Capítulo 71

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Dicen que la traición nunca viene del enemigo o desconocido. Esa persona con la cual no se mantiene ningún lazo familiar o sentimental no debe pleitesía o respeto, aunque la ética y educación cívica dicten lo contrario; no se espera nada de ella, se está atento y desconfiado.

A quienes se les permite entrar en el jardín llamado corazón u hogar son los más propensos a dañar cada rastro de vida existente, mismo si su única intención es tomar entre sus manos una hermosa flor para contemplarla. Tras ese acto en donde el tallo fue cortado o arrancado, la belleza de la flor va decayendo y, al final, termina marchita, tan muerta como podrían estar también sus raíces.

Un amigo, un familiar, un amante, un compañero, un vecino, un socio...

Esas son las personas que de una forma u otra pueden lastimar los sentimientos hasta un punto inimaginable. Muchas veces, algunos se detienen a pensar en el motivo que los llevó a lastimarlos.

¿Por qué lo hizo?

¿Por qué sucedió?

¿Hice algo para merecerlo?

Una manera pesimista de pensar, la naturaleza del ser humano y su capacidad para cometer actos atroces. A diferencia de los animales salvajes cegados por los instintos, lo peligroso del hombre es su capacidad para analizar las situaciones y actuar a conveniencia. Saber que tienen todo para pensar detenidamente en su proceder y aun así escoger hacerlo. La malicia, la pereza de hacer lo que creen correcto y actuar por inercia, se podría trascender todo esto, pero... ¿Quiénes realmente están dispuestos a llevarlo a cabo y por cuanto tiempo?

Hay frases y situaciones que parecen excusarlo todo. En la guerra y en el amor todo se vale, ¿no es así? El mundo vive en constante guerra psicológica, se quitan unos para poner a otros, que sufra un desconocido antes de que sufran los allegados o la propia persona. Tristemente, desconfiar de todos es la única defensa ante la traición y, mismo así, esa inseguridad correo la entereza del sentir. ¿Quién puede vivir todo el tiempo con la ansiedad que la desconfianza causa? ¿Quién podría ser verdaderamente feliz?

Sin embargo, ese es un camino muy fácil de tomar porque una puñalada en cualquier parte no vital del cuerpo tiene la posibilidad de sanar, no se puede decir lo mismo del corazón. Sus heridas, aunque tratadas, duran toda una vida y no todos son capaces de vivir con ellas. No lo hizo Taehyung, Seokjin, Jungkook o incluso Dogun.

El hecho de que una traición puede ser extremadamente dolorosa está confirmado, todos sufren al menos una vez durante toda su vida algún acto de deslealtad, pero es la manera en la cual esto es afrontado, lo que define por cuánto tiempo afectará o de la manera en que lo hará. Dicen que el truco está en no dejar que el engaño destruya por completo a la confianza depositada en otros.

Jungkook podía observar el dolor reflejado en el rostro de su padre, pero no sabía cómo lidiar con ello en ese momento. La primera vez que vio a Taehyung, esa noche en la cual sus caminos se cruzaron, quedó prendado de su belleza, su actitud, la pasión que desprendía de sus poros e incluso su cuerpo inerte mientras dormía en su cama. Aquella noche, él lo vio como una simple persona que se aparecía en su vida, jamás pensó que fuese el prometido de su padre. A decir verdad, ni siquiera tenía la total certeza de que su padre estuviese interesado en alguna persona por más de unas horas.

Una vez que se enteró de los sentimientos de su padre, de quién era Taehyung, él decidió hacerse a un lado. No quería nada de eso en su vida, pero no fue lo suficientemente fuerte. A pesar de las advertencias de Seokjin, Namjoon, Jaehyun y de su propia mente, terminó dejándose enredar por ese peligris que se adueñó de su corazón. Sí, en un comienzo la idea de que estuviera con su padre fue una de las cosas que más lo detuvo, eso y el hecho de involucrarse sentimentalmente con Jaehyun. Sus propios sentimientos jugaron un papel primordial en todo eso.

Sí, le gustaba Taehyung, le atraía, pero, aunque difícil, de algún modo vivió meses e incluso años en los que verlo delante suyo no despertaba nada. Su peor error fue tomar el camino incorrecto cuando su antigua pareja se hizo a un lado, cuando la curiosidad y necesidad de reafirmar sus pensamientos le hicieron aceptar los descarados avances de una basurita que por segundos se volvía más atractiva, tentadora e intrigante.

No podía culparlo de todo lo ocurrido, fue él quien le terminó de dar la entrada a Taehyung. Sus besos, la forma en que hicieron el amor y fueron compartiendo sus días alejados de todos... Todo influyó para sin quererlo su corazón latiera de un modo diferente con solo pensar en él. Arriesgar tanto por un simple juego jamás fue una opción, por ello, en el momento que aceptó ir más allá, exigió exclusividad. Costaba, pero podía arriesgarse si todo valía la pena.

Toda su intuición e inteligencia lo abandonó en el momento que esos intensos ojos y sonrisa cuadrada se adueñaron de su mente. Cuando quería borrar cada rastro de su padre en sus encuentros, creyendo que eran ellos dos construyendo algo sincero. Estuvo dispuesto a luchar por lo que ingenuamente creyó era amor.

Ahora, mientras observaba a su parte, se preguntaba si esa culpa que estaba sintiendo hubiese estado presente si Taehyung y él realmente hubieran tenido una relación. Él había estado dispuesto a enfrentar a ese hombre vencido, ese que estaba tomando asiento en el sofá mientras secaba sus lágrimas.

No era una regla establecida, mas en la mayoría de los casos las parejas y esos sentimientos amorosos desaparecían con el tiempo. Todo lo que restaban eran los familiares, a veces los amigos y uno mismo.

— Las cosas no sucedieron como piensa, padre. — Cuando Jungkook finalmente habló, no tenía sus pensamientos en orden.

Su rostro escocía debido al golpe recibido, la imagen de su padre lo mortificaba y las fotografías también. Lo único que tenía claro era una cosa, si su padre decía separarse en ese momento de Taehyung, lo único que ocurriría sería que su apodado padrastro perdiera la libertad financiera que tenía. Eso no era suficiente, podía estar cegado por la molestia y el resentimiento, pero no quería que todo acabara tan fácilmente.

— Tú, mi hijo... — El mayor guardó silencio mientras volvía a ponerse de pies, su entristecido semblante volvía a endurecerse al posar su vista en Jungkook.

A pesar de amar a Taehyung del modo en que lo hacía, estaba consciente de que en un futuro, su esposo podría acabar con la relación, conocer a alguien más, incluso llegar a tener un desliz antes de finalmente decidirse a terminar la relación. Sin embargo, lo que nunca pasó por su cabeza fue que se acostara con alguno de sus hijos, que estos lo traicionaran de ese modo. Podía desligarse de su esposo, no verlo nunca más, aunque con esto sufriera, pero no podía sacar de su vida a los dos hombres que ayudó a traer al mundo, a su modo, los amaba más de lo que ellos mismos imaginaban.

Estuvo listo para dejar ir en algún momento a su esposo, no podía decir lo mismo de sus hijos. Todavía cuando sabía que su relación con Seokjin no era la mejor, jamás lo dejó de lado, nunca pensó en apartarlo de su vida y mucho menos se planteó hacerlo con Jungkook. No obstante, ese dolor que sentía, esa rabia en su pecho, se volvía difícil de controlar.

— ¿Ahora me vas a decir que no es lo que parece? — Preguntó dejando atrás todo rastro de vulnerabilidad. Los ojos de Jungkook se estrecharon frente a esto, por inercia, dio dos pasos atrás, pero el mueble en su espalda le impidió alejarse lo suficientemente rápido. — ¿Dirás que no estuviste follándote a mi esposo? — Volvió a preguntar sosteniendo su mandíbula con fuerza. — ¡Habla!

— Si me dejara hablar apropiadamente, ya o hubiese hecho, ¿puede soltarme? — Musitó Jungkook, manteniéndole la mirada de una manera que pareciera seguro, sincero, pero no irrespetuoso o retador. Lo último que deseaba en ese momento era que su padre se sintiera mucho más ofendido, el hombre agravado podía responder de maneras inesperadas. — No niego que me acosté con Taehyung varias veces, pero jamás fue con la intención de incomodarte. Ocurrió antes de que ustedes se casaran, no nos conocíamos, yo no sabía que tenía una relación con usted.

El agarre del señor Jeon desapareció por completo, no había nada de credulidad en sus ojos, de hecho, todo lo que se podía advertir era el rastro de las lágrimas secadas.

— No quise empañar su felicidad junto a él, no tenía caso hablar algo que no fue trascendental. — La mentira estaba fuera de la ecuación, pero Jungkook estaba batallando con la forma de decir todo sin que se sintiera demasiado doloroso para su padre. — Nosotros...

— ¡Señor Lee! — Gritó Dogun cortando las palabras de Jungkook. Por alguna razón al menor no le gustaba su semblante, parecía demasiado calmado, desinteresado, como si se hubiese dado por vencido con algo. Cuando vio a su asistente y a dos del personal de seguridad de la casa entrar al estudio, Jungkook tragó en seco recordando las advertencias de Seokjin.

— Padre... — Musitó viendo como con un movimiento de cabeza su padre les indicaba que fueran en su dirección. — P-Papá.

— Ellos te acompañarán mientras llevas a Hoseok a su casa. Una vez que te despidas, ve con ellos. Tú y yo hablaremos más tarde, ahora tengo mucho que hacer.

— ¿Ir con ellos a dónde?

— No es momento para responder todas las preguntas que puedas tener, en todo caso, continúa elaborando tus respuestas en la mente como lo estabas haciendo hace un momento. Ya más tarde me contarás cualquier mentira que se te ocurra. Llévenselo. — Ordenó tranquilo. Sus hombres se acercaron a un Jungkook que daba dos pasos al lado.

— No se les ocurra ponerme una maldita mano arriba, puedo caminar por mi cuenta. — Espetó endureciendo su semblante, empujando a los sujetos mientras se encaminaba a la puerta. — ¿En serio hará esto, padre?

— Manténganlo allí hasta que yo les avise. — Ambos hombres trajeados asintieron y acompañaron a Jungkook al exterior mientras el señor Lee se acercaba a Dogun. No fue hasta que el peligro abandonó el lugar sin recibir una respuesta directa de su padre que la tensión del sitio disminuyó un por ciento. — Ubíquenme a Taehyung, quiero el localizado de su teléfono activado y también que le intercepten cualquier llamada que haga.

— Señor, usted nos pidió que hiciéramos eso únicamente en caso de emergencia. — Una mirada de Dogun bastó para detener la diatriba de su asistente, limitándose a asentir. — ¿Le paso todas las llamadas que reciba a usted?

— Necesito una copia de toda conversación que tenga a partir de ahora.

— ¿También intervenimos el teléfono de su hijo? — Dogun lo pensó, realmente sopesó la idea, pero terminó negando. — Por hoy manténganlo en donde les pedí, a partir de mañana también quiero saber los lugares que visita. Revisen todos sus activos, cualquier propiedad adquirida, cualquier gasto relevante que no sean los comunes, toda transferencia de grandes sumas de dinero las quiero tener. Eso incluye tanto a Jungkook como a Taehyung.

— Así lo haremos, señor. — El señor Lee se dispuso a partir, pero su jefe detuvo su andar.

— Algo más, busca la forma de conocer también los gastos de Hoseok, es el único amigo de Taehyung aparte de Wooshik. Si el propio Wooshik me contactó para enviarme toda esta información a cambio de dinero es porque Taehyung no le ha estado dando nada más. Por su proceder, estoy seguro de que Seokjin le dio un susto, no está coludido en las andadas de esos dos. ¿Encontraron algo en lo que revisaron hasta ahora?

— Únicamente el hecho de que se fue de Corea del Sur tiempo atrás de un modo sospechoso e inesperado. Ha estado viviendo en Japón hasta que nos contactó. Eso sí, antes de irse hizo un gran cargo a la cuenta de la empresa comprándose en vehículo deportivo, pero el señor Seokjin se encargó de todo.

— Eso quiere decir que el mayor de mis hijos también podría estar enterado de todo. — Más que un pensamiento, esas palabras fueron casi una confirmación.

Sabía del desprecio que su hijo por años almacenó en su interior. Tenía los medios, la mente y el corazón para ser lo suficientemente tajante y frío, pero le dolía pensar hasta dónde podía llegar su odio. Tal vez esa vez no fue el rencor y solamente calló por su hermano, Seokjin podría matar por Jungkook, estaba seguro de eso.

— ¿Quiere que también vigilemos a Seokjin?

— No, diariamente controla sus dispositivos y seguridad. Ni siquiera yo puedo hacerme con toda la información que tiene, es demasiado astuto y desconfiado. Le enseñé a comportarse a sí, será imposible averiguar todo lo que nos podría interesar en tan poco tiempo. — Acariciando suavemente sus sienes, Dogun inhaló y exhaló con fuerza. — Envíenle a Wooshik el dinero que pidió, páguenle el mejor pasaje de regreso y trátenlo mejor que a mí. Eso llenará sus ojos lo suficiente para debilitar su desconfianza. Si Seokjin se encargó de él en el pasado y ahora me está buscando a mí, significa que va a seguir buscando la forma de sacarle provecho a toda la información que tiene. No quiero que sus rumores perjudiquen a mis hijos, no puede volver a hablar.

— Sí, señor.

— Puede tener más información y también puede intentar desaparecer una vez que reciba el dinero. Eso no puede ocurrir, si intenta algo, encárguense de ello. Sigue los pasos de mi esposo desde el día que nos casamos, quiero saber si me ha sido infiel con Jungkook o si... — ¿Por qué le dolía tanto admitir y pensar que todo lo relacionado con Taehyung era falso? Sí, estaba consciente de que el motivo para acercarse a él en un comienzo fue única y exclusivamente su posición económica, pero había visto mucho más. Pensó que su esposo realmente lo había llegado a amar. — Si me ha sido infiel con otras personas. — ¿Estaba enamorado de Jungkook? Estaba simplemente rellenando algún vacío o buscando otro tipo de diversión que no se atrevió a contarle? — Ahora déjame solo y envíame la ubicación de Taehyung.

— Con su permiso.

Jeon Dogun se mantuvo en su sitio, parado en el medio de su estudio mientras recordaba todo lo sucedido una semana atrás. Cuando Choi Wooshik lo contactó, él inmediatamente descartó sus intentos de aproximación. Sin embargo, cuando ya la semilla de la duda estaba plantada, era difícil evitar que toda el agua y sol que le daba le ayudara a crecer. Porque la inseguridad es una de las plantas más fácil de cultivar, no necesita de mucho. Con solamente tener la semilla, la tierra más infértil y el clima más desagradable colaboraban para hacerla florecer.

Sus pies se movían con lentitud a través de la oficina. Tomar la botella y un vaso se sintió pesado, pero no evitó que se sirviera un trago que ingirió sin demora. Ese líquido de color ámbar no ardía, pero se sentía más amargo que de costumbre. No era fácil de digerir la tortuosa idea de saber a su hijo en los brazos de su esposo y viceversa. Su mente volvía a ese primer día en donde los presentó, la reacción de Jungkook, de Jin, el nerviosismo de su esposo después de verlos. ¿Por qué todo parecía tan obvio ahora?

¿Qué tan lejos habían llegado?

La botella de la cual se había vuelto a servir terminó impactando con la pared. Su cabeza dolía, su pecho igual. Su hijo venía a sus pensamientos, Taehyung no se quedaba atrás. Por primera vez en muchos años, Jeon Dogun no sabía cómo proceder.

+++

— ¿Está todo bien? — Jung Hoseok se sentía incómodo. Si bien no había nada fuera de lo común, se sintió un poco incómodo cuando el personal de seguridad los acompañó hasta el automóvil de Jungkook. — Siguen detrás de nosotros.

En el momento en que comenzaron a ser seguidos, su inquietud aumentó. No era la primera vez que ocurría, pero siempre sucedía cuando ellos iban a un evento o actividad de importancia.

— No te preocupes por eso, no es nada serio. — Afincando su mano en el volante, Jungkook miró por el retrovisor y luego fijó su mirada en el pelirrojo. — Creo que deberías saberlo, no quiero que estés envuelto en esto, pero sin querer lo has estado desde el comienzo.

— ¿Qué sucede?

— Mi padre se enteró de lo nuestro, es decir, de lo ocurrido entre Taehyung y yo. No sé con exactitud cuánto sabe, las fotografías que me mostró son viejas, pero él es una persona que nunca revela todas sus cartas. Además, va a querer llegar al fondo de esto sin importar qué, por lo cual es probable que hable contigo o incluso te investigue. Eres el mejor amigo de Taehyung, eres su confidente y quien ha estado con él desde el comienzo. Así como yo fui hacia ti en busca de ayuda, mi padre hará lo mismo.

— ¡Oh por Dios! — Exclamó Hoseok tapándose fugazmente la boca mientras se hundía más en su asiento y miraba por la ventana. — ¿Por qué tiene hombres siguiéndote?

— Tal vez para que no vaya hacia Taehyung o porque desea temporalmente vigilar mis pasos. No sé lo que esté pasando por su mente en estos momentos. Si viene hacia ti, puedes decirle todo lo que sabes, no mientas por Taehyung y mucho menos por mí. Nosotros nos metimos en este enredo y no es justo que debas pagar por ello. Puedes decirle a mi padre lo que desees, pero mi consejo es que no le mientas.

— ¿Crees que él venga a buscarme?

— Es muy orgulloso para ello, no estoy del todo seguro porque se trata de una situación bastante diferente, no sé cómo vaya a reaccionar, pero no creo que venga a hablar contigo directamente. No obstante, podría invitarte a la casa en estos días y en una comida o plática aparentemente trivial te puede hacer preguntas con respecto a fechas y situaciones que seguramente ni el propio Taehyung recuerda bien. Notará las incongruencias en tus palabras porque todo lo que te pregunte ya estará previamente investigado. Evita encontrarlo y si puedes tomarte unos días libres fuera de Corea del Sur sería mucho mejor.

— ¿Tengo que huir? — Hoseok estaba comenzando a asustarse, la forma en la cual Jungkook hablaba, los hombres siguiéndolos, la tez pálida de Jungkook y la evidente preocupación de Jungkook, todo hacía que él se preocupase más.

— ¿Por qué tendrías que huir si tú realmente no has hecho nada malo? Puedes quedarte, pero pienso que si no estás durante el tiempo en el cual las aguas estén alborotadas, te salpicará mucho menos este desastre. Yo organizaré todo para que parezca que te vas por trabajo, podrás inspirarte para tus próximas coreografías y hacer cualquier tipo de actividad para tu disfrute o superación profesional mientras estás fuera. La empresa correrá con todos los gastos.

— Jungkook, yo no creo que todo eso sea necesario.

Se sentía incómodo con una situación en donde él no tuvo una participación activa. ¿O sí? Quería rebatir las palabras de Jungkook, pero no sabía muy bien qué decir, además, al mirarlo y ver la genuina preocupación por su persona, todo lo que hizo fue asentir.

¿Cómo Taehyung podía tener a un hombre así a su lado y no mandarlo todo a la mierda? No es que dejara de ser él, vivir su vida y luchar por sus sueños, ¿pero por qué seguir viviendo una vida que no lo mantiene pleno cuando tenía a sus pies a alguien que también le gustaba?

— Una vez que te deje en tu apartamento hablaré con Somi, ella se encargará de todo y se contactará contigo esta noche o mañana al amanecer. No apagues tu teléfono, pero tampoco respondas cualquier llamada, menos si es de Taehyung. Mi padre podría controlar sus llamadas y si dice algo más comprometedor que lo que ya mi padre sabe, todo empeorará. ¿De acuerdo?

Jungkook no recibió respuesta alguna, bastaba mirar de soslayo para notar la tensión del pelirrojo y por algún motivo, se sintió mal por él. Estirando su mano acarició la contraria, regalándole una sonrisa tranquilizante que le hizo suspirar.

— Nos veremos pronto. — Musitó cuando se estacionó frente al edificio en donde tantas veces llevó, recogió y se vio con Taehyung. ¿Él estaba bien? ¿Por qué siquiera le importaba eso en ese momento? — Buenas noches. — Se despidió acercándose al pelirrojo para posar un beso en su mejilla. — Llámame si sucede cualquier cosa, si no puedes dar conmigo, llama a Jin.

— Tu reacción es un poco exagerada, actuar como si tu padre te fuera a matar. — Ambos rieron, pero la tensión seguía presente. — De acuerdo, buenas noches y... — Dudó algunos segundos, no sabía si tenía el derecho o estaba en posición de pedir lo que rondaba su cabeza, mas de igual modo lo hizo. — ¿Podrías avisarme si todo está bien? Escríbeme antes de ir a la cama esta noche y mañana también. — Agregó mirando como el vehículo de aquellos hombres seguían a metros de ellos. — Me voy.

— Te escribiré, Hobi, buenas noches.

+++

— Tu padre se ha cubierto bien la espalda durante todos estos años, es difícil demostrar todo lo que quieres, Chanmi. — Seokjin apoyaba a su esposa, detestaba tanto a su suegro como lo hizo con su padre todos esos años e incluso peor porque de él jamás tuvo un trato cariñoso, no obtuvo una preocupación o un beso en su frente. Ese hombre, a diferencia de su padre, no tenía nada que le hiciera dudar. Sin embargo, acabar con él no era tan sencillo como Chungha deseaba. — Lleva demasiados años en posesión de esos activos, los ha usado e incluso multiplicado.

— Taehyung sigue siendo un arma que podemos utilizar para desacreditarlo. No fue solamente una aventura, toda su concepción dejaría muy mal parado a mi padre. Además, podremos comprobar que todo ese dinero que mi padre tiene es de mi difunta madre, él lo perdió absolutamente todo en los años que estuvo viciado con el juego. Aunque reconozca la paternidad de Taehyung, a él no le tocaría absolutamente nada de lo que mi madre creo. Podremos ser hermanos, pero no compartimos madre, no tenemos los mismos derechos.

— No puedes acaparar todo a la vez, deberás ceder en algo.

— Le podemos entregar a Taehyung lo que mi padre tenga a su nombre, no me interesa, pero no quiero que nadie toque lo de mi madre, no lo merecen. — Rodando levemente sus ojos, Seokjin asintió. — Por favor, cariño, ayúdame con eso.

— Eso estoy haciendo. —Afirmó mostrándole los papeles visibles en su escritorio.

— ¿Dónde está mi Yoonie? — Cambió de tema mientras servía una copa de vino para ambos. Se fue después de la cena en casa de tu padre y no ha llegado.

— No quiero hablar de eso. — La escueta respuesta levantaba las sospecha de una Chanmi que comenzaba a sonreír. — Ah, ¿fue a ver a su expareja?

— Su nombre es Namjoon y sí, fue a verlo.

— ¿Te molesta?

— No me molesta, solamente me siento un poco inquieto cada vez que se ven. Confío en Yoongi, sé que me ama, está aquí conmigo. Sin embargo, sé que Kim Namjoon significa mucho para él, todavía le gusta y lo quiere.

— Sé que con todas las experiencias que hemos vivido durante nuestra vida, comenzando por nuestros padres y terminado por nosotros mismos, nos pueden hacer creer que no existe una jodida persona fiel en este mundo. Estamos todo el tiempo esperando el engaño de otras personas, ya sean nuestros amigos, familiares o incluso con quienes trabajamos, pero no tiene un por qué ser siempre así. Yo confío en Min. — Musitó acercándose para sentarse en su regazo y peinar sus castaños cabellos.

— Ya te dije que yo también confío en él.

— Yo he estado pensando algo. — Agregó mordiéndose el labio, llevando sus brazos alrededor de su cuello para acercarlo y besarlo.

— Tus ideas casi nunca son de mi agrado.

— Lo sé, pero esta podría ayudarte. — Suspirando, Seokjin asintió, elevando su mirada para ver a su esposa. — ¿Por qué no abren la relación? — La estupefacción en el rostro del mayor le hizo reír con gusto. — Oppa, no pongas esa cara. Yo sé que nuestra situación es diferente, hay muchas cosas que nos separan a ti y a mí en cuanto a una relación sentimental de pareja. Nos queremos, podemos incluso pasar un buen momento en la cama, pero yo no soy lo que te llena o satisface. Yoongi ha logrado también hacerse un lugar después de... — Sus palabras se cortaron, no quería mencionar a Jungkook porque eso seguía siendo un asunto que ella no entendía o apoyaba del todo. — Quiero decir, podría funcionar, ya es eso, podrían abrir su relación.

— Yo no quiero que Yoongi esté follando con cuanta persona aparece, yo tampoco haré eso. A ti no te digo nada porque sé que lo nuestro es diferente, nuestra intimidad es diferente. Sin embargo, con Yoongi es...

— No hay necesidad de que se abra a todas las personas, podrías proponerlo solamente con Namjoon, incluso hasta tú podrías unirte.

— Namjoon tiene pareja, Chan, está felizmente enamorado de Jimin. Yoongi y él se separaron porque nos amaban.

— Hay personas con las cuales podemos casarnos, como tú y yo, quienes se aman de un modo profundo como lo hacen ustedes. Sexualmente, podrían querer disfrutar de otras cosas y no está mal.

— No, ve con tus locuras a otro lado. — Negó instándola a levantarse, pero ella simplemente elevó sus piernas y con dificultad rodeó su cuerpo.

— ¿Más locuras que las tuyas, Jeon? En estos momentos no estoy planteando que tengan una relación poliamorosa, es un término completamente diferente. Nosotros conocemos un poco a Jimin, a Namjoon, uno, a él no lo conocemos mucho, así que no puedo proponer mucho sin tenerlo en cuenta. Sin embargo, podrían seguir teniendo una relación íntima no monógama. Puedes otorgarle a Yoongi el permiso para estar con alguien más, ya si él lo quiere hacer o no, es cosa completamente suya.

— ¿Por qué haría yo eso?

— Ya lo estás haciendo de cierta forma cuando permiten que me involucre sexualmente con él. Hay muchos tipos de relaciones abiertas, eso deberían hablarlo ustedes. Pueden tener relaciones multitareas en la cual no se produce una relación sentimental o sexual entre todas las partes. Quizás una relación híbrida, tú puedes permanecer monógamo y Yoongi no. Incluso podrían ser swingers, piensa en todas las posibilidades.

— Estás exponiendo desde el morbo instalado en tu pecho, Chanmi. No pienso tomar en consideración lo que has planteado.

— Has conversado conmigo muchas veces sobre el hecho de que aunque Yoongi te ama y acepta todo lo que ocurre contigo, con nosotros incluso, parece extrañar a Namjoon. No quieres verlo así, quieres ofrecerle otras cosas y yo te estoy dando una idea con la cual, dialogando, todos ustedes pueden llegar a un entendimiento. No sé Namjoon, pero Jimin podría aceptarlo, Min jamás te lo propondrá, pero dudo que se niegue. ¿Por qué no lo hablas con Yoonie y dependiendo del resultado luego lo hablan entre los cuatro? Bueno, lo hablamos entre los cinco. — Le guiñó un ojo de manera divertida y Seokjin no pudo evitar rodar los ojos y moverla casi bruscamente de su cuerpo. — Piénsalo.

Esa fue una idea que pensó en el pasado, cuando Yoongi estaba con Namjoon y lo quería de vuelta realmente estuvo dispuesto a aceptarlo. Era demasiado ruin exigirle tanto cuando él no estaba en condiciones de ofrecerle todo lo que el menor necesitaba, cuando todavía seguía amando a su hermano del modo en que lo hacía. No obstante, ahora tenía a Yoongi para él, estaban en una relación, ¿por qué la abriría para que él estuviera con otros?

— Señor... — Unos golpes en la puerta de su despecho le hicieron reaccionar, tanto Chungha como él miraron en dirección del ama de llaves. — El señor Kim Taehyung está aquí y desea hablar con usted.

— ¿Taehyung? — Preguntó mirando a su esposa. ¿Él no se había ido de la cena diciendo que estaría en casa de Jimin? ¿Qué hacía en su casa a esas horas? — Hágalo pasar al recibidor y dígale que en un momento estaré con él.

— Yo iré a saludarlo y luego iré a ver a nuestra hija. — Seokjin asintió recogiendo los documentos, pensando en todas las posibilidades detrás de su presencia.

Cuando finalmente llego a su recibidor notó que no había nadie, Taehyung estaba cargando a su hija mientras conversaba con Chungha. Gracioso, el peligris que jugaba con su sobrina parecía más inocente y tierno de lo que Seokjin creía que él era.

— Iré a acostar a la niña. — Anunció Chanmi dándole un beso de despedida a su hermano. — A ver si vienes a hacerme la visita más seguido.

— Lo haré. — Levantó la mano a modo de promesa mientras las veía alejarse. — Buenas noches, Seokjin.

— Buenas noches, Taehyung, acompáñame a mi despacho.

— No creo que sea necesario, solamente vengo a hacerte una pregunta. — Con curiosidad, Seokjin permaneció en su sitio, colocando ambas manos en sus bolsillos para prestarle total atención. — Rectifico, dos preguntas. Comenzaré por la más sencilla. ¿Qué tienes que ver tú con la relación de Jungkook y Hoseok?

Seokjin lo miró por varios segundos sin hacer algo más que parpadear, pero luego comenzó a carcajearse mientras se sentaba en uno de los sillones.

— ¿Realmente piensas que yo tengo algo que ver con las decisiones de mi hermano? ¿Crees que Jungkook es tan manipulable? Porque si eso es así, no aprendiste nada de su persona en todos los años que llevas follándotelo. — Espetó con cierto desdén sin apartarle la mirada. — Si yo pudiese dictarle a mi hermano qué hacer y qué no, créeme que hubieses visto su polla únicamente en aquel primer fin de semana donde se conocieron. Lamentablemente, no tengo ese poder. Si mi hermanito finalmente abrió los ojos y se alejó de ti, felicidades por él. Hoseok es un partido mucho mejor, no puedo negar que me agrada como cuñado.

— ¿Te agrada como cuñado? No me hagas reír, te molesta todo aquel que se acerque a tu hermano porque estás patéticamente enamorado de un hombre que jamás podrás tener. — Con una sonrisa en su rostro, Seokjin asintió, no le respondió por mucho que los nudillos de sus manos se emblanquecieron.

— ¿Qué más quieres saber de mí, Taehyung? Deberías estar dándole calor a tu esposo y no perdiendo el tiempo conmigo.

— ¿Qué tienes que ver con Jung Hyunki? Sé que tienes algo que ver con ese hombre, incluso lo visitaste cuando estuvo preso y le diste dinero cuando salió de prisión. Lo debes conocer demasiado bien porque ese imbécil no para de llamarme y justo hace un rato volvió a hacer, pero esta vez me dijo algo curioso. Me preguntó qué tanto me habías contado y me exigió dinero para darme toda la información. Como comprenderás, no confío en el asesino de mi madre, así que por esta vez, vendré a ti para una respuesta. ¿Qué es eso que tú deberías contarme?

Seokjin lo observó detenidamente, intentaba descifrar si su padrastro estaba lanzando un farol o si Hyunki realmente había hablado con él. No lo dudaba, ese sujeto era una rata sedienta de dinero, pero sería absurdo mencionarle su nombre cuando podía ocurrir justamente eso, que Taehyung fuera directamente a él en busca de respuestas. Sería perder toda ventaja en su persona porque aunque él no le dijese nada, estaría al tanto de su intento de acercamiento y Seokjin no lo dejaría tranquilo después de eso.

— No sé por qué me da ligera impresión de que el tono utilizado en tus palabras ha sido uno amenazante. ¿Por alguna casualidad es eso lo que estás haciendo Kim? Porque déjame decirte que ese no es un movimiento apropiado de tu parte. — Musitó en un tono calma, sin mostrar la ligera preocupación instalada en su cabeza. — Para decirte, yo tengo muchísimas cosas, pero eso sería malgastar mi preciada saliva. Sin embargo, no tengo nada que deba contarte. — De cierta forma, era verdad, él no estaba obligado a revelarle ninguna información a ese hombre. — Te aconsejo que busques mejor tus fuentes... — Agregó poniéndose de pie para acercarse al peligris y agarrarlo firmemente por el cuello. — Ir en busca de pelea sin tener el armamento adecuado estúpido de tu parte. Deja de buscarme, porque el día en que me encuentres vas a maldecir la maldita hora en la cual la maldita puta que te parió te trajo a este mundo. Buenas noches.

Con un último apretón en su cuello, Seokjin liberó al menor de cuadrada sonrisa. Porque sí, a pesar de la situación, Taehyung sonrió desde ese momento hasta que estuvo sentado en su auto.

— No me dejaste opción imbécil, vas a ver qué tan armado estoy. — Contemplando su reflejo en el retrovisor, Taehyung encendió el motor y se puso en marcha.

Después de recibir esa llamada en donde Hyunki sí le pidió dinero, pero no mencionó a Seokjin, Taehyung le había dicho a Jimin que saldría por un momento. Por alguna razón estaba seguro de que su cuñado o mejor dicho, hijastro, manejaba una información que lo inmiscuía.

Ahora, lo más sensato era regresar al apartamento de Jimin, pero no poderse comunicar con Jungkook después del terrible espectáculo que dio llevando a Hoseok a la casa, lo tenía ansioso e incluso molesto. Regresó al edificio, pero el elevador subió varios pisos más. Quiso entrar al penthouse del peligro, no pudo hacerlo porque la clave de acceso había sido cambiada y tampoco respondió al timbre cuando llamó. Condujo hasta casa de Hoseok, pensó en subir y hablar con él, pero era mucho más importante conversar con Jungkook, ese imbécil tenía que darle una explicación. Ya el pelirrojo y él arreglarían cuentas más tarde.

Cuando comprobó que el auto de Jungkook no estaba estacionado allí, continuó su camino hasta la casa de ambos. Mientras conducía, Taehyung no se percató del vehículo que había estado siguiéndolo desde que abandonó el edificio de Jimin la primera vez. No supo que estaba siendo fotografiado y la idea ni siquiera le pasó por la cabeza. Lo único en lo cual pensaba era en encontrar a Jungkook. Ahí tampoco vio el coche, pero no era la primera vez que el menor iba allí en un taxi.

— ¡Jungkook! — Gritó en cuanto entró al lugar, se quitó los zapatos y sin perder el tiempo caminó por todo el lugar en su búsqueda. — ¡Bebé! — Como era de esperarse, no obtuvo respuesta, por mucho que dio vueltas por los mismos sitios, no encontró a Jungkook. Una última vez, Taehyung llamó a su teléfono, sus labios resecos no se humedecían ni con el continuo pasar de su lengua. — Contesta el puto teléfono, Kook.

Taehyung se sentó en el sofá, se dedicó a visitar todas las redes sociales y cuentas posibles que podían publicar algo relacionado con Jungkook, pero no hubo nada interesante o importante, ninguna pista que pudiera ayudarle a dar con él. Estaba frustrado, no quería pensar, no quería creer que aquello fuese cierto. Jungkook y Hoseok no podían estar en una relación porque era lo más absurdo. En qué momento pudieron haber desarrollado sentimientos para tener una relación si días atrás Jungkook y él se habían envuelto en un velo pasional como solamente ellos dos podían hacerlo.

Esa noche, Taehyung no pudo cerrar sus ojos ni siquiera cuando sea cobijó en el lado de la cama que Jungkook solía utilizar. Su almohada mantenía un tenue aroma que lentamente se desvanecía, todavía el lugar olía a ellos, no había rastro de nadie más. Estaba seguro de que todo eso era un tonto teatro, pero eso no le bastó para conciliar el sueño.

A la mañana siguiente vio dos llamadas de su esposo y un mensaje en donde le preguntaba por su paradero. No obstante, Taehyung no le respondió, ya lo vería más tarde y le explicaría el motivo para no responderle. Sin embargo, volvió a llamar a Jungkook y, para su sorpresa, el menor respondió.

— ¿Por qué recién me contestas? — Preguntó ocultando la emoción de su voz. — ¿Cómo estás? Necesito verte, hay algo muy importante que debo decirte. ¿Dónde estás?

— Estoy ocupado en estos momentos, Taehyung. — Contestó la voz al otro lado del teléfono. Definitivamente, no le agradaba cuando el menor utilizaba ese tono, pero, por esta vez, lo dejaría pasar.

— Necesito que hagas tiempo para mí. ¿Puedes ir esta noche al apartamento de Seokjin?

— ¿A su apartamento?

— Sí, su piso de soltero. Él y yo tenemos algo que decirte.

— De acuerdo, estaré ahí, envíame un mensaje con la hora exacta. Ahora sí, tengo que colgar, estoy ocupado.

— Bebé, te quiero. — Habló, pero no obtuvo respuesta. — ¿Kook? — No se había equivocado, el menor ya había terminado la llamada.

¡Hola hola! Nos vemos nuevamente y esta vez ni siquiera pasó una semana desde la última actualización. Espero que se encuentren bien y hayan podido disfrutar el capítulo, que no les pareciera demasiado aburrido. Recuerden que no puedo darles una fecha exacta de mis prósimas actulizaciones, todo depende de mi tiempo, salud e incluso inspiración sin contar otros factores externos. De igual forma, intentaré no tardar demasiado.

LORED

Pd: Hace unos días me han hecho una entrevista, fue un gesto muy bonito así que compartí el enlace en mi perfil para que puedan darle amor al vídeo. 🥺

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro