Capítulo 61

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Las sonrisas eran una constante en su relación con Hoseok, lo confirmaba continuamente y es que para él, el pelirrojo era el hermano que nunca tuvo. A veces un poquito molesto, le decía las cosas un tanto crudas aunque en su voz reinara la paz, pero prefería a su lado a alguien que siempre fuera honesto con él. Hobi y él era lo más puro y transparente que tenía, no le gustaba mentirle, por ese motivo seguía pensando si debía decirle aquello que desde hacía varios días lo tenía de mal humor. Era increíble como la noticia de que su padre posiblemente sería puesto en libertad le causara tanta repulsión y que justamente el hijo fuera capaz de eliminarla.

En un comienzo pensó utilizar los abogados puestos a su servicio gracias a Dogun para asegurarse que continuara refundiéndose en la cárcel, pero no quería gastar más dinero, pensamientos, energía y tiempo en alguien como él. Su madre no regresaría, él encerrado no le quitaba o regalaba más calma, toda esa parte de su pasado permanecería mejor enterrada. Hoseok le comentó de las llamadas de su padre, llamadas que no tomó y por eso estuvo tentado a decirle, pero ya se enteraría por su cuenta.

— Me parece mentira que estés viajando a Japón para trabajar con grandes marcas. — Comentaba Hoseok ayudándolo a preparar su maleta. — ¿Recuerdas cuando veías las redes de los famosos y veías cuando ellos recibían invitaciones para desfiles y eventos, cuando aparecían en alfombras rojas o publicidades, solías decir que ese era tu sueño? Estás viviendo tu sueño, Tae, no sabes lo feliz que eso me hace.

— Estamos viviendo nuestro sueño, Hobi, a ti también te va muy bien y los resultados de tu trabajo en el video de Jungkook te ha abierto muchas más puertas. Yo también estoy orgullosísimo de ti. Con una sonrisa el mayor asintió dejándose caer en la cama porque él también estaba viviendo lo que siempre soñó, bailar y ser capaz de vivir de esto sin perder la pasión y el amor de lo que hacía por concentrarse solo en trabajar.

— Todo es gracias a ti.

— No, exclusivamente es gracias a ti mismo. Fue tu talento, desempeño y destreza lo que te ha traído hasta aquí, lo que te mantiene elevándote cada vez más. — Acomodándose en la cama, golpeó suavemente su hombro como muestra de cariño. — No llegues tarde hoy.

— No lo haré, no soy tú, me gusta ser puntual aunque no es que sea un gran evento, solo una despedida que Jungkook te hará como si no te fuera a ver en meses. Vas a estar lejos quince días solamente.

— Así es él. — Sonrió dejándose caer hacia atrás. — Estos últimos dos meses han sido increíbles, la verdad. Yo siempre supe que él me entregaría muy buenos orgasmos y compañía. Desde que te conté lo sucedido en este mismo cuarto, cada vez que nos vemos arremetemos contra el otro, no hemos tenido sexo en la oficina, pero fuera de ahí, no hay rincón sano. — Se reía viendo la mirada de su amigo. — Ay no, no comiences.

— Pero si no te he dicho nada.

— Y no lo harás, esta noche compartiremos los tres como amigos y mañana viajaré como embajador de una prestigiosa marca hacia Tokio. Me pregunto qué sorpresa preparará él para mí hoy. — Comentó con una amplia sonrisa contagiosa.

— Esa mirada yo la conozco. ¿Te estás enamorando de él, no es así? ¿No has desarrollado sentimientos por Jungkook?

— A ti no te voy a mentir, no niego mis sentimientos por Jungkook. Él me gusta y mucho, lo deseo e incluso lo quiero, sí tengo una especie de enamoramiento por todo lo que me brinda. Es un buen hombre al igual que su padre y también se ha ido entregando a mí sin poner barreras. ¿Quién no desarrolla sentimientos por alguien que te convierte en su mundo de una manera tan desinteresada y bonita? Sé que causa muchas cosas en mí y por eso controlo nuestros encuentros, mas este enamoramiento actualmente no es nada trascendental. Podría serlo, si lo permito podría albergar sentimientos más profundos por él, mas eso no me traería nada bueno. Te lo he dicho, no pienso dejar a Dongun, quiero a mi esposo pese a todo.

— Sé que lo quieres Taehyung, pero la manera en la que hablas de Jungkook, como él te hace sentir es tan diferente a mi vista.

— Porque son dos personas y experiencias diferentes, ambos me brindan muchas cosas similares, pero hay otras muy distintas. Son como el día y la noche que te hacen vivir experiencias diferentes. Es lo que hace a cada uno único. — Con un breve recuerdo de los Jeon, Taehyung sonrió y se incorporó. — Ahora dejemos de hablar de ellos, por cierto, ¿cómo te fue en el médico hoy?

— Bien, solo fueron chequeos de rutina aunque todavía no he leído los resultados, la doctora me dijo que todo estaba bien. — Poniéndose de pie fue a buscar su bolso para sacar los sobres recibidos y volverse a sentar junto a Taehyung.

