Capítulo 63

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Esa sensación de saber que se conoce a alguien, pero recordar exactas de dónde o cómo tenía embargada a Taehyung mientras bebía de su copa observando a un sujeto con el cual había hecho contacto visual en más de una ocasión. Cada vez que observaba en su dirección se encontraba con que estaba siendo observado. No le gustaba tener miradas indescifrables sobre él, menos cuando la situación no le daba pista alguna. Veía cierta diversión o burla, no estaba muy seguro, pero algo de ello había por la manera en la cual ese hombre sonreía.

— Me gustaría ser el objetivo de todas tus miradas, debo admitir que siento envidia cuando esos hermosos ojos me ignoran. — ¿Era obligado soportar ese tipo de estupideces en una ocasión tan especial para Taehyung? El peligris rodó sus ojos manteniendo su serio semblante y luego se corrió de lugar dos pasos.

— No soy tu pareja, amigo o acompañante, John, te agradecería que limitaras nuestra interacción y de ser posible, controla tus manos para que no vuelvan a posarse en mi cintura, hombro o cualquier otra zona de mi cuerpo. No pienso volvértelo a repetir. ¿De acuerdo? Seguramente estás aquí como un buitre en busca de su presa, aprovecha la oportunidad y mira a ver a quién engatusas, pero a mí déjame en paz.

— Pero si no hay nada mejor que algo que conozco tan bien. Sigo conociendo cada centímetro de tu cuerpo aunque no lo haya tocado en años, Taehyungie. Siento nostalgia por lo que un día fue y deseo hacer justamente eso que me dices, aprovechar esta oportunidad para conquistarte. — Taehyung sonrió dándose la vuelta, notando al sujeto que lo había estado observando caminar en su dirección.

— Si me disculpas, tengo algo más importante que hacer.

Dejando a su exnovio con la palabra en la boca, Taehyung caminó hacia donde estaba el hombre que había desviado su caminar. Gracias a la cercanía y la ausencia de luces, finalmente pudo reconocerlo, se trataba de uno de los amigos de Jungkook, Sincheng, alguien que había visto en dos ocasiones. La noche que conoció a Jungkook y otro día en la piscina de la mansión mientras nadaba junto a Hoseok.

— Buenas noches. — Saludó Taehyung, interrumpiendo de la manera más cortés posible la conversación que comenzaba a entablar ese sujeto. — Sabía que no había visto mal, Sincheng, ¿cierto? ¿Cómo has estado?

El nombrado sonrió un poco torpe e incómodo porque era obvio que Taehyung había notado su comportamiento. Bromeaba con sus amigos, pero lo cierto era que no tenía confianza con el peligris. A decir verdad, ni siquiera le agradaba y la única razón por la cual interactuó directamente con él en el pasado fue para intercambiar saludos propiciados por Jungkook. En lo personal, prefería no estar cerca de Kim Taehyung.

— Muy bien, qué sorpresa encontrarte por estos lares. ¿Cómo has estado? Te he visto por aquí y por allá, pareces estar cosechando un buen éxito, me alegro mucho.

— Sí, no me puedo quejar, me ha ido bastante bien. ¿Qué ha sido de tu vida? No te he vuelto a ver por Corea del Sur.

— Suelo ir regularmente, pero he estado ocupado en los últimos meses. Vivo en China y manejo algunos negocios que me consumen gran cantidad de tiempo. Sin embargo, tengo pensado regresar pronto, así que lo más probable es que nos veamos si todavía sigues siendo cercano de Jungkook y Jimin. — Taehyung ladeó una sonrisa enarcando una ceja y sonrió en respuesta.

— Entonces definitivamente nos veremos porque de Jimin estoy muy cerca, es un excelente amigo y de Jungkook, bueno, de él lo estoy mucho más. Ya sabes, después de todo es familia, lo adoro como un hijo e incluso hermano, qué puedo decirte. Hay una conexión extremadamente fuerte entre Kookie y yo, pero bueno, eso no es algo novedoso para ti. — Sincheng disfrazó su mueca con una sonrisa forzada antes de tomar un trago de su copa. — Así que espero verte pronto, si me avisan, incluso organizaré una comida o fiesta ene asa, lo que más les apetezca a todos. — Agregó sacando una de sus tarjetas de presentación. — Aquí tienes mi número, puedes ponerte en contacto conmigo cuando desees. Tienes también la posibilidad de avisarme con Jimin, Kookie o incluso Yoongi, tú eliges.

