Capítulo 43

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— ¡Oh no, eso no! — Taehyung gritó lanzándole un cojín a Jungkook cuando este finalmente puso una película que él no deseaba ver aprovechando el instante en que había ido al baño.

Siendo sinceros, todo el día había sido una batalla campal entre ellos dos porque todo derivaba una discusión. Desde la comida que Jungkook escogió para acompañar la sopa de la resaca de Taehyung porque él no la sentía picante, pero para el mayor sí lo era. Las quejas del peligris cuando Jungkook le cortó la sesión de besos y le advirtió que no estarían así todo el día. La falta de alguna plataforma de streaming que les obligó después de un rato de mirar el televisor normal a buscar el móvil desde el cual se conectarían al televisor para poder usarlo como espejo de pantalla.

Jungkook tenía que tener su teléfono disponible para las llamadas de trabajo, simplemente utilizar el de Taehyung era una mejor idea. Al no ir preparados, tuvieron que hacer varios pedidos, uno en los que incluyeron cosas básicas como cargadores para sus celulares y algunas golosinas, otro, para pedir la verdadera comida que terminó en otra guerra porque ninguno quería ceder. Creyeron que saldrían ambos ganando si pedían pizza o pollo frito, pero los ingredientes y la forma de elaboración de estos volvió a complicarlo todo. La última mini pelea fue la elección de la película y ahora parecía que el menor simplemente puso lo que quiso aprovechando que Taehyung se fue al baño.

— Es mi teléfono el que estás usando, Jungkook. — El nombrado se encogió de hombros inclinándose a un lado para mirar el televisor, pero Taehyung seguía obstruyéndole la vista. — Escojamos algo más, esas películas de terror no dan miedo alguno y son muy predecibles, mejor una de acción.

— Quiero ver esta.

— Pero es algo que veremos los dos, se supone que lo debemos escoger los dos.

— Las chucherías que compraste para comer, se suponía que las íbamos a comer los dos, pero simplemente pediste lo que quisiste, ahora me toca a mí.

— No seas mezquino, al final te las has estado comiendo, te gustaron.

— Al final verás la película y seguramente te gustará. — Taehyung hizo una mueca en desacuerdo y el menor rio. — Solamente estoy siguiendo tu lógica, Taehyung.

— No quiero ver esa.

El mayor se lanzó a buscar su teléfono, pero Jungkook saltó de su asiento justo a tiempo, caminando por encima del sofá divertido por la determinación que veía en los ojos contrarios. ¿Un resumen? Taehyung no logró arrebatarle su propio teléfono a Jungkook a pesar de amenazarlo con el suyo. Ahora ahí estaba, disfrutando de la película que el menor escogió por su cuenta, pero comiendo las cosas que Taehyung había pedido por la suya. A su extraña manera, los dos tenían todo equilibrado.

Por un lado era extraña el modo en el cual llegaron a eso, tanto tira y encoge entre ellos por tanto tiempo para ahora estar sentados viendo películas juntos. Cada uno tenía su pierna estirada en dirección del otro y aunque cambiaran de posiciones, de una forma u otro siempre terminaban rozándose, mirándose, riéndose.

— ¿Todavía estás enamorado de Johnny? — Taehyung había estado viendo el final de la película con la cabeza acomodada en el regazo contrario, lo menos que se esperaba en ese momento era esa pregunta. Continuó mirando hacia la pantalla algunos segundos y luego elevó la mirada. — Si te incomoda la pregunta, puedes ignorarla.

— Creo que ayer te lo dije, ha pasado demasiado desde entonces, no siento amor por él, pero volver a verlo removió cosas de mi pasado, fue mi primer amor.

— No crees que si todavía despierta cosas en ti de alguna índole es porque todavía guardas sentimientos por él. — Taehyung negó serio sosteniéndole la mirada, aquella pregunta no significaba nada, pero le gustaba ver a Jungkook interesado por sus cosas. — Bueno, si sucede algo con él y precisas de mi ayuda, déjame saber.

— Gracias, aunque no creo que sea necesario. Por cierto, ¿de dónde lo conoces?

— Él intentó audicionar para mi compañía en más de una ocasión desde que mi padre aún tenía la presidencia y dirección absoluta. No obstante, yo era la cabeza de las captaciones, no interferí directamente, carecía de potencial a largo plazo, era solo un cantante cualquiera sin nada que lo destacase. Después coincidimos porque teníamos se puede decir que conocidos en común, él se iba a casar con una amiga de la familia, pero esta terminó echándose atrás.

— Ah, ya...

— No es un buen tipo, así que si te sirve de consuelo, no te has perdido nada bueno, todo lo contrario. Te libró de arrastrar un lastre como él. — Mostrando una sonrisa, Taehyung asintió, volteándose para terminar de ver la película, acariciando desde su posición suavemente las piernas del pelinegro. — De acuerdo, esta es una escena estúpida. Después de todas las muertes quedan solo ellos tres y en vez de resguardarse en la casa antes del anochecer, deciden jugar en el lago y hacer un trío al aire libre.

— No los culpes, querían vivir al máximo sabiendo que esa noche podrían morir. — Reía Taehyung divertido.

— Que follen en la cabaña que es el único lugar seguro, por un trío los tres van a terminar muertos.

— Siempre sobrevive al menos uno para contar la historia, los tres no morirán. Además, los entiendo, yo tampoco hubiese dicho que no a un trío sabiendo que igual puede que ni siquiera llegue al otro día. La cabaña es más segura que el bosque y los alrededores, sí, pero ahí también han muerto gente. Literalmente no están seguros en ningún sitio y es por eso que decidieron dejar sus deseos correr, Kook.

— Sí, creo fervientemente que tú serías el promotor del trío. — Ambos se carcajearon y en el mismo momento uno de los tres chicos de la serie fue atrapado y devorado vivo por cuatro zombis. — Ves, te lo dije.

— Es que es obvio, no hay que ser muy listo.

Los dos guardaron silencio hasta que los créditos de la película comenzaron a elevarse. Habían picado algunas cosas mientras la miraban, pero no habían comido correctamente algo caliente. Las pizzas y pollos llegaron a la hora establecida con anterioridad. Probaron y compartieron cada una de las piezas con sus diferentes ingredientes de manera tranquila, solo haciéndose compañía.

— Oye, ¿has hecho tríos antes? — Indagó Taehyung mirando fijamente al pelinegro que por un momento dejó de masticar para luego asentir. — ¿Cuántas veces, qué te pareció?

— Varias veces, no recuerdo con exactitud y me parecieron geniales para divertirme. Bueno, unos más que otros, como en todas las experiencias. Hay personas con las que simplemente no conectas y disfrutas en la cama, con otros sí.

— Cuando los vi a Jaehyun y a ti, me daban una vibra de relación abierta, de los que hacían tríos y todas esas experiencias juntos. Me parecía divertido.

— Lo hicimos hace muchísimo tiempo atrás mientras no formalizábamos nuestra relación. Nos acostamos con varias personas juntos y por separado, hablábamos de ello incluso, pero llegó un momento en donde todo eso quedaba en nada, ya no se sentía igual y simplemente quisimos cerrar las fronteras y mantener lo nuestro cerrado. — Habló con más naturalidad de lo que Taehyung esperaba, no había tensión o mala cara como comúnmente había cuando tocaba el tema de su ex y este le hizo sonreír aliviado.

— Eres más divertido de lo que imaginé.

— Soy muy divertido, Taehyung, es solo que conozco mis límites y cuando la diversión mía comienza a lastimar a varias personas, ya no es más algo sano o correcto, eso es todo.

— La primera vez que nos vimos en tu club, creí que eras todo un jugador nocturno.

— De cierta forma lo era, no tenía conexiones especiales, Jaehyun que era la persona con quien más me vi en el pasado ni siquiera estaba en el país, no tenía pareja o alguien que me interesase, entonces no veía problemas en solo divertirme dejando siempre claro mis intereses.

— Me encantó la forma en que lucías, como me mirabas, como te acercaste a mí al enviarme esa botella. Cuando fui hacia ti y bailamos, me seguías siempre la corriente, sinceramente me sorprendiste gratamente. — Comentó Taehyung siguiéndolo al sofá.

