Décimo Noveno

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Era temprano y SeokJin se desesperezaba estirando manos y piernas como de costumbre. Excepto que esa mañana se encontraba más sonriente que de costumbre. Adolorido de puro placer y a pesar de que no podía verse el cuello, sabía que TaeHyung había dejado marcas. Dos veces más habían repetido.

TaeHyung era insaciable y SeokJin le seguía los pasos, usualmente era más tranquilo, pero TaeHyung lo transformaba con un par de besos y caricias insistentes.  Sonreía recordando un suceso en el que simplemente yacían uno al lado del otro, con TaeHyung descansando en su pecho mientras él acariciaba su cabello y otra vorágine pasional había ocurrido.

El azabache gemía de placer ante las sensaciones sutiles de esos dedos sobre sus hebras. SeokJin era dulce, siempre había sido considerado con sus parejas sexuales... Pero TaeHyung era más que un simple compañero de cama, por lo que su atención hacia él era más sutil. Más atento, inevitablemente romántico, sin segundas intenciones.

Pero TaeHyung era transparente y directo, por lo que sus caricias habían comenzado en su pecho y bajado a su polla sin restricciones. Ni lento, ni perezoso.

"Estoy exhausto, cariño" había susurrado con ojos cerrados "Tu polla no piensa lo mismo" había respondido TaeHyung con diversión.

SeokJin reía ahogando un suspiro "Tus manos son bastante salvajes ¿Qué esperas de mí? Aún así, estoy agotado y ya tuvimos una segunda ronda" decía ronco, pero no se oponía a qué TaeHyung siguiera masajeando su polla.

"No tienes que hacer nada" decía moviéndose, SeokJin abría sus ojos y notaba como TaeHyung volvía a tomar la botella de lubricante "Tae ¿No estás adolorido?" Cuestionaba preocupado.

TaeHyung lo miraba de forma arrogante mientras untaba su polla y lo hacía apretar los dientes "Un poco sentido, sí. Pero puedo aguantar"

"TaeHyung, por favor. Tómalo con c-...calma" el bastardo insaciable había lamido la punta de su polla un par de veces, lamidas suaves y chupones superficiales sobre la punta de su polla erguida y al parecer también insaciable.

TaeHyung estaba desnudo sobre la cama de SeokJin, encima de su cuerpo, y el castaño no podía creerlo, parecía una visión. Piel canela marcada por sus besos, cabello sedoso y negro en todas las direcciones. Labios hinchados y cuerpo doblemente follado ya y quería más, al parecer.

Levantándose por sobre su cuerpo cruzaba una pierna por encima de su cadera y se posicionaba a horcajadas, su entrada más que dilatada se preparaba y tomando su polla la dirigía a su entrada mientras mordía su labio inferior y bajaba con sumo cuidado. Las manos de SeokJin se habían aferrado a sus caderas mientras bebía de esa imagen increíble y TaeHyung lo ubicaba en su foco de atención y comenzaba con un vaiven lento.

"Tranquilo" susurraba SeokJin, bajo y grave. TaeHyung reía ladino "Tú solo relájate y goza, yo me encargo de ambos, diablo" esa había sido su última frase con todas sus luces encendidas. Luego de eso había sido un borrón de placer y gemidos rotos que salían de la boca de TaeHyung. Dioses, él era tan caliente y tan ruidoso, a SeokJin le encantaba y estaba todo salvaje y desenfrenado buscando su cuarto orgasmo.

Sí, el cuarto. En la segunda ronda TaeHyung se había corrido dos veces a causa de que SeokJin aún seguía golpeando dentro de él buscando su propia liberación. Así que luego de unos minutos de montarlo y clavar sus uñas en hombros y pecho de SeokJin, TaeHyung se venía por quinta vez. Gimiendo extasiado y sonriendo satisfecho hasta que caía sobre un SeokJin que besaba todo su rostro y luego buscaba sus labios para ser complacido por un TaeHyung desarmado y sudado encima de él. SeokJin no se había quedado tan quieto como TaeHyung había dicho, en sus últimos vaivenes TaeHyung había disfrutado de un amante atento y apasionado que se había movido debajo de él para arrancarle otro orgasmo espectacular. SeokJin no
podía evitar moverse, él tenía que complacerlo y lo había hecho.

"Adoro que hagas eso" había susurrado TaeHyung con voz adormilada. "¿Qué cosa?" Preguntaba confundido, mientras acariciaba su espalda y besaba su rostro, uno muy predispuesto que TaeHyung dejaba para él.

"Me besas y me acaricias luego del sexo" respondía con párpados cerrados mientras sonreía con dulzura "Me gusta eso. En el pasado algunas mujeres esperaban que yo lo hiciera" soltaba con un puchero. SeokJin seguía dentro de él, pero a TaeHyung parecía no molestarle "Algunas eran bastante despegadas emocional y físicamente" continuaba "Pocas me acariciaban luego del sexo, pero tú lo haces cada vez y me gusta esa atención. Se siente bien"

SeokJin sonreía mientras seguía acariciando su pelo con una mano, su espalda con la otra y besaba los párpados de TaeHyung, pero repentinamente se congelaba "¿No te sientes como mujer, no?" Cuestionaba, no estaba seguro como podía funcionar la cabeza de TaeHyung ante esa comparativa. TaeHyung sonreía y abría sus ojos "No. Me siento mimado, soy muy táctil. Me gusta con familia y amigos la atención fraternal y me gusta la atención del tipo más intimia y romántica, contigo. Me siento cuidado, no te detengas" pedía.

Y SeokJin obedecía.

Ahora la sonrisa mañanera poco hacía por desaparecer cuando sentia los brazos de TaeHyung rodeando su cintura y su cabeza en su pecho. Eran casi de la misma complexión, pero el azabache parecía volverse pequeño, para estar encima de él. Oh y era tan bonito babeando su piel, SeokJin no podía asquearse por eso.

Pero sutilmente limpiaba la comisura de TaeHyung.

—Ah, no me digas que estoy babeando —decía sin abrir sus ojos.

SeokJin sonreía—. No me importa y lo lamento, no quería despertarte —susurraba acariciando el cabello de TaeHyung y quitandolo de su rostro.

—Mmm, llevo despierto hace media hora. Debí haberme ido unos minutos para babearte —decía limpiando su boca y el pecho de SeokJin, luego sus ojos adormilados se encontraban con la mirada del castaño y sonreía—. Estoy seguro que mi boca huele a mierda, pero te quiero besar.

SeokJin reía descaradamente—. Estamos en igualdad de condiciones, fresita. No podría importarme menos —decía siendo arrastrado por la mano de TaeHyung en su nuca y abriendo sus labios para sucumbir a ese primer beso mañanero.

La confianza entre ellos calentaba el pecho de SeokJin. Y el beso sutil de lenguas dormidas se encendía a uno más hambriento y dedos largos que se enredaban en sus hebras en una clara señal de guerra cuando TaeHyung empujaba su pelvis contra la suya y sus polla duras se frotaban entre sí.

—Mmm, ah... Mierda mierda mierda —decía TaeHyung cesando sus besos.

— ¿Qué? ¿Qué sucede? —preguntaba SeokJin preocupado.

TaeHyung mordía su labio inferior y lo miraba pintado de todos los colores—. Ah, me duele... Me duele el culo —susurraba.

SeokJin abría sus ojos y se erguía sobre la cama—. ¿Te duele? —repetía con preocupación—. Déjame verte.

— ¿Qué? No, no, no... —TaeHyung suspiraba—. No te asustes, no es un dolor preocupante. Es umm, me irrité —susurraba conteniendo una risa.

SeokJin suspiraba—. Por supuesto que lo hiciste, déjame verte —pedía con seriedad.

—Aish, eso sería vergonzoso... —susurraba, pero se volteaba sobre su estómago de todas formas—. Hazlo ya. Sólo me irrité.

SeokJin suspiraba, lo revisaba y efectivamente, TaeHyung tenía el culo similar a un...

—Debo parecer un mono mandril —decía apoyado sobre la almohada. SeokJin quería evitar reírse—. Puedes reírte, yo me lo busqué —afirmaba relajado.

SeokJin reía gravemente, hasta su risa burlona era dulce para los oídos de TaeHyung, quien no se sorprendía cuando este besaba su espalda, hombros y nuca hasta llegar a su rostro.

—Voy a comprar una pomada.

— ¿Qué? No. Estás loco, hombre. Déjalo así, pasaré el día en tu cama —decía sin preocupaciones.

—No me molesta eso en absoluto, pero compraré una pomada y te la pondré para estar más tranquilo ¿De acuerdo? —susurraba en la oreja de TaeHyung.

El azabache suspiraba, se sentía una maldita adolescente quinceañera ¿Qué tenía SeokJin que lo volvía irreconocible?

Una increíble polla. Por decir lo más superficial.

—De acuerdo. Vuelve rápido. Pretendo que te quedes en la cama conmigo —decía con ojos cerrados.

SeokJin sentía su corazón loco.

—Por supuesto —susurraba intentando controlar la desbordante emoción en su voz.

Cuarenta minutos más tarde, SeokJin volvía de la farmacia con pomada en mano, bueno no en mano, envuelta en la bolsa que tenía la marca de la farmacia, cuando Jennie Kim salía del ascensor. Ambos se quedaban congelados frente al otro, pero la chica rompía el hielo.

—Buenos días —decía.

—Buen día, Jennie —respondía, yendo directamente a su puerta.

La pelinegra veía la bolsa de la farmacia y su curiosidad era más grande—. ¿TaeHyung se quedó contigo?

SeokJin quedaba con clave de seguridad en mano, suspirando giraba su cabeza y la miraba con rostro petreo.

—Realmente no es de tu incumbencia —decía con sumo respeto.

Jennie reía ladina, tenía una auténtica aura de villana cuando cruzaba sus brazos—. Te metiste con mi novio, es de mi incumbencia.

SeokJin fruncía el ceño, miraba su puerta y pensaba en que TaeHyung necesitaba su atención de inmediato, pero él no iba a tener asuntos (inexistentes) que resolver con una de las inquilinas de su edificio, así que giraba y la miraba:

—Él no era tu novio cuando comenzó lo nuestro —añadia con calma.

—Pero tuviste que haberte metido en el medio para que TaeHyung me dejara tan rápido y fácilmente —decía intentando contener su rabia, pero acercandose más a SeokJin.

El castaño suspiraba—. TaeHyung se alejó de inmediato porque supo que era el cornudo más grande del barrio, cariño. No porque yo estaba coqueteando o no con él. No me meto con las parejas de otras personas, pero tú y yo sabemos que no le tenías ni un mínimo de respeto —decía con un tono de voz más duro.

Jennie se ponía colorada—. ¿Tú se lo dijiste, no? A propósito, para luego jugar con su cabeza y falta de atención para volverlo en alguien como tú.

SeokJin fruncía su ceño incrédulo, esta chica era increíble.

—Yo no se lo dije por voluntad propia, te vió como coqueteabas frente a la cámara que sabes que está en la esquina del pasillo y de las cuales tengo videos. Él sólo unió un par de hilos y luego preguntó que tirabas en la maldita trituradora —añadía con calma—. Te hundiste sola, cariño.

Jennie apretaba sus puños ¿Por qué los hombres gays se metían en su camino par hacerla desear lo que no podía tener? Primero Park Jimin, ahora SeokJin y TaeHyung se volvía otro gay más, pero a TaeHyung podía recuperarlo. TaeHyung era tan débil por el sexo, razón por la cual había creído podría llegar a serle fiel, pero a pesar de ser insaciable y constante en la cama, ella necesitaba más de una polla para sentirse entretenida. Nadie podía decir nada por tener una vida sexual sana, su único error había sido creer que podía ser exclusiva, pero quizás podía serlo ahora, si lo recuperaba.

TaeHyung le importaba. Algo. Un poco, quizás.

— ¿Sabes? Sólo eres una faceta —exclamaba con una sonrisa venenosamente dulce y traicionera—. Él sólo está probando, y tú estabas disponible y al parecer fácilmente accesible —decía intentando herirlo.

La chica no notaba cuando de las escaleras bajaba el nuevo inquilino, Joshua. Carajo, SeokJin no quería que nadie viera esto, era vergonzoso, carajo.

—De acuerdo ¿Algo más? —exclamaba sin preocupaciones.

—Te aconsejaría que no te enamores. Cuando se canse de tí, necesitará sentirse hombre de nuevo —añadía.

SeokJin entrecerraba sus ojos, estaba comenzando a cabrearse—. ¿Estás insinuando que no se siente como tal ahora? Estoy comenzando a creer que realmente eres homofóbica —decía con calma, al menos intentaba mantenerla.

El nuevo inquilino se quedaba viendo la escena.

Jennie reía sin gracia—. No soy homofóbica, sólo digo que no te enamores. Soy honesta, él es heterosexual y eso no va cambiar, aunque te folle a ti o tú a él, como sea. Necesitará un coño y me aseguraré de estar ahí, sólo espero que no haya reconres en un futuro cercano —decía viendo fijamente a SeokJin.

La enana tenía agallas y una gran imaginación, pensaba SeokJin, pero mentiría si dijera que aquella idea no rondaba su mente.

Que sólo era una faceta. Que TaeHyung querría una mujer en algún momento. Que el hecho de que hubieran sentimientos de por medio no era una confirmación de nada. TaeHyung podría cansarse. TaeHyung podría resentirse con él por haberlo hecho desear eso. Tantas variables que lo hacían titubear en su enfrentamiento.

Pero se sorprendía cuando sentía un brazo en su cintura y otro salía por encima de su hombro y una mano y dos dedos largos se posaban en la frente de una Jennie que se sorprendía cuando era empujada hacia atrás.

La prominente figura de SeokJin y su concentración en una unilateral pelea de gatas, había obstruido su vista y sonido, estaba concentrada en dañar el ego y seguridad del grandote frente a ella, por lo que no se había dado cuenta cuando TaeHyung había salido del apartamento de SeokJin. Ni siquiera SeokJin sumergido en la incertidumbre lo había notado y se sorprendía junto con Jennie ante la acción.

—¡¿Qué carajos?! —se quejaba la chica tocando su frente.

TaeHyung abrazaba a SeokJin por su espalda y apoyaba su mentón en el hombro del castaño mientras reía divertido.

—Eres increíble, en un mal sentido —decía el azabache.

SeokJin lo miraba atónito porque él le había dicho a la chica las mismas palabras, pero estaba más sorprendido porque TaeHyung no dejaba de abrazarlo.

Jennie rodaba sus ojos—. Eres tan predecible ¿Intentas ponerme celosa o asquearme?

TaeHyung alzaba sus cejas, miraba rápidamente al nuevo inquilino detrás de Jennie y la chica seguía su mirada.

—Oh, Josh... —decía con una sonrisa falsa.

—Es Joshua. No Josh, no me gusta cuando lo abrevian —mencionaba el susodicho sonriente.

—Bien. Buenos días Joshua. ¿Puedes creer que SeokJin es un roba novios?  —fingía una voz adorable.

El chico la miraba desorientado—. No me interesa estar en el medio de lo que esto sea. Yo sólo iba de salida —sonreía incómodo.

SeokJin hacía una mueca—. Lo siento, no queríamos incomodarte. Jennie puede hablar conmigo en otro momento —exclamaba mirándola.

—Jennie no tiene nada que hablar contigo —exclamaba TaeHyung, apretando sus brazos alrededor en la cintura de SeokJin.

La chica entrecerraba sus ojos y se acercaba a la pareja—. Mi puerta estará abierta cuando te aburras de lo que sea que hagan juntos —decía mirando a SeokJin de arriba abajo y mirando unos segundos los brazos de TaeHyung en la cintura de él.

TaeHyung reía—. Sí, eso no va a pasar y sería genial que hicieras todo esto menos incómodo porque al fin de cuentas, tú me engañaste. Infinitas veces en cinco meses —decía levantando una de sus manos—. Así que sería genial que esto no vuelva a ocurrir y SeokJin es el encargado del edificio donde vives, es estúpida la tensión. No tiene sentido.

Jennie entrecerraba sus ojos y lo miraba con desdén—. Debiste pensar dos veces antes de acostarte con mi encargado. ¿Quién es la zorra ahora, eh? —atacaba con una sonrisa ladina pintando su rostro.

TaeHyung la miraba aburrido—. Aún tú.

Jennie abría su boca sin poder creerlo, golpeaba una vez su pie contra el suelo y salía creyendo que mantenía su orgullo intacto.

Cuando estaba fuera SeokJin suspiraba.

—Bueno, no era tan agradable como intentaba parecer —mencionaba Joshua.

TaeHyung alzaba sus cejas y claro, el chico seguía parado allí—. Es agradable sólo si terminas en la cama con ella, creo —decía, luego suspiraba—. Lo siento eso no fue para nada caballeroso.

Joshua reía—. No, está bien. Escuché lo que dijo y el enredo entre ustedes. Supongo que SeokJin no está solo —mencionaba viendo los brazos de TaeHyung aún en la cintura del castaño.

TaeHyung fruncía el ceño—. ¿Te interesa SeokJin?

—Eso fue... Algo del momento, yo no-... —SeokJin balbuceaba.

TaeHyung alzaba sus cejas esperando una respuesta. Era una situación algo divertida, pero SeokJin no tenía como explicar que su nuevo inquilino solo le pareció agradable a la vista cuando estaba desesperanzado con respecto a TaeHyung y ellos juntos.

—Lo siento, no pasó nada. SeokJin es atractivo, pero no sabía que tenia novio —mencionaba Joshua.

SeokJin miraba a TaeHyung ante la mención de un tercero asumiendo que ellos eran algo que en realidad no habían hablado aún. Pero contrario a eso, TaeHyung sonreía.

—No pasa nada —exclamaba el azabache, el chico frente a ellos se inclinaba y salía como si nada. En ese instante TaeHyung empujaba a SeokJin y este lo miraba confundido—. Ibas a suplantarme rápido ¿No? —decía con un puchero mal fingido.

SeokJin resoplaba—. ¿Suplantarte? Cómo si pudiera —susurraba, luego miraba a TaeHyung de arriba abajo y lo veía vestir una remera verde y un short—. No deberías haberte levantado de la cama —se acercaba y ponía la clave en su puerta quedando justo frente a TaeHyung.

—Escuché tu voz y la de Jennie y quise venir a ver —respondía.

SeokJin chasqueaba su lengua y lo hacía entrar, TaeHyung caminaba sólo un poco chistoso y SeokJin suspiraba.

—No te rías de como camino —mencionaba llegando al sofá.

—Ponte boca abajo —ordenaba SeokJin con dulzura.

—No vas a hacerlo tú, dame la crema e iré al baño para hacerlo yo mismo —soltaba con un puchero.

SeokJin suspiraba otra vez—. Ponte boca abajo —repetía. TaeHyung resoplaba, pero hacía lo pedido, cuando sentía la figura de SeokJin sentarse a su lado se tensaba un poco—. Voy a bajar tu short.

—No me avisaste cuando materias dos dedos anoche —se burlaba para relajarse un poco.

SeokJin reía—. Ya, quédate quieto —susurraba.

—Como si pudiera hacer mucho —decía entre pucheros, luego sentía que SeokJin comenzaba a abrir su glúteos y su rostro se ponía colorado—. Esto es muy vergonzoso.

—Esto es mi culpa —decía SeokJin concentrado—. Estás jodidamente irritado

—Aish, es culpa de ambos en todo caso, es solo por ser la primera vez —decía suspirando más tranquilo, dejando que SeokJin lo cuidará, pero necesitaba preguntar luego de unos momentos—. ¿Te molesto que saliera?

SeokJin subía el short de TaeHyung otra vez y acariciaba su espalda—. ¿Te refieres a mi discusión pasivo agresiva con tu ex?

TaeHyung se sentaba con sumo cuidado—. Lo lamento. Jimin tenía razón sobre ella, es sólo su orgullo herido. Pero se lo dejaré en claro sobre no meterse contigo.

SeokJin sonreía—. No me importa, me sorprendió que salieras. Y que me abrazaras frente a ella, no estabas obligado a hacerlo ¿Lo sabes, no? No quiero incomodarte, recién estás conociéndote y conociendonos en otro ámbito.

TaeHyung sonreía y se acercaba a SeokJin para sentarse encima de él.

—Sé que no, pero mejor haberlo hecho rápido con Jennie para que entienda su lugar. Se puede poner caprichosa sólo por no obtener lo que desea y no la quiero dando vueltas —decía mirando fijamente a SeokJin—. Así que el tal Joshua... También de paso, sabe cuál es su lugar ¿No?

SeokJin reía enroscando sus brazos alrededor de la cintura de TaeHyung—. Sólo intentaba no pensar en ti, realmente no iba a hacer nada —susurraba viendolo a los ojos.

TaeHyung sonreía y lo besaba sin previo aviso. SeokJin no se quejaba, y de inmediato respondía. No importaba si TaeHyung había sido nada más que un poco impulsivo en ese momento, tanto con Jennie como con el nuevo inquilino. SeokJin no iba a presionarlo por nada aún, necesitaba descubrir que quería de ellos, SeokJin lo sabía muy bien, pero TaeHyung necesitaba adaptarse antes de tomar cualquier decisión.

Ahora todo era nuevo y bien recibido, TaeHyung era tan dulce, aventurero y sensual, como sexual. Y si bien la tensión entre ellos era mucha, ya había sido rota, ahora las pruebas y barreras serían otras, pero poco a poco con todo, por el momento disfrutaría de esto.

Disfrutaría de TaeHyung.

Me guardé la sorpresa de la actualización por si no llegaba. Que lo disfruten, había que poner a la Jennizuela en su lugar (apodo para el personaje🥹)

¡Les mando un abracito grande!

Con amor niñita Nanykoo 💜

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