— Por supuesto, así será. — Mencionó estirándole su mano al peligris a modo de despedida. — Ha sido un placer verte, Taehyung, pero ya debo marcharme. Que sigas pasando una linda noche. — Mencionó agitando su mano finalmente.

Manteniendo un semblante relajado, pero brutalmente serio, Taehyung lo observó girarse y alejarse en la dirección opuesta. Pudo ver el puño en la mano de Sincheng, también como este lanzaba a un lado lo que él sabía era su tarjeta de presentación. Sólo entonces Kim volvió a ladear una sonrisa, negando bastante satisfecho con el resultado.

Tomando su teléfono le marcó a un Jimin que le contestó con sus labios hinchados y risueño, le dejó saber como casualmente se encontró con Sincheng y minutos más tarde hizo lo mismo con Jungkook. Porque a veces era mejor colocar un parche antes de que se abra el hueco. No sabía por qué, pero el aura emanando de ese sujeto solamente decía problema y aunque él no había hecho nada que pudiera causarle inconvenientes, prefería evitar e ir siempre un paso por delante.

La noche podría ser joven, mas Taehyung se escabulló de la fiesta pasada la una de la madrugada, no había hecho mucho y estaba agotado. Además, pocas horas después tendría que estar en pie y trabajando nuevamente, así que le quería dar la bienvenida a un buen descanso.

Jugando con la tarjeta del hotel entre los dedos de su mano derecha y peinando su cabello con la mano izquierda, Taehyung avanzaba por el pasillo que lo llevaba a su habitación. Estaba ansiando esa cama y también oír la voz de su esposo, estaba seguro de que Dongun a esa hora todavía estaba envuelto en papeles, tanto él como sus hijos parecían tener la misma adicción al trabajo. Con una sonrisa ante la imagen que vino a su mente, desbloqueó la puerta y se apresuró al interior.

Fue el impacto de su espalda contra la puerta cerrada aquello que lo alertó. Se asustó porque todo lo que sintió fue un apretón en sus bíceps y el sonido de la puerta cerrarse por el peso de su cuerpo. No obstante, el susto inicial se disipó velozmente cuando divisó a su expareja frente a él. No podía creer que ese idiota lo hubiese seguido hasta su habitación.

— ¿Qué demonios se supone que estás haciendo, Johnny? Sal de mi habitación, no estoy para estupideces.

— Yo tampoco estoy para estupideces, solamente quiero conversar contigo. — Empujándolo, Taehyung se alejó de la puerta para avanzar más al interior de la suite, rodando sus ojos con fastidio por la actitud del castaño frente a él.

— Tae... Te quiero de vuelta.

— Lo que te sobra en tamaño te falta de cerebro. Es eso o que eres un muy mal comediante, la verdad.

— Yo sé que jodí lo nuestro, la ansiedad y el deseo por una vida mejor me cegaron. Me arrepentí durante muchas noches, pero cuando mi estado de cuenta se mantenía positivo y con ceros de más, cuando dejé de temblar al montarme a un taxi y ver como el taxímetro iba avanzando o incluso podía ir a un supermercado, llenar mi cesta sin sacar cuentas y priorizar los alimentos en base a mi dinero, sentía un leve alivio. Cuando te volví a ver por primera vez sentí que mis acciones del pasado fueron correctas porque, de lo contrario, ninguno de los dos hubiese llegado hasta aquí. No fuésemos los hombres exitosos que hoy somos porque, aunque de cierto modo la relación de nosotros parecía ser perfecta, estábamos estancados sin evolucionar. Te lo dije en el aeropuerto aquella vez, la perfección sin evolución no vale de nada y estoy seguro de que ahora me podrás dar la razón.

— Por supuesto que te la doy, irte de mi vida fue lo mejor que pudiste hacer, realmente es algo que todavía no te he agradecido lo suficiente, pero eso no tiene nada que ver con que vengas a mi habitación y comiences a desvariar. No me tendrás de vuelta Johnny, eso es imposible.

