Décimo séptimo

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Pese a qué Jang, la madre de TaeHyung, había recibido el mensaje de Jimin sobre que estaba bien, no había olvidado las palabras de TaeHyung. Su hijo había estado bebiendo demasiado aquella tarde y cuando se habían cruzado finalmente en la cocina, TaeHyung estaba hipersensible y de su boca salió una frase que la había dejado acongojada el resto de la tarde. Sin embargo, a punto de cumplirse las nueve en punto, TaeHyung volvía a casa y encontraba a su madre sentada sola en la cocina, bebiendo su té favorito para los nervios.

— ¿Eomma? —su voz cargada y pesada, era un susurro que la hacía saltar en el silencio de la noche.

— ¿TaeHyung-ssi? —la mujer se ponía de pie para verlo.

TaeHyung no llevaba la misma ropa que ese día, traía algo más deportivo y relajado. Cómo buena madre sabía que esa ropa no era de su hijo.

— ¿Por qué estás aquí? —preguntaba con un nudo en la garganta—. ¿No te dijo Jimin que estaba bien? —cuestionaba sin verla, camino a su habitación.

Su madre lo seguía—. Me avisó, aún así no estoy tranquila

—Estoy bien —decía de espaldas a ella, juntando un poco de ropa en un bolso pequeño.

— ¿Te vas? —preguntaba la mujer con su corazón latiendo a mil por horas.

TaeHyung reía—. No, sólo vine a buscar algo de ropa. Me quedaré unos días en lo de un amigo.

Su madre suspiraba—. ¿SeokJin?

TaeHyung se ponía tenso y la ropa que estaba doblando quedaba allí, colgando de sus manos.

— ¿Planeabas decirme?

— ¿Decirte qué? Iré a trabajar, sólo me quedaré unos días con él —respondía nuevamente mientras volvía a guardar otro poco de ropa.

—Tae... —llamaba su madre una vez más, TaeHyung suspiraba y se detenía—. ¿Podemos hablar?

El azabache apretaba sus ojos y relamía sus labios, luego pintaba su mejor sonrisa al girar en dirección a su madre—. ¿De qué?

Su madre suspiraba—. Por favor TaeHyung, no pretendas que no saliste corriendo luego de decir algo que te está comiendo por dentro —susurraba las últimas palabras.

TaeHyung sentía el nudo en su garganta y sus ojos se llenaban de lágrimas—. Olvida lo que dije, estaba borracho —susurraba, pero su voz fallaba.

Su madre suspiraba y se sentaba en la punta de su cama.

—Lee está durmiendo en el cuarto de huéspedes

—No te pregunté —decía TaeHyung secamente.

Su madre suspiraba y lo miraba—. Creo que entiendo mejor tu repentino resentimiento a tu tío

—No es mi tío, no es tu hermano, ni era el de... Papá.

—Sigue siendo tu padrino y eso no tiene nada que ver con la sangre, TaeHyung . Fue elección de tu padre y mía.

—"Señor Lee" y agredece que le digo "señor" y no le termino de perder el jodido respeto —decía entre dientes. Su mano se estaba sujetando al cabezal de su cama, apretando con fuerza rogando no fallar y explotar otra vez, pero no sentía que tendría éxito si su madre estaba queriendo presionar.

Y lo entendía, él había sido un maldito ebrio emocional boquifloja, lidiando con demasiados sentimientos en un espacio reducido y con muchas personas a su alrededor.

—Kim TaeHyung —decía su madre sin levantar su voz, era con ternura y cansancio a la vez—. Siempre has sido honesto conmigo. Nunca te has guardado nada de nada, pero no siento que siga siendo así ahora.

—Soy el mismo —susurraba sin fuerzas.

«No lo eres» decía una voz en su cabeza.

Su madre lo miraba con ternura, sus ojos brillaban más. Ella también estaba a flor de piel.

— ¿Sabes? Cuando trajiste a Jimin por primera vez a casa y supimos su orientación sexual y todo lo que el movimiento LGBT+ representa, me sentí... —su madre sonreía—. Me sentí un poco más normal al respecto.

TaeHyung fruncía el ceño y repetía la palabras de su madre en su cabeza—. ¿A qué te refieres con normal?

Su madre sonreía y bajaba la mirada—. ¿Sabes por qué no tengo relación con mi familia y jamás la tuvimos? —el azabache sacudia su cabeza—. Mi padre era un alcohólico abusivo y yo era su única hija mujer —susurraba.

TaeHyung sentía que su corazón caía al suelo y automáticamente se sentaba al lado de su madre, la ira y el dolor ahogandolo repentinamente—. No... —susurraba.

Su madre sonreía con dulzura y unas lágrimas caían por su mejilla.

—Mi madre le tenía miedo. Mis hermanos mayores le obedecían sin cuestionar y yo estaba sola. Hasta que conocí a tu padre —decía con una sonrisa—. Tenía dieciséis, era el chico más divertido de la clase, pero no era al más agraciado —decía con una sonrisa divertida—. Siempre fue un caballero y nos hicimos amigos de inmediato. A mí me gustaba su mejor amigo —susurraba con una sonrisa melancólica.

TaeHyung parpadeaba no logrando llevar el ritmo de su madre, pero lo intentaba.

—Él me ayudó. Su mejor amigo, fue mi primer novio... Y era una chico tan abusivo como lo era mi padre —decía con una sonrisa triste—. Tu padre me salvó de que no me hiciera nada —añadía con un nudo en la garganta—. Él no sabía cómo era mi vida cuando llegaba a casa, pero una vez lo supo cuando me visitó de imprevisto para hacerme sentir mejor con mucho chocolate y dulces. Me salvó de tu abuelo, me sacó de allí y decidió que nos iríamos del pueblo —susurraba—. Me amaba y yo a él. Cumplió la promesa de sacarme de allí y darme una mejor vida, siempre estuvo conmigo y así como él sabía mi historia, yo sabía la suya.

TaeHyung apretaba sus dientes y parpadeaba, él no quería llorar, pero sería inútil.

—Una joven abusada por su padre y un chico gay, no tenían mucho futuro en un pueblo tan conservador como hipócrita —susurraba.

TaeHyung abría su boca y aspiraba con fuerza—. ¿Tú-... Tú sabías?

Su madre asentía—. Nos casamos porque sabíamos que queríamos estar juntos siempre, sólo que no de forma tradicional. Los abusos de mi padre dejaron una fea cicatriz. No quise estar con nadie más de esa forma tan intima y aterradora —confesaba con cierto asco—. Pero con el tiempo y con la elección de ambos, el chico gay y la chica asexual quisieron formar una familia.

TaeHyung estaba a punto de desvanecerse al mismo tiempo que estaba totalmente alerta al relato.

—El problema era que ninguno se excitaba con el otro. Fue algo chistoso, lo intentamos porque tu padre me amaba y yo confiaba en él, pero nuestros cuerpos no colaboraban —decía divertida. Las lágrimas no se habían secado—. Entonces nos informamos al respecto y lo intentamos de otra forma con ayuda de profesionales hasta que quedamos embarazados, bueno técnicamente yo. Pero él fue un compañero excelente.

—Con ambos embarazos... —la voz de Lee venía de afuera de la habitación de TaeHyung.

¿Cuando había entrado? Dios, estaba tan absorto en la conversación con su madre.

—No te di la señal de que podías entrar, viejo entrometido —decía su madre.

TaeHyung secaba sus ojos, esto no podía volverse más jodidamente extraño e incómodo.

—Necesito saber cómo está mi ahijado ¿Puedo pasar?

TaeHyung relamía sus labios, aún no estaba bien con Lee, pero claramente no podía culparlo. Ahora sólo quería entender. Se lo debían.

—Dime como carajos entras en esta ecuación —exclamaba con voz seca, su madre lo miraba horrorizada con sus ojos enormes—. Lo siento.

—No te preocupes —decía Lee y entraba a paso lento—. Creo que puedo entender porque repentinamente comenzaste a odiarme.

TaeHyung no diría que lo odiaba, pero tampoco podía negarlo del todo.

—Te guardo rencor, no eres quien creía que eras. Mi padre, tú y al parecer también tú, eomma —decía cansado.

Su madre suspiraba y tomaba su mano—. ¿Me creerías si te dijera que no teníamos un plan B para decirles cómo era nuestra vida y sus reglas? Sólo queríamos que vieran el amor que nos teníamos y que por sobre todas las cosas les tenemos a ustedes. Sólo queríamos un hogar normal, no algo que pudiera desestabilizarlos a temprana edad.

—Si, bueno. Me desbarataron a mis casi treinta, felicitaciones y el viejo te dejó para lidiar conmigo sola

—No está sola —decía Lee. TaeHyung alzaba la vista, su mirada no era amigable y Lee lo sabía, conocía muy bien a su ahijado—. No sabíamos que estabas al tanto de esto, hijo. Antes de que sucediera la parte más trágica con el cáncer de tu padre él dijo que tenía  que decirnos algo importante sobre ti, pero nunca creímos que lo sabías —susurraba sentándose en un sofá que TaeHyung tenía cerca de su cama.

—Es cierto, cuando tu padre empeoró, apenas si podía decir una oración coherente y completa —decía su madre con su garganta cerrada—. Sólo alcanzó a decirme que te cuidara, pero no suponía que sabías. No era algo fácil de decir

—Estaba resentido con el viejo, porque supuse que te engañaba y lo más impactante fue que era con su mejor amigo... Hombre —decía TaeHyung intentando no sonar ofensivo—. Él me dijo que te lo diría, nunca me dijo que era un acuerdo o lo que sea esto.

—Tae, hijo —Lee buscaba su mirada—. Tus padres eran felices

— ¿Y por qué te metiste en el medio? ¿Por qué llegaste a confundirlo más?

—Cariño, tu padre no estaba confundido —decía Jang—. Él era homosexual, él sabía que le gustaban los hombres. Siempre lo supo, cuando conoció a Lee, lo conoció en el proceso en el que estábamos intentando quedar embarazados, pero mi cuerpo no colaboraba al inicio. Lee le presentó un amigo de esa época, un profesional que podía ayudarnos.

Lee exclamaba—. Eramos compañeros de trabajo, nos volvimos amigos y luego...

—Y luego pasaron cosas —soltaba su madre pacíficamente divertida.

—Tu padre no quería verme cuando supo que sentía cosas fuertes por mi —decía Lee, luego suspiraba—. Tu madre le insistía en salir conmigo y conocerme. Yo sabía de su situación, él me lo había contado una noche ebrio

—Genial, heredé su estupidez estando ebrio —decía TaeHyung.

—Oh, heredaste todo de él —decía Lee divertido—. Nunca había conocido hombre más frontal y boquifloja que tu padre.

TaeHyung parpadeaba ante la frase "heredaste todo de él",ñ sintiéndolo demasiado personal, pero Lee seguía hablando.

—Él me dijo que yo le gustaba, pero que ya tenía compañera y eso no iba a cambiar. Tu padre siempre puso a tu madre primera. Siempre —añadía—. Mi joven version, lo detestó en un inicio porque cuando ya estaba locamente enamorado de él y él de mí, me dijo que de igual forma Jang siempre sería su esposa, su amiga y fiel compañera.

TaeHyung miraba entre Lee y su madre quien lloraba irremediablemente para ese momento—. Luego supe la historia de tu madre y entendí mejor a tu padre ¿Sabes?

— ¿Por qué? —TaeHyung fruncía el ceño, no podía lograr entender como esos tres habían encajado y menos podía creer que Lee terminará lidiando con un hombre que no se entregaba por completo—. ¿Cómo pudiste seguir con él si no eras exclusivo?

Lee reía—. Oh, él era jodidamente exclusivo. Tenía todo de él como hombre, pero era un hombre con mujer. Una mujer a la que amaba con locura. Una mujer a quien su propia familia la había abandonado a su suerte, pero él no sería el siguiente. Él había prometido estar con ella hasta el final de sus días y lo hizo, TaeHyung. Y me enamoré de él y amé a tu madre porque es un sol de mujer y luego tú naciste y me enamoré de ti también. Eran mi familia. No me interesaba que el resto no entendiera, eran mi familia.

—Somos —decía Jang—. Fue decisión de todos que Lee fuera tu padrino. Y no pretendo que entiendas nuestras decisiones, sólo que sepas la verdad.

TaeHyung parpadeaba aturdido—. Pero siempre se vieron tan enamorados —decía desahuciado.

—Y lo estaban —decía Lee—. Sólo que era un amor demasiado puro para que el resto lo entendiera, hijo —luego suspiraba—. Lamento mucho que te hayas enterado de forma precipitada

—Se estaban besando en el maldito callejón del restaurante —decía TaeHyung secamente.

Jang cubría su boca—. Hormonales horripilantes.

— ¡Mamá! Estuve mal todo este tiempo creyendo que papá te engañaba y que mi niñez y familia perfecta fue una jodida mentira

—No lo fue, Kim TaeHyung —añadía la mujer con firmeza, luego suspiraba—. Nuestro único error fue no decirles todo, pero jamás fingimos ser una familia perfecta. Lo éramos, a nuestro modo.

TaeHyung suspiraba y esquivaba los ojos de ambos—. ¿Pero tú nunca quisiste más?

Su madre negaba—. Nop y muchas veces le dije a tu padre que podía hacer su vida con Lee mientras fuera un padre presente

—JiYoon no quería eso —añadía Lee con una sonrisa dulce—. Él no imaginaba una vida en la que despertara en una casa donde no estuviera tu madre. Créeme TaeHyung, él la amó cada segundo de su vida y la respetó siempre

—Me dió el amor que yo necesitaba. Yo no quería más. Era mi esposo, amigo y compañero. Sólo que no de la forma convencional que todos creen. Aún así, siempre tuve su amor. Sus cuidados y su compañía, no pretendo que entiendas, pero no fue fingido. Nada de lo que viviste con nosotros fue una mentira, siempre fuimos esa familia perfecta. Siempre se desvivió por nosotros, en todas y cada una de sus formas.

TaeHyung escuchaba atentamente las palabras y suspiraba luego, sentía que la opresión en su pecho había desinflamado y sangrado finalmente. Luego de asimilar todo e interiormente dejar el rencor de lado miraba a su madre y a Lee.

— ¿Nunca sintieron celos el uno del otro?

Ambos amigos se miraban y asentían al mismo con un sonoro "Sí", luego comenzaban a reír, dios. TaeHyung rodaba los ojos, eso era tan extraño.

—No eran los mismos tipos de celos, pero sí. Más que nada cuando éramos más jóvenes, pero luego supimos lidiar con eso y dejarlo de lado, era estúpido —decía su madre divertida.

TaeHyung sacudía su cabeza—. Es increíble. Yo no podria hacer lo que ustedes —decía anonado y luego sus palabras salían de su boca a su propio antojo—. No me imagino compartiendo al hombre que amo —su corazón se detenía, sus dientes se apretaban y su cuerpo se ponía tenso—. Persona-... Mujer, yo no-... —Lee y su madre compartian una mirada y TaeHyung gemía frustrado, echándose en su cama y tapándose el rostro con su almohada.

Su madre suspiraba y acariciaba su rodilla—. Tranquilo, cariño.

"Nu untundu purcu mu trunculusus" soltaba con su rostro pegado a su almohada.

"¿Qué?" Soltaban los dos mayores al unisono.

TaeHyung resoplaba y quitaba la almohada de su rostro—rojo cual tomate—y repetía su sentencia: —No entiendo porque me tranquilizas —repetía mirando el techo.

—Porque soy tu madre —añadia la mujer con ternura.

—Y porque eres muy obvio —decía Lee.

TaeHyung se sentaba repentinamente en la cama—. ¿Creés que soy gay? —decía mirándolo.

Lee abría su boca y la cerraba, buscando las palabras correctas—. Creo que necesitas conocerte mejor antes de ponerte una etiqueta, hijo —decía palmeando el hombro de TaeHyung.

Su madre suspiraba sonoramente—. Cuando Jimin vino por primera vez aquí y le pregunté que era el "más" en la sigla LGBTQ+ comenzó a interiorizarse más en explicarme quienes eran parte de este movimiento y me sentí, luego de años, muchísimo más "normal" al saber que había gente que compartía mi forma de vida y otras que la comprendían mejor. De jóvenes con tu padre no nos animabamos a interiorizarnos más por miedo al que dirán. Pero tú no tienes que apresurarte a pertenecer a ninguna etiqueta, he conocido personas que prefieren no tener una

—Y está perfectamente bien con lo que tú decidas —añadía Lee.

TaeHyung suspiraba, luego tragaba el nudo en su garganta.

—Entonces, SeokJin es un gran chico —añadia su madre.

—Muy guapo, es entendible —decía Lee, su madre estaba de acuerdo con su amigo.

TaeHyung rodaba los ojos—. Es un gran tipo —susurraba—. Creo que lo volví loco.

— ¿De la buena manera? —susurraba su madre.

TaeHyung se ponía rojo, él no o era tímido con todo lo sexual, pero esta era su madre, santo cielo.

—Esto es raro —soltaba secamente con una mueca negativa.

—Oh —su madre ondeaba su mano—. No se puede poner más raro que tus padres y tu padrino —añadía.

TaeHyung resoplaba—. Definitivamente soy el más normal de los tres

— ¡Kim TaeHyung! —su madre le daba un chirlo en el brazo.

—Lo siento, es sólo que-... —TaeHyung nunca había sido del tipo dificultoso para hablar con sus padres, pero esto era nuevo—. Siempre te he hablado de chicas y...

—Sólo dime cómo te sientes, es lo que me importa. Siempre y cuando quieras compartirlo conmigo, aquí estoy —susurraba.

TaeHyung miraba hacia arriba porque sus ojos se humedecían—. Él me dijo que está enamorado de mí.

Lee alzaba sus cejas y su madre intentaba no dejar que su cuerpo reaccionará ante la sorpresa.

—Eso es-... ¿Es eso bueno o malo para ti? —preguntaba a cambio—. ¿Cómo reaccionaste?

TaeHyung suspiraba y fregaba sus ojos—. Unmm yo-... Yo salí corriendo —añadía.

—Oh, eso debe apestar para el pobre chico —decía Lee.

—No, no, no... —añadia TaeHyung—. Osea, creo que sí, pero no salí corriendo por las razones que debe estar creyendo ahora —añadía con una mueca.

Lee y su madre compartian otra mirada.

— ¿Pueden dejar de hacer eso? Estoy justo aquí, carajo. Dejen de mirarse como si fuera un ser especial —decía casi ofendido.

Su madre alzaba sus cejas—. No más que yo, pero...

— ¡Eomma! —decía frustrado.

—Lo siento, era una broma —decía sobando los brazos de TaeHyung cuesta arriba y abajo—. ¿Si no huiste entonces que haces aquí?

TaeHyung tragaba saliva—. Bueno yo-... Umm, venía en busca de más ropa para volver a su apartamento y pedirle intentar... Conocernos mejor en otros ámbitos

— ¿En otros ámbitos? —soltaba su madre, TaeHyung hacía una mueca intentando no enrojecerse—. Oh, en otros ámbitos.

—Seee... Pero olvidé decir "Ya vuelvo" y responder lo que fuera, yo solo salí para tomar ropa y luego encerrarme con él en su apartamento y sólo. Oh dios, si soy un caso especial —añadía entrando en pánico—. Ay, carajo. Va a creer que no le correspondí —TaeHyung se ponía de pie agarrando su cabeza—. Ah, nunca fui tan estúpido.

—Oye, oye.... Tranquilo, hijo —decía Lee, poniéndose de pie para alcanzarlo junto con su madre—. Estás pensando demasiado

—Siempre pienso demasiado con él, jamás me gustó un hombre, pero él... Él es diferente, él me gusta. Él me encanta, me encanta —decía rápidamente—. Me gusta mucho. Demasiado, yo estuve todo este tiempo pensando en eso y lo quiero conmigo, lo quiero en mi vida. Y él está enamorado —decía riendo como lunático.

Su madre y Lee asentían con una sonrisa melancólica y cuidadosa, TaeHyung estaba teniendo una epifanía que había tomado control de sus emociones reprimidas y probablemente estaba a punto de entrar en otra sensación de pánico.

El susodicho quedaba en blanco y palidecía, volviendo a sentarse—. Oh dios. Ay carajo, él está enamorado. Está enamorado de mí. Nunca nadie se enamoró de mí —decía mirandolos con grandes ojos de cachorro asustado—. Yo nunca me he enamorado antes... Yo nunca me sentí así.

Su madre lo alcanzaba y se arrodillaba frente a él—. Hey, cariño. Mírame —decía su madre con dulzura, mientras acunaba su rostro.

—Él me dice "cariño" —susurraba TaeHyung con ojos humedos—. Él es el tipo más dulce que he conocido y él está enamorado de mí —añadía sorprendido.

—Y creo que tú también podrías estarlo —decía Lee con suavidad.

TaeHyung alzaba la mirada y lo veía fijamente—. ¿Y como se supone que se sabe eso? Yo jamás me enamoré y nos conocemos hace casi tres meses. Es imposible —decía anonadado—. ¿Es imposible, cierto?

Su madre giraba y miraba a Lee—. ¿Cuando te enamoraste de JiYoon?

Lee suspiraba—. A los tres meses y medio de conocerlo —añadía.

Jang alzaba su ceja—. Tu padre al mes y medio —decía divertida.

— ¿Se enamoró de mí al mes y medio? —decía Lee de la nada.

Jang sonreía—. Le prometiste conocer a alguien que podía ayudarnos a ser padres. Sólo eso le bastó ¡Oh! y creo que dijo que eras muy atractivo con una sonrisa encantadora.

TaeHyung miraba repentinamente la expresión de Lee, la sonrisa de su madre y entendía porque estos dos se juntaban y recordaban a su padre constantemente.

—Así que ¿Casi tres meses? —repetía su madre. TaeHyung se quedaba sin palabras, su madre se ponía de pie y acariciaba su mejilla una última vez—. Nadie te presiona para que definas lo que sientes y segura que él no lo hará tampoco. Pero debes decidir que quieres

—O tu hermana lo obligará a casarse con ella y ser el padre de sus futuros hijos —añadía Lee con un tono suave—. Así que tú decides si lo quieres en tu vida. Y como lo quieres, si un simple amigo, algo más o tu futuro posible cuñado —decía divertido.

Jang chasqueaba su lengua luego de reír suavemente.

—Quita esa cara de susto —añadía su madre—. Lo que decidas hazlo por ti, que no te importe nada más —luego besaba su cabeza—. Ya no te atormentes, nunca fuiste inseguro para ir detrás de aquello que quieres. Que no te asusté solo porque es algo nuevo.

Y sin más que decir, salía de su habitación con un Lee que le dejaba una última sonrisa comprensiva y quedaba solo con sus pensamientos y su corazón acelerado, pero su teléfono lo sacaba de su estado de shock. Relamiendo sus labios miraba el teléfono y no era SeokJin, era Jimin.

— ¿Jiminah?

Estoy camino a tu casa ¿Estás ahí? Nam me contó que SeokJin se confesó contigo y saliste corriendo —decía sin tapujos.

TaeHyung no se sorprendía, SeokJin y Namjoon se contaban todo, tal como él y Jimin.

— ¿Por qué vienes? —decía poniéndose de pie y continuando con lo que estaba antes de toda la charla reveladora e irreal de recién.

Pues porque soy tu mejor amigo ¿Qué pregunta es esa? —soltsba el rubio indignado.

TaeHyung reía secamente—. No lo hagas y no salí corriendo —añadía—. Bueno, si lo hice, pero no "huyendo" sólo vine a casa por un poco de ropa

— ¿Ropa? —Jimin no entendía—. ¿Te vas?

—No ¿A dónde me voy a ir? Tengo que comenzar a trabajar de nuevo el lunes, imbécil —exclamaba—. Sólo voy a-... Umm voy a instalarme unos días en el apartamento de SeokJin.

La línea que quedaba en silencio. Demasiado silencio.

— ¿Jimin?

— ¿Qué tú qué?

TaeHyung suspiraba—. Voy a quedarme unos días con SeokJin

Ah... ¿Y él lo sabe? —su voz era cautelosa.

—Nop, porque se me ocurrieron un par de cosas y como que olvidé transmitirselas —decía mirando el techo y hablando en puchero—. Necesito volver antes de que crea que salí corriendo y huyendo

Oh, ya lo cree. Pero ¿Estás seguro? —susurraba Jimin la última parte.

TaeHyung suspiraba y se volvía a sentar—. Acabo de tener una reveladora charla con mi madre y Lee

Oh ¿Fue malo?

—Nop. Fue extraño, pero ya sabrás cuando te vea, la cuestión es que, no huí de SeokJin —suspiraba una vez más.

Esos días sin SeokJin, las últimas veces con él. Verlo de nuevo ese mismo día y sentirse desesperado por su atención. Luego sus besos, su mirada. La forma en que ese hombre comenzó a tratarlo dando vuelto su mundo y sus propios gustos. TaeHyung no quería huir de eso. Esto no se trataba de sólo su cuerpo seguir inspeccionando y necesitando más de SeokJin. No sé trataba de simple lujuria.

—No estoy huyendo, todo lo contrario —añadía apretando sus ojos—. Estoy corriendo directo a lo que quiero.

Jimin exhalaba sonoramente—. Ay, hombre... De acuerdo, ten cuidado. Por ambos ¿Si?

—Tranquilo, ahora necesito correr —decía apresurándose otra vez—. No pretendo hacerme desear. Bueno si, pero no justo ahora.

Jimin reía incrédulo—. Bien, de acuerdo. Suerte y luego quiero todos los detalles —decía.

—No lo haré, pervertido

Oh, si lo harás —decía Jimin antes de cortar el llamado.

Luego de eso, TaeHyung tomaba nuevamente el auto de su madre que para esas instancias lo sentía más suyo que otra cosa. Se ponía en marcha y cuando llegaba al edificio del castaño, su corazón estaba loco de nuevo, pero juntaba todo su valor y salía de allí con bolso en mano, piernas débiles y pulso acelerado.

Si bien siempre había sido el que encaraba en sus relaciones, era la primera vez que había sido encarado. TaeHyung estaba acostumbrado a decir "Me gustas, seamos algo" y luego las mujeres aceptaban, después de un poco de jugueteo, pero SeokJin no estaba jugando. SeokJin había sido serio al respecto y siempre había sido cuidadoso con él y TaeHyung había caído simplemente como los mejores.

Ya dentro y parado frente a la puerta de SeokJin, él estaba seguro que quería más. Sí, él quería más.

— ¿TaeHyung? —la voz de Jennie lo congelaba, pero se obligaba a girar en contra de su voluntad.

—Hola —decía secamente.

— ¿Sigues siendo amigo de mi encargado? —cuestionaba curiosa.

TaeHyung aspiraba con fuerza logrando que fuera notoria la subida de hombros y lo cansado que se veía de estar perdiendo valioso tiempo con su ex.

Mirandola atentamente, llevaba un diminuto vestido y algo en su mano. Algo roto, estaba ahí para molestar a SeokJin—. Por ahora somos amigos —decía entrecerrando sus ojos.

Oh, bendito celos que jamás había sentido hasta SeokJin.

Jennie alzaba sus cejas—. ¿Eso que significa? ¿Y por qué me miras tanto? —añadía la última pregunta con voz un poco más sensual.

Pero irritaba a TaeHyung y alejaba su rostro cuando Jennie terminaba demasiado cerca—. ¿Qué haces?

— ¿Tienes algo que hacer o quieres divertirte sin compromiso alguno como en el inicio? —soltaba la chica, pasando su mano libre por el abdomen de TaeHyung—. Nos separamos hace un par de meses ¿Has tenido sexo en ese tiempo?

TaeHyung fruncía el ceño y apretaba sus dientes—. No es de tu jodida incumbencia, pero si quieres saber, estoy a punto de tener el mejor sexo que jamás he tenido —añadía mirándola fijamente.

Jennie era hermosa, él lo sabía, pero no había nada en especial en su rostro. Sus ojos rasgados eran hermosos, pero no brillaban como los de SeokJin. Sus labios eran sensuales, pero no eran ni la mitad de tentadores y carnosos que los de SeokJin y si recordaba los besos con ella. Joder, no. Le gustaba la pasión y el hambre en los besos de SeokJin, le gustaba que competía con él para ver quién devoraba la boca del otro. Él necesitaba estar con SeokJin y no hablando con Jennie, carajo.

— ¿Con quién se supone que vas a follar que será tan bueno? —decía sarcásticamente.

La puerta de SeokJin se abría y ambos miraban al dueño del apartamento. Los ojos de este eran de pura sorpresa y cautela. Los ojos de TaeHyung eran ansiosos y hambrientos al mirar a ese hombre que tenía un aspecto algo tormentoso y se sentía culpable de eso.

—Con él —decía TaeHyung sin aliento.

Jennie fruncía el ceño—. ¿Qué? Tiene que ser una jodida broma de mal gusto.

— ¿Jennie necesitas algo? —decía SeokJin repentinamente no entendiendo que estaba sucediendo ahí.

—Ah, no. Ahora jodidamente no, eres increíble, TaeHyung y de mala manera —decía saliendo como alma que la lleva el demonio.

Pero TaeHyung no la miraba, TaeHyung no volteaba. A TaeHyung no le importaba nada más que el hombre confundido frente a él viendo como la chica se iba maldiciendo al universo.

— ¿Estás bien? ¿Pasó algo? —preguntaba SeokJin.

Aún todo atormentado como se veía, se preocupaba por TaeHyung y sólo TaeHyung. El azabache sonreía como imbécil.

Los ojos de SeokJin se humedecían visiblemente—. ¿Por qué sonríes así? —preguntaba sin fuerzas—. ¿Qué estás haciendo aquí?

TaeHyung fruncía su ceño—. Bueno, me autoinvite a pasar unos días aquí —decía con todo el coraje que podía mientras esquivaba el cuerpo de SeokJin y entraba nuevamente. Ellos no tendrían esa charla en la puerta.

SeokJin la cerraba confundido. Esa última hora luego de ver a TaeHyung salir de la ducha como un demente, luego de su confesión y buscando lo primero que encontraba, sin decir nada mientras SeokJin caminaba a su alrededor pidiéndole que se tranquilazara y que no tenía porque terminar su amistad, sólo tener algunos límites, pero TaeHyung no escuchaba razones. Se había ido por esa puerta dejando a SeokJin solo con su confusión y sus sentimientos a flor de piel.

El obvio rechazo lo había hecho mierda. Nunca se había sentido más desdichado en su vida.

—No entiendo cómo es que te autoinvitas cuando saliste corriendo de aquí, huyendo asustado —decía desdichado—. Ni siquiera atendiste mis maldito mensajes...

—Lo siento, no estaba pensando. Estaba actuando —decía calmando a SeokJin moviendo sus brazos de abajo hacia arriba y acercándose a él.

— ¿Actuando? ¿Cómo? No estoy entendiendo —Seokjin se veía sutilmente arruinado y cansado.

TaeHyung lo miraba con ternura y le daba una suave beso a presión en sus labios que tomaban a SeokJin por sorpresa y a la vez le devolvían el alma al cuerpo y lo hacían sentirse más vulnerable.

Cuando TaeHyung se alejaba, SeokJin esperaba.

—No estaba huyendo, solo estaba planificando en pasar estos días contigo. Este fin de semana y... Bueno, si vamos a ser algo hay que, ya sabes —susurraba, alzando su mirada. SeokJin estaba anonadado para hablar—. Dí algo

—Es que estoy tratando de entender

—Ay, diablo. Eres lento —decía TaeHyung frustrado—. Yo siento muchas cosas por ti también —añadía, acercándose más—. Y quiero-... No, no quiero, necesito estar contigo. Necesito más de nosotros, necesito más de esto —decía besando a SeokJin con labios abiertos. Un verdadero beso que atrapaba al castaño a seguir besándolo entrecortadamente—. Eso es —decía ronco, otro beso y SeokJin lo tomaba de la cintura mientras él enroscaba sus brazos en su cuello—. Más de ti conmigo. Mucho más —decía TaeHyung besándolo.

SeokJin lo besaba fuerte—. ¿Más que amigos?

—Oh, definitivamente más que eso —decía TaeHyung, besándolo otra vez y llevándolo en dirección a su habitación—. Mucho más.

SeokJin le devolvía el beso voraz—. No vamos a tocar la cama

—Si, vamos a tocar y sacudir la maldita cama —decía TaeHyung empujándolo sobre esta y quitándose la parte superior de su cuerpo—. No tengo ni puta idea como vamos a sacudirla, pero jodidamente no va a rechazarme y mucho menos si pretendes ser mi novio —decía ahora quitándose el pantalón.

SeokJin reía, estaba en shock. Hace un rato estaba destrozado y ahora tenía unas esperanzas horribles que lo hacían flotar de la felicidad.

—Espero por tu jodido bien que no me ilusiones en vano —decía SeokJin viendolo fijamente. Todo piel canela desnuda y rostro caliente y ojos asustado—. Eres hermoso.

TaeHyung suspiraba, estaba asustado y muy excitado, pero se las arreglaba para subirse encima de SeokJin.

—Y todo tuyo, ahora necesito sexo. Mucho sexo, contigo y no te estoy ilusionando. No estaba huyendo, solo actuando —decía con manos temblorosas que acariciaban los hombros de SeokJin y luego acunaban su rostro.

— ¿Has pensado en el sexo? —decía SeokJin, tomando a TaeHyung de su cintura y mirando lo bien que se veía encima de él. La polla erecta era una gran distracción, pero todo TaeHyung era una cosa preciosa e impresionante que no quería dejar de ver.

—Oh, sí. Mucho, demasiado ¿Vas a voltearme o qué?

SeokJin tenía la punta de sus orejas rojas—. Es una propuesta jodidamente tentadora, pero creo que deberíamos hablar de sentimientos

—Oh, los sentimientos están. Son reales —decía TaeHyung, forcejeando con la camiseta de SeokJin para quitársela—. Créeme, pero hay lujuria, mucha y necesito explotar. Necesito follar contigo ¿Entiendes lo que digo? —decía dejando a SeokJin desnudo de la parte de arriba y tocando toda esa piel blanca y hermosa—. Por favor, sólo dame sexo. No puedo pensar  —decía besándolo fuerte, pero SeokJin lo alejaba luego de gemir ante la mordida que había recibido—. Lo siento, hace como tres meses que no follo y lo necesito, te necesito.

SeokJin estaba tan agitado como TaeHyung a pesar de haber sido la víctima atacada por ese huracán hormonal, pero él tenia que preguntar—. ¿Follar? ¿Necesitas follar? ¿Follarme a mí?

TaeHyung abría su boca y la cerraba, al mismo tiempo que sacudia su cabeza—. No lo sé, podrías dejar de pensar y poner manos a la obra para ver qué nos puede llegar a gustar a ambos. Juntos.

SeokJin lo miraba intentando buscar alguna vacilación en TaeHyung—. ¿Estás abierto a opciones?

—Ay, carajo. Ya no seas tan cuidadoso —decía entre dientes, tomando el rostro de SeokJin con fuerza y acercándolo—. ¿Quieres follarme? —SeokJin pasaba saliva—. Sólo responde, no voy a asustarme. Joder, Jin ¿Quieres?

—Quiero follarte. Lo deseo —decía SeokJin con una mirada oscura, se veía como un lobo a punto de cazar—, demasiado —su mano bajaba en dirección al culo de TaeHyung y apretaba allí—. Quiero follarte y hacerte sentir tan bien —él mordía el labio inferior de TaeHyung y le robaba un gemido—. Voy a follarte duro, lo juro, pero te va a gustar. Lo prometo y si no, intentaremos otra cosa.

TaeHyung aspiraba con fuerza y asentía frenéticamente—. Jodidos por favor y gracias. —puntuaba con otro beso salvaje muy bien recibido porque finalmente la pasión y la euforia se había desatado.

Ninguno sabía que iba a suceder y cómo, pero estaban a bordo y lo deseaban tan mal luego de tantos juegos y provocaciones, eso estaba sucediendo.

Ellos estaban sucediendo.


Mi regalo de año nuevo para todos ustedes que se merecen un abrazote psicológico, muchos besitos en la frente y mis mejores deseos para este año que comienza.

Especialmente a mis hermanas argentinas, que año se viene Tete. Mucha buen vibra para todos, espero el año entrante seguir caminando con ustedes y seguir emocionandonos con las nuevas historias y personajes que planeo traerles.

Gracias por tanto, perdón por tan poco y por siempre dejar finales que le llena de ansiedad más que su chongo respondiendo tarde 🥹🫂

Se me olvidó el clásico:

"Con amor , niñita Nanykoo" 💜

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