— Es bueno saberlo. — Ladeó su sonrisa tratando de no pensar demasiado porque si lo hacía, volvería a sentirse mal por estar ahí con Kim a pesar de quererlo, de desearlo. — Creo que ya sabes, me encandilaste en cuanto te vi, ya te lo he dicho y seguramente lo notaste desde que llegaste.

— Lo hice. —Musitaba encaramándose en su regazo, dejando cada rodilla a los costados de este mientras escuchaba su propio corazón acelerarse, sin saber que el del pelinegro se agitaba igual. — Aquella noche me preguntaba cuántos tatuajes tenías en realidad cuando mientras íbamos hacia tu apartamento, cuando me subí de este modo sobre ti noté que algo se asomaba por tu cuello. Cuando te vi completamente desnudo, la boca se me hizo agua entre la tinta los piercings en tu cuerpo.

— Eres una basurita pervertida. — Sonrió viendo la lascivia almacenada en los ojos de Taehyung, disfrutando de ese lento roce que sus dedos habían comenzado por su cuello en dirección a su tatuado brazo. — ¿Qué fue lo que más te gustó?

— Las perforaciones en tu pene aunque debo decir que cada cosa me gustó, incluso los de tus pezones, pero esos siempre te los quitas.

— Me los quité porque en ocasiones me ponían muy sensible con el roce de la tela, nunca fueron muy susceptibles, pero tras las perforaciones, fue muy diferente.

— Nadie se imaginaría todo lo que oculta Jeon Jungkook, CEO de Jeon's Entertainment detrás de sus trajes. — Musitó relamiéndose los labios, perdiendo los dedos de su otra mano en la parte posterior de su negra cabellera. — Me sentí afortunado.

— Lo fuiste. — Taehyung rodó los ojos con una sonrisa y luego lo volvió a mirar. — En serio. A pesar de mi activa vida sexual por aquel entonces, era muy cuidadoso con respecto a quién me llevaba a mi cama, teniendo en cuenta el tiempo entre un encuentro y otro. Pero fuiste afortunado porque sin importar qué, esa noche te quise conmigo y sé que para ti no fue diferente, pude sentirlo. — Frunció su ceño cuando el peligris se sentó en su totalidad, el peso de su cuerpo presionando un miembro no del todo flácido debido a su proximidad. — A dónde llevas esa mano... — No fue una pregunta, se estaba riendo porque veía el claro recorrido que iba hacia sus pezones por encima de la tela.

— Sabes, viendo todos tus tatuajes en aquel entonces, sentí el deseo de hacerte uno más. — Curioso, Jungkook enarcó una ceja mirándolo, instándole a decir el sitio. — Bueno, en realidad estaba indeciso entre tres lugares si te soy sincero. El primero era tu glúteo izquierdo, el segundo tu muslo también izquierdo, justo en tu cadera y el tercero, fue en ese hermoso camino en forma de V que tus músculos crean en tu abdomen, justo cuando llega a tu ingle.

— Déjame adivinar, también en el lado izquierdo. — Taehyung asintió divertido mordiéndose su labio inferior. — ¿Por qué?

— Dicen que todo lo importante está en el lado izquierdo de nuestro cuerpo, como uno de los órganos más importantes, nuestro corazón. Una garra en uno de esos sitios se vería genial.

— ¿Una garra? ¿De qué animal?

— De tigre... ¿No me dijiste que parecía uno? — Jungkook estalló en una sonora carcajada a la que el mayor se unió, besando suavemente su frente. — Si fuera vampiro estuviera todo el tiempo mordiéndote en esos tres lugares y añadiría el cuello también. Si pudiera marcarte con mis dientes o uñas, los escogería. Nunca se me han dado bien los llamados chupetones, ni siquiera me gustan tanto, pero me provocas llenarte de ellos.

— Wow... — Comentó Jungkook con una sonrisa que mostraba diversión y ocultaba la leve contracción que su pene sintió al escucharlo decir aquello. Debía estar muy mal para encontrar algo así erótico y exótico cuando siempre los odió. — ¿Quieres marcar mi cuerpo? — Taehyung asintió con una sonrisa pícara, acariciando su cuello.

— Me encantaría empezar por aquí, verte luego en traje y saber que debajo de este hay marcas causadas por mí. — Se inclinó para dejar su aliento chocar con el de Jungkook, tragando saliva cuando instintivamente los labios de ambos se separaron intercambiando su aliento, pero sin llegar a rozarse en verdad.

— Hazlo.

— ¿Qué? — Taehyung preguntó sorprendido, buscando la trampa detrás de esa falsa autorización.

Jungkook sabía que gran parte de todo eso en ese momento era un juego, que Taehyung seguía queriendo enloquecerlos, pero como bien dijo tiempo atrás, ambos podía jugar esa partida. Lo único malo es que no era lo suficientemente idiota como para creer que solo él saldría ganando, en este tipo de juegos, podría haber dos perdedores, pero jamás dos ganadores.

— Mueres por sentir que de alguna forma te pertenezco, por eso los piercings, esas joyas que me regalaste. Querías que siempre que las vieras o me viera, tú vinieses a mi mente, por eso tu modo persistente de acercarte a mí, para que no supiera cuándo y como aparecerías, siempre alerta pensando en ti. Esa fue la razón por la cual disfrutaste tanto nuestro encuentro en aquel evento, saber que a pesar de yo tener a mi pareja allí, podías hacerme perder por ti. Por eso tu deseo de marcarme, el tatuaje, quieres que sea tuyo, Tae, lo has querido desde el inicio. Puedo seguir este camino, pero cuando me detenga y tome otro, las cosas se pondrían demasiado malas. Además, no soy mi padre, debes tener eso claro, no soy él.

— Sé que no eres él, de lo contrario no estaría buscándote, uno es más que suficiente. — Se relamió sus labios para volver a afianzar su agarre a su cabello negro. — ¿Qué pasaría si te dije que en efecto, me encantaría que fueras mío?

— Sabiendo como eres, eso podría ser una bomba de tiempo porque aunque sea un juego, las reglas no solo las pondrías tú. Soy muy competitivo, no me gusta perder. Puedo llegar a ser posesivo con lo que está siendo mío aunque sea temporalmente, no me gusta compartir e iniciaría esta partida compartiéndote con mi padre. Comenzaría perdiendo y largo plazo, eso sería peligroso.

— Te lo dije una vez, podrías no ser el único, pero sí alguien muy especial y con preferencias, con muchas ventajas sobre el resto, sobre mí.

Jungkook lo miró por un instante ladeando una sonrisa, negando, esperando que el contrario riera, pero Taehyung estaba mortalmente serio. Había dejado las provocaciones de lado para centrar toda su atención en él.

— Necesito exclusividad. — El peligris enarcó ambas cejas frente a esto mientras negaba y relamía sus labios. — Dejando de lado a mi padre, exijo exclusividad de tu parte mientras ambos estemos en este juego.

— Me estás pidiendo demasiado...

— No, solo lo justo, eso es solo si quieres claro esta, no te estoy obligando. Ahora, si deseas tener sexo conmigo aunque sea de forma esporádica, quiero exclusividad. Sabes que soy receloso con mi privacidad, higiene y salud, no podría tener sexo contigo a gusto si te acuestas con otros más. Por algo exijo incluso análisis para intimar en su totalidad y sin restricciones. Tener a mi padre en cola es más que suficiente.

¿Jungkook realmente estaba considerando convertirse en su amante? Eso debía ser una trampa y por primera vez tuvo miedo de que este estuviese engañándolo, que todo lo que dijera fuera grabado y mostrado a su esposo. Sí, le apetecía eso que le estaban ofreciendo, pero no quería perder al hombre con quien se casó.

— Tu padre es y siempre será mi esposo, ¿eso está claro? — Aunque por solo un segundo, la mandíbula del menor se tensó, pero asintió. — No lo voy a dejar.

— No lo dejes, te estoy diciendo que si puedes y quieres, puedes seguir con él, no tengo problemas con eso. Ahora, no con otros hombres. Cuando los dos queramos detener esto, tú seguirás tu camino con él y yo posiblemente con alguien más. Ninguno de los dos puede ofrecerle en este instante una relación o algo más al otro y eso está bien.

— No seremos novios.

— Lo tengo claro. Si veo a alguien más y me apetece ir más allá, te lo dejaré saber y podremos poner esto en pausa o parar por completo.

— Sin amor... — Añadió Taehyung observando sus reacciones.

— Me parece bien.

— Entonces acepto darte exclusividad. — Sonrió inclinándose para unir sus labios muy lentamente. — ¿Sigue en pie la oferta de marcarme?

— Por supuesto, siempre que tengas en cuenta que puedo marcarte también y no me importa si tu esposo lo ve, es problema tuyo el cómo lo ocultes. Lo que tú hagas, Taehyung, yo lo haré igual o incluso el doble, así que ten cuidado con lo que escojas y aceptes.

— Me parece mentira que estés aceptando esto.

— Solo te pido una cosa y con eso no cederé. — Taehyung se separó para mirarlo. — Transparencia, sinceridad, la única cosa que no toleraré serán tus mentiras y créeme cuando te digo que no las quiero. No trates de jugarme cabeza como a mi padre, sé que si lo engañas a él, puedes engañarme a mí, pero nosotros pusimos las cartas del juego sobre la mesa, podremos hablar con total sinceridad. Así, que si no puedes honrar eso, mejor ni comenzar y seguir como hasta ahora.

— No sabes lo mucho que te he deseado todos estos años, joder, no le diré que no a esto. — Espetó Taehyung con una amplia sonrisa que contagió al contrario. — Quiero esto contigo, acepto todas tus condiciones. — El menor sonrió una vez más, acariciando sutilmente la espalda de quien yacía sobre su regazo. — ¿Ahora sí puedo proceder a marcarte? No sé por qué, pero estoy muriendo por hacerlo en este momento.

— Así que todavía lo quieres...

El peligris se mordió el labio mientras asentía, inclinándose hacia adelante y moviendo la cabeza hacia un lado, puso sus labios en la garganta de Jungkook, dejando besos con la boca abierta en su piel. Su piel olía tan bien que la cabeza de Taehyung comenzó a dar vueltas con miles de ideas y sensaciones, olvidándose por un momento de lo que había querido hacer. Continuó besando al contrario y finalmente se detuvo en un punto en el lado derecho de su cuello.

— Aquí... — Susurró agarrando los hombros de Jungkook, comenzando a chupar la piel de una manera en que pudiese dejar su rastro. El menor dejó escapar un suspiro cuando Taehyung comenzó a succionar más fuerte, con ganas de hacerlo bien. Estirando sus manos agarró el trasero de su padrastro, acunándolo y por momentos apretándolo con fuerza.

— Justo así. — El más joven respiró y volvió a frotar esta vez los costados del cuerpo sobre. Los elogios hicieron que Taehyung estuviera más decidido, chupando aún más fuerte. — Está bien, bebé, suficiente. — Murmuró Jungkook después de un momento y Kim se detuvo de inmediato, lamiendo el lugar lentamente para aliviar el dolor.

Se apartó para mirar su trabajo. Ahí estaba, un chupetón pequeño, pero precioso y visible, algo que él acababa de crear. Sintió que el orgullo se hinchaba en su pecho y estaba feliz, le gustaba verlo en la piel de Jungkook.

— Terminado. — Dijo con orgullo.

— Bien hecho. — Elogió Jungkook mientras lo agarraba por la barbilla, presionando sus labios en los contrarios una vez más.

La palabra bebé todavía revoloteaba por la mente de Taehyung, la forma en que ahora lo elogiaba como si él fuese un chico que recién se comenzaba a iniciar en el sexo, muy diferente de la última vez que estuvieron ahí mismo. No obstante, no le importaba mucho, le gustaban esos juegos, esos matices diferentes en los que podían perderse y si cada vez había algo nuevo, mucho mejor, esa era una señal fehaciente de que había escogido a la persona perfecta. Comenzaron a besarse de nuevo, rápido y apasionado, sin tener suficiente el uno del otro después de tanto tiempo de contención.

Jungkook sintió lo duro que se había puesto el peligris y esto fue lo que le animó a comenzar a moverlo por las caderas para marcarle un ritmo. Ante la sensación de las telas que los separaban y sus obvias erecciones, Taehyung gimió. Es que su pene vestido se frotaba contra el de Jungkook creando una fricción que se sentía bien que lo enloquecía porque no era suficiente, quería más. Comenzó a remeter contra Jungkook con cuidado, por un asustado de que Jungkook no quisiera esto, lo había rechazado tantas veces que no deseaba perder lo avanzado.

— Sigue. — Instó el pelinegro entre besos y gimió, aplastando las dudas de Taehyung, dándole la libertad de ir más rápido.

Realmente no sabía lo que estaba haciendo, por un momento, todo lo que tenía en mente era calmar esa excitación que con la situación solo incrementaba. En otra ocasión, hubiesen estado desnudándose, follándose sin sentido, pero estaban ahí, frotándose simplemente con sus ropas puestas y se sentía tan bien que se dedicó solo a perseguir ese sentimiento.

Los sonidos que realizaba eran obscenos, por momentos pequeños y entrecortados gemidos, jadeos que se hacían más fuertes cuanto más balanceaba sus caderas contra Jungkook. Necesitaba más, quería más, pero no era suficiente.

— J-Jungkook... — gimió tratando desesperadamente de levantarse para liberar sus erecciones. — P-por favor.

El hombre de cabello negro lo ayudó moviendo sus caderas más rápido mientras simultáneamente, movía sus propias caderas hacia arriba para encontrarse con las de Taehyung. Ambos se apretaban el uno contra el otro, mirándose anhelante, besándose de la manera más sucia y luego con apenas roces. Jungkook se recostaba sobre su espalda y tiraba del mayor con él. No rompieron el beso cuando sus caderas se movieron una contra la otra, recostados ahora completamente en el sofá, posición que le permitió a Tae ir más rápido.

— Dime cómo se siente. — Ordenó el más joven y se apartó, queriendo mirar al desesperado peligris encima de él.

Se notaba lo mucho que se desearon no tan en silencio, con tan poco, ya Taehyung estaba fuera de sí, con las mejillas enrojecidas, moviendo las caderas irregularmente y agarrando todo lo que podía de Jungkook, jadeando y gimiendo palabras incoherentes. Jungkook se preguntó cómo sería realmente follar con Taehyung ahora que habían dejado las cosas claras y sabía que dejarse ir con él lo volvería tan o más infame que el mayor. Cuán fuera de sí estarían, cómo él lo haría sentir tan bien que lo haría perder la cabeza del modo en que Taehyung quería que él la perdiese. Su padre podría ser su esposo, pero él, él se convertiría en su hombre, el único que enloquecería al mayor en todos los sentidos. Agarró las caderas de Tae con más fuerza y detuvo sus movimientos, haciéndolo gemir alto en su garganta en protesta, mirando fijamente a Jungkook.

— Contéstame. — Insistió y Taehyung sintió que iba a venirse solo con esa mirada y el tono de su voz, tan jodidamente demandante. Ellos podrían dominarse mutuamente del modo más exquisito, lo sabía. Pero justo en ese instante, no podía pensar con claridad, no sabía lo que le había pasado, pero todo en lo que podía pensar era en Jungkook, Jungkook y una vez más Jungkook, en lo desesperadamente que quería correrse contra él.

— P-Por favor, se siente tan bien, Kook, tan bien... Más, por favor. — Gimió durante la última frase, tratando de follarse por encima de la ropa a Jungkook, moverse una vez más.

Teniendo piedad, el pelinegro comenzó a menearse contra él de nuevo, un grito escapó de los labios del mayor por la forma tan fuerte en que le apretó el trasero sabiendo que probablemente dejaría marcas. Estúpido que algo tan sencillo lo tuviera tan receptivo y ruidoso en todo momento, como si tuviera su próstata continuamente estimulada, reaccionando de una manera intensa porque todos estos sentimientos o emociones acumuladas durante tanto tiempo lo habían abrumado, habiéndose sentido así por primera vez en un buen tiempo. En cambio a Jungkook no le sorprendía la forma en que estaba reaccionando.