— Taehyungie... — Se acercó hasta donde estaba el peligris que contenía su respiración, odiando tener tantos sentimientos encontrados. En su garganta, por un lado picaban palabras que antes no logró decir, pero por el otro extremo se encontraba su cerebro sereno sin dejarse perturbar por cosas que ya ni sumaban ni restaban en su vida. — Te amó. — Mencionó acariciando su rostro, entregándole una sonrisa que no era recíproca. — Te amé y te he seguido amando durante todos estos años en los que no he vuelto a verte. Tu recuerdo me persigue día tras día negándose a una lejanía o un olvido.

Taehyung rodó sus ojos alejándose del castaño que intentó besarlo. Dio varios pasos hacia atrás, pero Johnny se acercó una vez más tomando su rostro entre las manos para darle un beso que en un comienzo el menor no respondió. Se apartó mirando divertido el esperpento delante de él, la evolución definitivamente no le asentaba bien a todos. Esta vez, cuando sus labios fueron besados no se alejó, permitió que continuara hasta que el más alto intentó desnudarlo.

— Error de cálculos, así no es. — Mencionó viendo a Johnny dudar. — Desvístete, manos y rodillas sobre la cama, déjame ver si vale la pena perder mi tiempo contigo, John.

+++

A veces Kim Taehyung llegaba a recriminar su propio comportamiento, cuestionándose su manera de proceder frente a ciertas situaciones o personas. Había momentos en donde su lengua era mucho más rápida que su cerebro y sus palabras lo ponían en aprieto, en otros, pensaba con la cabeza de abajo en vez de utilizar la de arriba que era mucho más racional. Existía seres que provocaban cosas no muy positivas, como ese que seguía en su cama a esa hora de la mañana.

En la noche se dejó llevar por cierta rabia incomprensible reverberando en su pecho, algo que no tenía por qué haber sido así. Él había superado a ese hombre, no fue fácil, le costó años de su vida y tocar el fondo del precipicio antes de poder decir es suficiente. Se ahogó antes de lograr respirar nuevamente de manera artificial, cada día un poco más hasta lograrlo por su cuenta. Para Taehyung, cuando algo estaba superado no importaba lo mucho que se hiciera, simplemente se ignoraba porque no valía la pena perder tiempo y energía en cosas innecesarias que no aportarían nada.

Sin embargo, un diablillo en su hombro lo instó a jugar con su ex, verlo sucumbir a él, obligarlo a morder la almohada y rogar por su persona para que recordara todo aquello que perdió y jamás volvería a tener. Ese mismo demonio en su hombro le había instalado la interrogante sobre cómo volvería a sentirse el sexo con quien para él fue su mejor amante por años.

Era gracioso, pasó mucho tiempo creyendo que no sentiría con nadie lo que con él un día experimentó, pero ahora mismo, su esposo lo superaba en todos los sentidos si se dejaba de lado la diferencia de edad. Con Seojoon también tenía buena conexión dentro y fuera de la cama, incluso Jungkook, alguien de quien no esperó mucho en un comienzo. Junto a todos ellos, Johnny quedaba reducido a nada.

¿Ese fue el hombre que destrozó su vida y por el cual estúpidamente deseó morir?

Ahora le parecía tan mediocre y poca cosa que incluso le daba asco haber vuelto a acostarse con él, aunque la dinámica fue muy diferente a la que solían tener durante sus años de noviazgo. La mayoría de las veces Taehyung iba debajo de él, pero al terminar su relación esa posición lo hacía sentir vulnerable y sin control, por eso incluso cuando se dejaba penetrar, Kim prefería ir arriba. Hubo un antes y un después de que ese hombre pasó por su vida muy evidente, pero debía agradecerle después de todo. Le abrió los ojos, le hizo ver que había muchas mejores opciones que su estúpido trasero.

— Buenos días, mi hermosa flor. — Unos brazos que Taehyung no esperaba hicieron el intento de abrazarlo, pero todo lo que recibieron fue un contundente rechazo cuando el menor empujó sus manos y se levantó de la cama. — ¿Qué haces? Vuelve aquí, bebé.

— No me llames así, John. — Sentenció Taehyung con rapidez cuando se volteó para observarlo. — No soy tu bebé y mucho menos tu flor, así que guárdate tus empalagosos, cursis y falsos halagos para otra ocasión con alguien más. Ya es tarde, deberías irte porque yo tengo muchas cosas que hacer.

— ¿Nos veremos esta noche?

— No.

— Pero tú regresas a Corea del Sur mañana y yo me quedaré unos días más, me hubiera gustado al menos tener la oportunidad de despedirte. — Mencionaba incorporándose en la cama para observar al peligris. — ¿Nos veremos cuando regrese?

— Haber tenido sexo fue un gran error por muchas razones, pero no se puede hacer nada con las cosas que están en el pasado, ahí deben quedarse. Lo mejor es que te olvides de este encuentro y de mi persona. — Terminó de decir dirigiéndose hacia el baño. — Cierra bien la puerta cuando salgas.

Pudo escuchar la puerta de su habitación cerrarse pocos minutos después, todo lo que hizo fue cerrar sus ojos y sacar de su boca el cepillo de dientes.

— Es en serio, Kim Taehyung, de todas las malditas personas en el mundo, terminaste enredado con ese idiota sin ninguna razón válida. — Se regañaba a sí mismo decidiendo finalmente enjuagarse la boca y caminar hacia la ducha.

No fue una mentira cuando dijo que ese día tenía muchas cosas que hacer, apenas tuvo tiempo para comerse una ensalada entrada la tarde y no regresó a su hotel hasta la madrugada. Todo lo que pedía era descansar, esa fue su idea principal durante todo el día, pero revisar su teléfono y las redes sociales no ayudó en nada. Desnudo debajo de las sábanas, Taehyung se incorporó al ver que Jaehyun y la canción que Jungkook sacó desde hacía más de un mes estaban en tendencia.

Cuando vio la canción lo primero que hizo fue sonreír, el problema llegó cuando vio las fotos adjuntadas, en todas mostraban a Jaehyun y Jungkook. No comprendía muy bien el motivo hasta que entró a una publicación que hilaba varios sucesos a raíz de que esa tarde, Jaehyun fue fotografiado a las afueras de un restaurante y luego en su interior.

Las fotos no fueron tomadas por paparazzis, sino por un grupo de aficionados en el mismo lugar. Jaehyun llegó solo, pero poco después llegó Jungkook, comieron juntos y algunas fotos junto a un video de no más de diez segundos corroboraban toda esa información.

¿Por qué llevaba más de media hora abriendo y siguiendo todos los hashtags que los mencionaban solamente para ver más fotos?

Mordiéndose el labio inferior y con su ceño fruncido, Taehyung desplazaba su dedo por el teléfono. Conocía cómo funcionaba el internet, las personas y los medios adoraban sacar las cosas de contexto simplemente para llamar la atención, por unos cuantos clics porque necesitaban ser relevantes. Por eso no tenía caso leer todas esas especulaciones, pero había una en específico de hacía poco menos de dos horas que se estaba viralizando y ahora estaba en lo más destacado.

Se trataba de un hilo que mostraba no solamente las fotos de ese restaurante en donde fueron vistos esa tarde, se veía también algunas fotografías en donde se divisaban ellos dos entrando a un bar acompañados de Jimin. A eso debía agregarle todo lo que le seguía, algunos datos no eran tan precisos, pero toda la piel de Taehyung se erizó mientras leía. Comenzaba diciendo que no había nada de malo en que jefe y empleado compartieran una comida, mucho menos entre amigos. Sin embargo, resaltaban cómo Jaehyun fue parte de su video musical con una letra tan provocativa.

— Él no fue el único que apareció en ese video. — Musitó Taehyung con fastidio leyendo el resto de la publicación.

La forma en que ellos siempre parecieron mantener una buena relación, pero cómo repentinamente no se les vio juntos durante tanto tiempo con rumores de enemistad. Fotos en los mismos sitios aunque estuviesen separados, algunas donde eran capturados mirándose, más cerca de lo que al peligris le hubiese gustado ver. Atuendos y joyas similares, el hecho de que vivían en el mismo edificio, las amistades, las fotos que circularon de ellos cuando eran mucho más jóvenes, en su etapa de universitarios, fragmentos de algunas canciones de Jaehyun, sus jodidas familias. Esa gente con imágenes pixeladas crearon toda una historia que parecía tan absurda, que Taehyung odiaba que escondiera tanta verdad.