— Llevas más de seis meses sin tener sexo, ¿para qué estos análisis? — Indagaba Taehyung mientras miraba desinteresadamente los sobres que su amigo colocó en medio de ambos.

— No seas chismoso. — Le arrebató el sobre con una sonrisa. — No hay una razón para ellos, es ya una costumbre adquirida tenga sexo o no me hago un chequeo semestral. — Con una mueca Taehyung asintió, dejándolos de lado para continuar organizando su maleta.

— Creo que únicamente me falta guardar mis documentos y mis aparatos electrónicos. — Caminando descalzo por su habitación buscó su ordenador y una tableta que guardó junto con lo faltante. — Ahora vamos a relajarnos.

+++

Luces, listas.

Bebidas, listas.

Chequeando que todo estuviese en su lugar y supervisando hasta el mínimo detalle como si lo que estuviese organizando fuera una fiesta y no una simple reunión para comer, ver películas y hablar, Jungkook caminaba por toda su casa. De vez en cuando contemplaba la hora, Taehyung pronto llegaría y sería la última vez que lo viera durante dos semanas. No lo veía desde hace tres días y aquello se sentía mucho más extenso, imaginarse lo extensas que luciría esas dos semanas le animaba a despedirse apropiadamente de la basurita traviesa que se había colado en su vida.

Sus planes en un comienzo fueron diferentes, un pequeño paseo con Taehyung a algún sitio fuera de Seúl, mas era cierto lo que el mayor le dijo, perderían mucho tiempo yendo y viniendo. Ellos solos envueltos entre sábanas y gemidos fue otra opción, pero Taehyung le dijo que estaba agotado y prefería mantenerlo simple. Tal vez una simple reunión, unos tragos, la compañía de las personas que él deseaba y nada más. Así que utilizando sus deseos trató de preparar lo mejor que pudo.

No cocinó, para la hora en que pudo abandonar la empresa fue demasiado tarde, motivo por el cual se encargó de hablar con el dueño de un restaurante conocido suyo para que llevasen la comida a la hora dada. Las bebidas ya estaban abastecidas, justamente dos semanas atrás Taehyung y él hicieron compras juntos tanto físicas como virtuales. Terminaron comprando no solamente bebidas, sino nuevas decoraciones y ropas para ir haciendo de ese sitio casi un segundo hogar.

El sonido del timbre lo sorprendió un poco porque Taehyung tenía el código de acceso, no fue difícil adivinar que se trataba de Hoseok. Le invitó a pasar avisándole que su amigo todavía no había llegado y juntos se sentaron en la sala abriendo la primera botella de vino rojo para relajarse.

— He escuchado que tienes una gran carga ahora en la compañía, estás trabajando tanto con Jimin como Jaehyun y nuestro próximo grupo. ¿No es muy difícil hacerte cargo de tantas coreografías?

— La verdad es que no, muchas de ellas fluyeron fácilmente, Jimin incluso tenía la suya estructurada, yo la pulí un poco más. Trabajar con Jaehyun es divertido, la creamos juntos más rápido de lo que esperé. Para el grupo fue más complicado, pero el resto de los coreógrafos y las ideas que ellos mismos aportaron está haciendo de este un buen proceso. ¿Qué hay de ti? Tú si que tienes mucho trabajo con todos los artistas y trabajadores de la empresa.

— Lo bueno es que puedo delegar responsabilidades, ya llevo años en esto así que supongo que la práctica constante hace todo más llevadero. ¿Qué te parece la nueva canción de Namjoon?

— ¿Sinceramente? — Jungkook asintió con una sonrisa, inclinándose para coger algunas gominas del centro de mesa. — No la he escuchado, es un artista de la compañía y debería estar más al pendiente de esas cosas, pero no he tenido tiempo o cabeza para nada.

— Ah, escucha, te pondré el nuevo álbum completo. — Tomando su teléfono para conectarlo a las bocinas de la casa, comenzó a reproducir las canciones de Namjoon. — Deberías ponerle atención a las letras. — Agregó alejándose hacia la cocina para buscar algo un poco más salado para su paladar.

Taehyung llegó pocos minutos después explicando que había tenido que reunirse con su esposo y por eso la tardanza. La comida llegó a la hora acordada como si estuviera pisándole los talones al peligris. Jungkook había preparado toda una mesa para ellos que no se utilizó, se sirvieron y se sentaron en el suelo del salón mientras compartían algunas anécdotas.

— Ahora eres una basurita cochina. — Se burló Jungkook tirando de Taehyung para poder limpiarle toda su boca, ya que por reírse terminó desbordando el vino que iba a tomar.

— No te quejes más que te encanta revolcarte en mi basura. — Musitó tomando otro trago que le compartió a través de un beso.

La imagen era tan bonita que Hoseok no pudo evitar sonreír, sabía que ellos dos realmente no eran una pareja oficial, pero lo parecía. Le gustaba ver a su mejor amigo feliz sin importar su acompañante e incluso si estaba solo. Jungkook en verdad le agradaba también porque era una persona que desde que lo conoció no solo nunca lo trató mal, sino que hasta cierto punto se preocupaba por él. Mientras trabajaron juntos en su video se acercaron un poco más y desde entonces lo había ido conociendo.

