Décimo

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SeokJin estaba teniendo una lucha interna con su parte racional que adoraba su amistad reciente con TaeHyung y el lujurioso oscuro ser que quería devorarse a TaeHyung y quitarle todas las dudas como sólo él sabía hacerlo con los hetero-curiosos.

SeokJin tenía un historial del que no se avergonzaba en absoluto por haber sido deseado, buscado y haber volteado a otros hombres que decían amar los coños cuando en realidad querían una buena polla enterrada en su interior. Pero este era TaeHyung. Quizás en un inicio hubiese imaginado poner a este hombre sobre sus manos y rodillas mientras le follaba toda la maldita curiosidad fuera de su sistema, pero ahora este hombre al que conocía un poco y entendía muchísimo mejor, estaba siendo tan condenadamente irresistible y precioso que, SeokJin no quería avanzar con él como lo había hecho con otros.

Pero no podía evitar cuando su mano iba encima de la de TaeHyung y lo invitaba a abrir su pantalón para manosear su duro falo y suspirar un gemido de alivio cuando sentía esos dedos enrollarse alrededor de su polla sensible y necesitada, otra vez.

—Joder, tú  no deberías-...

—Cierra la boca —pedía TaeHyung, sujetándolo de la nuca y comenzando un masaje vertical sobre la erección ajena que se sentía caliente y latente en su mano, familiar como en la madrugada oscura, pero con mucha mejor luz. Él quería totalmente apreciar eso mejor, así que empujaba a SeokJin sobre el sofa—. Recuestate —decía soltandolo unos momentos y presionando los hombros ajenos contra la superficie.

—Tae, no creo que... —SeokJin forcejeaba unos momentos, pero terminaba con su espalda sobre el sofá y un TaeHyung caía encima suyo, viéndolo directamente a los ojos y eso le hacía apreciar fácilmente las pupilas ajenas dilatadas.

TaeHyung sentía su pulso elevado y su corazón latiendo a mil por horas. Sus labios resecos pedían ser relamidos y lo hacía, notaba justo los ojos de SeokJin recaer sobre estos y sentia un shock eléctrico ante esa mirada de puro deseo.

— Cállate y déjame hacer lo que quiero contigo ahora —susurraba la voz grave, pegando su frente a la de SeokJin.

El castaño no podía ser lo suficientemente fuerte para negarse a esa voz mandona.

—Tú vas a arruinarme... —susurraba viéndolo con esos labios carnosos entre abiertos. TaeHyung lo miraba unos momentos y pensaba en que jamás le habían dicho algo así. Y jamás lo habían mirando de esa forma tan intensa.

Como si SeokJin viera su alma a través de esos ojos negros y hermosos. Lo ponía todo tembloroso y deseoso por saber descubrir en que más podrían ser tan buenos el uno con el otro.

—Lo tomaré como un cumplido —decía desviando la mirada hacia abajo, levantando la remera de SeokJin y dejando libre la mitad de su abdomen y esa polla que era increíblemente más grande ante la luz y era... TaeHyung seguía pensando que era atractiva.

Parte de él quería asquearse y sentirse horrorizado, pero no podía. No le nacía el rechazo ante este hombre semi desnudo, aplastado debajo de su cuerpo, jadeando y con una polla que competía con la suya y le parecía las más atractiva jamás vista. Todo en SeokJin se veía bien.

—Puedo subirme los pantalones y olvidar esto —decía la voz ronca de SeokJin.

TaeHyung se daba cuenta que lo había estado mirando unos momentos sin hacer nada excepto acariciar su abdomen y mantener su mano lejos de la erección latente y atormentada de su nuevo amigo.

«Claro, amigo» pensaba TaeHyung con la voz de SeokJin retumbando en su cabeza.

Alzando sus ojos de nuevo, TaeHyung exclamaba—. No vamos a olvidar nada —susurraba, y luego sus dedos se volvían a enroscar justo en la base de la polla ajena y SeokJin gemía con un suave movimiento que indicaba lo mucho que quería follar la gran mano de TaeHyung, pero se contenía. TaeHyung apretaba y miraba a SeokJin—. No te contengas... —pedía con una voz que no podía reconocer—. ¿Quieres follar mi mano, diablo? Sólo hazlo —decía con una sonrisa ladina que ponia a SeokJin más caliente de lo que ya estaba.

