Jimin sonrió secándose el sudor de su frente mirando orgulloso su gran trabajo.

Yo simplemente suspiré cayendo rendido al suelo, pero inmediatamente mi mejor amigo me dio una pequeña patada indicando que debía ir a arreglarme.

—Oh vamos, Minie, déjame descansar un poco—él negó y tomo una escoba obligándome a ponerme de pie.

—¿Ya llamaste al príncipe azul?—Cuestiono Jimin mientras se deshacía del pañuelo en su cabeza.

—Todavía no— Hable mientras me quitaba la camisa, Jimin soltó un silbido haciéndome rodar los ojos mientras me sonrojaba.

—Ni cuando eras mujer estabas tan buena como ahora—Claramente le mire ofendido y avergonzado soltándole un golpe por idiota.

—Cuando era mujer mi cuerpo era perfecto—Me queje incapaz de seguir quitándome la ropa frente a Jimin.

Creo que cuando era Jumsoon era un poco más desvergonzada.

Muchas veces ella había estado desnuda frente a su mejor amigo y no sentía vergüenza, al menos no tanta como yo ahora.

—No hay nada que no haya visto—Él se encogió de hombros recordándome que el día  de la transformación me había visto desnudo.

Fruncí el ceño y mandé a Jimin fuera de mi vista para poder seguir con mis planes iniciales.

Luego de una ducha y una crisis existencial de nuevo por lo de la ropa, llame a Taehyung, quien claramente acepto la invitación con gusto.

—¿Por qué sigues aquí?— Me queje al ver a Jimin aun en el sofá, él me miro y se encogió de hombros

—¿En serio quieres estar solo? Te conozco lo suficiente como para saber que si me voy harás algo tonto antes de que llegue Taehyung—Hablo él mirándome fijamente.

Ciertamente tenía razón, seguramente si me quedaba solo terminaría arruinando todo antes de la llegada de Taehyung.

Pasaron unos cuantos minutos cuando el timbre sonó y mire a Jimin sintiendo el pánico invadirme, mi mejor amigo sonrió y me dio un abrazo deseándome suerte y diciéndome que todo estaría bien.

Jimin salió por la puerta de atrás no sin antes apagar las luces y las pequeñas lámparas con forma de estrellas y corazones se encendieron al instante, las luces eran tenues pero era suficiente.

Seque el sudor de mis manos en mis Jeans y fui a abrir mientras inhalaba con fuerza tratando de controlar mis nervios.

Taehyung me sonrió y aquello fue suficiente para saber que todo estaría bien. 

—Tú hiciste esto—Pregunto en tono sorprendido al ver el lugar, ciertamente se veía increíble, Jimin siempre tenía buenas ideas. 

—Minie me ayudo—Hable encogiéndome de hombros, Taehyung me miro y asintió volviendo a mirar a su alrededor, parecía que realmente le agradaba.

—Te ves muy lindo—Susurro en cuanto su vista volvió a mí, me sonroje y sonreí con timidez.

—Yo... tengo algo que decirte—Susurre, Taehyung me miro con atención esperando a que continuara, oh dios.

Siento mi muerte cerca.

Mis manos comenzaron a sudar de nuevo y mi corazón latió rápidamente mientras trataba de controlar el pánico que se había apoderado de mi otra vez.

Así que no dije más y tome a Taehyung por el cuello de la camisa para acercar su rostro al mío y besarlo.

Él me devolvió el beso con gusto sujetándome por la cintura y pegándome más a su cuerpo.

Jadee en respuesta aferrándome a su ropa intentando estar más cerca de lo posible y Taehyung me apretó contra él con mucha más fuerza haciéndome sentir más débil.

—¿Qué querías decirme?—Pregunto en cuanto sus labios se separaron de los míos.

Su respiración estaba entrecortada y su voz era ronca, aquello envió una corriente en mi ser que fue a parar en mi parte intima logrando avergonzarme.

—Yo...—Mi voz tembló señal de mi nerviosismo y aclare mi garganta para seguramente mirarlo a los ojos y continuar hablando—Sé que no nos conocemos lo suficiente, pero tú sabes que me gustas, y mucho.

Taehyung sonrió ante eso y me robo otro beso solo que esta vez fue más corto así que seguí.

—También sé que dije que me gustaría ir lento, pero contigo es imposible, me estás volviéndome adicto a tus besos y... Me gustaría que... Tú y yo...—Me interrumpió volviendo a besarme.

—Eres tan dulce Jungkook, y sé que es lo que quieres, yo también quería pedírtelo, aunque más adelante.—

Hice un puchero y me crucé de brazos sintiéndome torpe.

—¿Entonces si quieres ser mi novio?—Pregunte mirándole a los ojos, Taehyung soltó una pequeña y adorable risa mientras asentía y pegaba su frente con la mía.

—Por supuesto que quiero Jungkook, nada me haría más feliz que eso, me gustas mucho—Sus palabras me hicieron sonrojarme de nuevo y él acarició mi mejilla dulcemente.

—Tú también me gustas mucho

—Entonces debes de besarme otra vez porque no eres el único que se está volviendo adicto a los besos que compartimos.

Inmediatamente hice lo que mi novio me dijo.

Mi novio...

Taehyung era mío.

Aquello no podía hacerme más feliz y la forma en que sus labios se movían sobre los míos era lo suficiente para hacerme jadear desesperado esperando que aquello no se terminara jamás.

—Paremos Jungkook, que me estás haciendo perder el control—Hablo de nuevo con esa voz ronca mientras me pegaba más a él y de inmediato supe a qué se refería.

Taehyung tenía una erección.

Una erección causada por mí.

Me reí escandalosamente ante eso haciendo a Taehyung gruñir molesto ante mi descaro.

—No es gracioso Jeon—Dijo el de mala gana mientras se apartaba de mí para cruzarse de brazos y fruncir el entrecejo.

Pare de reír y me acerque de nuevo a él para besar su mejilla.

—Lo es—Me burlé, Taehyung me tomo de la cintura para hacer que me diera la vuelta y luego me abrazo para pegar su erección en mi trasero haciéndome gemir vergonzosamente.

—¿Ahora te parece gracioso?—De nuevo esa voz ronca que me hizo jadear.

Gire un poco la cabeza para observarlo y él sonrió de lado ante mi gran sonrojo.

Tome una de sus manos que estaban en mi cintura y la lleve a mi erección que también empezaba a hacerse y hable.

—Lo es porque tú no eres el único que está perdiendo el control...