Capítulo 44

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Abrir los ojos al despertar y verlo acostado a su lado le hizo sonreír, imposible evitarlo. Por alguna razón, sintió en lo más profundo de su ser que sería un buen día después de otra batalla ganada. Ahí junto a él se encontraba un premio que después de todo el esfuerzo implementado disfrutaría grandemente. El hombre que por un largo tiempo, larguísimo a decir verdad, estaba con él y hoy, eso era todo lo que importaba.

Sin poderlo evitar sonrió ampliamente en su lugar, por eso se dejó caer hacia atrás nuevamente, despertando sin querer a Jungkook. Volteándose hacia él, le mostró su más amplia sonrisa, le parecía gracioso ver ese rostro arrugado por las muecas, adormilado y confundido por toda la energía que desprendía el contrario.

— ¿Buenos días? — Preguntó volteándose hacia el otro lado para cerrar los ojos, sorprendiéndose una vez más cuando su espalda fue mordida con fuerza. — ¡Mierda, Taehyung! — Se levantó de un brinco, viendo la sonrisa que reinaba en su rostro. Las sábanas desaparecieron, un Taehyung completamente desnudo que acariciaba su propio miembro. — ¿Qué demonios haces?

— Dándote los buenos días, te hubiese despertado con una mamada o con mi lengua perdida en ese culo precioso, pero como no me has dado autorización para aplicar la somnofilia, tuve que despertarte. No me excita verte dormir, pero sí imaginar tu despertar al punto del orgasmo producido por mí. — Se dejó caer en la cama viendo la mueca de Jungkook convertirse en una sonrisa mientras lo comenzaba a desnudar. — Ayer solo yo me vine y de una manera tan exquisita que hasta hoy dormí. Debería recompensarte.

— No tienes que hacerlo... — Atrayendo al mayor para abrazarlo permaneció observándolo en silencio, dándose cuenta de que ahora estaba entrando a un juego despreciable. — Podemos desayunar tranquilos y luego irnos al trabajo ya por separados.— Él era nuevamente un hombre libre a pesar de no haberlo querido, ya no tenía a nadie en su vida que le atrajese, al menos por el momento. Taehyung seguía siendo el esposo de su padre y esto era lo que más lo mortificaba, no obstante la cercanía del peligris, sus avances y un gusto que él sabía estaba presente, esa atracción que ambos sentían no era fácil de eliminar. Además...

— Pero sinceramente, me gustaría hacerlo aunque no tenga que. — Mencionó interrumpiendo los pensamientos de Jungkook, inclinándose para besarlo. — No me huyas, hemos tenido cosas peores en la boca, si hay aliento mañanero, no creo que este deba ser un impedimento.

— Una basurita traviesa, pero también sucia.

— Jungkook, has tenido tu lengua en el fondo de mi culo, ¿es en serio? — El menor cerró los ojos negando, riéndose frente al contrario que se le unió en la risa mientras se dejaba abrazar y besar. — Deseo mucho que me vuelvas a dejar entrar en ti.

— No quieras correr antes de andar, sigues sin haberte ganado eso. — Mencionó dándole un último beso para levantarse al baño, ignorando la mueca en el rostro de Taehyung. — Los dos tenemos muchas cosas que hacer hoy, tengo una reunión a la que no puedo dejar de asistir. Lo siento, pero ya hemos tenido suficiente diversión por ahora.

— No eres divertido, eres muy aburrido. — Se quejó el mayor frente a sus palabras, lanzándose a otro beso que Jungkook no le negó, arrastrándole hasta el baño con una sonrisa pícara cuando abrió la ducha para los dos. — Estás demasiado tenso, además mis clavículas todavía no han recibido su rutina para la piel el día de hoy. Quiero que a partir de ahora sean bien tratadas.

Jungkook negó divertido, maldiciendo cuando vio al peligris arrodillarse frente a él. Taehyung estaba consciente de su poder, sabía usar a su favor mejor que nadie las ventajas que tenía sobre otros y no era un secreto la debilidad que el menor tenía ante sus clavículas. Todos disfrutaban de una buena mamada matutina, nada mejor que ir al trabajo con el estómago lleno y sus testículos vacíos.

El inicio fue como un inocente juego, besos, lamidas que lo recorrían hasta sus testículos e incluso más allá. Chupaba vulgarmente sus testículos, mordía suavemente su perineo y permitía que su lengua explorara más allá, escuchando los suaves suspiros de Jungkook. Desde su posición, el pelinegro bajó su mirada para encontrarse con esos ojos de color avellana que tenían la tentación dibujada en sus irises. Obscenamente deliciosa la vista de Taehyung con su boca bien abierta, su lengua estirada lamiendo todo de él, la salida que brillaba alrededor de sus labios, la baba que por momentos escurría por su mentón, deslizándose hasta su cuello.

Disfrutaba de esa suciedad, Jungkook lo sabía y no podía negarse a eso cuando él también era un amante de la obscenidad en encuentros sexuales como ese. Jaehyun era mucho más limpio por ese lado, sí, lograba dejar de lado todo y entregarse, pero esa vulgaridad natural que no se forzaba y que Taehyung exudaba con creces, jamás la tuvo.

Estaba bien, eran dos personas diferentes y no podía comparar lo incomparable, era solo que la constante realización de lo compatibles que eran el peligris y él en la cama lo volvía loco. Esa química sexual que ambos llevaban a su máxima potencia era una de las cosas que le hicieron por una vez cerrar los ojos y mandar todo a la mierda sabiendo que se estaba volviendo un infame tan despreciable como su propio padrastro sin importar las intensiones tras su aceptación.

Es que Taehyung primero se mostraba como un diablo despiadado, descarado, luego veía un ángel caído que guardaba gran parte de su humanidad sin mostrar, justo como esa noche en que lo vio en su edificio y por un extraño instinto lo siguió. Lo vio en aquel lugar que aparecía en los informes que Seokjin tiempo atrás le entregó, su antiguo hogar, Lo vio llorar, desmoronarse y simplemente no pudo ignorarlo. Su estado era tan deplorable que temió que cometiera cualquier locura, por eso lo siguió a ese sitio y luego a la mansión, llegando más temprano de lo que debió haber llegado.

A veces Taehyung le dejaba ver a una persona totalmente diferente a esa que aparentaba y le hacía recordar que él era una persona como cualquiera. Justo como después del evento, viéndolo llorar al recordar un amor fallido cuando él creyó que ese hombre no sabía amar o jamás experimentó algo así, justificando de cierto modo su actuar.

Pero no, Taehyung era un hombre que también sentía, valiente a pesar de todo por ir detrás de lo quería sin pensar demasiado en el qué dirán, algo que el propio Jungkook jamás se atrevió a hacer hasta ese momento. Pensar solamente en lo bien que se sentía al contacto de esa piel, junto a esas manos, bajo esa mirada, intentando descubrir los pensamientos incrustados en ese pervertido cerebro.

Esas risas que contra todo pronóstico terminaba soltando por un motivo u otro, ser testigo de una belleza como la de ese hombre evolucionar, pasar por tantas facetas. Verlo volverse nada cuando perdía la cabeza entregado al placer. Porque Taehyung se entregaba de verdad, no guardaba nada cuando estaban en momentos como ese.

Le gustaba cuando iba a ese lugar impuro, como usaban juntos todo lo malo para convertirlo en pasión, como lo hacía caer en un juego nada limpio. Si se debía buscar la receta para un desastre sexual, Jungkook lo recomendaría a él para ser el chef. Justo como en ese instante, Jungkook sentía que dentro de su cabeza ocurría un accidente cerebrovascular mientras la boca del mayor lo llevaba más profundo, más rápido. Ahora que sin pudor gritaba sintiendo la intrépida lengua desviarse hasta su trasero para crear otro desorden de babas, penetraciones sutiles y ese dedo que comenzaba a entrar en él para enloquecerlo más.

¿Quién había ido ahí buscando hacer el amor dulcemente?

Estaban sacándose sus más intrincados demonios del modo más sensual. Estaban ahí para darse literalmente una paliza mental como la que evitó por mucho tiempo porque en un puto fin de semana sintió perder la cabeza por un desconocido que iba a ir a buscar al otro lado del mundo como un intenso desesperado.

La forma en que ellos podían follarse mutuamente volvía todo rocoso, no necesitaban manos pata abrir puertas como la del baño, ni siquiera mojados, sus cuerpos eran los que chocaban contra todo, justo como en ese momento en que Taehyung lo hizo chocar con el espejo de la habitación, sin importarle el suelo que estaban mojando, regresando a la actividad que habían comenzado en la ducha.

Su boca yendo desde el delicioso culo de su hijastro hasta su pene, llevándolo al fondo de su garganta, enredándolo con su lengua, jugueteando con esa joya que él había comprado y estaba feliz de ver en Jungkook. Agitando firmemente dos de sus dedos en su interior, escuchándolo gemir por él, viendo que lo tenía, pudo tenerlo después de todo, a pesar de todo. Así eran ellos, podrían ser agresivos, salvajes, no importaba nada, solo necesitaban la bendición del otro, su consentimiento para quebrarse y volverse armar entre gemidos.

— Di que podré tenerte muchas veces así. — Musitó Taehyung cogiendo aire, pero sin dejar de mover sus dedos.

No se lo esperó, el modo en que Jungkook lo alejó solo para invertir las posiciones, acorralándolo contra el espejo para que viera el desastre que era. Con un asentimiento, Taehyung le dejó saber que estaba bien entrar en él, no estaba tan cerrado como otras veces. Había tenido sexo con su marido dos días antes, para calmar los nerviosismos antes del evento también se había masturbado con algunos juguetes. Escocería un poco, pero podía soportar perfectamente el hecho de que Jungkook entrara sin tanta preparación y el menor captó el mensaje, tirando de su gris cabellera con fuerza para perderse en él.

— Gime para mí y dime que te encanta cuando me pierdo en ti. — Pronunció contra su oído, ambos observándose frente al espejo. — Que te encanta cuando te follo hasta que pierdes la cabeza y tus gritos dejan la baba correr por tu piel. — Agregó tirando con fuerza de su cabello, manteniendo el equilibrio aferrándose a sus caderas. Hermosa la erección de Taehyung con un piercing a juego con el suyo balanceándose en el reflejo de aquel espejo. — Cuando volamos, te fascina cuando te toco aquí.

— Ah... — El jadeo gutural de Taehyung cuando su próstata dejó de ser ignorada llegó al momento.

— Amas la forma en que uso este delicioso culo que mi padre pocas veces puede tener. Te encanta saber que el tipo que te folla como a tu amas, está martillando tu interior. — Por un segundo el mayor dejó caer su cabeza hacia atrás, luego volvió a buscarle la mirada, amaba que Jungkook le hablara así, joder, el menor ya sabía prácticamente todo lo que a él le gustaba sin haberse acostado tantas veces. — Cuando juego al mismo nivel tuyo justo como aquella noche, cuando terminas gritando mi nombre, en este universo que los dos conformamos, tú eres mío Taehyung.

— Mierda... ¿Soy tuyo, papi? Eso se escucha tan rico...

— Te gusta toda esa basura de papi, así querías que te llamara la otra vez.

— Así te haré llamarme la próxima vez que yo pueda follarte, pero mientras eres tú quien se pierde en mí, disfruto también llamándote así. — Hablaban entre jadeos, sin dejarse de observar lascivamente frente al espejo. — ¿Te molesta?

— Me encanta tu sucia perversidad en la cama, puedes llamarme como quieras. — Respondió Jungkook mordiendo la parte trasera de su cuello, saboreando su sudor. — Joder, te dejaré como el mayor de los desastres.

— ¿Quién vino en busca de una follada suave o sexo vainilla? Yo no, tampoco vine solo a besar y abrazarte, vine a que nos diéramos una paliza placentera. Amo que me tengas en esta posición, casi boca abajo, mi culo arriba, haciendo que te eche hacia atrás, pero a la vez trayéndote hacia adelante.

Jungkook maldijo alejándolo del espejo, no demasiado, solo acostándolo en el suelo, aún viendo como ambos cuerpos se fundían, como su pene se perdía en ese agujero que bendeciría esa mañana y por un buen tiempo. Sus embestidas eran bruscas, certeras.

— Abre tus nalgas para mí. — Le ordenó a un peligris que acató rápidamente su pedido.

La forma en que abría su trasero para que pudiese profundizar más eran tan jodidamente excitante, que se volvían enfermos sus pensamientos. No podía sentir pertenencia alguna por ese hombre, pero deseaba destrozar su trasero para que nadie más pudiera tenerlo y con nadie, se estaba refiriendo a su padre.

— Mira bien quién es el que te está follando. — Masculló tirando fuerte del pelo gris para que el hombre que gritaba a cada penetración los viera por el espejo.

— Joder, nos vemos tan perfectos juntos, Kook. Fóllame así, como si yo fuera únicamente tuyo, como no puedes follar a nadie más, papi... — Un largo y ruidoso gemido abandonó su boca abierta debido a lo fuerte que su próstata fue golpeada.

El frío del suelo ya se había tornado caliente, pero la dura fricción contra su miembro lo seguía condenando a la más deliciosa estimulación. Podía ver las rodillas de Jungkook enrojecidas, seguramente le dolerían cuando la fiebre de ese momento bajara, pero por el momento nada de eso importaba demasiado. Iba a ser solo un sexo oral rápido en la ducha, pero ahí estaban, jodiéndose hasta los sesos.

— Ven, agarra ambas piernas y ponlas detrás de tu cabeza. — Habló Jungkook volteándolo y por un segundo, Taehyung se quejó por no poder contemplarse al espejo. Por supuesto, su queja se desvaneció en cuanto puedo perderse directamente en los ojos de Jungkook, admirando esa piel que tan temprano sudaba, su cabello en igualdad de condiciones por el sudor y el agua de la ducha que rato atrás lo mojó. — Esta mierda se volverá más ruda y profunda, bebé. Espero que estés listo. — Taehyung sonrió, sacando su lengua para atraerlo a un beso. Sus envites no eran nada prudentes, le encantaba sentir a Taehyung afianzándose en su falo mientras sus ojos parecían querer viajar a la parte trasera de su cabeza, dejándolos vacíos, en blanco. — Tus piernas están temblando.

Rio cuando el mayor las dejó caer, una mezcla del esfuerzo de mantenerse en la misma posición mezclado con la aproximación de su clímax. Su cara se mostraba llena de ese efusivo orgullo mientras celebraba mentalmente que su hijastro estaba ahí con él.

— Bebé, estoy cerca, no me presiones así. — Murmuró Jungkook volviendo a inclinarse a un beso desordenado, su ceño fruncido cuando el cuerpo de Taehyung comenzó a tensarse.

Fue entonces que lo volteó para que se viera al espejo, llevando una mano al miembro del mayor para empujarlo más fuerte a su final. Líquido blanco impactando contra el espejo, sus cuerpos pegados, sudados, vueltos unos. Esa imagen de Jungkook detrás de él, la mano tatuada sobre su miembro, alargando un poco más su orgasmo, el piercing en su pene rozando el borde de su entrada mientras salía.

— Dame tu boca. — Pidió Jungkook llevando su erección a esa zona del cuerpo de Taehyung, viendo como este engullía una virilidad que esta vez no estaba cubierta por el látex de un condón, pero que poco le interesaba.

— ¿Me la vas a echar toda en mi boca, Kook? — El menor asintió con su ceño fruncido, perdiendo los dedos en la cabellera gris, sintiendo los largos dedos de Taehyung volviendo a perderse en su interior, yendo directamente por su próstata. — ¿Quieres que la trague? — Jungkook negó, comenzando a mover sus caderas persiguiendo su propio orgasmo. Los dedos de sus pies se encorvaron en el suelo, sus piernas y muslos se tensaron, su trasero igual mientras cerraba por un segundo los ojos y se liberaba en la boca de Taehyung. — Escúpelo en tus clavículas.

Taehyung no podía echarlas directamente en sus clavículas, era incómodo y su cuello no se lo permitía, pero dejó que el semen acumulado en su boca comenzara a filtrarse lentamente, sintiéndolo correr por su mentón hasta que las gotas cayeron en su clavícula izquierda. La mano de Jungkook se ubicó bajo su barbilla y esto le permitió terminar de escupir todo, viendo luego como el menor lo untaba en su otra clavícula, pecho e incluso abdomen ampliando esa sensual suciedad.

— ¿Quieres probarte? — Preguntó el mayor con una sonrisa, viendo como los brazos contrarios se estiraban para atraerlo a un abrazo que sí fue dulce. Esos contrastes de dulce, duro, salvaje y cuidadoso eran letales, tal vez por eso gimió bajo en el beso pese a que este no tenía ningún interés más allá de consolarlo.

— Vamos al baño de verdad ahora. — Rio Jungkook dándole una nalgada.

La ducha no fue tan rápida como debería, no tuvieron más sexo, pero sí una sesión de besos que culminó cuando el teléfono de quien dirigía Jeon's Entertainment no dejaba de sonar. Se despidieron entre negaciones risueñas, algunos besos y guiños, tomando cada uno caminos diferentes, Taehyung a la mansión y Jungkook a su apartamento.

