Capitulo 21

¡Silencio! Se oyó un grito de Margaret por irritación por causa de que los jóvenes no sabían escuchar.

Tenían que permanecer en silencio, no podían empezar a susurrarse cosas como lo hicieron o gritarse cosas. Todos enseguida se callaron y algunos tenían los rostros asustados, el anuncio no había sido lo que esperaban.

—No sabemos como ha pasado, lo único que sabemos es que encontraron a un estudiante completamente muerto, y de una forma desagradable. Se llamaba Damien Dallas.

Ellison trago saliva y en ese momento tenia la mente en blanco.

—Por eso hemos suspendido todas las clases del día de hoy —Hizo una pausa y trataba de mirar a los jóvenes que estaban allí parados para explicarles como pueda esta situación tan cruda —Hoy no tendrán clases, pero pasaran todo el día en su habitación, solamente saldrán cuando les toque comer y al único lugar que pueden salir a la tarde es la biblioteca por si necesitan hacer tarea —Levanto la voz para que todos la escucharan.

Ellison observo a sus amigos y vio que Novalee estaba mordiendo sus uñas cuando oía a la profesora explicando lo que había ocurrido.

—Esta noche, a las 22:00 horas va a ser el velatorio del joven estudiante, tienen que asistir todos es obligatorio —Trago saliva— Lleven ropa negra por favor, y el que no asiste estará castigado.

En ese momento Fletcher y Dennison estaban en la sala uno al lado del otro con un susto impresionante. Justamente ellos sabían bien como había muerto ese chico, porque habían estado con él esa misma noche.

No sabían qué hacer en ese momento... Podían ir a correr a los profesores y explicarles todo lo que había sucedido pero tenían miedo de que sospechen que ellos hayan sido los causantes de la muerte del chico.

Ambos se miraron con susto y sus mentes estaban atrapadas en algo que ellos no conocían acompañado de un tremendo nudo en la garganta y un dolor severo en la boca del estomago.

—Mañana todas las actividad serán normales— Continuo —Si hoy vemos a alumnos paseando por algún lado que no sea la biblioteca, serán castigados severamente— Hubo un momento de silencio hasta que siguió hablando —Ya hemos avisado a los padres del estudiante fallecido y vendrán esta noche.

Algunos seguían hablándose en voz baja por lo que había anunciado y detrás de Margaret estaban los demás profesores con rostros demasiados serios.

—El último anuncio y ya pueden marcharse, en estos días no hemos visto a una estudiante llamada April Stone, no ha ido más a clase, sus amigas no la han visto y no se encuentra nunca en su habitación... Si la han visto por favor avisen porque está desaparecida— Hizo silencio unos segundos haber si habían visto a la estudiante pero como nadie contesto se decidió seguir hablando — Pueden retirarse.

Se escucho un montón de quejas, y un montón de voces en el salón de los jóvenes, mientras que Ellison observo a los profesores que se juntaron todos para hablar de cosas que ellos nada más sabían.

¿Qué es lo que está pasando aquí? Pensó y se pregunto.

Ni siquiera fueron capaces de dar alguna explicación de la muerte de Damien.

— ¡Vieron lo que ha pasado! —Chloe dijo asombrada.

—Encima hay una chica desaparecida —Novalee mordió su labio inferior.

Los dos chicos se acercaron al grupo de las gemelas y de Ellison.

—Se me ha ocurrido una idea —Kenly sonrió levemente.

— ¿Qué sugieres? —Pregunto Chloe.

—Podríamos buscar a la chica desaparecida.

— ¿Quieres hacerte el héroe? —Novalee Largo una carcajada.

—No yo se lo pedí —Sam dijo seriamente interrumpiendo la conversación entre Novalee y Kenly.

— ¿Por qué? —Pregunto confundida por la petición del joven.

—Bueno la buscare yo solo, si ustedes no quieren—Propuso Sam, sin pensar.

Mientras que Ellison buscaba con la mirada haber si hallaba donde se encontraba Sunny con su junta, para ver si ya les había dicho lo que tenía que decirles o se decidió a esperar unos días más antes de decirlo.

—Te ayudaremos —Golpeo amistosamente el hombro de Sam

— ¿O no Ellison? —Pregunto Chloe porque lo veía muy distraido.

Ellison ni siquiera sabía de lo que estaban hablando... Había estado tan concentrado mirando haber donde estaba Sunny...

— ¿Perdón, que? —Se acerco a Chloe y la miro tristemente para pedirle unas disculpas por no haber escuchado —Hay mucho ruido.

Después de que le dijo eso, noto que Adam había agarrado el micrófono para hablar porque todos los jóvenes seguían en la sala principal.

— ¡Váyanse a sus habitaciones! —Adam grito.

Chloe agarro de la mano a Ellison y con su otra mano agarro a su hermana y los llevaba a la salida, mientras les decía a los dos chicos que vengan con ellos.

Todo era un desorden porque todos querían salir al mismo tiempo. Entre empujones, pisadas, golpes, el grupo de amigos de Ellison pudieron salir de la sala.

Cuando salieron hablaron un poco de la búsqueda que iban a realizar de la chica desaparecida. Quedaron que hoy a las cuatro de la tarde se reunirían en la biblioteca para hablar sobre ello.

—Nos vemos esta tarde chicos—Dijo la gemela Chloe.

—No olviden que es en la biblioteca así hablamos de la chica que está desaparecida.

Las gemelas anunciaron antes de irse.

Ellison solamente asintió y saludo con su mano a sus cuatro amigos. Pero en su mente solo estaba la muerte de ese chico.

Había que volver a sus habitaciones si no querían estar castigados y mantenerse ahí casi todo el día. El internado era muy estúpido en algunas reglas porque no era necesario mandar a todos los chicos a las habitaciones sin poder salir, como si eso evitara algo.

Fletcher y Dennison no podían creer lo que habían oído... El mas afectado era Dennison que creía que todo lo que había visto era una imaginación de él y su amigo...

Pero la verdad estaba muy equivocado, porque había sido real. Antes de que se alejaran de la sala principal tras el anuncio tétrico que había dado la señorita Margaret, Dennison tomo del brazo a su compañero.

—Debemos decirlo...— Clavo su vista en Fletcher —Todo lo que vimos, que mataron cruelmente a ese pobre chico y nosotros no pudimos hacer nada.

—Baja la voz— Susurro.

— ¿Por qué? — Levanto la voz.

—No nos convendría decir eso, nos tomarían por sospechosos...— Miro hacia todos lados para ver si alguien estaba escuchando, pero todos estaban hablando sin mirarlos, mientras se dirigían a sus habitaciones.

—Pero les podrían servir para...

Interrumpe.

—Ya está muerto.

Se quedaron unos segundos en silencio sin decir nada.

—No lo puedo creer que pienses de esa manera—Dennison negó con la cabeza —Hay que hacer justicia por su muerte, no hay que dejarlo todo así...

—Entiendo lo que quieres hacer...

—No parece.

Se quedaron unos segundos parados, pensando la respuesta que iban a dar cada uno.

—Tenemos que hablarlo...— Fletcher lo agarro del brazo y lo llevaba a su habitación para poder hablar mejor del tema y quedar en algo que los dos estén seguros de hacerlo.

Fletcher no quería que lo diga, porque las sospechas irían todas hacia ellos dos, porque no iban a creer nada de esa "cosa" y de todo lo paranormal que había visto ese día.

Dennison quería decirlo, para que encuentren más rápido al asesino que había hecho semejante cosa... Además tenía miedo.

Se fueron al cuarto a hablar de ese tema, que ambos dos no coincidían.

Por otro lado Sam había tratado de despedir a los chicos lo más antes posible para poder pensar en ciertas cosas... Y lo había logrado ahora estaba en los pasillos caminando, solo. Todavía no quería encerrarse en su cuarto, quería caminar para pensar en la chica desaparecida...

Hace unos cuantos días que había pasado ese incidente tan raro en el que se enfrento, entonces se le vino en la mente que la joven desaparecida podía ser esa chica de esa misma noche. Recordó las palabras de Margaret: "Encontramos a un joven muerto y de una forma desagradable". Sam había visto morir a esa chica de una forma cruel, aunque pensaba que todo se lo había imaginado, estas noticias lo hacían dudar.

Estos días que habían pasado, no había olvidado lo de esa noche, pero trataba de pensar en otras cosas, pero ahora volvió a invadirle todo esos pensamientos desagradables, otra vez y se asusto.

Cuando estaba caminando encontró en el medio del pasillo a... No recordaba su nombre, pero era la chica que lo había ayudado a encontrar la cafetería. Darlene.

Estaba caminando lentamente, y solo se veía su largo pelo ondulado castaño.

Sam corrió hacia ella.

— ¡Oye! —Grito para que lo esperara y ella enseguida se dio vueltas con una sonrisa en su rostro.

Llevaba una larga pollera negra, con un suéter violeta y unos zapatos negros. El pelo suelto, y se veía muy tranquila.

—Hola.

Lo interrumpe con "un saludo de la mano".

—Lo siento mucho por no acordarme tu nombre, ¿Darlene?—Sonrió con nervios mientras ella tenía clavada su vista en el.

—Si, no hay ningún problema, luego vas a ver que no vas a poder olvidarte más mi nombre —Sonrió.

Otra vez a Sam le dio un leve escalofrió al escuchar su voz que era demasiado extraña, y comenzó a sentir un poco de frio.

—En el buen sentido—La joven agrego.

Sam asintió.

— ¿Has estado bien? —Sam interrumpió todo el momento incomodo anterior.

—Si... —Trago saliva— ¿Tu? No te he visto.

—No salgo mucho, pero estoy bien.

—Me di cuenta.

Darlene se quedo mirándolo fijamente, lo que al joven le hacía dar un escalofrió muy grande.

— ¿Te enteraste? —Pregunto para que no quedaran en silencio.

—No es la primera muerte que hay en este internado.

—Esto es horrible —Dijo con nervios porque aun seguía asustado.

—Estoy acostumbrada —Con un tono tranquilizador.

—Yo no me acostumbraría de las muertes de unas personas, que suerte.

Un silencio los invadió y la joven puso el rostro muy serio.

— ¿Conoces a la chica desaparecida? —Sam le pregunto con una esperanza de que la conociera porque ella estaba desde hace más tiempo que él y quizás iban al mismo curso.

—No —Se quedo unos segundos en silencio— ¿Era tu amiga? —Pregunto curiosamente.

—No...

— ¿Entonces? —Levanto una ceja.

Entonces fue ahí cuando pensó en contarle que algo en el internado no iba bien... Que pensaba que esa chica estaba en problemas o que estaba muerta, una de esas opciones estaba en su mente y que estaba asustado porque nunca le había pasado algo como esto.

— ¿Quieres buscarla? —Interrumpió sus pensamientos.

Parecía que le había adivinado los pensamientos... Pensaba que él tenía que ser el responsable de buscarla porque estuvo esa noche con ella... Esa noche que no se la olvidaba con nada y que solamente lo sabía el mismo.

— ¿Cómo sabes? —Trago saliva porque además estaba con esa chica tan extraña.

—Lo dices en tú mirada...además estas asustado y deseperado por encontrar a esa jovencita.

Se quedaron unos segundos pensando y Sam descubría que esa chica era demasiado escalofriante, con razón siempre andaba sola, no era fácil entablar una amistad con ella, pero a la vez parecía buena.

El joven no supo que decir.

—Te ayudare a buscarla.

— ¿Si? —Sam pregunto confundido.

—Soy buena buscando de seguro para unas horas ya la encontré— Le entrego una sonrisa.

—Espero que este bien.

— ¿Por qué estas tan preocupado por ella? —Clavo la vista en los ojos del joven que estaba un poco nervioso.

—Siento que soy un poco el responsable de lo que le paso a esa chica... —Trago saliva y se acerco un poco a ella —Creo que vi su muerte.

Darlene se tapo la boca impresionada.

—Júrame que no le dirás a nadie—Sam le pidió.

Se quedaron un rato mirándose a los ojos, hasta que la joven logro mirarle los labios y sonreír.

—Lo juro.

—Lo juraste acuérdate— La señalo jugando.

—Tú también debes jurarme algo —Le dijo.

El joven la miro con extrañeza y no entendía que era lo que le iba a tener que jurar...

— ¿Yo? —Levanto una ceja— ¿Qué?

—Bueno, supongo que recuerdas que te dije que te iba a ayudar a buscar esa chica —Lo miro para que le diera una respuesta y Sam asintió —Bueno vas a tener que jurarme que no le dirás a nadie que yo voy a ayudar con la búsqueda.

Unos segundos en silencio.

— ¿Por qué? —Pregunto.

—Porque no quiero que nadie se entere porque soy buena buscando y bueno es una larga historia —Sonrió.

—Esta bien.

— ¿Lo juras?

—Lo juro.

Ellison caminaba y pensaba en lo que podía haber pasado con ese pobre joven que encontraron muerto, y que además a la noche tenía que ir a un decepcionante velorio donde estarían los familiares llorando todo el tiempo y el solamente estaría triste por toda la situación. Además se iba a sentir incomodo porque creía que era un momento intimo para la familia, y el no tendría que hacer nada allí, pero no quería estar castigado y sabia que el internado lo mandaba obligadamente.

También pensaba en la joven que había desaparecido y le dio curiosidad saber que le había pasado. Lo primero que pensó fue que seguro que se había escapado, y dijo en su mente que era muy inteligente. Últimamente Ellison estaba pensando en que quería salir de ese lugar tan horrible, y que quería ser libre una vez en su vida, sin tener que nadie le esté diciendo lo que tenga que hacer, sin que nadie lo siguiera, sin que nadie que nadie le haga daño, solamente él.

Caminaba en los pasillos del internado y ya pensaba en el día que saldría de allí... Sería tan feliz ese día, pero sabía que no faltaba poco para que se cumpla eso lamentablemente. Además, sabía que no tendría a donde ir, pero no le importaba.

Cuando entro a la habitación porque todos tendrían que permanecer encerrados allí hasta el almuerzo, encontró a Sunny mirando por la ventana.

— ¿Sunny? — Sonrió.

La joven lo miro inmediatamente y le devolvió una sonrisa leve.

—Que bueno que has venido.

Ellison asintió y cerró la puerta.

— ¿Viste lo que ha pasado? — Dijo un poco asombrada por la muerte de un joven que se había encontrado en el internado, un joven como ellos.

—No me lo esperaba —Mordió su labio inferior.

—Esta noche es su velatorio... —Sunny hizo una pausa — ¿Tienes ropa negra? —Pregunto interrumpiendo todo un tema serio.

—No.

—Tienes que llevar ropa negra para el velorio.

—Ah —Dio un suspiro y se dejo caer en la cama... La verdad en estos momentos no le importaba no tener ropa negra, solo quería descansar un poco.

—Puedo prestarte.

Ellison inmediatamente se sentó en la cama y dirigió su vista hacia ella, finalmente levanto una ceja.

— ¿Con ropa de mujer voy a ir vestido?

—No me mires así— Rio —Si tengo, mi ropa es casi toda negra, para mi es el único color que existe y hay ropa que no se diferencia que si es de mujer o hombre.

—Pero no usamos el mismo talle— Aclaro.

—Si lo sé, te quedare inmensa ya que eres mucho más flaco que yo, y además estas en bajo peso porque no comes nada —Clavo la mirada en el.

Ellison trato de no mirarla porque no quería perderse en su mirada como siempre lo hacia así que le saco la mirada para que no se encontrara con la de Sunny.

—No empieces con eso —Ellison sonrió.

—Es la verdad —Dio un suspiro —Pero te presto cinturón y ya.

—Esta bien, pero antes puedo ver la ropa para comprobar si es verdad lo que me dices... Entonces sería buena idea.

Sunny se paro y comenzó a buscar donde tenía sus cosas para encontrar un par de ropa negra para Ellison.

Unos minutos después encontró la ropa necesaria para que su nuevo amigo se ponga en el velorio y no haga el ridículo.

—Aquí hay un cinturón porque vas a necesitarlo...

—Esta bien —Se sonrojo porque le daba vergüenza que le tenga que estar prestando ropa que no tenía.

Ellison podía tener muchas cosas con todo lo que trabajaba antes de ingresar ahí. Pero recordó que cada vez que llegaba de su casa, su padre lo acorralaba en la pared, lo agarraba del brazo fuertemente y le hacía doler demasiado, gritándole:

¡Dame todo lo que ganaste!

Recordaba su voz y sus gritos retumbaban sus oídos. Entonces Ellison le tenía que dar todo lo que había ganado y no podía quedarse ni con una moneda.

Todo para que se lo gastara en alcohol, y nada más que en alcohol.

— ¿Tienes poca ropa, no? —Sunny levanto una ceja.

Ellison la miro con tristeza porque acababa de recordar las peores partes de su vida dolorosa y cruel.

— ¿Se nota? — Pregunto.

—Es que no tener ropa negra, es tener poca ropa— Luego rio amistosamente y le entrego en la mano la ropa que había escogido.

Era una remera de mangas largas negra. Y unos jeans negros. Tenía razón. No parecía de mujer.

—Gracias.

Hubo un momento de silencio y Sunny se sentó en su cama.

— ¿Qué paso con Ramona? —Ellison pregunto.

—No le he dicho nada —Negó con la cabeza.

—Que siga así, hasta ahora... —Trago saliva —Creo que no es todavía el momento necesario para que le digas que no quieres ser su amiga.

Ambos dos se entregaron una sonrisa. En ese momento Sunny, sintió una punzada en el corazón y se dio cuenta que Ellison era muy importante para ella, y que jamás volvería a tratarlo como antes, es mas ahora sentía muchas ganas de protegerlo... porque era mas débil incluso que hasta ella.

Unas horas después fueron a almorzar y el internado se veía triste. Sunny por su lado con Ramona y sus amigos Y Ellison por su lado con sus cuatro amigos.

Todo estaba tranquilo e incluso para almorzar, antes la cafetería era ruidosa, ahora estaba normal. Después el resto de la tarde Ellison se la paso durmiendo la siesta, hasta había perdido la charla con sus amigos en la biblioteca. Hasta que se hizo tarde.

Todo el salón donde se haría el velorio estaba llenándose por todos los jóvenes del internado. Los padres del Damien Dallas estaban llorando y no se separaban del ataúd del joven ni por un segundo.

Estaban al lado de los profesores que estaban muy serios, y que todavía no podían asimilar lo que había pasado. Aun no habían respuestas de la chica que había desaparecido y eso también los tenia preocupado.

También estaba el nuevo director del internado junto a los padres tratando de consolarlos, pero no había forma de hacerlo, porque estaban destrozados.

Ellison se había puesto la ropa que Sunny le había dado. Era toda negra, lo que le hacía recorrer un escalofrió grande por todo su cuerpo... Se tuvo que poner si o si el cinturón para no estar cada tanto levantando el pantalón. Se miro en el espejo que había e hizo una mueca porque no le gustaba como le quedaba eso... No era su estilo y nunca en su vida lo había usado.

Vaqueros negros, con una remera negra.

—Te ves muy bien... —Sunny lo miro —Era lo más pasable que tenia, después tengo ropa que no es para un velorio y que si se no nota que es de mujer.

—Así no mas... —Trago saliva —Si es para ir a algo que es deprimente, no para un desfile de modas.

—Esta bien— Se acerco al joven y apoyo sus manos en sus hombros —Te queda mejor este look —Susurro cerca de su oído e hizo que a Ellison le lata fuerte el corazón y se estremezca al sentir las manos y el perfume de la chica —Tienes buen cuerpo, aunque te haría falta un poco de nutrientes para subir unos kilos demás —Se alejo.

A Sunny le impresiono ver a Ellison con esa ropa ajustada que era de ella. Siempre lo veía con ropa vieja, fea, que le quedaba bastante grande y no dejaba ver nada su cuerpo y no le resaltaba nada... solo se veían trapos viejos.

Igualmente los jeans que le había dado le quedaban un poco sueltos lo que era muy difícil porque casi siempre quedaban al cuerpo.

Mientras Ellison trataba de acomodarse un poco la ropa, Sunny dirigía la mirada a casi todo el cuerpo del joven sin que se dé cuenta.

— ¿Vamos? —Pregunto un poco avergonzado.

—Claro— La joven le entrego una sonrisa —Te ves muy bien.

—Gracias, pero no lo creo.

—No seas acomplejado... —Hizo una pausa— ¡Vamos!

Lo agarro de la mano para poder ir al velorio, pero a Ellison le resultaba muy extraño que la chica le tomara la mano así que los nervios volvieron, mordió su labio inferior y se quedo callado. Cerraron la habitación y caminaron, mientras que Ellison sentía una incomodes porque seguían tomados de la mano como si fueran "novios".

—Sunny... te ves muy bonita.

La joven dirigio la mirada a el y le sonrio.

—Perdon, por no decirlo... pero estas bonita.

—Ya, gracias.

La joven se habia peinado el cabello y lo tenia mas ordenado. Sus ojos estaban delineados y su camisa negra ajustada a su cuerpo.

Se quedaron unos segundos en silencio e incomodos.

—Que decepcionante... Mira a donde nos tenemos que dirigir a un velorio de un estudiante que asesinaron en este lugar deprimente.

Ellison estaba mirando sus manos unidas... Le gustaba verlas, pero le daba un poco de miedo toda esa situación con Sunny... El nunca había estado tan cerca de alguien, ni tampoco había sentido cosas tan fuertes por alguien... Todo esto le daba miedo.

— ¿Te molesta esto? —Le señalo las dos manos.

—Es raro.

—Lo sé —Asintió —Por eso lo hago.

Y Ellison empezó a creer que no entendía a Sunny... No sabía porque hacia todo eso, pero quería descubrirlo que pasaba, porque él ya sabía que quería más que una amistad, pero no sabía bien si Sunny quería lo mismo, porque a veces tenia comportamientos raros y lo hacía dudar.

—No te preocupes que cuando lleguemos voy a soltarte.

Ellison no tuvo palabras.

Cuando llegaron Sunny cumplió y soltó su mano, para que nadie pensara algo raro de ellos dos y no empiecen con sus bromas pesadas.

Ya había demasiadas personas y por allá estaban los profesores y los familiares del joven que había fallecido.

Todos estaban vestidos con ropas negras, ninguno se veía con nada blanco y por suerte Ellison había aceptado la ropa que le había dado su nueva amiga.

En el medio estaba un cura con un libro en sus manos y el cajón cerrado del chico que había muerto. No podían tener el ataúd abierto ya que lo habían matado de una forma muy cruel y permanecía cerrado. El cuerpo no estaba en condiciones para que lo vieran las personas, algunas se desmayarían si lograban verlo.

Eso era lo más horrible de todo, que no había muerto de una forma común si no de una forma tan desagradable que era peor para los padres.

—Ahora estaré contigo y no me iré con Ramona— Dirigió la vista hacia sus "supuestos amigos" que estaban conversando entre ellos y vestidos de negro.

A Ellison le daba escalofrió ver a Romana y compañía, tan solo mirarlos le venía un rechazo y se felicitaba por haber elegido a Chloe y Novalee.

— ¿No te molestan mis amigos? —Pregunto Ellison.

—No, espero yo no molestarles...

Kenly y Sam no podrían creer que Ellison se juntara con esa persona que le había hecho muchas cosas malas. Lo de la cafetería y lo de gimnasia... Fueron unas de las que le había hecho.

—Tu, te peleaste con dos de ellos— Ellison mordió su labio inferior.

Sunny lo miro unos segundos y sonrió por lo que acababa de decir, mientras pensaba lo que podía responder lo que había dicho.

—Les pediré perdón— Hizo una pausa y miro hacia todos lados— ¿Dónde están tus amigos? —Pregunto y levanto una ceja.

—Crees que ¿te perdonaran?

— ¿Por qué no? —Rio.

Ellison levanto la vista y vio a las dos gemelas juntas con rostros serios, y vestidas de negro. Llevaban unos vestidos negros. Al lado vio a Kenly y Sam que también estaban vestidos de negros.

Con los dos jóvenes, Sunny había tenido más de una pelea, entonces a Ellison le vino el miedo. Que sus amigos no la aceptaran como él quería, que la echaran y que Sunny se aleje otra vez de él, eso era lo peor que podía pasarle.

También creía que estaban por empezar un velatorio de un chico que había muerto y no había tiempo para ponerse a discutir y a pensar en ese tipo de cosas.

—No coincide que empieces a pedir perdón ahora porque ya no vas a hacer callar porque debemos hacerlo...

Ellison hablo.

Sunny ya estaba yendo con los cuatro amigos de Ellison, y lo dejo con la palabras en la boca. Mientras que los profesores estaban terminando de organizar todo para empezar ya lo que debían.

— ¡Hola! —Les dijo a las dos gemelas y a los jóvenes que estaban esperando a que comience todo.

Sam y Kenly la fulminaron con la mirada y luego intercambiaron las miradas.

Chloe y Novalee la miraron con extrañeza y no supieron que decir.

Detrás de Sunny estaba Ellison. Se sentía un ambiente de tensión en todos los chicos, lo que no era bueno.

—Te está haciendo daño ¿No? —Kenly agarro a Ellison del brazo y lo alejo.

Ellison negó con la cabeza.

—No, ahora somos amigos —Sonrió la joven.

— Encima hace bromas de mal gusto—Sam negó con la cabeza —Lárgate si no quieres que llame a los profesores y le diga que estas molestando.

Las dos gemelas, se unieron a los dos chicos y tomaron a Ellison del brazo para protegerlo porque pensaban que lo había estado molestando como siempre lo hacía.

—Pobre Elli, es tan mala que lo molesta todo el tiempo— Sam les dijo a las gemelas que asintieron y miraron de mala manera a Sunny que estaba parada delante de ellos con los brazos cruzados.

—Esperen un segundo, lo que dice Sunny es verdad...

Los amigos le dirigieron la vista a Ellison impresionados por lo que acababa de decir. Le empezaron a venir los nervios, y mordió su labio inferior.

— ¿Qué paso, te amenazo? —Kenly pregunto con preocupación

— ¿Qué?

—Para que digieras que ahora es tu amigo.

—No, nada de eso.

Margaret se acerco a ellos, para decirles que se callaran porque ya empezaba el velorio y tendrían que permanecer callados.

Se los dijo de mala manera y guardaron silencio para no estar castigados. Ellison se molesto en ese momento por la actitud de los profesores, se quedo con las ganas de haber terminado la explicación a sus amigos.

Sunny quedo al lado de Ellison y los amigos también... Por suerte, no empezaron a discutir porque tenían miedo de que los profesores los castigaran.

Empezó el momento en que el cura comenzó a dedicarle las palabras para el pobre joven que había fallecido.

Algunos estudiantes estaban bostezando, otros estaban escuchando lo que decía el hombre, otros estaban pensando en otras cosas y otros estaban asustados.

La madre del joven no paraba de llorar, y su padre de estar muy triste mientras consolaba a su esposa.

Ellison pensaba de qué Dios se llevaba a las personas que no debía. Quizás ese chico quería vivir, tenía unos padres que lo querían, una familia inmensa ¿Y ahora? Todos estaban sufriendo por su muerte... en cambio el, que no tenía a nadie y que nadie se iba a lamentar si el muriera, seguía vivo pensaba.

Todos estaban en completo silencio, los profesores estaban escuchando atentamente lo que decía el cura... Y Ellison estaba seguro de que todos lamentaban la muerte del chico, pero lamentablemente no se podía volver el tiempo atrás e impedirlo, lo que ya había pasado había pasado.

Ellison podía notar que Sunny tenía su mirada clavada en el, pero cada tanto miraba hacia otro lugar, pero luego volvía a mirarlo. Le gustaba que justo Sunny lo mirara tanto pero a la vez le ponía nervioso.

El cajón de Damien permanecía cerrado.

En el salón solo se sentía la voz del señor que estaba leyendo para el joven que había fallecido y el llanto de algunas personas como su madre, sus hermanos, y más.

Todo estaba tan silencioso, tan triste, tan interminable. Era siempre lo que se podía ver en un velorio...