A veces, cuando lo miraba, se sentía raro saber que alguien como él se estuviera entregando tanto a alguien y que esa persona no le estuviese correspondiendo igual. Taehyung era y siempre sería su mejor amigo, mas no estaba ciego. Conociendo cosas que nadie más conocía le era difícil no sentir incluso un poco de pena por Jungkook. Solía sucederle lo mismo cuando estaba cerca de Dongun, se sentía un poco incómodo porque al callar y ser testigo de todas las cosas que hacía Taehyung, también era un cómplice.

Taehyung era afortunado por tener a hombres como ellos a su lado del mismo modo en el cual ellos tenían a un hombre maravilloso que los quería a su manera, más allá de su egoísmo y las cosas que hacía, esas que podían lastimar enormemente y no se trataba solo de las infidelidades. Él permanecería siempre a un costado brindándole su fidelidad a quien él consideraba un hermano porque al final del día, ellos escogieron a Taehyung.

— Un día deberíamos organizar una comida, pero también invitar a tu pareja, Hobi. — Mencionó Jungkook tirándolo de sus pensamientos. — No podría estar tan abiertamente con Tae, pero podríamos reunirnos como amigos.

— Pues eso tendrá que esperar bastante. — Rio el pelirrojo bebiendo de su copa.

— Sí, aquí mi querido Hobi lleva años sin una relación y meses sin dejar que sacudan ese cuerpecito, qué desperdicio. — Bromeó Taehyung logrando que el mayor de los tres rodara sus ojos.

— No hay necesidad de detalles, ¿qué va a pensar Jungkook de mí?

— Nada, no soy quién para juzgar tu vida, tus decisiones y lo que decidas hacer con tu cuerpo. Es más, lo respeto mucho y eso es algo que tú... — Alargó sus palabras pellizcando a Taehyung. — También deberías hacer, deja que sacuda su cuerpo cuando le dé la gana.

— Pero si no lo he dicho nada, solo que es una lástima que tenga que estar mastur- — Haciéndolo callar, Hobi se inclinó para taparle la boca provocando que Jungkook también riera frente a la imagen de los dos amigos. Las muecas de Hoseok al apartar su mano con prisa debido a que el peligris había sacado su lengua para lamerlo y molestarlo.

— Eres un puerco, cochino.

— ¡Alguien que me da la razón! — Exclamó Jungkook elevando sus manos en señal de victoria, recibiendo un manotazo por parte de su padrastro.

— Para ser un CEO eres alguien demasiado infantil.

— Mi personalidad en mi vida privada y mi responsabilidad laboral son cosas que no tienen un por qué ir de la mano. Si no sabes separar ambas cosas es a ti a quien le falta madurar. — Taehyung le hizo una mueca y el menor rio ante esta, abrazándolo y besando su cuello.

Entre risas y la música que ambientaba toda la casa los tres se levantaron para recoger un poco el salón, llevando los platos y las sobras para la cocina. Una tercera botella se abrió cuando se sentaron para ver una película, los tres prácticamente acurrucados en el sofá porque Taehyung descansaba sobre Jungkook mientras el pelirrojo se apoyaba sobre él.

Hubo una alerta en el cerebro de Hoseok cuando la película fue avanzando, el movimiento de Taehyung y los murmullos a su espalda le indicaban que probablemente su amigo había comenzado a hacer de las suyas.

— Solo para avisar, no estoy dormido, así que piénsenlo antes de comenzar a follar conmigo aquí como aquella vez. Ya no puedo confiar en ninguno porque Jungkook también se deja llevar. — Murmuró tapándose un poco más con la manta.

— En mi defensa, tu amiguito aquí presente hace las cosas muy difíciles para mí. Intento controlarme, pero no me ayuda.

— Pobrecito mi Kookie. — Fingió ternura Taehyung mientras se acercaba para besarlo, acariciando su miembro por encima de la ropa para molestarlo.

Algo sobre esta noche se sintió diferente para los tres, quizás porque ya tenían más confianza entre ellos, porque habían bebido o simplemente porque como hombres tenían ciertos pensamientos o cosquillas que provocaban sus cerebros. Podrían siempre echarle la culpa al alcohol. Taehyung giró la cabeza para mirar a Jungkook, sonriéndole. El menor por un momento no entendía por qué y trató de ignorarlo al principio para volver a concentrarse en la película hasta que sintió la mano de Taehyung deslizándose por su muslo una vez más.

Recordando las palabras del pelirrojo y sabiéndolo despierto a diferencia de aquella vez que se masturbaron con él presente, Jungkook trató de darle una mirada mordaz porque tal vez era el vino tinto, pero él definitivamente lo estaba sintiendo todo un poco más esa noche. Trató de apartar la mano de Taehyung, pero eso solo hizo que el peligris deslizara su mano entre las piernas de Jungkook y ahuecara sus testículos a través de sus pantalones. Siseando, Jungkook se retorció, mas eso hizo que Taehyung apretara su agarre.

— Detente. — Susurró Jungkook lo más bajo que pudo, intentando empujarlo un poco hacia el lado, pero sin querer que Hoseok se diera cuenta.

El pelirrojo se había sentado un poco más derecho ahora, con las piernas separadas, la manda cubriéndolas mientras su torso quedaba destapado, observando el televisor mientras Jungkook seguía mirándolo para asegurarse de que no se iba a dar la vuelta. Sin embargo, eso únicamente le dio una buena vista del perfil de Hoseok que por primera vez se detenía a admirar. Su cuello, sus labios y Taehyung a su oído murmurándole cosas que simplemente lo hacían más consiente de su acompañante.

Lo había visto bailar, sudar con camisetas finas pegadas a su cuerpo, no recordaba si el pelirrojo tenía o no un bonito trasero, mas sí recordaba sus piernas, su abdomen. Taehyung y él habían hablado sobre muchos juegos, la idea de un trío siempre que los incluyera a ellos dos también se puso sobre la mesa, pero en el fondo Jungkook nunca creyó que realmente lo fueran a llevar a cabo un día porque no lo necesitaban, estaban bien por su cuenta.

Tal vez sus pensamientos estuvieran tomando otro rumbo y todo lo que Taehyung hacía era provocarlo como aquella noche para luego hacer solos el amor. Ese juego no tenía un por qué incluir a otro activamente.

Taehyung aprovechó el momento de distracción de Jungkook para desabrochar sus pantalones y deslizar dos dedos para frotar su pene con la manta cubriendo sus fechorías. Tenía su miembro metido en la banda de su ropa interior, por lo que lentamente se endurecía, los pequeños y suaves golpes del peligris en la parte inferior del eje lo hacían respirar con dificultad.

Estaba dividido entre hacer que Taehyung se detuviera o simplemente dejarlo seguir. Hoseok podría girarse en cualquier momento, pero su padrastro parecía disfrutar demasiado de sus provocaciones. Se burlaba de él y lo atormentaba como otras veces hasta que estuviesen solos para luego el pelinegro follarlo tan fuerte hasta hacerle llorar. No era un gran castigo, ya que a Taehyung le encantaba y sabía que se sentiría genial.

En algún momento, Jungkook había dejado de prestarle atención a Hobi, mirando a Taehyung porque sin importar quién estuviese cerca él tenía el don de apoderarse de toda su atención. Cuando Kim Taehyung entraba en escena, Jungkook se olvidaba del mundo y ese era uno de los motivos por los cuales ellos habían llegado tan lejos pese a las limitaciones de sus vidas. Kim, quien había abierto el botón y ahora estaba pasando el pulgar por la punta del glande que se asomaba era su mayor perdición y con él estaba dispuesto a navegar hasta el fin del mundo. Sus ojos revolotearon un poco y quería agarrarse a sí mismo para tener algo de fricción real.

— Yo no sé por qué en todas las películas siempre pasa lo mismo. Le cae atrás y cuando lo tienen ahí, cuando tienen todas las pruebas van y le dicen al malo todas las pruebas que tienen contra ellos. ¿Esperan que se sienten a esperar a que las usen? Es obvio que se les van a adelantar. — Espetó Hoseok llamando la atención de Jungkook. El pelirrojo había estado inmerso en la película, mas mientras se quejaba, había comenzado a darse la vuelta. — Tendrían que callarse y usar- — Los miró porque aunque sabía el alcance de su amigo no esperaba que con él despierto y justo en ese momento ellos estuvieran en esas, sus ojos se agrandaron y su boca se abrió de golpe.

— Mierda. — Siseó Jungkook apartando la mano de Taehyung para subirse el cierre de los pantalones. — Lo siento, Hobi.

El nombrado no se movió, dejando que la película continuara reproduciéndose como un tenue ruido de radio muy lejano. Sus ojos iban entre uno y otro. Ahora que fueron atrapados, Jungkook estaba sonrojándose de vergüenza y Taehyung luciendo divertido por haber sido atrapado. No era anda nuevo, Hoseok había sido vestido de cosas peores en el pasado.

— Sí, lo siento, Hobi. — Reiteró el peligris con una sonrisa, sentándose y recostándose correctamente contra el respaldo del sofá, con las piernas abiertas. — A veces no puedo evitar tocarlo. Es tan sexy, ¿no lo crees?

— Tae. — Advirtió Jungkook cortándole la mirada.

Jung Hoseok no era ciego, sabía reconocer un hombre sexy porque tenía ojos y buen sentido del gusto. Sin embargo, por alguna razón para él las parejas de sus amistades eran casi figuras decorativas que no le inspiraban nada. Había demasiados hombres en el mundo como para ponerse a detallar justamente a quien estaba con un amigo suyo. Jungkook era el hijastro y amante de Taehyung, su jefe y quizás un amigo, nada más. Justo ahí, las palabras de Taehyung provocaron que por primera vez, él se tomara el tiempo para mirarlo un poco más allá.

— Mi Hobi hermoso, tú me conoces mejor que nadie. — Se rio inclinándose hacia Jungkook. — No me mires así, sabes que Hobi conoce todas mis fechorías, él incluso ha recibido hoy los resultados de su chequeo de rutina confirmándole que está completamente limpio como a ti te gusta. ¿No creen los dos que el ambiente de hoy se preste para un poco de diversión?

— Pero ese no es el jodido punto aquí, Tae. No somos desconocidos que nos encontramos una noche en un bar y nos enredamos para follar, tampoco hemos hecho una cita previa poniendo todo sobre la mesa para un encuentro fortuito. Los tres somos amigos, tú eres mi mejor amigo y ambos tienen casi una relación seria. Jungkook es mi jefe, esté bueno o no, esté limpio yo o no, nada de eso importa aquí.

— Claro que sí importa. Acabas de admitir que lo único que te detiene es lo que Kook y yo tenemos. Si no quieren no pasa nada, yo solo decía. — Se encogió de hombros mientras depositaba un beso en los labios de Jungkook, sonriendo con picardía cuando lo vio mirar por encima de él al pelirrojo.

Jeon tuvo dificultades para mirar a Hoseok, pero cuando lo hizo, la mirada de deseo en el rostro de Hobi lo sorprendió. Los observaba a ambos con hambre de quien desde hacía mucho tiempo no probaba bocado. Notó como luchaba por no mirarlo irrespetuosamente fallando al notar su erección contra sus pantalones.

— ¿Crees que soy sexy, Hoseok? — Suspirando y rascándose la nuca, Hoseok se sentó sobre sus talones.

— Bueno, sí. Siempre lo he notado, pero nunca te he visto como tal de esa manera. Ustedes son personas atractivas... Los dos...

— ¿Ambos? — Preguntó Taehyung con una sonrisa burlesca, inclinándose ligeramente hacia adelante. — ¿Te gustamos, Hobi?

— Idiota, deja de molestarme. — Lo empujó viendo como su amigo no cedió un centímetro. — Lo siento, no quise decir eso, quiero decir... No sé a qué me refiero ni lo que estoy diciendo. — Sacudiendo la cabeza, el pelirrojo se puso de pie porque no quería caer en los juegos de Taehyung, ya no eran adolescentes, él ya no era un hombre soltero con el cual podría hacer una que otra locura en una noche de copas y diversión. — Yo mejor me voy.

— Espera... — Jungkook se movió hacia adelante, desdoblando sus piernas debajo de él. — No te vayas. Podemos... Hablemos de eso, los tres.

— No, esto no es... Miren, sé que todo suena muy tentador ahora y no voy a ser un hipócrita y decir que todo esto no está a punto de hacerme estallar la cabeza y los pantalones porque no he tenido sexo en meses, pero este jueguito podría poner las cosas incómodas entre todos nosotros y no es algo que me apetezca. — El pelirrojo lo interrumpió tratando de ponerse de pie correctamente, arreglando sus pantalones que comenzaban a incomodarlo.

El pelinegro miró a Taehyung, el asentimiento de este fue lo que le animó a levantarse también levantando las manos en son de paz.

— Hobi, está bien. Está bien, Tae y yo hemos hablado de esto, no de tener un trío contigo exactamente, pero no hemos estado cerrados a la idea.

— Sí, está todo bien. — Reafirmó Taehyung, levantándose lentamente. — Sabes, te amo como a un hermano aunque es un poco gracioso que un hermano esté listo para follarte, aunque se han visto cosas peores. — Murmuró pensando fugazmente en Seokjin y lo que este sentía por Jungkook. — Supongo que puedo hablar por los ambos cuando digo que sexualmente hablando no eres indiferente para ninguno. Aquí hay respeto, cariño y confianza.

Los ojos de Hoseok temblaban incrédulos mientras escuchaba todo como si no supiera a quién mirar primero.

— ¿No opinas que todo esto esté mal? Mezclarnos justamente nosotros tres, tener sexo...

— Tú confías en mí y yo confío en ti, ya sabes que lo mío es tuyo. — Musitó observando a Jungkook.

— Por mí está bien, pero quiero que sepas que respeto la decisión que tomes, Hoseok. Si no quieres ni Taehyung ni yo diremos nada, todo seguirá como hasta ahora e incluso si pasa, no habrá cambios de mi parte.

— Mírennos las caras, los tres estamos deseando esto ahora mismo. — Taehyung hablo, su brazo rodeando la cintura de Jungkook y este último recostándose más a él, sonriéndole a Hoseok de una manera que, con suerte, era tranquilizante.

— ¿De verdad los dos lo desean? — El pelirrojo se estaba relajando y ya era menos probable que saliera corriendo por la puerta.

— Cada vez que nos tocamos cerca de ti y te vas, nos quitamos la vida imaginando que eres tú quien nos ve, el recuerdo de la adrenalina de tenerte cerca. — Espetó su mejor amigo besando un lado del cuello de Jungkook.

— Sí, me he dado cuenta de que tu amigo aquí presente es una basurita descarada y media exhibicionista. — Bromeó Jungkook aligerando un poco más el ambiente.

— Ay, ni que no te gustara esta basurita como es, no estuvieras revolcándote en ella a cada rato. Además, sé que a Jungkook le encantaría que le chuparas la polla, le gustan las mamadas.

— Taehyung...

Hoseok y Jungkook dijeron su nombre a la misma vez y esto causó que sonrieran hasta que la sonrisa de Jungkook tembló al estremecerse debido al modo en el cual Taehyung deslizaba sus manos por su camisa y jugueteaba con su vientre.

— Puedo admitir que la idea formándose en mi cabeza es agradable. — Sonrió dejando que Taehyung besara su cuello. — Sí, definitivamente me gustaría que me la chuparas mientras Tae te folla. — Sus últimas palabras llegaron con la respiración entrecortada.

— ¿Qué opinas, Hobi? — Preguntó Taehyung dándole un guiño a su mejor amigo. — ¿Te gustaría eso?

Jungkook logró mantener los ojos abiertos el tiempo suficiente para ver cuando los ojos del pelirrojo se oscurecieron mientras se lamía los labios.

— Sí. — Murmuró Hoseok al fin. — Sí, me gustaría eso.

Jungkook sintió a Taehyung temblar un poco de emoción y esto le causó gracia. Lo mejor en esa situación era el hecho de que no había mentiras, eran los dos poniendo en práctica cosas que ya habían hablado con anterioridad. Seguía considerándose alguien no solo joven, sino también de mente abierta. No le molestaba experimentar con su pareja todas las ramas dentro de la sexualidad siempre que ambos conversaran y estuviesen de acuerdo. Fue por eso que, sintiendo el ligero apretón en su trasero, fue justamente él quien hizo el primer movimiento, soltándose de los brazos de Taehyung y acercándose a Hoseok, lentamente para en caso de que tuviera dudas.

— Si quieres parar en cualquier momento, nada más dilo. — Le avisó con una sonrisa.

— He estado pensando en esto demasiado tiempo como para decir basta desde la última vez que follaron junto a mí. Individualmente, no los vi a ninguno de los dos de manera inapropiada, pero esta situación entre los tres, fue algo que vino a mi mente en más de una ocasión. — Confesó Hoseok exhalando.

Jungkook le dio una última mirada a Taehyung, estirando su mano para acercarlo y darle un beso sencillo antes de girarse para perderse en la mirada del bailarín. Llevó ambas manos hacia los costados de sus brazos y las ascendió lentamente hasta llegar a su cuello, acariciándolo lentamente antes de ir disminuyendo la cercanía de sus rostros. Ya el pelirrojo no recordaba la última vez que sintió una caricia o dio un beso, mucho menos un trato así, una experiencia tan excitante y extraña como esa.

Los labios de Hoseok eran cálidos y cómodos, los de Jungkook finos y algo dominantes en la manera en que lo besó lentamente. No tenía prisa y se concentraba en aceptar las provocaciones del pelirrojo con ligeros lametones de su lengua. Jungkook gimió cuando sintió a Taehyung contra su espalda e hizo casi un puchero cuando este desvió la atención de Hoseok para poder besarlo. Tal vez no fue tan malo porque seguía estaba atrapado entre ellos, sintiendo a Taehyung calentando su piel. Verlos besarse no fue menos agradable, además, le agradaba el descaro de su basurita cuando lo miraba o apretaba.

No fue sorprendente que los pantalones de Jungkook se quitaran primero gracias a la unión de fuerzas de los mejores amigos que compartían como siempre gran complicidad. Luego la camisa de Taehyung se desprendió de su piel. Hoseok y Jungkook habían intercambiado posiciones para dejar al pelirrojo ahora en el medio. Taehyung se estaba impacientando, el pelinegro podía darse cuenta por la forma en que le quitaba la ropa a su amigo. A Jungkook no le importaba, podía besar a Hobi mientras este acariciaba su pene a través de su ropa interior.

— Estás en tu hábitat, tigre. — Se burló lanzándole un beso a Taehyung mientras Hoseok se arrodillaba quitándole al pelinegro la ropa interior.

Mierda, ¿en serio se estaba enredando con Jeon Jungkook? Hoseok miró al menor de todos como si no se estuviese creyendo nada, miró a su amigo viendo la diversión en la mirada y luego volvió a mirar al hombre con quien este compartía una especie de relación. Estaban todos jodidamente locos, pero él no daría marcha atrás, ya no.

Sus ojos oscuros recorrieron todo el cuerpo desnudo del heredero Jeon mientras se arrastraba un poco hacia adelante para agarrar sus torneados muslos y estabilizarse. Con una sonrisa bastante cariñosa, Jungkook pasó sus manos por el cabello de Hobi, agarrando un poco los mechones rojos para guiar su cabeza.

La boca del bailarín se abrió casi de golpe y el pelinegro cuando deslizó su pene dentro sin segundos pensamientos. Ya no recordaba el sabor o la textura de una polla, menos una tan buena como esa a la que sus labios apresaban, succionando un poco antes de moverse y absorber más.

Gimiendo, Jungkook miró a Taehyung que regresaba del dormitorio, no se había dado cuenta del momento en el que se alejó. El peligris finalmente se había deshecho de toda su ropa, su miembro duro en una mano, el lubricante y los condones en la otra. Deteniéndose por un segundo, Taehyung gimió, acariciando su pene unas cuantas veces más antes de reunirse con ellos porque esa era una preciosa vista.

— ¿Cómo se siente, bebé? — Preguntó Taehyung, arrodillándose detrás de Hoseok. — ¿Se siente bien?

— Genial. — Gimió Jungkook sabiendo que Kim no se pondría celoso o molesto por lo que sea que dijeran ahí. — Joder, Hoseok, eres tan bueno.

La mirada de Jungkook se centró en la cristalizada del hombre que de rodillas engullía su miembro hasta salivar. Sintió las vibraciones de su respuesta morir en un tarareo sobre eje y tuvo que apoyar su mano en el hombro del pelirrojo para mantenerse firme. Obviamente, el mayor de los tres estaba disfrutando esto con el entusiasmo con el que movía la cabeza, enrollando la lengua alrededor del glande mostrando su gula. Se hacía obvio que eso era algo que se le daba bien, pero también que no lo había hecho en algún tiempo.

— Voy a prepararte, hyung. — Avisó Taehyung con dulzura, deslizando su mano arriba y abajo por su espalda. — ¿Ha pasado un tiempo ya, cierto? — El mayor hizo un ruido y se deslizó antes de negar con la cabeza.

— No he tenido tanta suerte en encontrar las personas adecuadas y he tenido que conformarme con mis consoladores. Pero no te preocupes, he usado mi trasero casi todas las semanas.

— Siempre supe que en el fondo eras bastante puta, hyung. — Se burló del pelirrojo porque no dejaría pasar la oportunidad para hacerlo.

— Mierda. — Taehyung se estremeció visiblemente, echándose hacia atrás para mirar la espalda de Hoseok hacia su trasero. — Bien... ¿Tu culo siempre estuvo así de bonito? Te veía medio chato, pero supongo que las horas de bailes hacen maravillas.

— Taehyung, vete a la mierda.

— Hobi, estás mamando mi polla en estos momentos, no quiero distracciones. Ven aquí y vuelve a lo tuyo. — Le susurró acariciando su mandíbula con suavidad.

Jungkook escuchó que se abría la tapa del lubricante, sintió como Hoseok se estremecía un poco en el momento que Taehyung comenzó a prepararlo. Pero en cuestión de segundos, ese pelirrojo tenso se estaba relajando, arqueando la espalda y apoyándose más en las piernas del menor. El pelinegro no podía creer que esto estaba pasando, que tenían a Hobi entre ellos con él gimiendo y haciendo ruidos suaves mientras Taehyung lo follaba con los dedos y lo abría.

Acatando la orden anterior de Jungkook, Hobi estaba tan concentrado en realizarle una exquisita felación que cuando su mejor amigo empujó un segundo dedo, casi se ahoga, tropezando hacia adelante. Rápido se recompuso y lo tomó como un campeón, no se detuvo, solo respiró con dificultad durante unos segundos antes de relajarse.

— Joder, Tae... — Jadeó casi cayéndose y Jungkook tuvo que ayudarlo a mantenerse en pie. — Solo fóllame ya.

Taehyung intercambió una mirada con el pelinegro, inclinándose para besarlo y luego, sonreír satisfecho mientras se recostaba, limpiándose los dedos en el sofá que podrían darse el lujo de cambiar si no podían limpiar. Vio a Jungkook fruncirle el ceño por eso, pero lo ignoró divertido. Lo más excitante en todo eso era ver a Jungkook disfrutar con él, joder si no le encantaba tener ese hombre para él.

— Prometo que lo pagaré del salario que me darás el próximo mes si no se limpia correctamente. — Bromeó sacándole la lengua.

Sus manos temblaron cuando abrió el condón porque estaría entrando dentro de su mejor amigo junto al hombre que lo enloquecía sexualmente. Mientras hacía eso, lubrificándose, Jungkook ayudó a Hoseok a inclinarse sobre la mesa de café en el medio de la sala. Realmente estarían probando cuán resistente era esta mesa escogida por ambos.

Arrodillándose, el pelinegro tomó las manos de Hobi para besarlo suavemente mientras Taehyung se alineaba y presionaba con parsimonia su ajustada entrada. El pelirrojo estaba gimiendo, con los ojos cerrados. Jungkook lo miraba, salpicándolo con besos muy cortos para distraerlo hasta que el peligris estuvo completamente en su interior. Hoseok se sentía tan malditamente lleno después de casi ocho meses desde el último idiota con el que se enredó. Dolía, imposible negarlo, pero también se sentía tan bien que estaba seguro de que el placer se dibujaba en todo su rostro. Jungkook estaba muy familiarizado con el pene de su padrastro y sabía lo lleno que podría llagar a sentirse dentro de él.

— ¿Todo bien, Hobi? — Preguntó Jeon recibiendo un asentimiento en respuesta junto a una pequeña risa. — Bien, ¿eh? Sí, yo sé que Tae puede llegar a follar muy rico, por eso lo dejo cogerme de vez en cuando se porta bien.

Los tres se rieron entre dientes, el menor besando a Hoseok nuevamente cuando se inclinó. Pasó un momento antes de que Taehyung comenzara a moverse porque no quería lastimarlo. Incluso si no hubiese estado mirando, Jungkook se hubiese percatado del momento en el cual inició a moverse por la manera en la cual Hoseok gemía con cada embestida y jadeaba con cada extracción buscando incorporarse un poco, con los codos sobre la mesa.

— Estabas jodiendo con esto. — Espetó mirando hacia atrás el mayor de todos. — ¿Me vas a follar o qué?

Con los ojos oscurecidos, Taehyung levantó un poco las caderas de Hoseok y comenzó a follarlo con vigor. La mesa se sacudió, crujiendo por la tensión repentina, pero apenas se podía escuchar por encima de los gritos de su mejor amigo que por momentos no podía sostener en su boca el pene del menor. Dejó caer la cabeza, su cuerpo laxo mientras lo golpeaban y Jungkook tuvo que soltar una de las manos de Hoseok para acariciar su propio pene.

Fue tan increíblemente caliente ver a Hobi siendo follado por su pareja. La piel del bailarín brillaba por el sudor que comenzaba a cubrirlo, su cuerpo más menudo en tamaño y músculos siendo sostenido por Taehyung, todo extremidades largas y piel besada por el sol. Se veían increíblemente bien juntos, y Jungkook no podía tener suficiente.

Los sonidos, la vista, la sensación de la piel caliente de Hoseok mientras con lascivia el menor se masturbaba. Fue tanto que Taehyung se corrió con un gemido bajo y algunas embestidas agudas puntuadas por una última y profunda. Estaba jadeando y tuvo que apoyar su frente contra la espalda de su mejor amigo para recuperar el aliento. Este estaba temblando, nervioso. Su cuerpo se preparaba y la falta de estimulación amenazaba con arruinarlo. Fue entonces que Jungkook se puso de pie, esperando que Taehyung saliera lentamente y se sentara antes de ayudar a Hobi a acostarse en el suelo.

— ¿Cómo estás? — Le preguntó mientras se deslizaba entre sus piernas. Frotó sus manos arriba y abajo de los muslos del bailarín sintiéndolos temblar un poco.

— Bien, bien, — dijo Hoseok, lamiendo sus labios. —¿Tu turno?

— Si me quieres... — Respondió esperando que el contrario asintiera, bajando la mano para tomar la polla del pelirrojo. Se alineó para deslizar sus penes juntos, envolviendo su mano con fuerza alrededor de ambos. — Si no deseas creo que esto será suficiente.

— E-Entra en mí, Jungkook.

La cabeza de Hoseok se inclinó hacia atrás, sus hombros se reajustaron en el suelo como si no supiera lo que quería o lo que debía hacer. No podía tomar decisiones, demasiado jodido y con ganas de correrse. Jungkook conocía bien esa mirada, la había visto muchas veces en Taehyung. Tenía muchas ganas de correrse y él se aseguraría de que lo hiciera.

— Juntos, ¿de acuerdo? — Jungkook le susurró, inclinándose para besarlo.

Hubo un tenue lamento por parte del pelirrojo, envolviendo un brazo alrededor del cuello de Jungkook mientras este movía lentamente sus caderas, su pene deslizándose en el interior mientras su mano lo masturbaba. El menor no iba a durar, por la forma en que las mejillas de Hoseok temblaban y su brazo se apretaba alrededor de él, él tampoco.

— Sí, sí, solo así, justo ahí. — Gimió Hosoek, mordiéndose el labio inferior y mirando a los ojos del pelinegro con tanto deseo y excitación.

— Eso es todo, vamos, Hobi, vente para nosotros. Entréganos ese orgasmo compartido que no has tenido desde hace tantos meses. — Animó Jungkook, sonriendo cuando los ojos del pelirrojo se cerraron con fuerza y su espalda se arqueó. Se derramó sobre su vientre y sus manos, Jungkook cayendo sobre él mientras acariciaba sus cabellos. Ver a Hosoek desmoronarse fue mágico, y por esa noche quería hacerlo una y otra vez.

Cuando el mayor de todos se quedó fláccido, solo inhalando y exhalando con dificultad, Jungkook no pudo sostenerse más y se acostó a su lado, apretándose contra su costado mientras también atraía a Taehyung a un abrazo. A Hobi no parecía importarle a pesar de lo sudorosos y pegajosos que estaban, tampoco pareció importarle cuando Taehyung dejó el lado de Jungkook para acostarse junto a él para consentirlo luego del acto. Pudo sentir las manos de esa pareja no oficial tomadas sobre su abdomen.

Estuvieron todos en silencio por un rato, disfrutando del resplandor del televisor que habían dejado en el olvido. Con sus dedos sobre el vientre de Hobi el pelinegro y su padrastro compartieron una pequeña sonrisa. Nunca, en la imaginación más salvaje de Hoseok, había esperado que resultara así. Se había dejado follar por su mejor amigo y su amante, otro día podría pensar en ello, pero esa noche, no quería nada más que sentirlos junto a él.

Espero que no a muchos les haya desagradado el capítulo. Todo tiene un por qué, solo digo eso...
LORED

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