+++

— Somi, ¿puedes averiguarme si Jung HoSeok sigue en el estudio? — La secretaria de Jungkook asintió, dándose cuenta de que pese a la hora, casi media noche ya, su jefe no tenía intención de irse. — Si está, por favor, dile que no se vaya, en quince minutos iré a verlo. — Con un último asentimiento, la mujer abandonó el estudio en donde Jungkook y Namjoon sonreían conformes con el resultado. — ¿Y?

— Siempre te dije que debías sacar una de tus canciones, no esperé que repentinamente vinieras a mi estudio, te pusieras a escoger una de mis pistas y te pusieras a componer de la nada. ¿Y ese golpe de inspiración? — Jungkook se encogió de hombros, escuchando los primeros arreglos que Namjoon le había hecho.

No se trataba de una canción preparada, algo a lo que le hubiese puesto demasiado empeño. Estuvo toda la mañana entre reuniones y documentos. Fue entrada la tarde cuando la petición de Jaehyun durante mucho tiempo llegó a su cabeza con mayor fuerza que nunca. No sabía si en verdad sacaría algo, pero se vio caminando trajeado en dirección del estudio de Namjoon. Entre un ritmo lento, la voz de Jimin en las bocinas y luces fluorescentes su mejor amigo tenía los ojos cerrados en su silla.

Por un momento Jungkook dudó en molestarlo, ese estado significaba que no estaba en su mejor momento, pensando en Jimin y relajándose con su voz como siempre solía hacer cuando se sentía sobrepasado. Gracioso ver como Park tenía la facilidad de volverse su problema y la solución del mismo muchas veces. No obstante, los párpados de Namjoon se elevaron, atrapándolo en el momento en que volvía a salir. Le dijo lo que hacía ahí y el mayor con una sonrisa le indicó que pasara a adueñarse de su micrófono en la cabina de grabación.

Jungkook simplemente se quitó el saco de su traje, corbata, abrió los primeros tres botones de su camisa, se deshizo de sus zapatos y adueñándose de una botella de champaña de Namjoon que este guardaba en su frigorífico, caminó hacia la cabina. El mayor simplemente comenzó a reproducir pistas que no tenían propósito alguno, que no estaban destinadas a nada en particular, simplemente almacenadas en el baúl de Namjoon. Pasaron un rato así hasta que el castaño reprodujo una que compuso la noche que abandonó el apartamento de Jimin luego de dormir tranquilamente a su lado, escuchando su llanto cuando decidieron no seguir con eso sin nombre que tenían.

Jungkook abrió los ojos, luego los cerró sonriendo y Namjoon lo supo aún sin que el menor se lo contara. Su jefe y mejor amigo estaba pensando en alguien que simplemente quebraba cada barrera de su mente, conectándose con la canción al instante, captando exactamente el sentimiento que él puso. A pesar de no haber estado jamás con Jimin de un modo sexual, esa pista escondía sus deseos más oscuros, más perversos.

Por un momento, Namjoon creyó que Jungkook pensaba en Jaehyun, pero cuando lo escuchó improvisar, creando ritmos aquí y allá con su voz, lo notó. No era su ex pareja a quien tenía en su mente. La persona que creó ese chupetón en el que apoyaba la boca de las botellas de vez en cuando no fue creado por Jaehyun. La música dejaba ver sin necesidad de palabra lo que quienes la interpretaban o escribían sentían aunque estos muchas veces no quisieran.

Can we stay home tonight? (¿Podemos quedarnos en casa esta noche?)
Try something new tonight? (¿Probar algo nuevo esta noche?)
These drinks got me feeling right (Los tragos me tienes sintiéndome bien)
I'm touching your legs and thighs (Estoy tocando tus piernas y caderas)
You, me and Patrón, (Tú, yo y Patrón)

The bed gon be breaking (La cama se estará rompiendo)
Yo legs keep on shaking, but The bed keep on breaking (Tus piernas continuaran temblando, pero la cama se seguirá rompiendo)
Im out of my mind, crazy (Estoy fuera de mi mente, loco)
Lets keep on drinking (Continuemos bebiendo)
I gotchu yelling out my name (Te tengo gritando mi nombre)

De alguna manera cómplice, Namjoon sonrió. No existía nadie mejor que Jungkook para utilizar esa pista, de alguna forma sin hablarlo, el menor le dio vida a sus pensamientos en una voz que había estado escondida durante muchos años. Entonces, así, sin un patrón establecido, tan espontáneo e inesperado como todo lo ocurrido en los últimos días con Taehyung, Jungkook decidió que debutaría musicalmente con esa canción. Ya tenía todo en mente, por un momento incluso pensó en utilizar a Taehyung para el video musical, pero sabía que eso sería un escándalo demasiado grande. No por ellos dos, sino por las connotaciones de ese video, lo que significaría para el mundo y los negocios. Para el público sería como salir de un clóset en el que él verdaderamente no estaba.

— ¿Entonces estás de acuerdo con esto? Será una colaboración genial. — Frente a esto, Namjoon negó.

— Esta es tu canción, Jungkookie, es tuya. No cantaré en ella, es toda tuya.

— ¿Solo estarás en los créditos? — Namjoon asintió. — No lo veo justo.

— Es totalmente justo y así está genial.

— Redactaré el contrato y te lo haré llegar. — Namjoon una vez más asintió con una sonrisa mientras veía a Jungkook volver a componerse. — Mañana hablamos, debo ir a hablar con Hoseok.

— ¿Y eso por qué?

— Quiero que él sea el coreógrafo de mi canción, he estado mirando su trabajo y es muy fresco, original. No es solo un excelente bailarín, sino también coreógrafo y lo quiero en mi video.

— Seguro se alegrará, es una buena oportunidad para él. — Jungkook suspiró yendo hacia la puerta.

— Pues espero que acepte.

Jung HoSeok primero entró en trance cuando escuchó la oferta y solicitud de Jungkook. Siempre quiso poder crear su propia coreografía, pero no esperaba que una oportunidad se le presentara así, de la nada. Sinceramente no pudo evitar dejar sus lágrimas caer, sorprendiendo a Jungkook, quien siempre se sentía impotente y mal frente a las personas llorando.

— Oye, es una buena noticia, no te estoy echando de la compañía. — Intentó bromear palmeando su hombro.

— Lo sé, e-es s-solo que estoy emocionado, perdone, señor Jeon. — Jungkook sonrió frente a esto, terminando de contarle los detalles, pidiéndole total confidencialidad por el momento.

— Mañana trabajaré en los contratos, pero comenzaremos con ello pronto. Te pido que tengas paciencia conmigo, no bailo desde mi adolescencia, así que sé un buen maestro conmigo.

— Soy bueno, pero estricto. Si quiere que todo salga bien, debo serlo.

— Quedo en tus manos. — Sonrió escuchando la puerta del estudio abrirse, un Taehyung con ropa deportiva y evidentemente cansado hacía acto de presencia. — Taetae...

La emoción de Taehyung se dibujó en sus pupilas en cuanto vio al pelinegro que por un segundo tensó su mandíbula, ensanchando los ojos cuando el peligris sin más se inclinó para besarlo una vez que se sentó sin importarle su mejor amigo o el lugar donde se encontraban.

— Taehyung. — La voz de Jungkook fue firme, alejándose de su tacto, mirando a un pelirrojo que intentaba mirar hacia el suelo. — Estamos en la empresa.

— No te preocupes, no hay nada que Hobi no sepa, creo que sabe hasta el número exacto de los orgasmos que me has regalado. — El nombrado tosió, Taehyung rio y Jungkook negó. — ¿Qué, por qué me miras tan serio?

— Te dije que las cosas me gusta hacerlas bien, no me importa lo que le hayas contado a él, pero no me pongas en este tipo de situaciones sin hablarlo antes. Sigues siendo el esposo de mi padre y yo el CEO de este lugar. Aunque fuésemos pareja, mi lugar de trabajo se respeta y no ando besándome por todos los rincones. Hay sitios y momentos para todo, por favor, que no ocurra más. — Con una mueca, el peligris asintió. — Hoseok, nosotros nos veremos mañana para ultimar detalles. Buenas noches a los dos.

Hola por aquí a mis infames. ¿Cómo están y qué les pareció el capítulo? Como curiosidad, le comento que con una muy ligera modificación, la canción "compuesta" por Jungkook en este capítulo se de Jacquees y se llama Me, U & Hennessy. Nos vemos en el próximo capítulo.

LORED

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro