Superhumanos X

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Todos vuelven a reunirse en los baldíos con prisas, tan pronto como llegan los Herrera, todos miran a Marcos con preocupación.

—De acuerdo, Amelia está aquí desde hace tres días y ni ella ni su copia malvada se han aparecido, lo cual, si me permiten decirlo, no es buena señal —apunta Marcos con evidente estrés.

—Mikel, Zoé, Úrsula —llama Irán haciendo que los aludidos volteen —Díganme por favor que encontraron algo.

—Algo así —responde Mikel.

—Desarrolla —ordena Marcos.

—Encontramos registros que hablan sobre lo realmente poco que se sabe sobre los Superhumanos, actualmente, están registradas dos… razas por llamarlos de alguna forma —explica Zoé.

—La primera son los Superhumanos Meta, que son aquellos que simplemente son cucarachas humanas, como diría mi padre —complementa Úrsula guiñandole un ojo a Elías —La segunda son los Superhumanos Gamma, ustedes.

—De acuerdo, ¿y qué más? —pregunta Irán.

—Según una crónica que encontramos sobre el experimento, esas variedades fueron creadas después de descubrir el potencial que tenían los primeros Superhumanos, nombrados Superhumanos X —informa Mikel —Estos Superhumanos tenían la característica de poseer cualidades mentales que los volvían superiores al humano promedio, pero también más crueles; además tenían acceso a todas las habilidades sobrehumanas existentes.

—Osea, eran dioses crueles los mamones, en pocas palabras —exclama Elías, Mikel lo apunta.

—Captó la idea —afirma Mikel —La buena noticia es que, salvo esa crónica, no hay ninguna investigación que pruebe que estos Superhumanos existan.

—¿Y la mala? —pregunta Marcos.

—Que tampoco hay alguna que demuestre que no lo hacen —admite el mayor bajando la cabeza.

—¿Eso quiere decir que puede que nos estemos enfrentando a un Superhumano X y lo vamos a enfrentar en blanco? —inquiere Omali.

—Así es.

—Digo, esto no tiene nada que ver con lo que estamos haciendo pero hay algo que no entiendo —interviene Irán —Lógicamente, se crean a los Superhumanos Meta para preservar a la especie humana y garantizar que no van a ser ellos mismos quienes extingan a la especie humana, ¿y nosotros para qué?

—Porque el genoma de los Superhumanos X ya existía y como tal, no era extinguible —detalla Mikel —Se necesitaba un tipo de Superhumano que fuera capaz de contener a los Superhumanos X y que al mismo tiempo pudiera ser contenido por la sociedad promedio, y así nacimos los Superhumanos Gamma.

—Pero, habemos dos tipos de Superhumanos Gamma —apunta Xitlali con el ceño fruncido —¿Por qué?

—Porque por extensión del gen, por cada generación de Superhumanos solo existen dos del tipo X —contesta Zoé —El más fuerte, que es el que lleva el genoma original es contenido por los Superhumanos del aquelarre, aquellos que se presentan en mayor cantidad, tienen habilidades más poderosas y por lo tanto, condiciones mentales más graves.

—El Superhumano X, que nace con una dosis rebajada es contenido por los Superhumanos del infinito, menor cantidad, menor poder y salud mental en mejores condiciones —completa Úrsula —Y solo como comentario, se supone que deberían ser un reloj de arena, para así ser la mitad que los del aquelarre, no un infinito.

—Algún error debe haber ocurrido ahí —murmura Amélie sin darle mucha importancia.

—De acuerdo, entonces tenemos que vencer a un Mega Superhumano que no siente remordimiento por nada y a parte, tiene las capacidades de todos nosotros juntas —resume Elías con sarcasmo —Ah claro, y además buscar a la mujer que nos quiere decapitar.

—Irán, ¿tú qué opinas? —exclama Uriel —¿Ya hicimos lo suficiente como para considerar un suicidio colectivo?

El aludido exhala un suspiro de resignación, se queda quieto un momento antes de asentir con la cabeza, derrotado.

—¿Cómo que sí? —reclama Irene. —Se supone que tu trabajo es contradecir al pesimismo de Marcos.

—Nos enfrentamos a una mujer que nos supera en inteligencia, en habilidad, en fuerza y seguramente en planificación de la cuál no sabemos ni siquiera quién es —desarrolla Irán. —Lo único que tenemos es información inexacta, una idea muy vaga de lo que quiere y nosotros ni siquiera estamos completos; además tampoco tenemos dónde buscar y hemos perdido demasiado tiempo.

—Yo puedo ayudar con eso último —informa Omali haciendo que todos volteen a verlo.

—¿Cómo? —pregunta Marcos.

—Digamos que tal vez en estos días estube haciendo una pequeña investigación.

—¿No se suponía que estabas vigilando que nadie convirtiera a Marcos en Nick Casi Decapitado? —inquiere Elías, Omali solo sonríe de forma inocente.

—¡Omali! —reclaman Marcos e Irán.

—¡No he entrado a mi oficina en tres días porque se supone que me estás cuidando y ahora resulta que pudieron haberme asesinado frente a una camara y tú, ni por enterado! —regaña Marcos incrédulo.

—Sí te estaba vigilando, pero no con tanta atención como debería —aclara Omali.

—Si lo que tienes es bueno, fingiré que no me enteré de eso, ¿te parece? —propone Irán, Omali asiente. —Bien, ¿qué encontraste?

—Bueno, a ustedes se les ocurrió que podían rastrear el VitalTik de su hijo para encontrarlo, así mismo con Gyan, ¿no es cierto?

—Sí, y fracasamos, ambos estaban desactivados —repone Elías.

—Sí, pero se olvidaron de uno.

—Irina —murmura Marcos, Omali asiente sonriendo.

—Rastreé su reloj, seguía funcionando hasta hace cuatro días, justo el día en que Amelia llegó —informa Omali con una sonrisa. —Pude rastrearlo y tengo una ubicación, consideremos que tiene cuatro días, puede ser que ya no esté ahí o que la mujer no los tenga a todos en la misma ubicación, pero, es un comienzo.

—¡Omali, eres un genio! —celebra Marcos.

—¿Cómo fue que esa mujer fue tan estúpida cómo para no darse cuenta de que el reloj de Irina también podía ser un factor riesgoso? —cuestiona Zoraya incrédula. —Finalmente ella es la médico, no Karim.

—Pero Irina no usa su VitalTik como reloj, sino como tobillera —aclara Gyan. —Y muchos médicos actualmente sostienen que de hecho esos relojes no sirven de nada, como si no hubieran reducido la taza de mortalidad en un cincuenta por ciento.

—A esa imagen súmale que ella porta un reloj quirúrgico digital y que casualmente ese día no llevaba shorts como de costumbre sino pantalones acampanados —complementa Irán —Se juntó todo como para pasarlo por alto.

—Lo cual nos conviene —asegura Omali —Aunque seguramente la niña está en más riesgo después de que esa mujer haya encontrado su VitalTik.

—Ya nos encargamos de eso después —interviene Xitlali —¿Dónde estaba?

Omali saca su tablet de Ingeniero y la expande para mostrarla, proyecta un mapa de la ciudad y se dirige hacia los sectores del sur, hasta el límite de la ciudad.

—Justo, ahí —exclama señalando una casa que detiene el flujo de la avenida. —Está justo entre Hospital y Renacimiento.

—Entre el pasado y el presente —murmura Marcos, Omali asiente.

—Correcto, me dí el lujo de hackear las cámaras de las casas aledañas y seguir su rutina, sale todos los días en auto a horas distintas, pero si no vuelve a los treinta minutos, vuelve mínimo en dos horas, máximo en cuatro —detalla el hombre —Y… salió de casa hace veinte minutos. No es mucho, pero es un punto de partida.

—¡Brillante! —festeja Marcos —Bien, entonces, vamos a registrar esa casa.

—¿Cuál es el plan? —exclama Elías drotándose las manos.

—No hay plan, es una carrera contrarreloj y tenemos el tiempo encima —sentencia Marcos. —Elías, Uriel, ayudan.

—Claro —responden ambos, Marcos voltea a ver a la otra parte del grupo.

—Si esa mujer es tan poderosa como creemos, me parece que es mejor que me quede —declara Xitlali —Si se le ocurre atacarnos necesitaremos a alguien que de le pueda poner en igualdad de condiciones.

—Buena idea —afirma Marcos —Mikel, Irene…

—Plan de emergencia —exclama Mikel.

—Torre de telecomunicaciones —secunda Irene, Marcos asiente.

—Omali…

—¿Los acompaño?

—No, necesito que te quedes.

—¿Qué? ¿Por qué? —reclama Omali con evidente decepción.

—Necesito que mantengas vigiladas todas las cámaras y si puedes, trates de rastrear el lugar hacia donde va todo el tiempo —explica Marcos con una sonrisa compasiva. —¿Puedes hacerlo?

—Señor, sí señor —afirma Omali haciendo un bromista saludo militar, causando que Marcos ría un poco.

—Bien… Amélie —llama Marcos, la aludida se acerca a él —¿Puedes ser nuestro plan de escape?

—Por supuesto.

—Gracias —exhala Marcos antes de dar la vuelta y quedar de frente a su hermana.

—¿Necesitas mi ayuda? —pregunta Zoraya.

—No nos vendría mal tener una llave —afirma Marcos, Zoraya sonríe y asiente dando un paso al frente.

—Yo los acompaño —exclama Xander.

—¡No! —sentencian Marcos y Xitlali, el menor los ve con una mueca de convicción y seriedad.

—Xander, son tu padre y tu primo, y lo entiendo, pero también te han estado amenazando a ti —explica Marcos con empatía —No puedo darme el lujo de ponerte en riesgo, ¿está bien?

El menor asiente con tristeza, Marcos le pellizca una mejilla y se acerca al grupo de los que van a investigar.

—Pero nosotros sí vamos —sentencia Eliah acercándose junto a su hermana con los brazos cruzados sobre el pecho.

Elías y Uriel voltean a ver a Marcos, el castaño se encoge de hombros.

—Son sus hijos —apunta rehusando cualquier responsabilidad —Yo no los voy a cuidar.

—¿Por qué son tan tercos? —reclama Elías, Uriel lo mira con los ojos abiertos.

—Mira quien habla —apunta con cinismo. —Bien, pero se quedan cerca de nosotros.

—De acuerdo —acceden los mellizos Castillo.

—Bien, tenemos una casa que registrar —exclama Marcos con firmeza.

—Bomba —entona Elías con una risa, contagiando el reflejo.

—¡Bomba! —reponen todos los adultos antes de separarse.

Wuuuu se vienen cositas.

Pd: Díganme por favor que no soy el único que sigue viendo a Omali como si todavía fuera un niño de 17 años.

¿Qué les pareció el capítulo?
¿Creen que encuentren algo?
¿Será la casa correcta o será una trampa?
¿Los mellizos Castillo estarán a salvo?

Espero les guste.
Atte: Ale Bautista.

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