Décimo octavo

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Si a TaeHyung le hubieran dicho un año atrás que justo ahora, justo en ese instante de su vida, estaría tendido boca abajo sobre la cama de un hombre gay más masculino y demandante que él (en ocasiones ) y que, le estaría comiendo el culo y haciéndole gemir por descubrir terminaciones nerviosas que ocasionaban sonidos involuntarios salir de su boca y que no sabía que tenía mientras se empujaba en dirección a su rostro descaradamente necesitando más de esa lengua y ese dedo delicado para penetrar en su agujero, el cual jamás estuvo interesado en inspeccionar hasta ahora, señora y señores, él no lo hubiera creído.

—Ah, mierda... —jadeaba aspirando por aire. Su parte baja estaba encima de una de las almohadas de SeokJin y su polla estaba apretada, con fugas y completamente ignorada allí, porque el que estaba teniendo un festín era su bonito trasero mientras sus manos se enroscaba en la sábanas de SeokJin.

Un SeokJin que lo había besado hasta el cansancio mientras que sus manos precipitadas lo desnudaban para quedar en igualdad de condiciones porque él había llegado y se había quitado todo para subirse encima del regazo de un SeokJin que creía que todavía estaba teniendo un sueño húmedo con el hombre de sus sueños. Pero no, su lengua estaba estirando junto con uno de sus dedos, el bonito y carnoso culo de Kim TaeHyung. El hombre al que horas atrás le había confesado que estaba irremediablemente enamorado.

Y ese hombre había huido, pero luego había vuelto a él.

Su corazón roto siendo unido pieza por pieza con las palabras atolondradas de TaeHyung y sus sentimientos que, SeokJin sabía que tenía, pero si TaeHyung los negaba, era lo mismo que la nada. Pero no lo había negado, no había huido, había admitido sentir mucho por él y SeokJin no podía estar más que conforme con su respuesta, aunque hubiera sido genial que le transmiera todos sus jodidos planes antes de hacerlo derramar unas lágrimas.

Pero ahora no podía importarle menos cuando su rostro estaba hundido en ese bonito trasero que había mirado más veces de las que le gustaría admitir.

—Ah, ya... No es suficiente —decía TaeHyung.

SeokJin ya tenía dos dedos, lubricante y su lengua trabajando allí, haciendo sonidos obscenos con su boca y su lengua.

—Jin —TaeHyung empujaba con ansías—. No es suficiente —repetía entre dientes.

SeokJin dejaba de estirarlo y depositaba besos en sus glúteos y acariciaba los mismos con sus grandes manos. Se sentía extraño ser tocado con tanta devoción y atención allí cuando las mujeres solo clavaban sus uñas para que se hundiera en ellas, pero SeokJin lo besaba y pasaba su lengua y había tenido un momento muy íntimo con su culo. No podía llegar a sentirse ofendido u avergonzado lo suficiente, por haberlo disfrutado demasiado.

Todo SeokJin encima de él como su único foco de atención. Le gustaba mucho eso, le gustaba ser lo único en lo que SeokJin pensara y viera. El único.

—Mi polla es grande. Aún necesito estírarte otro poco —decía con su voz ronca, escalando la espalda de TaeHyung y quedando exactamente encima de su cuerpo.

El castaño depositaba besos dulces tanto en sus omóplatos como en sus hombros, luego sus besos iban haciendo un camino en dirección a su cuello y TaeHyung se encontraba torciendo su cabeza al lado contrario para que SeokJin pudiera besarlo mejor. Estaba tan ebrio de esos besos, tan sobrepasado de la atención de SeokJin que no se daba cuenta en la posición.

El castaño cubría su cuerpo por completo con su contextura física, haciendo que TaeHyung se sintiera deliciosamente más pequeño. Y luego estaba la gran polla erecta empujando entre sus glúteos y joder, él lo quería.

—Mmm Jin... —su cuerpo se movía y el de SeokJin también.

Él debería sentirse asustado de que esa polla estuviera a nada de probablemente traspasarle el estómago, pero no se sentía nervioso e inseguro. Sólo ansioso y desesperado cuando el glande de SeokJin se clavaba en su agujero dilatado y hambriento. Era duro, grueso y TaeHyung relamía sus labios mientras SeokJin besaba su cuello, mentón y mejilla, dejando una sutil mordida.

—Jin...

—No quiero lastimarte —decía con voz baja y grave.

TaeHyung volteaba su rostro, sus ojos de ebrio enamorado hacían sonreír a SeokJin. TaeHyung estaba desesperado y él estaba igual, pero lo último que deseaba era arruinar esta primera vez juntos. No quería arruinar esta experiencia para TaeHyung.

El azabache resoplaba mientras SeokJin besaba su rostro, y pese a que se sentía por primera vez tan alevosamente cuidado y bien tratado, y solo un poco inferior al ser él quien estaba debajo del cuerpo de un hombre... Jodidamente atractivo e inmenso, le gustaba. Demasiado. Y cuando SeokJin se movía encima de él su polla quedaba atrapada entre sus glúteos y TaeHyung sentía que el aire se quedaba atorado en sus pulmones.

—Ah, Jin... —relamiendo sus labios, empujaba en dirección a la polla de SeokJin entre sus glúteos y sentía el glande justo en su agujero, dónde picaba por sentir más que simplemente los dedos y lenguas de su amante.

—Tae, deja de moverte. Necesito un condón —decía SeokJin poniendo su mano en la cintura para detenerlo.

—Estoy limpio —susurraba mirándolo fijamente—. Siempre usé condón. Nunca uno roto y estoy totalmente sano ¿Y tú?

—Limpio, pero siempre he cuidado a mis parejas sexuales y me he cuidado a mi mismo —susurraba.

— ¿Me estás diciendo que no? ¿Has usado condón con tus parejas amorosas? —preguntaba con sus ojos de cachorro que tenían un efecto intoxicante en SeokJin—. ¿Sólo seré tu pareja sexual?

SeokJin miraba el rostro de TaeHyung y contemplaba sus labios rojos y sus ojos negros. Pupilas dilatadas y mirada sensual y vulnerable.

—Yo quiero que seas más ¿Qué quieres tú? —susurraba.

TaeHyung sonreía de forma ladina y mordiendo su labio se empujaba contra la circunferencia rígida entre sus glúteos, ambos contenía la respiración luego de dar un suave gemido cuando el glande de SeokJin pasaba por el anillo muscular de un TaeHyung que apretaba sus dientes y se empujaba con sus puños para incluso reforzarse mejor contra la cama y cubrir a SeokJin otro poca más.

Este miraba entre medio de ellos, su polla era la que los unía y TaeHyung estaba empujándose contra esta mientras su respiración se aceleraba, al igual que su pulso y su corazón. SeokJin apretaba sus dientes cuando más de su longitud estaba siendo cubierta por ese bonito culo de ensueño.

— Tómalo con calma —decía ronco.

—Calma es lo último que tengo ahora —respondía TaeHyung con una risa nerviosa.

SeokJin sonreía y acercaba su boca a la oreja de TaeHyung, para besar su lóbulo. Jugaba con su lengua allí mientras TaeHyung comenzaba a gemir por las sensaciones que se desprendían de la boca de SeokJin comenzando por su oreja, esparciendose por su nuca. Todo un bonito escalofrio lo cubría mientras esos besos  lo hacían volar y lo ponían ansioso hasta que sentía sus glúteos contra la pelvis de SeokJin.

Aquella travesía dolía, y ardía como los mil demonios.

—Joder... —SeokJin gemía y dejaba besos en el hombro de TaeHyung que volvían a subir hasta su oreja y besaba el lóbulo tirando de él. TaeHyung se movía sutilmente mientras él intentaba mantener el control para no perderlo.

—Eres jodidamente inmenso —gemía TaeHyung—. ¿Podrías moverte? Es incómodo sentirse tan lleno, si sabes a qué me refiero —SeokJin se aproximaba a la cabeza de TaeHyung y olía su cabello, aquello ocasionaba cosquillas en el azabache—. ¿Estás ignorandome?

—No soy inmenso, soy igual que tú —susurraba.

—Eres un poco más grueso y un poco más largo, no eres exactamente igual —susurraba TaeHyung, aún continuaba moviéndose sutilmente—. Joder. Por favor, muevete... Arde, duele y quiero que de todas formas te estrelles contra mí.

—De acuerdo, de acuerdo —susurraba al oído de TaeHyung mientras se movía con la misma delicadeza que el azabache. La sensación de estar bien apretado, caliente y húmedo era enloquecedor—. Dame un momento —ordenaba buscando la botella de lubricante centímetros lejos de ellos, luego alejaba su pelvis y TaeHyung gemía, arrojaba una cantidad suficiente de lubricante en su longitud y entre los glúteos de TaeHyung. Luego dejaba la botella y pocionaba su mano en el cuello del otro hombre.

— ¿Ya te vas a mover? —susurraba TaeHyung inclinándose hacia adelante, más horizontal—. Por favor, amor.

SeokJin lo miraba y se quedaba sin aliento, mientras posaba su mano en su cintura, se inclinaba nuevamente y exclamaba en su oreja—. No seas tan manipulador.

—Tú eres el activo, déjame ser el manipulador —se mofaba consiguiendo el primer embiste suave por parte de SeokJin—. Ah, mierda.

—Fue despacio, fresita —exclamaba.

TaeHyung reía mientras gemía y otro embiste pasaba, instantáneamente buscaba con su boca parte de la sábana de SeokJin y pasaba sus labios por ahí, tomaba un poco de la tela y la mordía con otro gemido que salía de su garganta cuando la polla de SeokJin golpeaba su punto dulce y su mundo temblaba.

—Esa es tu próstata y voy volverte loco —prometía SeokJin, besando su mejilla y mordiendo suavemente sin hacer daño a TaeHyung.

—Hazlo, por favor —pedía TaeHyung, empujándose contra SeokJin y la danza desquiciada entre sus cuerpos comenzaba.

SeokJin comenzaba a penetrar a TaeHyung con una velocidad y fuerza que era suave en un inicio, pero TaeHyung se estaba volviendo loco con tanta suavidad, intentando chocar con fuerza cada vez que SeokJin lo embestía.

—Estas siendo demasiado considera-... Ah, carajo, Jin.

— ¿Qué? —el bastardo reía y TaeHyung empujaba con más fuerza.

—Hazlo duro. Folláme duro —pedía con un gemido.

El cuello de TaeHyung sentía la presión de los largos dedos de SeokJin y mordía su labio inferior cuando el castaño lo complacía.

—Sí, eso es —pedía con su voz grave un poco rota—. Más fuerte.

—Tranquilo, estoy aquí... —susurraba SeokJin..

—Aish, sólo hazme caso... Dame lo que quiero —susurraba TaeHyung con un puchero.

Y SeokJin se perdía finalmente, tomando su mentón con justa presión para unir sus boca y hundir su lengua en la cavidad de un TaeHyung que se la chupaba con ganas mientras sus caderas arremetian hacia adelante para encontrarse con los empujes del azabache.

La forma en que TaeHyung le seguía el paso desde abajo de su cuerpo y luego lo besaba desesperado chupando su lengua y enredando la suya mientras su cabeza estaba en un ángulo incómodo al estar hacia atrás (pero parecía no importarle) porque besaba a SeokJin con pasión, su cuerpo bailaba con él en la cama y sus gemidos eran tragados por la boca del castaño.

SeokJin no podía evitar sentirse fuera de control cuando sus cuerpos encontraban la sincronía perfecta y dejaba de besar esa boca para marcar el hombro y cuello de TaeHyung. Jodidamente sí, habrían marcas de chupetones. Él usualmente no era fanático de eso y lo hacía con sumo cuidado en el cuello de sus parejas, pero quería ver una pequeña marca de pasión que no lastimara a TaeHyung ni en los más mínimo. Y este se dejaba sin importarle que luego su cuello sería una lienzo pintado y estaría más que reclamado.

TaeHyung sonreía como ebrio enamorado al pensar en eso.

—Mmah~... Ya estoy loco —gemía TaeHyung echado sobre la cama, más horizontal y moviéndose para recibir a un SeokJin que golpeaba su punto dulce con una precisión exacta.

— ¿Por qué dices eso? —susurraba SeokJin en su oreja.

TaeHyung inclinaba su rostro hacia esos labios que luego los besaba con ternura, un gran contraste con la forma en que lo estaba follando y sus cuerpos juntos hacían todo tipo de sonido obscenos.

—Porque van a quedar marcas de tus besos en mi cuello y no me molesta —susurraba ronco, más desesperado por mantener el ritmo—. Ah, de hecho, no puedo esperar.

SeokJin besaba su mentón y cuando menos lo esperaba lo giraba, su espalda ahora contra el colchón y ellos frente a frente. TaeHyung abría sus piernas para que SeokJin se acomodará allí y era un nuevo nivel de intimidad. Toda la hombría y masculinidad de ese hombre estaba entre sus piernas. Prepotente, dominante y con un borde desquiciado de dulzura en sus ojos brillantes.

TaeHyung no podía creer la vorágine de sentimientos que asaltaban su cabeza y corazón, pero no le importaba cuando tiraba de SeokJin con boca abierta para chocar en otro beso apasionado que lo aturdía y luego SeokJin estaba dentro de él otra vez, haciendo que su cintura se encorvara y gimiera ante la intromisión una vez más.

Era un maldito muñeco de trapo tratado con tanta rudeza como devoción. Sus ojos se humedecian, sus labios hinchados de tantos besos compartidos con SeokJin y luego sentía que algo más grande que él lo abrumaba, su cuerpo lleno de escalofríos placenteros que lo hacían sentir mareado, aún estando sobre la cama. Su cuerpo tenso y su estómago cosquilleando.

—No, no, no —sollozaba entre gemidos, apretando sus piernas a las caderas de SeokJin y clavando sus uñas a la espalda de este.

— ¿Qué, qué? —SeokJin se preocupaba, TaeHyung lo notaba en su voz y sus embistes se ralentizaban.

—Es que ya-... —TaeHyung mordía su labio y bajaba su mano al culo de SeokJin para apretarlo y sentirlo más adentro.

Sentía la mirada intensa del castaño sobre él y apenas podía mantener los ojos abiertos sin sentir que sus emociones lo sobrepasarían. SeokJin lo miraba fijamente mientras se hundían en él, presionando allí en ese punto enloquecedor.

— ¿Qué? —susurraba.

—Hazlo lento o me voy a venir en cualquier momento y es vergonzoso —respondía TaeHyung con voz pesada.

SeokJin lo miraba fijamente esperando que abriera los ojos, podía notar la humedad en esas hermosas pestañas largas.

— ¿Quieres parar? ¿Quieres que me detenga? Puedo hacerlo

—No, no, no —Tawhyung se enroscaba con piernas y brazos sobre SeokJin para que este no se alejara—. Solo hazlo más lento —susurraba abriendo sus ojos, estaban brillantes de forma vulnerable.

— ¿Hice algo mal? Algo que no te haya gustado —susurraba viendolo fijamente. Sus movimientos habían cesado, estaba enterrado en TaeHyung mientras este tenía piernas y brazos enroscados en su cadera y cuello. No podía evitar cuando TaeHyung negaba y una lágrima se le escapaba, su mano iba a su rostro y su pulgar limpiaba la misma—. ¿Amor?

TaeHyung aspiraba por aire, esa sensación abrumadora volvía. Su garganta pesaba, y se apretaba y su corazón latía desesperado ante el apodo cariñoso.

Él necesitaba besar a SeokJin y lo hacía, mientras se movía debajo de él, desesperado por volver a ese acto crudo de ser simplemente uno en esa cama entre sábanas. Comenzando algo que TaeHyung no sabía que era, pero que se sentía diferente y no se trataba solo de tener una polla en su culo, aquello era más intenso y el mundo se volvía borroso a los lados cuando SeokJin se movía y lo complacía.

— Déjate ir... Siempre podemos volver a hacerlo —susurraba SeokJin con sus labios sobre su mejilla, sus brazos enroscados al cuerpo de TaeHyung, pasaban por debajo de su espalda, se aferraba alli y daba las últimas embestidas pasionales que le daban a TaeHyung el mejor y más intenso orgasmo que lo golpeaba de repente, estallando entre sus cuerpos. Temblando y gimiendo el nombre de ese hombre.

Tan perfecto, tan intenso, SeokJin seguía golpeando en él y al instante se corría. TaeHyung lo sentía, explotaba dentro de él y lo llenaba, llenaba a TaeHyung de su esencia y lo hacían sentir tan extraño como extasiado. SeokJin temblaba mientras él pasaba los últimos espasmos de su abrasador orgasmo sosteniendo al hombre encima de su cuerpo. Sudados, satisfechos y con un aire que los rodeaba que le hacía saber a ambos que aquello no había sido simplemente buen sexo.

TaeHyung abrazaba a SeokJin mientras aspiraba el aroma de su cuello y sus piernas apretaban alrededor de él. Sus dedos largos pasaban por entre medio de esas hebras lacias y sudadas, provocándole un placentero cosquilleo a un SeokJin que reía ronco y besaba su hombro y su cuello. Él no dejaba de hacerlo.

Ya se habían corrido, y estaban exhaustos, pero SeokJin continuaba besándolo. Y a TaeHyung le encantaba. Dios, como le encantaba la intoxicante atención de este hombre. Desde un inicio lo quería sólo para él. Y ahora lo tenía, y se sentía perfecto. Se sentía pleno, para nada incorrecto, algo nuevo, definitivamente, pero preciso, destinado a ser.

Carajo, su garganta quemaba otra vez.

—Eso fue increíble —susurraba SeokJin, pero de inmediato se apoyaba sobre su antebrazo y estudiaba a TaeHyung—. ¿Lo fue para ti o-...?

SeokJin lo miraba tan preocupado y hermoso, todo sudado y despeinado. ¿Cómo un hombre podía verse tan bien post coito? Así que simplemente reía, reía gravemente y lo hacía alto y divertido. SeokJin lo miraba entre la diversión y la incertidumbre.

—Oh, mierda. Sí me volteaste —susurraba divertido, poniendo sus manos en el rostro de SeokJin y acunandolo—. Estamos haciendo esto de nuevo. Dame unos treinta minutos o un poco más —decía tirando de SeokJin para abrazarlo con fuerza.

— ¿Lo dices en serio? —susurraba SeokJin.

Tan hermoso, pensaba TaeHyung y mordía su labio ante la vorágine que quería escupir por su boca y verbalizar barbaridades. Dios, él solo estaba bien follado y tenía que acostumbrarse a eso ahora.

—Hombre. Me sacudiste mi supuesta heterosexualidad fuera de mi a través de ese orgasmo de ensueño. Definitivamente quiero tu polla dentro de mi en cuarenta minutos máximo —susurraba en el oído de SeokJin y luego tiraba de su lóbulo.

SeokJin se perdía, su polla estaba drenada en el interior de TaeHyung, enterrada allí, ambos asquerosamente pegados, pero no podía importarle menos. No con este hombre, así que se erguía y lo miraba fijo.

— ¿No mientes, no? —susurraba mirando a TaeHyung fijamente.

TaeHyung pasaba saliva y relamía sus labios—. Para nada. Quiero tu polla dura y lista en cuarenta minutos y haremos esto todo el fin de semana —exclamaba con voz grave y alzando sus cejas reiteradamente.

SeokJin suspiraba y luego, finalmente sonreía más relajado. TaeHyung reía y se burlaba de él.

—¡Ah, mírate todo preocupado! —lo apretaba con fuerza temiendo que SeokJin fuera a desaparecer después de sentirse desgarrado y vulnerable, tanto física como emocionalmente, pero SeokJin estaba ahí, con sus brazos debajo de su cuerpo, abrazándolo con fuerza.

Así que los giraba a ambos sobre la cama y quedaba encima de SeokJin, la polla flácida del castaño se escapaba de él y podía sentir como la esencia de SeokJin se escurría por entre sus muslos.

—Eres tan fresita todo preocupado —susurraba en la boca de SeokJin y luego lo besaba. Labios húmedos, que ya se conocían entre sí y sabían cómo danzar en un beso lento y placentero, acariciando la lengua ajena, el paladar e inspeccionando sin apuro.

Nunca tendría suficiente de esos besos que lo volvían estúpido. SeokJin apretaba su cuerpo contra el suyo y TaeHyung temblaba de placer. Hasta por unos simples besos que lo dejaban como gelatina. El sonido húmedo de sus bocas colapsando era una agradable música de fondo para TaeHyung. Para ambos.

—Carajo, me dejas estúpido con cada beso... —susurraba, besando de forma casta y luego mordiendo el labio inferior de SeokJin y tirando de él.

— Coincido contigo, me pasa lo mismo —susurraba el castaño. TaeHyung sonreía y sentía un torbellino de sentimientos inexplicables y lo único que podía hacer era abrazar a SeokJin y esconder su rostro en el hueco de su cuello.

Aquello había sido muy buen sexo, pero más que eso, TaeHyung lo sabía. Era una persona sexualmente activa con demasiados encuentro en sus haber, como para saber que aquello no había sido una simple ceremonía hacia el camino de los miles colores. Aquello había sido mucho más que dos cuerpos intentando complacerse. Mucho más que dos hombres colapsando en un deseo descomunalmente apasionado. Mucho más que la simple acción de rascarse la picazón y sucumbir a la tentación.

Aquello había sido un acto que tatuaba a SeokJin en el corazón y en el alma de TaeHyung de una forma que luego no podría ser fácilmente removida. TaeHyung lo sabía y le asustaba tanto al punto de querer meterse debajo de la piel de SeokJin con tal de sentirse correspondido en esta locura apasionada.

Por favor no me dejes ser el único que se sienta así.

SeokJin, ajeno al torbellino de emociones y pensamientos que TaeHyung experimentaba, respondía con ternura al beso que este volvía a darle en sus labios. Estos se movían en una danza íntima, explorando cada rincón. El calor de sus cuerpos se fundía, y el deseo se convertía en un fuego incontrolable para volver a comenzar una vez más.

Había sido su primer encuentro sexual, pero para TaeHyung, había sido mucho más intenso que eso.

Oh My god 😭😍💜
Volvimos baby 💜

Lxs leo 🥹

Con amor niñita Nanykoo 💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro