y voy hacia la cocina, con lo primero que me topo es con la espalda del chico estadounidense que se encontraba cortando ágilmente una manzana.

Aclaro mi garganta—Buenas tardes.

—Buenas tardes, Eva—responde cordialmente pero en la mención de mi voz siempre hay burla—No es necesario que me ayudes.

—Está bien—respondo y tomo una pera para comenzar a cortarla a su lado.

—¿Estás en la Universidad?—por algún motivo raro comienza a preguntar.

—Si.

—¿Qué estudias?.

—Psicología.

—Interesante—susurra y sigue en su tarea.—Yo estudiaba Leyes.

—¿Y por qué lo dejaste?—dudo y noto como deja de cortar.

Ok. Mala pregunta.

—Lo siento. Leí tu hoja de contrato—me disculpo de inmediato y él niega

—No te preocupes—hace una pausa—No fue mi elección dejar la Universidad.

Asiento porque no quiero indagar más, parece que es un tema delicado.

—Así que viste mi hoja de contrato, ojos negros.—su mirada se posa en mí y no se que me hace abrir más mis ojos, si el sobre nombre que me ha puesto o sus penetrantes ojos sobre mí.

—¿Ojos negros?—Liam se queda en silencio mientras me mira fijamente y trago grueso.

Da un paso delante de mí y por inercia retrocedo, mi espalda pega a la pared.

—Eres hermosa...—comenta mirándome y coloca un mechón de mi cabello detrás de mi oreja y mi piel se enfría ante su toque intimidante, como todo en él.

Mi cuerpo reacciona cuando toma mi nuca fuertemente y pega sus labios a los míos, lo empujo tan rápido como puedo y logro apartarlo de mí a pesar de su fuerte musculatura.

—¡¿Qué mierda te pasa?!—dudo furiosa, y me desahogo antes de que pueda responderme—¡No se a que tipo de libertinaje están acostumbrado los estadounidenses pero aquí las cosas son diferentes, Liam Longworth!.

Él solo se queda callado mirándome con esa neutralidad que lo caracteriza y muerdo mi labio furiosa antes de espetar mis últimas palabras—Eres un maldito idiota.

Salgo de la cocina y observo en ese momento a mi hermana utilizando las llaves para entrar con mi pequeño sobrino.

—Me voy primero a casa—aviso pasando por un lado de mi hermana sin ni siquiera explicarle nada.

Estoy tan furiosa.

¡Maldito Gigoló!

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Liam en la multimedia. Ya se que ese es el nombre de su personaje en la serie 90210 pero es que adoro ese nombre mi hijo tiene que llamarse así XD. Y Matt pues ese hombre tenía que estar aquí si o si.

E.X