Estaba tan fuera de sí en este punto, habiendo estado tan duro por tanto tiempo y sin saber cómo lidiar con eso libremente, mientras lo tocaban, besaban una y otra vez. Todo era demasiado, pero tampoco suficiente, la sensación cegadora que había llegado muy rápido en otras ocasiones parecía alargarse más y más. No podía correrse tan rápido como deseaba, ya que la fricción simplemente no era suficiente.

— Kookie, Kookie, quiero... por favor. — Taehyung se mordió el labio mientras trataba de no gemir demasiado fuerte.

El mayor movió sus caderas más fuerte y rápido, un ritmo desordenado y gemidos entrecortados dejando sus suaves labios. Se sentía tan caliente, lo repetía mucho en su cerebro, pero todo era demasiado. No sabía cuánto tiempo había estado moviéndose contra Jungkook ahora, solo sabía que tenía tantas ganas de correrse.

— Vamos, bebé, ven por mí y haz un desorden en tu ropa. Dame toda esa leche que traes hace tiempo acumulándose solo para mí y que nadie te ha podido sacar porque estaba destinada para mí. — Le susurró Jungkook al oído en voz baja.

— Dios, que imbécil. — Jadeó Taehyung haciéndolo reír, pero su cuerpo comenzando a temblar.

Escondió su rostro en el hueco del cuello de Jungkook mientras el sentimiento continuaba abrumándolo. Movió las caderas tres, cuatro veces más y de repente el placer estalló dentro de él. Odiaba la forma en que sin contenerse gritaba el nombre de Jungkook una y otra vez, los ojos se cerraban con fuerza mientras agarraba un puñado de su cabello en una mano y con la otra se aferraba al respaldo del sofá en donde ambos estaban sentados, su cuerpo temblando brutalmente de la cabeza a los pies. Taehyung se había corrido en sus pantalones y gimió cuando comenzó a sentir dolor debido a la sensibilidad de continuar moviendo sus caderas contra Jungkook, su cuerpo perdido por la estimulación. Jungkook detuvo sus caderas y le dio un pequeño beso en la sien.

— Ahí tienes. — Murmuró sobre su piel.

El pecho del contrario subía y bajaba rápidamente, respiraba con dificultad por la boca. Su cuerpo continuaba temblando por todas partes. Estaba flotando de nuevo como podía conseguir entre los brazos del menor desde su primer encuentro, los ojos se sentían pesados mientras trataba de recuperar el aliento. Jungkook le acariciaba la espalda lentamente, haciendo que por ese momento se sintiera seguro y cerca.

— Me gustaría que fuésemos a la cama ahora. — Casi suplicó y Jungkook asintió, habiéndolo adivinado por la apariencia del contrario que a este ahora le apetecería simplemente acostarse.

En sus últimos encuentros Kim se había venido y solo había necesitado un par de segundos para recuperarse y volver a la carga. Esta vez, sin embargo, fue un poco diferente, probablemente porque la estimulación había sido más larga, desesperante, deseada, lo que provocó un orgasmo más intenso. Dios, justo ahora no quería dejar el regazo de Jungkook, no deseaba caminar y aun así necesitaba acostarse en la cama.

— Lo hiciste bien, Tae. Te viniste muy bien y delicioso contra mí. — Su tono escondía burla, Taehyung lo sabía y por eso sonrió levemente, dejando esconder su rostro en la curvatura de aquel cuello marcado por él para solicitar un beso que le fue dado.

— Gracias. Me hiciste sentir tan bien este viaje que te lo pagaré con creces.

¡Hola, hola! ¿Cómo han estado? Aquí estoy tratando de actualizar más temprano que ayer, espero que se encuentren bien y hayan disfrutado el capítulo.

¿Tienen opiniones sobre la decisión que Jungkook y Taehyung tomaron con respecto a su "relación"? Los leo...

PD: por cierto, recuerden las advertencias del comienzo, no seguido, pero ahora vendrán muchas escenas íntimas en la historia. Si no les gusta, pls, sáltenlas, ignórelas, lo que deseen, solo no me molesten e incomoden en los comentarios. Lo mismo digo con todo lo que pasará en general, lo he advertido varias veces, habrán cosas que podrían ser un poco demasiado o fuertes para algunos, así que si lo leen, estén preparados para ello.

LORED

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