El castaño mordía su labio inferior y se quedaba quieto, TaeHyung chasqueaba su lengua y comenzaba ese masaje vertical torturador y lento. Él era un tipo consciente que el masaje lento sobre una polla extremadamente dura y probablemente con sus pelotas en un punto azul casi morado, era una horrible tortura que pedía un movimiento acelerado y rudo, pero él no lo haría.

Él quería que SeokJin perdiera el control tanto como él lo había perdido en las últimas horas de diferentes maneras con este hombre.

Los masajes eran lentos y TaeHyung intercalaba entre ver su mano y el rostro de un SeokJin que tenía los ojos brillosos de lujuria, negros e intensos, con sus párpados pesado de puro placer y frustración. Labios rojos y mordidos, relamidos y torturados por sus propios dientes. El tipo se veía tan hermoso que TaeHyung pensaba en que jamás había considerado que una mujer se viera tan jodidamente sexy, bonita y hermosa y desgarradoramente atractiva mientras él las masturbaba. En cambio SeokJin era todo eso y muy masculino a la vez cuando hacía gemidos roncos que dejaban en claro que era un tipo y no una mujer gimiendo como un siervo herido.

—Estás pensando en tantas cosas en este momento y estás volviéndome loco siendo tan suave —decía SeokJin entre dientes.

—Eso es porque estás siendo un jodido idiota cuidadoso —decía TaeHyung con ceño fruncido y repentinamente se inclinaba hacia la oreja de SeokJin y susurraba—. Folla mi mano si lo quieres duro. Haz lo que harías con cualquier otro tipo.

SeokJin apretaba sus ojos y pensaba: «No eres como cualquier otro tipo» pero por supuesto que no lo diría en voz alta.

De repente la boca de TaeHyung necesitaba y le urgía morder y lamer, así que tomaba el lóbulo de SeokJin y lo succionaba un poco y tiraba con sus dientes de él. Por supuesto que la reacción automática del  otro hombre había sido un gemido ronco junto con el empuje de su pelvis.

TaeHyung se sentía tan poderoso como no se había sentido jamás. Algo dentro de él se sentía tan necesitado de torturar al tipo debajo de él y hacerlo correrse de nuevo como un campeón. Él lo deseaba así que masajeaba un poco más rudo, pero volvía a besar y jugar con la oreja de un SeokJin que comenzaba a retorcerse debajo de él y en su mano para dar embistes que dejaban en claro que comenzaba a follar esa gran mano con urgencia.

El tiempo se había detenido para TaeHyung cuando jugaba un poco más para arrastrar del todo a SeokJin con él en esta locura y verlo perder el control cuando el castaño ya no se contenía de moverse contra su mano. Así que dejaba de jugar con el lóbulo de su oreja y miraba el cuerpo de SeokJin. La parte inferior moviéndose para encontrarse con su mano. El abdomen sutilmente marcado y manchado con algunas gotas del pre semen ya derramado y ese glande rojo y brillante con esa polla a punto de reventar.

La vista era magnífica, SeokJin tenía un abdomen precioso que se contraía con cada empuje hacia la mano de TaeHyung y le parecía fascinante. Él tenía cierta debilidad por el abdomen de las mujeres. Suave, bonito y vistoso. SeokJin no tenía un solo vello en su cuerpo y el abdomen de él se veía suave, visual y precioso. Su boca se hacía agua al querer pasar su lengua por ahí. Era una locura como su cuerpo se tensaba por el deseo inexplicable que este hombre le despertaba y recién ahí notaba lo duro que estaba dentro de sus pantalones.

Sus ojos se desviaban a la carpa que había en su propia parte baja, miraba a SeokJin unos segundos y este miraba junto con él la erección escondida dentro de los confines del pantalón deportivo que TaeHyung llevaba. Dioses, SeokJin iba a morirse, pero no iba a decir absolutamente nada sobre lo mucho que se moría por tocar a TaeHyung también, así que tiraba su cabeza hacia atrás evitando gemir ante el masaje que TaeHyung daba a su glande para luego desparramar la esencia derramada como lubricante sobre el falo erecto y continuar con más facilidad los masajes.