Muchos afirmaban que era casualidad, otros que eran muy buenos amigos, algunos ni siquiera aceptaban la "evidencia" recopilada y negaban los escritos. No obstante, lo que más le molestaba a Taehyung era leer todos esos comentarios que lo confirmaban, que deseaban que fuera real, gente que extrañaba verlos interactuar como antes y esperaban que sí tuvieran una relación romántica.

— ¿Quién dice que se ven lindos juntos? — Mencionó Taehyung dejando su teléfono de lado porque simplemente no quería leer más de esas estupideces.

A esa misma hora, pero a muchísimos kilómetros de distancia, Jimin se reía divertido mientras leía las noticias que los medios estaban compartiendo. Veía a los dos pelinegros sentados a varios metros de distancia mientras bebían lentamente del vino que momentos antes abrieron.

— Esto no es bueno para nadie, Jimin, no te rías. — Espetó Jaehyun serio.

— ¿Por qué le das tanta importancia? No es la primera vez que te vinculan con alguien, a todos nos ha pasado y en pocos días esos rumores desaparecen. Ustedes dos estuvieron incluso a punto de casarse y jamás se supo nada con certeza porque supieron manejarlo bien. Para el mundo entero, son solo rumores. — Mencionó con una sonrisa amplia. — Bastante acertados, pero rumores a fin de cuenta. Mientras ustedes no confirmen nada, seguirán siendo sospechas y conjeturas de sus aficionados.

— En eso Jimin tiene razón, Jae. Si respondemos a esas tonterías estaremos avisando la llama, no podemos salir a responder cada rumor que aparece. — Mencionó algo preocupado al notar la incomodidad de Jaehyun. — Jae...

— Si todo lo que circula fuese mentira, yo no estuviera preocupado, Jungie, pero el problema es que todo es real. Si alguien realmente se siente con el deseo de exprimirle el jugo a esta historia e ir hasta el fondo, si se deciden a revelar la verdad como lo hace Patch, será horrible. — Mencionó tomando lo que restaba de su copa.

— Incluso pensaron en aceptarlo todo después de casarse, Jaehyun, estás listo para hacerle frente.

— Ya, pero olvidas que eso fue cuando Jungkook y yo estábamos comprometidos. No íbamos a anunciarlo a los cuatro vientos porque no es conveniente, pero si realmente se descubría estábamos listos para afrontar las consecuencias, sin embargo, eso fue antes. Ahora solamente somos amigos y si yo hubiera sabido que nuestra reunión de esta tarde iba a causar tanto revuelo... — Suspiró como si estuviera desinflándose.

Jungkook quería consolarlo, no le gustaba verlo así, pero consideraba que era mejor guardar un poco la distancia. Jimin los observaba a ambos, no era divertido si alguno se sentía mal. Antes solían reírse de esas cosas, sí, en una que otra ocasión llegaron a sentirse un poco nerviosos, pero era la primera vez que los notaba tan consternados con algo así.

— ¿Qué les parece si nos hacemos una foto y la publicamos por nuestra cuenta? Es mejor que vean que tampoco hay nada que esconder y que estamos los tres juntos como amigos. Podemos esperar a que llegue Namjoon, dijo hace un rato que estaba saliendo del estudio.

— ¿Todavía crees cuando Namjoon dice que va a salir del estudio? — Jaehyun se rio ahora intentando alejar la tensión. — ¿Acaso ocurrió un milagro que le hizo cambiar?

— ¿Te parece poco ser el novio de esta perfecta persona que soy yo? — Se señaló de pies a cabeza, haciéndolos reír hasta que el sonido del timbre se escuchó. — Hablando del rey de Jimin.

— ¿No era de Roma? — Indagó Jungkook recibiendo una negativa del mayor.

— Él no tiene nada que hacer por tierras europeas, su coreano precioso y único soy yo.

