(Una semana después)

— ¡Ahg! — exclamé terminado de tomar mi quinta copa de licor de una para volver a servirme otra

— Jungkook, para... — dijo Hoseok intentando quitarme la botella

— Déjame — dije empujándolo para servirme otra copa

— Pero Jungkook, mira como estás, debes de parar, tu estado es deplorable — dijo de nuevo queriendo quitarme la botella

— ¡DIJE QUE ME DEJES! — grité tirándole la copa en la cara — ¡ESCUCHA LO QUE TU REY DICE MALDITA SEA!, ¡DEBES DE OBEDECERME! — grité golpeando la mesa

— Jungkook, Dios mío, ¿Pero qué está pasando?, Hoseok... ¿Pero qué pasó?. Hermano pido una explicación, dime qué pasó — exigió mi hermana

— Pasa que tu cara me asquea mucho — dije poniéndome de pie para salir del castillo con la botella de licor en mi mano

— ¡Para! — exclamó mi hermana poniéndose en frente mío — ¡No puedes salir en ese estado! —

— ¡SAL DE MI CAMINO! — grité tirándola al suelo

— ¡JUNGKOOK! —

Estaba molesto, no había visto a ese omega, yo había ido a ese lugar cada maldito día a primera hora para ver a ese maldito omega, pero nunca llegaba, se estaba burlando de mí, de un rey, del rey de la tierra que pisa, se estaba burlando de mí, maldita sea.

— Maldito idiota, maldito... — dije para tomar de la botella una gran cantidad de licor mientras estaba en el puente

Tomé y tomé hasta ver como el sol se ocultaba, ese maldito no vendría de nuevo. Con dificultad empecé a caminar, sintiendo como todo a mi alrededor daba vueltas, llevaba bebiendo desde que desperté, no había comido absolutamente nada.

Sin dejar que alguien me ayudara me fui a mi alcoba y me eché en mi cama, esto era horrible, el clima, tan frío, era horrible.

— Jungkook, pero mira como estás... — escuché la voz de mi hermana cerca mío — eres tan terco, eso te hace tan atractivo — sentí unas manos delgadas y heladas en mi pecho — eres tan... —

— Ya basta — dije apartando sus manos de mí — lárgate de mi alcoba — dije sentándome, viendo como tenía solo una sabana cubriéndola

— Pensé que estabas durmiendo — dijo poniéndose encima mío mientras sonreía — quería verte un poco más, pero ahora que estás despierto es mucho mejor — dijo bajando la sabana

— Para — dije impidiendo que muestra algo desagradable — muévete o te tiraré de la cama — amenacé, pero parecía a ella divertirle ya que pasó sus dedos fríos por mi cuello

— Me encanta que me trates así, con tanta rudeza, sé que me deseas, sé que eres un alfa lleno de deseos pecaminosos, y yo los puedo cumplir todos  — dijo mordiéndose el labio mientras me miraba fijamente

— Sí, soy un alfa lleno de deseos pecaminosos — dije poniendo mis manos en mi cintura

— Sí... —

— Pero... —

— ¿Pero? —

— Te dije muévete o te tiraré de la cama... y no te moviste — dije aventándola de la cama

— ¡A-ah!... ¡Jungkook! — exclamó haciendo una mueca de dolor

— No te quejes, te advertí — dije poniéndome de pie

— ¿A-a dónde vas? —

— No te importa eso — dije saliendo de mi alcoba

— ¡JUNGKOOK ESPERA! —

Bajé las escaleras con rapidez, agarré otra botella y salí del castillo, escuché los gritos de Nayeon atrás mío, pero no me importó, subí a mi caballo y partí, no podía aguantar más. Todo el día había estado rondando por mi cabeza ese omega, quería verlo, algo en sus gestos, en su forma de hablar, en su forma de moverme, algo, o todo de él, me llamaba la atención, con solo verlo podía sentir algo dentro mío.

— Para... — dije dándome cuenta de que estaba en ese puente — lo voy a buscar — dije haciendo que el caballo empiece a avanzar

No sé que hora era con exactitud, pero la luna alumbraba con mucha fuerza todo a su alrededor, y estaba inmensa, era lo único hermoso del lugar.

— Lo único hermoso... — dije mirando a mi alrededor, buscando en algún lugar a ese omega — y ni siquiera sé su nombre... —

Estuve paseando por todo el pueblo, la gente me reverenciaba pero a mí poco me importaba eso, solo había pisado este sucio pueblo por una razón.

— ¡Hermano! — escuché una voz atrás mío

De una casa toda vieja y deteriorada vi salir a ese omega, parecía llamar a alguien, miraba y señalaba con insistencia a un lugar. Miré y de inmediato reconocí a la puerta que miraba, ese otro omega, fue ese que defendió al omega hermoso, su hermano.

— ¡Entra ahora mismo!, ¡Te he dicho que no salgas de casa para nada! — exclamó corriendo hacía él, empujándolo, pensaba acercárme pero pude ver como ese omega mayor me miró de reojo, creí que no me había visto

No me moví de ese lugar, por un rato no lo hice, luego tuve que hacerlo al notar como la gente me miraba, no pude ver a ese omega, pero bueno, al menos ya sé donde vive.

Al llegar al castillo no hablé con nadie, solo comí y me retiré, lo bueno fue que no vi a Nayeon de nuevo. Al día siguiente estuve ocupado y no fue hasta la tarde donde pude salir. Salí en mi caballo con destino al pueblo, pero antes de llegar escuché que todos los sirvientes del pueblo encargados del lavado se iban a juntar en el río, en la parte baja.

Sin pensarlo mucho me dirigí a ese lugar, recordando lo que dijo ese omega, tal vez lo encontraría ahí. Cuando llegué empecé a buscar a ese omega con la mirada, notando como solo su hermano estaba ahí. Iba a irme de nuevo frustrado pero antes de eso pude darme cuenta que en una esquina estaba él, seguí observando y vi como se acercó a su hermano, este lo regañó y de inmediato él empezó a alejarse, en ese momento lo seguí, con mi caballo logré acercarme mucho, pero no tanto, quería sorprenderlo. Bajé y me acerqué a él, jalándolo del brazo, noté como volteó con intenciones de apartarme, pero al ver que era yo quedó pasmado.

— Hola — dije sonriendo mientras lo soltaba

— Bu-buenos días, mi señor — dijo mirándome con miedo, reverenciando de inmediato, eso me sorprendió, al parecer ahora si sabe que soy el rey

— ¡Vuelve ahora mismo aquí niño malcriado! — escuché una voz atrás mío

— Mi-mi hermano — dijo con miedo — me-me tengo que ir... —

— Espera... —

Miré a un costado, viendo a ese omega mayor acercárse, sin pensarlo agarré a ese hermoso omega del brazo y lo jalé, adentrándonos al bosque.

— ¿Qué-qué pasa?, ¿Qué hace?, ¿Puede soltarme por favor? — preguntó mientras intentaba soltarse de mi agarre, pero yo solo lo sostenía más fuerte — ¿A dónde vamos, mi-i señor?, ¿Está molesto?, ¿Me va a matar?, ¿Quiere que le pida disculpas?, po-por favor respóndame, me da miedo la oscuridad y si no me deja gritaré, no me import... —

Lo callé, lo apegué a un árbol y lo besé porque sinceramente sus preguntas ya me estaban hartando. Movía mis labios pero él solo se quedó inmóvil, sentí sus manos en mi pecho, quería alejarme. Lo sostuve más fuerte, pasando mis manos por su cintura, bajando una de ellas hasta tocar su muslo con fuerza y subiendo con rapidez mi otra mano para sacarle la ropa, sentía tanto calor, su cuerpo se sentía bien pegado al mío.

— ¡YA DÉJEME! — me empujó y tiró una cachetada con tanta fuerza que resonó a nuestro alrededor

— Tú... — dije tocando mi mejilla, sintiendo como la sangre subía a mi cabeza de la ira, esto no lo iba a tolerar, claro que no

Continuará...

Por si no han leído mis antiguas historias o no recuerdan mucho de esto les voy a explicar. El celo, ya sea en alfas u omegas se presenta a los 16 años, es por ese motivo que Jungkook miró de forma extraña a Taehyung.

Eso es todo xd

Publico ahora porque no sé si más tarde pueda, me siento mal y quiero dormir 😪

Nos vemos 🌈