TaeHyung notaba como SeokJin estaba semi apoyado sobre sus codos, sus manos a un lado de su cuerpo se habían vuelto puños para evitar tocarlo. TaeHyung imaginaba que era por eso. Estaba seguro que SeokJin no lo tocaría sin su consentimiento y para ser honestos no sabía cómo iba a sentirse al tener las manos de SeokJin sobre él. Una cosa era que TaeHyung tocará a SeokJin y otra muy diferente que SeokJin lo tocará a él. Sin importar que tan excitado estuviera, se debía a como se veía SeokJin, pero que tal si lo dejaba poner sus manos sobre él y todo se volvía más extraño, pero no extraño caliente, extraño... Extraño.

Pero...

—Ummm... Mierda, creo que ví algo en una película porno con Jimin —decía masajeando la polla de SeokJin por sobre su glande.

— ¿Por-porno gay? —preguntaba SeokJin apretando sus ojos evitando ver a TaeHyung y moverse sobre la mano. Era una tortura horrible que masajearan su glande de esa forma. Estaba tan sensible que quería correrse y acabar con esto.

—Sí. Porno gay —respondía TaeHyung soltando la polla de SeokJin y logrando que este gimiera frustrado por haberlo soltado.

Eso obligaba a qué SeokJin abriera los ojos y viera justo el momento en el que TaeHyung metía su pulgar dentro del elástico de su pantalón y su respiración se atorara en su pecho. El tiempo parecía burlarse de él corriendo lento hasta que esa mano se conducía hasta abajo y TaeHyung liberaba su polla erecta e igual de atormentada que la suya. Brillante en la punta. Poco más trigueña que la suya, las venas adornandola a punto de explotar. El glande lucía delicioso, TaeHyung tenía apenas unos vellos al igual que él. Se veía demasiado bien. TaeHyung estaba todo vestido y solo su polla erecta quedaba a unos centímetros de la suya.

—Cariño-...

Cállate —pedía TaeHyung, moviéndose y acomodándose mejor para juntar su polla a la de un SeokJin que aspiraba fuertemente y luego largaba el aire por sus fosas dilatas cuando su polla sentía la de TaeHyung—. Ví algo como esto... —decía el hombre curioso.

Su cabello enmarañado tapaba sus ojos y SeokJin sólo veía su nariz y sus labios entre abiertos, así que su mano se extendía y apartaba el cabello de los ojos del otro hombre y TaeHyung sentía una corriente eléctrica ante ese simple tacto y se alejaba solo un poco para mirar a SeokJin a los ojos mientras su mano estaba sosteniendo su erección y la de ese hombre juntas.

Eso había llegado bastante lejos y él quedaba en pausa.

La mano de SeokJin se había alejado de inmediato cuando TaeHyung saltaba alejandose del toque y lo miraba entre la lujuria y la pena.

—Puedes detenerte ahora —susurraba.

Y le costaba horrible decir esas palabras cuando su polla sentía la dureza y suavidad de la ajena. La sedosa piel contra la suya. Se ponía más duro al sentir lo duro que TaeHyung estaba y como sus dedos rodeaban sus pollas juntas. Él iba a morirse pronto.

TaeHyung parpadeaba y volvía su vista a su polla pegada a la de otro hombre. Su cabeza tenía una guerra de contradicciones inmensas como: "Esto es antinatural" "Eres igual a tu padre" "Sigue con lo que estabas haciendo — apártate" "Suéltalo — continúa hasta que se corran juntos"

—TaeHyung... —la voz de SeokJin lo traía de nuevo a la realidad—. No voy a ofenderme si me sueltas ahora.

Relamiendo sus labios, TaeHyung apretaba sus dientes y la consideración y cuidado que brotaba de este hombre hacía cosas raras con la cabeza y el corazón de TaeHyung, así que pegaba su frente a la ajena y comenzaba a masturbar a SeokJin junto con su polla logrando que ambos gimieran al unisono. Sincronizados, con su líbido por las nubes y la niebla de lujuria rodeandolos de forma sofocante.

—Mm-ah... Joder, Tae —SeokJin no podía evitar empujar sus caderas, levantar su cabeza logrando que sus labios rozaran la frente de TaeHyung. Había un leve rastro de sudor que llegaba a sus papilas y daba vuelta su cabeza.

El sabor de la piel de TaeHyung en su labio inferior volviendolo un demente que necesitaba más. Mierda. Era una locura.

—Es la primera vez que lo hago —decía TaeHyung, intentando encontrar los movimientos suyos con los de SeokJin, el brazo que resistía su peso para no caer del todo encima de SeokJin se estaba cansando y su mano estaba perdiendose en los movimientos bruscos que hacían por encontrar presión en la polla del otro—. Carajo... ¿Jin?

TaeHyung sentía los labios del hombre en su frente, le gustaba la sensación de cercanía y lo agitado que estaban ambos por conseguir la liberación. Era sucio, salvaje y a la vez había una complicidad que desestabilizaba a TaeHyung.

" ¿Mmm? " soltaba SeokJin.

— ¿Puedes tú, ah... Puedes hacerte cargo? —susurraba cansado y caliente.

SeokJin abría sus ojos y buscaba su rostro, TaeHyung estaba pidiendo que lo tocará, a ambos.

—Tendría que tocarte para eso —soltaba el castaño agitado.

TaeHyung alzaba sus cejas y reía—. Sí, de eso se trata pedirte que te hagas cargo... Tócame.

Una simple palabra no podía poner más duro a SeokJin, pero definitivamente este hombre hacía que se superará a si mismo y con creces porque su polla se tensaba más en la mano de TaeHyung haciendo que el mismísimo Tae mirara hacia abajo.

—Solo dije "tócame" y te pusiste peor —decía muy orgulloso al respecto, así que quitaba su mano, mirando a SeokJin con ojos intensos.

Dioses, SeokJin no sabía que TaeHyung podia pasar de tener una mirada de borrego huérfano y desconsolado, a la de un tigre listo para cazar a su presa. El doble párpado en uno de sus ojos y el lunar debajo del otro, le daban un toque único y caliente. Un embiste justo e intenso de TaeHyung los hacía quedarse sin aliento a ambos y el brazo de TaeHyung se vencía, cayendo más cerca del rostro de SeokJin.

Nariz con nariz y labios rozándose.

TaeHyung no creía que su corazón podía acelerarse más, pero lo hacía. Su boca estaba cerca, estaba encima de la boca de SeokJin. Y SeokJin estaba a punto de perder la cordura, aunque estaba seguro que ya no la poseía. Quería devorarse a TaeHyung, quería comerle la boca y follar la misma con su lengua hasta escucharlo gemir y tragarse ese gemido, pero por un demonio que no lo haría, así que su mano los tomaba a ambos con seguridad y TaeHyung rodaba sus ojos y dejaba caer su cabeza en el hombro de SeokJin cuando esa mano los rodeaba a ambos con seguridad y mucha más experiencia para comenzar el último tramo de masajes salvajes.

Las bolas de TaeHyung se tensaban con una rapidez horrorosamente vergonoza, sus oídos parecían taparse solo para escuchar el latido de su corazón desbocado. Su boca desprendía gemidos roncos y rotos mientras sus caderas se movían desesperadas por follar esa mano y chocar contra esa polla erecta, larga y gruesa. Su cabeza estaba dando vueltas cuando ese escalofrío familiar explotaba en su nuca cubriendo sus orejas, descendiendo por su columna vertebral hasta llegar a almodarse en su bajo vientre, tensando todo el eje de su polla, contrayendo sus bolas y explotando como un adolescente precoz en la mano de SeokJin que gemía a la par de él y se movía desesperado para encontrar los movimientos de su mano y segundos más tardes pintar su propio abdomen manchando la prenda superior de TaeHyung y mezclando su esencia a la ajena.

La mano del castaño se encargaba de bañar bien sus pollas con semen derramado por ambos y TaeHyung respiraba desesperado por aire y curioso por ver eso. SeokJin temblaba debajo de él y él temblaba encima del hombre mientras miraba el desastre entre ellos.

Él se había corrido por este hombre. Al que tanto había rechazado desde el inicio. Pero reconociendo que ese escalofrío familiar finalmente había sangrado y dado a TaeHyung el mejor orgasmo que recordaba viniendo de básicamente una paja en conjunto. Y muy masculina.

La mano de SeokJin los soltaba y el castaño caía derrotado y drenado contra el sofá. Segunda vez que se corría por culpa de este hombre y su cuerpo cantaba de placer. TaeHyung lo estaba volviendo loco y lo dejaba agotado. Tan satisfecho y perdido que no se daba cuenta como el azabache descendía por su cuerpo y pasaba su lengua caliente y húmeda por su vientre.

— ¡TaeHyung! —la mano de SeokJin volaba a la nuca ajena, enredando sus dedos al pelo sudado de TaeHyung no sabiendo si quería sacarlo o presionarlo contra su abdomen, pero no hacía ni uno ni otro. Solo tiraba de su cabello con fuerza y eso era tan placentero para TaeHyung mientras limpiaba todo el abdomen de SeokJin con su lengua y labios.

"Mmm" él descaradamente gemía al probar su esencia y la de SeokJin mezcladas sobre ese bonito abdomen que había visto con unas ganas inmensas de lamer. Su lengua y boca nunca habían atinado a tocar la polla de SeokJin. Él solo estaba más que complacido de pasar toda su boca por ese bonito, sudado y manchado abdomen. SeokJin lo veía atónito, no sabía si era un sueño húmedo o una fantasía muy vívida. Era todo demasiado perfecto. Demasiado increíble cuando veía esa lengua pintar la última línea de semen y llevándosela consigo para luego encontrar la mirada de TaeHyung y ver cómo lentamente sus mejillas se ponían rojas.

El teléfono de SeokJin sonaba con una llamada cortando todo el ambiente íntimo y caliente. TaeHyung parpadeaba viendo al móvil sobre la mesa ratona y el nombre de su ex relucía con el número de su apartamento al lado.

—Carajo —TaeHyung se levantaba aturdido y SeokJin miraba hacia su móvil mientras sus ojos volvían al hombre que subía sus pantalones y lo miraba con su mentón tenso—. Atiende eso.

SeokJin parpadeaba y guardaba su polla dentro de sus pantalones, bajaba su remera y se ponía de pie para responder. Él fregaba su rostro y tiraba su cabello hacia atrás.

— ¿Jennie?

—Lo siento ¿Ya vienes? La llave está perdiendo agua —su voz sonaba genuinamente preocupada por primera vez.

—Sí. Corta el agua desde la llave principal, voy en camino —decía para luego cortar el llamado y girarse para ver a un TaeHyung que agachaba la cabeza y apenas sus miradas se cruzaban.

Carajo. Maldita incomodidad de nuevo.

—Tengo qué-...

—Lo sé. Ve, yo-... Entiendo —decía TaeHyung.

SeokJin apretaba sus dientes preguntándose si TaeHyung se quedaría o se iría, pero no hacía nada excepto moverse en busca de sus herramientas y lo necesario para hacer su trabajo en el apartamento de su ex.

—Volveré de inmediato —decía sin mirar al chico y salía del apartamento notando rápidamente que estaba más o menos decente, pero lo bueno era que no habían señales de semen en su pantalón.

Cuando SeokJin subía para el apartamento de Jennie, había notado que ni siquiera le había pedido a TaeHyung que lo esperara. Ellos necesitaban hablar fuerte y claro luego de lo sucedido, el problema era que SeokJin no estaba seguro que le diría a TaeHyung al volver y no estaba seguro que quería escuchar del hombre.

Nuevamente estaban en arena movedizas y habían arruinado la poca estabilidad emocional que habían conseguido.

Para cuando entraba al apartamento de Jennie, la chica estaba con un vestido algo húmedo, señales de haberse mojado por la perdida de agua de la llave. Su cabello estaba húmedo en las puntas y SeokJin podía entender porque se veía así, pero no estaba del todo concentrado para lidiar con el coqueteo de la chica cuando su cabeza, lo único que hacía, era repetir la escena reciente en su living con el hombre de sus sueños. Casualmente, el ex de la mujer a su lado.

—Lo siento, SeokJin oppa —soltaba Jennie—. Espero no haber interrumpido nada importante. Pero comenzó a perder mucha agua y me asusté creyendo que inundaria todo el piso —su sonrisa era nerviosa, la disculpa era sincera, pero SeokJin solo negaba con su cabeza.

—No te preocupes. Solo serán unos minutos —contestaba cortante.

Jennie, como de costumbre, se quedaba a su lado viendolo trabajar y posiblemente babeando e imaginando las manos de SeokJin sobre su cuerpo. La chica siempre lo hacía, no se la podía culpar, SeokJin era gay, pero era un hombre exquisito para cualquiera fuera su público. La chica se había sentado sobre la bañera mientras lo comía con los ojos y su vestido corto se subía más de lo debido.

SeokJin obviamente no miraba directamente hacia ella, porque sabía lo que la chica estaba haciendo.

— Entonces... —exclamaba esa voz, SeokJin suspiraba. Ser un tipo desagradable no era su fuerte ni aunque lo deseara—. ¿Eres super gay o tengo chances contigo?

Sus manos detenían su trabajo, reconocía que la chica era una jodida zorra temeraria y en parte le agradaba. TaeHyung debería aprender un poco de ella y no volverlo loco. Momento, TaeHyung era precioso justo así como era aunque lo volviera loco. Genial, estaba demente, TaeHyung lo había masturbado y quemado su cabeza sólo con eso.

—Soy super gay —decía sonriendo forzadamente.

— ¿Nunca estuviste con una mujer para saber si hay chance de que quizás al menos una pueda llegar a gustarte? —insistía.

SeokJin suspiraba—. ¿No tenías novio? —preguntaba mirándola finalmente con ceño fruncido y deteniendo su trabajo.

Jennie rodaba los ojos—. Terminamos. TaeHyung era muy aburrido en la cama.

SeokJin alzaba sus cejas y pese a que no había tenido y probablemente jamás tendría sexo con TaeHyung, no le parecía aburrido en lo más mínimo.

—Jennie, dulzura... No se habla así de tus ex parejas —decía volviendo su atención al trabajo—. Tu novio no parecía aburrido en la cama

—Pero lo era... ¿No me digas que te gustó mi ex? —Había que reconocer que la chica sonaba entretenida y relajada, pero era sólo un poco insoportable para SeokJin—. Su mejor amigo también es gay... ¿Por qué los hombres se atraen entre sí cuando las mujeres somos tan bonitas y buenas en el sexo?

SeokJin suspiraba, daba los últimos arreglos a la llave y luego se ponía de pie, mirando a Jennie le sonreía.

— Dime una cosa ¿Por qué te gustan los hombres? —preguntaba SeokJin caminando en dirección a la llave principal para abrir la misma y ver si había arreglado todo correctamente para salir de una vez de allí.

Jennie por supuesto no le perdía el rastro.

—Me gustan las pollas. Me fascinan los hombres. Su olor almizclado y masculino. Sus movimientos rudos y sus gemidos graves. Ustedes los hombres son exquisitos —decía frente a un SeokJin que giraba para volver al baño y se encontraba con la chica muy cerca.

Obviamente una pequeña figura femenina no ponía sus nervios de punta.

—Me gustan por la misma razón —respondía él—. Y porque me encanta follar sus apretados culos y reducirlos a simples gemidos roncos y sensuales —exclmaba con una sonrisa ladina.

Luego esquivaba a Jennie y por supuesto la chica lo seguía—. A las mujeres también nos gusta el sexo anal —exclamaba—. Te dejaría hacerme lo que quisieras.

SeokJin aspiraba y suspiraba sonoramente mientras abría la ducha y notaba que todo estaba perfecto. Cerrándola, juntaba sus cosas y giraba para ver a Jennie y le sonreía.

—Eres increíblemente descarada

—Si vas a pensar que soy una zorra, es injusto... Tu lista debe ser tan larga como la mía. No es justo que los hombres se acuesten con millones de mujeres u hombres y sean unos héroes y campeones en el sexo, pero cuando una mujer lo hace es una puta regalada.

SeokJin abría su boca y la cerraba asintiendo—. Estoy contigo en eso —decía caminando en dirección a la puerta con Jennie pegada a su lado—. No es justo y no estoy a favor. Las mujeres tienen todo el derecho de disfrutar de su sexualidad.

—Exacto... Disfrútala conmigo —decía la chica apoyándose sobre la puerta y mirándolo descaradamente de forma sugerente y sensual.

SeokJin le daba eso, era caliente como el infierno, pero no le provocaba nada a él.

—Lo siento, Jennie. Me siento halagado, pero no eres mi tipo. No me interesa follarme a una mujer y si en algún momento me sucede, no serías tú —decía con una sonrisa incómoda.

Jennie abría su boca y resoplaba—. Mi ex creía que era increíblemente follable y caliente.

SeokJin apretaba sus dientes y un poco de veneno se le escapaba—. Bueno, pienso lo mismo que tu ex —decía corriendo a Jennie de la puerta y abriéndola para salir de allí y volver a su apartamento.

— Quédate si piensas igual que él, oppa —decía la chica tomando su brazo.

SeokJin giraba y le sonreía—. Oh, lo siento. Pienso igual que él, sobre él. Tu ex era un espécimen espectacular, totalmente mi tipo. Me refería, con sumo respeto a que él era totalmente follable y caliente.

Jennie alzaba sus cejas y abrí su boca, luego reía—. No puedes estar hablando en serio

— ¿Por qué no? —SeokJin le seguía la conversación mientras llamaba al ascensor para escapar la de vista de la chica.

—TaeHyung nunca se fijaría en ti porque es un culo apretado muy heterosexual, pero puedes tenerme a mí y probar que tan gay eres... No me ofendere si luego del sexo no consigo cambiar tu mente, pero al fin y al cabo, sería sexo. Del bueno, lo prometo.

SeokJin apretaba sus dientes por lo que había mencionado respecto a TaeHyung. Bueno niña, él jodidamente lo sabía, aunque TaeHyung estuviera investigando y curioseando con él, SeokJin sabía cómo terminaría eso.

El ascensor llegaba y él se metía suspirando finalmente, girando sonreía a la chica—. No sucederá y te agradecería que dejarás de intentarlo. Mantengamos el respeto por el otro, me caes bien. Pero no me acostaré contigo. No ahora, ni nunca.  Adiós Jennie —añadía cerrando las puertas del elevador y apoyándose sobre el espejo suspirando cansino.

Su cabeza era un desastre, pero su teléfono lo traía a la realidad, cuando antendia se sorprendía un poco.

— ¿Hirai? —carajo SeokJin estaba poderoso manifestando a sus amigos.

Pendejo ¿Estoy muerta para ti o qué diablos? —decía la chica.

SeokJin sonreía—. No estás muerta, exagerada. Solo estuve ocupado

¿Sabes qué? Tú y Namjoon son una porquería, tuvieron una especie de cita doble y me dejaron afuera.

SeokJin sonreía relajándose un poco ante la voz de su amiga, dándose cuenta que no quería llegar aún a su apartamento porque no sabía con que iba a encontrarse luego de haberse corrido con TaeHyung, por segunda vez.

—Mi niña hermosa, no era cita doble —aclaraba—. Sólo era un cita para Namjoon y yo estaba como acompañante

Namjoon me presentó a Jimin hoy —decía Momo al otro lado de la linea—. Hiciste un buen trabajo, amigo

—Gracias —decía sonriendo y saliendo del ascensor mientras miraba su propia puerta—. Ellos ya formalizaron

Lo sé y Jimin me contó que el chico con el que te arregló una cita mencionó que lo cancelaste ¿Por qué?

SeokJin suspiraba—. Era un buen chico que no quería usar para una aventura porque medio que lo conozco y sabes que prefiero citas a ciegas sin conocer al otro tipo

Por eso somos amigos, amamos las citas a ciegas y tengo una para ti —añadía Hirai Momo.

SeokJin dejaba caer su cabeza hacia atrás—. Momo no creo qué-...

Jimin me dijo que tiene un amigo para presentarme, así que haremos una reunión pronto y yo te presentaré al chico de mi trabajo que es tan gay como tú. No tienes excusas para no aceptar, así que volvamos a los rituales de citas a ciegas. Serán Namjoon y su bonito nuevo novio. Tú y mi compañero de trabajo. Y yo con, umm... Creo que su nombre era TaeHyung.

SeokJin quedaba en blanco con la mano en la puerta a punto de poner su clave para abrirla. Jimin había organizado una cita a ciegas para TaeHyung y Momo, por supuesto.

Era un auténtico y jodido desastre para el estado emocional de un SeokJin que se sentía agotado y drenado de energía. No podía entender porque el destino estaba tan empeñado en reírse en su cara. Y por supuesto que a un hombre heterosexual como TaeHyung, le gustaría una mujer tan bella como lo era Hirai Momo. Él iba a caer por su amiga y SeokJin debería de sentirse aliviado por eso. Él debería, pero no lo hacía. No podía. Carajo.


Mood:


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L@s leo, sorprendida de lo rápido que comentaron el último anuncio del tablero 😅

Con amor niñita Nanykoo 💜

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