La incomodidad instalada lentamente fue disminuyendo, cuando los cuatro se tomaron algunas fotos y escogieron las que publicarían en sus cuentas ya solamente quedaban risas. Sin embargo, cuando el teléfono de Jimin comenzó a sonar, el rostro de Jungkook sufrió un ligero cambio. Fue uno que no pasó desapercibido para Jaehyun porque también pudo ver el nombre de Taehyung reflejándose en la pantalla de ese celular. Tiempo atrás, Jae fue testigo de lo que estaba ocurriendo entre Jimin y Taehyung después de verlos en el ascensor, pero jamás hizo un comentario al respecto. Desconocía la seriedad o profundidad de todo, si Jungkook estaba enterado o no, pero por un segundo se sintió un poco incómodo al recordarlo.

— Jimin, tu teléfono está sonando. — Avisó Jungkook para que la pareja que continuaba jugando sentados en el suelo pudiera escuchar.

— ¿Quién podría llamarme a mí a esta hora de la madrugada? — Jimin se levantó, dejando a Namjoon sentado en su cojín, haciéndole señas para que no mirara sus cartas. Cuando tomó el móvil en la mano no pudo evitar mirar a un Jungkook que se paró para ir en busca de otra botella. — ¿Tae, sucedió algo? — Con su pregunta se hizo el silencio en el lugar. — Ah sí, estamos reunidos todavía, sí, yo le digo. — Afirmó viendo la mirada de Jaehyun desviarse.

Jimin se alejó del salón principal hasta llegar a la cocina donde Jungkook seguía sosteniendo la botella que había ido a buscar sin servirse. Acariciándole la espalda llamó su atención y luego le entregó su teléfono.

— Taehyung quiere hablar contigo, dice que te ha estado llamando, pero no le respondes el teléfono. Me llamó por nuestras publicaciones esperando que todavía estuviésemos juntos. — Sus palabras se escuchaban como una excusa, pero eran reales. Sostuvo el teléfono en alto hasta que Jungkook finalmente lo tomó en sus manos.

— ¿Qué sucede, Taehyung?

— ¿Taehyung? ¿Qué es ese tono tan serio? — Preguntó el nombrado desde el otro lado de la línea frunciendo un poco el ceño. — Te he estado llamando todos los días a esta hora, pero hoy no me pude comunicar contigo, me preocupé, pero veo que lo estás pasando de maravillas.

— ¿A qué viene ese tono?

— Sabes el motivo, además, el único con un tono diferente eres tú. ¿Me vas a decir que no me estás hablando tan distante porque estás cerca de tu exnovio?

— Jae no tiene nada que ver en nuestra conversación, te estoy hablando normal. — Si bien era cierto que no estaba hablando tan relajada como en otras ocasiones, Jaehyun no era el motivo. Por alguna razón se sintió molesto e incluso inseguro cuando vio el número de Taehyung reflejado en el teléfono de Jimin a las tres de la madrugada. — Pienso que mi teléfono debe estar por mi habitación, ahora lo busco y te llamo.

— No hace falta que me llames, Jeon, sigue disfrutando tu noche, ya habrá tiempo para nosotros.

— Como quieras, buenas noches.

— Jungk- — Taehyung intentó hablarle, pero el pelinegro ya había terminado la llamada avanzando hacia el salón. Cuando llegó, todos estaban recogiendo sus pertenencias para retirarse.

— ¿Se van?

— Ya es tarde, yo tengo cosas que hacer mañana, mi manager querrá hablar conmigo y lo más probable sea que me despierte en pocas horas. — Sonrió Jaehyun ya desde la puerta. — Fue bueno pasar el rato con ustedes. — Mencionó desapareciendo rápidamente por la puerta.

— Nosotros también nos vamos, Kookie, Nam está cansado y yo también. — Agregó Jimin estirando su mano para recibir su teléfono. — ¿Te escribo mañana? — Jungkook lo miró durante algunos segundos logrando que el aire se sintiera un poco pesado, pero asintió. — Tú también deberías descansar.

— Sí. — Fue todo lo que dijo recibiendo un apretón de hombro por parte de Namjoon. — Buenas noches, hyung.

El silencio era peligroso, con él a las personas se le ocurrían desde las peores hasta las mejores ideas. Podían perderse en un plácido sueño o desvelarse en la peor pesadilla. Ese era el momento predilecto de la mente para cavar hasta lo más profundo, sacando a relucir momentos o situaciones irrelevantes, algunas tontas, otras incluso dolorosas.

