—Quisiera que fueras de alguna secta...—Soltó mientras avanzaba por la acera. Taehyung se dio la vuelta, dando un pequeño salto cuando notó que habían sido las pisadas de su vecino las que escuchó detrás suyo y no las de cualquier persona que podría haberlo estado siguiendo—, así me acogotas la gallina—Tae se dio vuelta brusco y se paró en medio del camino, cruzando sus brazos en su pecho y mirándolo con el ceño fruncido.

—Vecino—Murmuró con tono algo duro—, ¿por qué siempre dice esas cosas?—Jeongguk encogió sus hombros y se acercó a él, irguiendose un poco antes de tomar un mechón de cabello entre sus dedos y ponerlo detrás de la oreja del más bajo.

—Porque te ves muy lindo cuando no entiendes algo de lo que digo—El muchachito negó con la cabeza y se colocó al lado de Jeongguk que soltó un suspiro lleno de algunos sentimientos que quería dejar ir—. ¿Qué sucede, Tae? Hoy tu hermano no está esperándote—Dijo mientras miraba hacia la dirección en donde la casa de su vecino estaba.

—No quiero volver a casa—Una corriente de aire caliente pasó, volando parte del cabello con bucles de Tae—. Y le pedí a hyung que no me esperara porque si lo hacía comenzaría a correr en dirección contraria.

—Uh, eres una fiera cuando quieres—El muchacho puso sus ojos en banco—. ¿Quieres pasar un rato?—Señaló la puerta de su hogar y Tae lo pensó mucho mientras sus ojitos se enganchaban a los del más alto—. Tengo café frío y galletas que preparó la pareja de Yoongi.

—Bueno, está bien—Murmuró y fue el primero en ingresar. La casa podía denominarse como un desastre, había ropa de adulto y de bebé tirada en el suelo, podía ver los distintos juguetes y estaba seguro que había una pila de pañales sucios en una esquina—. ¿Puedes tener una gallina si tienes a una bebé recién nacida en tu hogar?—Jeongguk se tragó una carcajada.

—Siento el desastre que hay acá. Yoongi habrá salido y siempre tiende a probarse muchos atuendos antes de elegir el perfecto. Tuve turno doble y siempre soy quien se encarga de Myeong por las mañanas, habrá sido un problema encargarse de ella cuando no se puede dormir bien en la madrugada—Tomó algunas de las prendas que se encontraban esparcidas por el suelo para luego juntar los pañales sucios—. ¿Sabes? Algún día te diré qué significa todo lo que te digo, pero por el momento me gusta que reacciones a todo como si no conocieras nada.

—No es que no conozca, simplemente hay cosas que dices que se salen de mi rango de conocimiento.

Jeongguk lo observó en todo momento, la forma en la que su rostro cambiaba con distintas expresiones, en como sus ojos contaban todo y nada a la vez, la manera en la que sus facciones se ensombrecian un poco y el como sonreía chiquito. Su cuerpo estaba ligeramente encorvado cuando se sentó en el sofá, pero en ningún momento dejó esa pose de relajación y el como su rostro estaba en completa paz, como si estar en ese lugar que era un desastre le causara eso. Bostezó, en el momento que Jeon terminaba de preparar los cafés y colocaba el plato con galletas en el centro de la mesita de café que estaba en la sala.

— ¿Tienes sueño?—Preguntó el mayor, sentándose a un lado de él y ofreciéndole el vaso que lo tomó con mucho gusto—. ¿Has comido algo?

—Gracias—Dijo Tae mientras trataba de recordar la primera pregunta que su vecino había hecho. Estaba cansado y su cerebro por alguna razón se sentía demasiado adormilado—. Sí, no he dormido muy bien. Me pasé la mayor parte de la madrugada jugando a un juego que descargué. Comí una hamburguesa en el trabajo, pero no te preocupes porque no tengo hambre—Hizo una pausa tomando un trago del café y haciendo una mueca con sus labios demostrándole al otro (que lo miraba atentamente) que estaba delicioso—. ¿Tú? ¿Has dormido bien? ¿Comiste?

No, no he dormido por pensar en ti. Solo quería saber que estabas bien. Pero Jeongguk siempre callaba muchas cosas y las guardaba en su interior porque no quería generar confusión en Taehyung. Él simplemente se conformaba con cosas como esta, sentados ambos en un sofá y charlando de la forma que estaban haciéndolo. Jeongguk no quería arruinar nada. El momento era agradable y estaba seguro que ambos se sentían sumamente cómodos el uno con el otro.

—Tuve doble turno, no pude dormir mucho. Descansé unos quince minutos cuando un compañero me cubrió. Comí algo antes de venir—Tae frunció los labios y asintió con la cabeza mientras daba pequeños tragos al café, su mirada perdiéndose en la casa y observando las pequeñas cosas que estaban esparcidas en forma de decoración.

— ¿Qué piensas de los donceles?—Preguntó un tiempo después, dándole una tímida mirada. Jeongguk estiró su mano y acarició con suavidad sus mejillas.

— ¿Por qué? Vivo con uno.

—Pero que vivas con uno no me dice lo que piensas sobre ellos realmente.

—No mucho, en realidad. Estoy a favor por todo lo que piden y estoy en contra de las personas que hablan mal de ellos. Siento que todo lo que nos vinieron enseñando como sociedad acerca de los donceles es una mentira. Ellos son personas y que tengan la capacidad de poder llevar un embarazo como una mujer, no los hace unos anormales—Tae mordió su labio inferior mientras sus ojos brillaban con lágrimas retenidas, estaba descubriendo nuevas cosas y le dolía tanto la forma en la que su familia se lo había ocultado—. ¿Quieres dormir?—El menor asintió porque no podía hablar, creía romperse si intentaba hacerlo—. Deja que ordene mi habitación. Yoongi duerme en la suya junto a Jimin y la habitación de huéspedes la tomamos para hacer el cuarto de Myeong.

—No te preocupes, puedo dormir acá sin ningún drama.

— ¿Estás seguro? En serio puedo ordenar rápido, para que estés más cómodo—Negó chiquito mientras le suplicaba porque no lo hiciera, tal vez lo captó un tiempo después, pero se dio cuenta de algo, Taehyung no quería ver a su familia—. Bien, está bien. Tú duerme y yo seguiré ordenando la casa—Le alcanzó una almohada, la cual era en la que apoyaban a la bebé cuando Yoongi tenía que hacer algo, se aseguró que el aire acondicionado estaba encendido y mantendría la casa fresca. Cuando hizo el amague a levantarse del sofá, Tae negó con la cabeza y tomó su mano con fuerza.

—Y–Yo... ¿te puedes acostar conmigo? Solo hasta que me duerma—Jeongguk mordió su labio con fuerza, pero no pudo resistirse a esos ojos brillantes y el pequeño puchero que se formaba en sus labios.

Jeongguk se puso nervioso mientras lo miraba, pero asintió con la cabeza mientras veía como Tae se acomodaba en el sofá, todo esto sin haber soltado su mano y cuando lo hizo, se dio cuenta que tal vez recostarse a su lado no haría que los sentimientos que quería soltar se irían porque maldición... Era Kim Taehyung y él tenía tanto miedo a dañarlo. Pero lo hizo, ambos se acostaron mirándose frente a frente mientras los ojitos pesados del menos se cerraban de a poco y Gguk juró ver como una lágrima se deslizaba de su ojo izquierdo antes de que él también cayera dormido.

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—No hagas mucho ruido. Gguk tuvo doble turno y puede que esté durmiendo—Dijo Yoongi mientras ingresaba a su hogar, moviéndose directamente a la cocina y esperando que Jimin se acomodara, y, recostara a su hija que venía durmiendo.

—Sí, claro. Está descansando bastante bien—Dijo el muchacho mientras miraba hacia el sofá, observando la forma en la que Jeongguk y Taehyung estaban durmiendo. Ambos estaban de cucharita, el menor siendo la pequeña mientras que Jeon tenía una de sus manos apretando la gruesa piel del muslo del otro.

— ¿Qué?—Preguntó Yoongi sin entender muy bien mientras masticaba una fresa que había tomado del refrigerador—. Oh—Dijo cuando vio la posición y forma en la que su mejor amigo, y vecino, estaban durmiendo.

Myeong se removió en brazos de Jimin y este se alejó para tratar de calmarla un poco. Era hora de su biberón después de la siesta y a pesar de que Yoongi deseaba alimentarla solo había funcionado las primeras dos semanas. Era normal que los donceles solo pudieran amamantar un corto período de tiempo y siempre variaba con todos, algunos amamantaban más de dos semanas y otros no llegaban a una semana entera. Pero todos experimentaban la misma sensación, la forma en la que vínculo de padre gestante e hijo comenzaba a formarse era espléndida e inexplicable, no podían poner en palabras la forma en que empezaban a sentirse, era como un cosquilleo que explotaba con fuerza y se repartía por cada célula que lo conformaban.

Un tiempo después Tae estaba sosteniendo a la bebé en brazos mientras avergonzado trataba de no mirar tanto a Jeongguk que hacía todo lo posible para no cruzar miradas con Jimin y mucho menos con Yoongi. Los habían encontrado durmiendo en una posición algo extraña y Gguk se preguntó a sí mismo en qué momento él se había aferrado al suave muslo de Taehyung, apretandolo con suavidad, pero sosteniendolo con un agarre fuerte a la vez y él se había quejado cuando tuvo que separarse del menor sin poder seguir sintiendo el aroma a cereza que desprendía el cabello del otro y que parecía relajarlo mucho más.

— ¿Te gustan los bebés, Tae?—Preguntó Yoongi mientras en su regazo tenía un tazón lleno de fresas.

—No tengo mucho contacto con bebés, pero sí me gustan. Aunque sé que es una responsabilidad muy grande y no sé si estoy seguro de traer a otro ser humano si no soy lo suficientemente responsable conmigo mismo—Yoongi mordió su labio inferior y Jimin frunció el ceño, captando algunas cosas a las que tal vez Jeongguk debería haber prestado atención.

Ambos seguían sentados uno al lado del otro con unos centímetros de separación y Jimin notó que esa manera en la que estaban parecía ser un lindo cuadro para recordar. Parecían ser una pequeña familia que recién comenzaba con Tae hablándole a Gguk bajito mientras le mostraba a Myeong quien dormía plácidamente en brazos del muchacho.

— ¿No crees que es muy linda?—Preguntó el menor mientras se acomodaba un poco para tomar mejor en brazos a la bebé.

—Lo es—Dijo Jeongguk sonriendo chiquito antes de pasar una de sus manos muy suavemente por la cabeza de Myeong—. Tiene mucho pelo—Murmuró.

—Y es muy blanca. Igual que Yoongi hyung—Susurró y se dio cuenta de la forma en la que la distancia se había roto, el como su corazón latía como loco en su pecho y la manera en la que su boca se secaba cada vez que sus ojos se cruzaban con los contrarios—. Y–Yo... creo que ya debería irme.

— ¿No te quedarás a cenar?—Esta vez fue Jimin el que interrumpió y Yoongi lo miró con sus cejas levantadas mientras arrugaba su nariz un poco. ¿Qué es lo que su lindo novio estaba intentando hacer?—. Cocinaremos con Yoon y ustedes pueden encargarse de ir a comprar el postre.

—Hum... no lo sé. No quiero que tengan problemas por culpa de mis padres.

— ¿Es así?—Yoongi le pegó un codazo en el costado izquierdo a Jimin para que cerrara su boca.

—Sí, son... bastantes estrictos con algunas cosas—Dijo Jeongguk antes de encoger sus hombros—. A su madre y su hermano no les caigo bien, si saben que estuvo acá y yo también ellos se van a molestar. Y la señora Kim me da miedo.

— ¿El sábado harás algo?—Yoon no entendía el cómo Jimin se adelantaba tanto para hablar.

—Hum... no.

—Entonces iremos con Yoon a pedirle permiso a tus padres y le diremos que Jeongguk no estará esa noche.

—Bien—Y la sonrisa que estiró sus labios hizo que Jeongguk se sonrojara y bajara la mirada para ocultar como sus belfos se habían curvado.

Tae entregó a Myeong a Yoongi mientras le comentaba a este lo hermosa que ella era, Jeongguk se levantó detrás de él y alegó que lo acompañaría hasta el porche.

— ¿Por qué has hecho eso?—Preguntó Yoon mientras golpeaba el brazo de Jimin.

—Ellos se gustan. Jeongguk es medio idiota, no ha llegado a captar muchas cosas que yo he captado en menos de cinco minutos. Y Taehyung tiene miedo, eso es seguro.

—Odio que sepas leer a las personas tan bien.

Taehyung jugó con sus manos entre sí mientras se aseguraba que nadie estaba parado en el porche de su casa, fijó sus ojos en Jeongguk y antes de que él se diera cuenta, dejó un muy corto beso en sus labios antes de soltar una pequeña risa y correr lejos del muchacho, hacia su hogar.

Taehyung por alguna razón quería darle bebés a Jeongguk.

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Inocencia no es más que algo para mí y amo la forma en la que está quedando.

Espero que les guste♡