—¿Por qué no tengo mamá?

Yoongi parpadeó confundido cuando la luz del semáforo cambió a verde y él solo podía mirar a su pequeña hija en su asiento.

Sus ojos pequeños y rasgados, iguales a los de él, lo vieron con una inocencia intrigante y curiosa, como cuando suele preguntar lo que sucederá al final de una película porque dice que es mejor saber cómo terminará. Su cabello estaba recogido en una impecable coleta alta que ha podido perfeccionar con el pasar de sus siete años de vida mientras sus labios, aquellos labios que solo le recordaban a una persona, se mantenían en un puchero a la espera de una respuesta.

Y salió de su ensoñación cuando el auto detrás de él tocó el claxon para que avanzara.

—¿Por qué preguntas eso?

—Lo vi en clases — ella dijo, con su voz quedita mientras veía las luces de la gran ciudad despierta arropada por la noche —. Las familias tienen una mamá y un papá, los hijos son el producto de los dos cuando hay mucho amor en casa.

—A veces, YeongJa. Una familia puede ser de muchas maneras.

—¿Cómo cuáles?

—Como la nuestra — optó por mantenerse sereno mientras apuraba el paso para llegar a casa y tener esta conversación en un ambiente más familiar —. Hay familias muy pequeñas como la nuestra o muy grandes como los vecinos Woo, ¿recuerdas? Ellos tenían cinco hijos.

—Pero los hijos tenían una mamá y un papá.

Yoongi suspiró.

—Tengo que hacer un árbol genelógico, pero no lo hice aún porque quería que me ayudaras.

—Claro, mi amor, te ayudaré en tu árbol genealógico.

—Gene... Genalógico. Genealógico.

—¿Ya sabes cómo quieres decorarlo? — la pequeña asintió, la verdad, tenía muy buenas ideas —. ¿Necesitamos comprar materiales?

—Creo que en casa hay. Quiero hacerlo de fomix.

—Está bien, de fomix será.

Ese día, no pasó mucho en el viaje a casa. Un camino de veinte minutos que YeongJa debía de presenciar de lunes a viernes, después de que su padre salga de su trabajo y vaya a recogerla a su guardería y la salude con un beso en su cabeza y un abrazo que le indican sin palabras lo mucho que la extrañó al igual que ella a él.

—Nuestro árbol será muy chiquito.

Después de cenar, padre e hija se encontraban en la mesa de trabajo de la menor, con fomix alrededor, pegamento y un par de tijeras de papel a su disposición.

—Es difícil de explicar, corazón — el pelinegro sobó la cabeza de la infante como una caricia tierna y silenciosa —. Existen muchos tipos de familias. Unas tienen un papá y una mamá, otras solo tienen un papá o una mamá, hay dos papás y dos mamás... Incluso, hay familias donde no hay hijos; sin embargo, eso no significa que no sean familias que se aman mucho. La familia te ama y amas a tu familia, así como yo te amo a ti y tú me amas a mí.

—Entonces... no hay nada de malo que no tenga mamá, ¿verdad?

—Por supuesto que no. No quiero compartirte con nadie más.

La niña rio cuando su padre se acercó a darle sonoros besos en sus mejillas y sus manos tocaron sus costillas.

—Y lo más importante — dijo el mayor, cuando las risas cesaron y pudo tomar el marcador para escribir en el arbolito ya recortado de fomix frente a ellos —. Tú puedes decidir quién es tu familia.

—¿De verdad?

—Sip. Todos deben ganarse el puesto de ser parte de tu familia.

La pequeña asintió y vio a su padre escribir, sonrió cuando se dio cuenta que su árbol genealógico estaba listo ya.

Min YoonGi y Min YeongJa.

Su pequeña familia.