Para Jungkook en esos momentos era una mezcla de todo, se sentía mal por haberse sentido bien durante algunas horas conversando con Jaehyun y Jimin, fue como si hubiese regresado en el tiempo a cuando no tenía preocupaciones en su cabeza más allá de las acostumbradas por el trabajo. Deseó poder vivir con Taehyung algo así, pero nada con ese hombre era normal o tranquilo. Se veía tan lejano y casi imposible la posibilidad de un futuro juntos, sin secretos, un noviazgo como otro cualquiera, aunque con sus propias reglas.

Le encantaba la adrenalina que Taehyung le inyectaba a muchos de sus días monótonos y agotadores. Todo él le gustaba física y sexualmente, en cuanto a su personalidad, la había comenzado no solo aceptar, sino a comprender y querer porque formaba parte de su persona. Seguía creyendo que estar con alguien abarcaba querer, comprender tanto sus lados buenos como los malos, no cambiarlos, pero quizás dejarle saber si había algún margen de mejora. En todos esos meses que llevaban juntos a veces se olvidaba de las cosas negativas porque solamente vivían en lo positivo.

Sin embargo, era imposible a veces no incomodarse, en días como ese volvía a molestarse, porque todo eso no era él. Sí, no era un hipócrita, no iba a negar que disfrutaba de muchas cosas, pero a largo plazo, por mucho que se estuviese adaptando a algunas cosas, le faltaban muchas otras. No tenía paz consigo mismo y ese era quizás su mayor problema y temor. Estar con alguien y estar pensando o temiendo un engaño no era saludable, no lo quería.

+++

Taehyung aterrizó en Incheon entrada la tarde, saludó a los pocos periodistas que se interesaron en ir al aeropuerto a recibirlo, aceptó que algunos aficionados le tomaran también fotos y se apresuró hacia el vehículo que aguardaba por él. Todo el trayecto hasta el centro de Seúl lo pasó recordando la forma en que Jungkook lo trató en su última llamada. Fue problemático conciliar el sueño porque se sentía ansioso sin saber el motivo real. Quizás ansioso no cubría todos sus sentimientos, estaba molesto, muy molesto y tal vez, solo tal vez, también estaba un poco celoso.

Detestaba sobremanera que Jungkook estuviese cerca de Jaehyun. No le importaba si en un momento determinado el pelinegro fornicaba con cualquier otra persona porque no sería para nada relevante, lo sabía. Sin embargo, Jaehyun era diferente, se trataba de un fantasma que tenía que abandonar ese plano ya. Estaba cansado de su presencia incluso cuando no estaba.

Podría ser hipócrita y egoísta, pero no quería que Jungkook estuviese tan compenetrado por alguien que amó. Si Jaehyun no hubiese terminado todo, el tonto de Jungkook hubiera vuelto con él, estaba seguro. Ese pelinegro significaba inconvenientes y no iba a permitir que le ganara ese juego.

— ¡Mi amor! — Taehyung casi gritó acercándose para abrazar y besar a Dongun una vez en su oficina.

Había ido del aeropuerto directamente hacia su empresa como un buen marido al cual la distancia y los días separados le estaban causando estragos. Notó la sorpresa en el rostro de su esposo, pero fue agradable sentirse por un momento tranquilo en esos brazos. Si su cabeza en ese momento no tuviese las imágenes que seguían circulando y su conversación con Jungkook, hubiese pasado varios días refugiado entre los brazos de Dongun.

— Vengo a raptar a mi esposo por varios días porque lo he extrañado mucho. — Con un puchero se sentó en su regazo para abrazarlo y colmarlo de besos hasta hacerlo reír. — ¿Vamos?

— Mi amor, tengo mucho trabajo.

— ¿En serio no vas a venir? — Él sabía que su esposo estaba saturado de trabajo, había estado contando con eso, pero nada mejor que pretender para lograr.

— Tae...

— ¿Por favorcito? Al menos vamos a casa unas horas, por favor, mi amor, muero por estar contigo. — El mayor suspiró vencido y lo abrazó.

— Solo durante algunas horas.

— ¡Prometido!

Taehyung cumplió su promesa, se encargó de recordarle a su esposo varios de los motivos por los cuales lo amaba tanta. Conversaron, hicieron el amor e incluso cenaron hasta que Dongun finalmente regresó a su trabajo de la mano del peligris. Decidió llevar a su esposo en su propio auto en vez de dejarlo ir con su chofer como siempre. De ahí condujo hacia Jeon's Entertainment para reunirse con su propio representante y Hoseok.

— Jungkook no está en la empresa. — Murmuró el pelirrojo al oído de su amigo cuando este se entretuvo mirando el teléfono. — ¿Desde cuánto tú estás tan pendiente de las redes sociales?

— Sí, ya sé que no está aquí. — Mencionó dándole un último vistazo a la foto de Jungkook y Jaehyun mirándose tan intensamente es aquel restaurante. — No lo miro, simplemente me salen.

— ¿Te salen? Taehyung, tú no sigues a nadie, ni siquiera las etiquetas.

— Pero me salen las últimas tendencias del país simplemente por ser de aquí, ¿qué quieres que haga? — Se levantó molesto. — Hablamos mañana, tengo cosas que hacer. — Fue todo lo que dijo antes de salir a la terraza y marcar el número de Jungkook. — ¿Dónde estás?

— Estoy reunido en estos momentos, Taehyung, no puedo hablar mucho. — Contestó Jungkook el teléfono luego de varios intentos. Había tenido que disculparse con sus acompañantes para poder tomar la insistente llamada.

— Ven a tu oficina cuando termines con tu reunión.

— No tengo planeado regresar a la empresa hoy, incluso Somi ya se fue. Iré directamente a mi casa hoy.

— Es importante, Jungkook, así que te espero en tu oficina. A la hora que termines tu reunión, ven aquí, te estaré esperando. —Terminó la llamada sin decir más, dejando al pelinegro un poco confundido.

Con premura, Jungkook se disculpó por la llamada una vez que regresó con las personas con quienes se habían reunido sin dejar de pensar durante los primeros minutos en Taehyung y ese extraño tono que pudo percibir. Cuando finalmente finalizó no fue directamente a su empresa, en cambio, se dirigió a la compañía de su padre porque necesitaba discutir con él algunos de los asuntos tocados en esa reunión porque las decisiones tomadas repercutirían en todo el Grupo Jeon por igual.

Para el momento en que el menor de los Jeon estacionó en Jeon's Entertainment la noche ya bañaba en su forma más oscura la ciudad de Seúl. Una gran parte de los empleados se habían retirado, quedaban los artistas y otros empleados que trabajaban directamente con esos artistas como los productores, quizás algunos coreógrafos o estilistas. Aflojando un poco el nudo de su corbata, Jungkook presionó el botón del ascensor para ir hacia su oficina.

Siempre era extraño ir cuando llegaba sin que su secretaria estuviese presente, todo se veía muy vacío y silencioso. Por el sistema de ahorro una gran parte de las luces estaban apagadas, pero contaba con la claridad suficiente para llegar a su oficina y ver el leve reflejo que se filtraba por la puerta. Abrió encontrándose con un Taehyung completamente relajado y serio ocupando su silla detrás de su escritorio. Pudo verlo estirarse para tocar el botón que aseguraría la puerta y luego levantarse revelando que la camisa que él veía era la única prenda que llevaba junto a sus calcetines.

— El recién llegado te da la bienvenida, CEO Jeon. — Mencionó Taehyung caminando hacia él para acariciar su rostro de manera descendiente hasta llegar al cuello que apretó con firmeza mientras relamía sus labios. — Ahora mismo, estoy muy, pero que muy molesto contigo. Por ende, tú y yo no abandonaremos esta oficina hasta que yo no esté lo suficientemente feliz. — Sin liberar su cuello avanzó hasta dejarlo pegado a la pared de cristal. — Querías que Japón fuera testigo, pero creo que no hay nada mejor como hacer historia en la tierra que nos vio nacer.

Intentando retomar nuevamente el hilo de la historia después de tanto tiempo. Estoy ocupadísima, hay muchas cosas pasando y apenas estoy teniendo tiempo para actualizar, pero aquí estoy. Espero que no se me decepcionen luego de la larga espera y que les haya gustado. Nos leemos pronto.

LORED

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro