Juguemos

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Stella:

Las pisadas estaban más cerca , a mí lado se escondía un pequeño cuerpo temblando de miedo .

Decidí salir.

Sus manos tomaron mi cabello.

El primer golpe sonó como un estruendo por toda la casa.

Miré.

Vi unos pequeños ojos mirándome desde la puerta del armario.

Suspiré.

Me quedé paralizada , ya ni siquiera luchaba contra ello. Mi mente se desviaba y viajaba a una realidad paralela. Una realidad en la que era feliz, sonreía.

Una realidad en la que no tenía que huir de mi propio padre.

*****

Había una vez una pequeña niña que le gustaba mucho los cuentos de hadas. Soñaba con ser una gran princesa y ser amada por todos , tener un hermoso castillo y un príncipe que la amara. Esa niña era tan feliz que esa felicidad alimentaba a cada persona de la que se rodeaba .
Un día la niña salió a caminar por el bosque y se encontró un lobo solitario, le aterraba acercarse a el , pues el lobo infundía temor , pero aún así lo hizo. El lobo se acercó a la niña con la intención de asustarla, siempre era lo mismo, todos le huían .
Pero la niña solo se acercaba cada vez más, era como si no le temiese.
El lobo se sorprendió al ver aquello, era la primera vez que alguien se acercaba a el .
La niña acarició al lobo y por primera vez , el lobo supo lo que era el calor de alguien .
Se sintió tan reconfortante que el lobo decidió cuidar de la niña.
Todos los días se encontraban en el bosque, jugaban , corrían , se divertían .
Un día la niña le preguntó al lobo : ¿ Crees que algún día encuentre a mí príncipe?, el lobo se quedó pensativo por un momento: Creo que los príncipes no valen la pena, los príncipes solo aparentan ser personas perfectas , cuando sólo son seres mediocres rellenando vacíos . Los villanos pequeña, los villanos son capaces de dar su vida por las personas que aman , no les importa lo que el resto del mundo piense , sólo existen el y esa persona..
La cara de la niña estaba cubierta de lágrimas: Has destruido mi sueño, no quiero verte nunca más .
El lobo se entristeció, y por primera vez en su vida lágrimas cayeron de sus ojos al ver a la niña marcharse.

Tal vez , le hubiese dicho lo que ella necesitaba escuchar , no sólo lo verdaderamente valioso , esa niña era el único motivo de su felicidad, lo había destruido, intentando imaginar que esa pequeña algún día llegaría a amarlo tanto como el la amaba.
Para ese lobo , los finales felices nunca existieron, siempre fueron estafas creadas por otras personas para vender un amor de mentira, pero por primera vez sintió que el amor existía .
La niña nunca más volvió a ese bosque, y el lobo quedó muerto sin esperanzas .

Mila escuchaba con atención, sus ojitos brillaban y una muñeca de cansancio se adueñaba de su rostro.

Siempre le gustaba que le contara mis historias. No siempre tenían un final feliz, pero de todas maneras ella comprendía que no siempre todo se puede tener.

-Stella, yo quiero ser una princesa.-suspiró.

Mi mirada se posó en su manito mientras frotaba sus ojos .

- Pero ya eres una princesa.

Su rostro se arrugó por el bostezo.

-Yo quiero ser una princesa, pero no quiero un príncipe -se detuvo en seco, midiendo bien sus palabras - quiero un lobo.

Siempre decía que Mila era diferente a las demás niñas ,no solo por como nos habíamos criado, sino porque simplemente ella entendía . Podía adaptarse a cualquier ambiente, no juzgaba, y sobre todo me cuidaba como si tomásemos el rol diferente, ella la hermana mayor y yo era la pequeña.

****

Maximiliano se encontraba frente al restaurante, seguramente esperando a Federico. Me detuve un momento para admirarlo, realmente era demasiado guapo y no sabía siquiera hasta que punto eso era peligroso.
Aunque daba igual, el no se fijaría en mi , es algo imposible.
Quién se fijaría en alguien rota como yo , alguien vacía .

Maximiliano:

La vi de lejos caminar hacia mi , era muy guapa está chica.

Déesse<diosa>, pensé .

Ese cabello color fuego , sus pecas esparcidas por todo su rostro, el tonto flequillo que siempre se apartaba de su cara , y esos ojos , eran lo más impresionante, esa mezcla de colores indescifrable. No podría decir con exactitud, pero eran entre verde y azul.

Me recordaban al mar.

Mi refugio por tanto tiempo.

La vi acercarse, un poco temerosa . Siempre lucía como si temiera de algo , o de alguien .

- Hola- su voz tímida me hizo sonreír.

- Hola Mer. <Mar>

Sus ojos ahora algo curiosos me miraron .

Mierda, había dicho eso en voz alta , ni siquiera me di cuenta.

- ¿Que significa?- sus ojitos atrapados por el flequillo me miraban fijamente .
No pude contenerme .

Acerque mi mano a su rostro y lo aparte con cuidado, ahora sí podía ver su mirada perfectamente.

Sentí sus músculos contraerse, y juraría que un cierto temblor se apoderó de ella.

- Averigualo chica torpe.

Dicho esto recogí la chaqueta que había dejado caer cuando aparte su flequillo.

Federico venía caminando hacia nosotros con su peculiar sonrisa.
Él me agradaba , sabía verdaderamente el significado de cocinar, y por lo que había podido observar Stella también.

Pero estaba asustada, y yo quería saber el porqué.

****

Las miradas se desviaban cuando pasaba , todas las chicas del local me miraban sin un poco de disimulo. Por razones como está me alegraba trabajar dentro de la cocina y no como camarero.

Cuando pase al lado de Stella pude notar como se retorcía , algo le dolía estaba seguro , pero ella permanecía con una cara neutral que a simple vista era indescifrable.

- Te pasa algo Mer.

Vale , lo admito. Sentía cierto gusto llamándola así por varias razones.
Primero me encantaba el poder hablar francés, pero sobre todo me fascinaba ver cómo Stella se quedaba lela escuchándome , sin entender.

Me miró confundida y se enderezó rápidamente.

Ay chica tonta .

- No me pasa nada .

Esa actitud a la defensiva solo me decía una cosa, está chica era o muy valiente o muy tonta .

Creo que un poco de las dos .

- Se que algo te duele - la mire de forma calmada - o me dices que te pasa o monto un espectáculo diciendo que tienes cólicos.

Abrió sus ojos tan grandes que me causó mucha gracia. Tuve que contenerme para no empezar a reír ahí mismo .

Stella comenzó a caminar en dirección al baño, la seguí casi corriendo hasta llegar a la puerta .

- Ya déjame en paz.- miraba hacia todos lados buscando alguna escapatoria.

- Solo si me dices que te pasa- levanté mi mano hasta cortar su paso por la puerta .- estaré aquí hasta que me digas . Por lo que has notado no me rindo fácilmente así que

Me quedé en silencio, todos mis sentidos se pusieron en alerta y yo simplemente tragué saliva .
No se si por el abdomen descubierto en el cuerpo de Stella o por los hematomas que allí yacían.

Mientras más veía a esta chica más curiosidad sentía. Y lo peor de todo es que estaba incumpliendo con la primera regla.

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