Primera

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TaeHyung tenía un mal presentimiento esa mañana mientras se bañaba y vestía para encontrarse con Jimin. Le había mencionado que no se sentía bien y quería salir a desayunar algo aprovechando que era el día libre de TaeHyung. Bueno, nunca era exactamente un día libre, pero TaeHyung podía manejar sus propios horarios.

Ahora, Park Jimin era un ser humano de pura luz, siempre animado y sonriente, pero le gustaba deprimirse por la misma nada. Se preguntaba si su nuevo drama era una camiseta que no coincidía con el color de sus zapatos o su gato había comido más de la cuenta y seguía subiendo de peso.

Era bueno tener problemas superficiales, pero en Jimin era algo diferente cada vez. TaeHyung ya se estaba quedando sin ideas a la hora de consolarlo. Se sentía un pésimo amigo mientras iba a buscar a Jimin y esperaba a que bajara del apartamento de una vez para luego poder verse con su novia.

Él y Jennie habían finalmente formalizado luego de tres meses de salir sin compromiso, de follar aquí y allá, hasta que él se había animado a pedirle a la pelinegra que fuera su novia hacía dos meses oficialmente ya. Un total de cinco meses juntos. Así que estaba en pleno apogeo en el que quería estar encima de la chica todo el tiempo. ¿Quién podría culparlo? Era hermosa y él estaba fascinado, así que esperaba que el drama de Jimin fuera corto para luego dedicarse a ella.

— ¡Estoy listo! —gritaba Jimin cuando se veían abajo.

TaeHyung lo miraba confundido, no parecía deprimido en absoluto, pero para ser justos, Jimin era bastante bipolar en ocasiones, no bipolar de una manera sería, sino superficial. Amaba eso de Jimin para ser honestos, aunque en ocasiones le parecía el ser más molesto del maldito mundo y luego recordaba que lo adoraba por los mismos motivos que lo detestaba.

— Vamos en mi auto, no quiero caminar —decía Jimin—. Toma, conduce tú —decía arrojandole la llave de su auto a TaeHyung.

—Creí que iríamos a la cafetería a unas cuadras de aquí, de paso podría revisar el gusto de su café, la gente no está del todo conforme con el nuestro —mencionaba TaeHyung. Él aún no tenía su propio auto, pero tenía su permiso de conducir porque solía usar el auto de Jimin.

Quién por cierto estaba vestido y maquillado en todo su esplendor dejando muy en claro su sexualidad colorida. TaeHyung no tenía nada en contra de que su mejor amigo fuera gay. Muy gay en ocasiones, pero a veces se sentía cohibido por la confianza del rubio. Ese día llevaba una remera naranja extra large con la frase "Be a good human" y la remera era genial en sí, pero cuando bajaba la vista, Jimin llevaba un shorts de jean azul oscuro que abrazaban sus muslos delgados, pero firmes y musculosos, asentuando ese trasero con el que habia Sido bendecido y el que también había trabajado. Sus medias blanca tenían las rayas típicas de la bandera lgbtq+ y unas snickers negras con detalles naranjas para hacer juego.

El maquillaje en Jimin era algo de lo que hablar también. Máscara de pestañas y delineador en la parte inferior, una sombra color durazno que se le veía genial y gloss en esos labios carnosos que a veces TaeHyung envidiaba. Ahora eso era más o menos sutil, pero las piedras de brillo debajo de sus ojos era un poco mucho para el mediodía.

—Hoy si que te inspiraste —decía TaeHyung con su aburrída remera blanca dentro de su jean azul claro y un pañuelo envuelto a su pequeña cintura.

—Gracias, Tete —decía Jimin con una sonrisa angelical.

—Creí que estabas triste ... ¿A dónde vamos de todas formas?

Jimin ponía en el GPS la dirección—. Conduce hasta aquí —decía sin más detalles—. Y sí, estoy triste. El imbécil con el que iba a salir hoy, me plantó a última hora anoche. Siempre los elijo como el culo

—O con el culo —decía TaeHyung encendiendo el auto.

Un golpe y una risa divertida de su amigo era todo lo que conseguía, hasta que llegaba al lugar que Jimin habían mencionado, pero no había nada en particular excepto, al parecer una marcha. Dios, el tumulto de gente TaeHyung sólo la toleraba en bares, clubes y conciertos. Fuera de eso, destestaba el aglomeramiento.

—Allí —decía Jimin—. Estaciona allí

—Te van a multar, busquemos un estacionamiento —mencionaba confundido viendo tanta gente y bullicio.

—No importa, haz lo que te digo —soltaba el rubio.

TaeHyung resoplaba, obedecía y cuando salía del auto, prestaba verdadera atención. Miraba a su alrededor confundido, observaba a la gente con detenimiento y de repente, Jimin no se veía tan extravagante vestido y maquillado. Cuando reaccionaba, el rubio le quitaba las llaves de la mano y bloqueaba su auto.

— ¡Rata de dos patas! —acusaba TaeHyung—. ¡Me engañaste!

Jimin sonreía de forma rara, algo incómodo—. No exactamente, realmente me plantaron anoche y no quería venir solo

— ¡No soy gay, Jimin! —gritaba.

— ¡No tienes que serlo para apoyar el movimiento! —le decía su mejor amigo—. Vamos por favor, sólo es caminar un poco y conocer gente increíble

—Me siento incómodo —decía en un susurro, no buscaba ofender a nadie. No es que fuera homofóbico, simplemente no era lo suyo ser tan... Esto no era lo suyo y punto—. Déjame irme, vendré por ti cuando termines.

—Ah, no. —Jimin tomaba su brazo a la fuerza y comenzaba a tirar de TaeHyung—. Están vendiendo algodón de azúcar por allí  ¡Vamos! —decía tironeando de TaeHyung para pasar entre la gente.

El azabache se disculpaba con una sonrisa incómoda a esos contra los que había chocado por culpa de Jimin.

Y el algodón de azúcar no hacía nada por mejorar su estado de ánimo. El sol estaba pesado y Jimin no paraba de hablar con todo el jodido mundo. O sea ¿Quién carajos eran todas esas personas? TaeHyung no se consideraba antisocial en absoluto, pero al haber sido prácticamente arrastrado a esta marcha, él realmente no quería conocer, ni hablar con nadie.

En el transcurso de la marcha, le habían hablado, sonreído y acariciado de más sus brazos. Agradecía que era sus brazos, aún así, el contacto físico repentino no era lo suyo. ¡Y él no quería estar ahí a fin de cuentas! Había tomado su teléfono y mensajeado a Jennie, pero la chica no respondía. Personas desconocidas le ofrecían bebidas sin alcohol , otras con alcohol y habían algunos compartiendo cigarros de flores.

TaeHyung no estaba de humor para ninguna de esas. Tenía sus propios cigarros a su alcance, pero no quería encenderlo alrededor de otros, respetaba el hecho de que algunos no compartían tal vicio. Por ende le costaba entender la desfachatez de algunos, pero como todo tenía un mismo fin, seguramente los intolerantes mantenían la boca cerrada.

Aún así, no sacaría un cigarro. No aún, al menos.

— ¡Cambia la cara! —decía Jimin feliz—. Toda esta gente es genial, socializa un poco. Tienes una cara de perro que me ha matado algunas conquistas

—No es mi culpa, no debiste traerme engañado. Y no se supone que vengas a ligar —decía con una mueca.

Jimin hacía un puchero, ya se había disculpado más de mil veces, pero no eran suficientes cuando se cruzaba con personajes con todo tipo de estilos, maquillajes y colores de cabello que lo miraban como una gran pedazo de carne roja. Ya sentía que veía de todos los colores y se sentía el tipo más aburrido de la marcha, tan simple que sentía que se perdía en la multitud. Y no es que quisiera sobresalir, pero tenía un bonito estilo que le gustaba lucir, pero ese día no podía estar menos llamativo.

Bueno, en cierta forma era lo mejor. Ya lo habían visto, chequeado y escaneado de todas las formas posibles. Se sentía más manoseado de lo que en realidad estaba con muchas miradas que lo habian desnudado en el proceso. Dios, él estaba comenzando a sentirse asqueado y un objeto sexual andante.

¿Pero a quien le importaba? A Jimin, claramente no.

A la distancia había un grupo de chicos haciendo la coreografía de Heart Attack de Loona/Chuu y por supuesto, Jimin quería verlo, así que se detenían por enésima jodida vez.

Se sentía a punto de transformarse en Hulk y salir de allí destruyendo todo a su paso. Detestaba ser embaucado, especialmente para ir a lugares en los que se sentía extrañamente fuera de lugar. En sus diez años de amistad con Jimin, había pisado un bar gay un total de tres veces, y jodido infiernos que la tercera y última había colmado su paciencia, luego Jimin iba con él a bares comunes. Lo bueno es que al rubio no le costaba en absoluto encantar a otro ser humano, así que no se quejaba de eso. Por ende, esto se sentía extraño y había rechazado cada año de acompañar a Jimin, pero se ve que claramente el rubio no tenía a nadie con quien realmente quisiera hacer esto.

— ¿Tienes fuego? —decía una voz demasiado cerca de su oreja. Era dulce, un borde desquiciado de cierta delicadeza.

Había ocasionado escalofríos a TaeHyung. De los raros, toda su piel de gallina y su cabello erizado.

— ¿Qué carajos? —cuestionaba volteandose y sobando su oreja con ceño fruncido.

Esperaba ver algún personaje peculiar con el cabello de todos los colores y el maquillaje jodidamente exagerado, con shorts cortos y labios encendidos en rojo carmesí, pero... pero todo lo que veía era un tipo poco más alto que él con el cabello negro, por el mullet que salía de una gorra del mismo color para taparlo del sol y llevaba una remera blanca que enmarcaba sus hombros y brazos.

Su cuello tenía el grosor de las piernas de tero de TaeHyung, o eso pensaba el azabache cuando lo veía. Su nuez de Adán se marcaba jodidamente demasiado. Era muy largo, era extravagante y llamativo sosteniendo un rostro pequeño con ojos grandes y labios prominentes.

Ahora era extraño, TaeHyung no era del tipo que escaneaba al sexo opuesto de esa forma tan física, sino escaneaba su ropa porque era un fanático de la moda, pero fuera del pantalón negro deportivo, la remera blanca, las nikes haciendo juego y su gorra Balenciaga, TaeHyung sólo veía a un tipo que parecía no encajar en absoluto. Como él, sólo que vergonzosamente, parecía mucho más masculino que él.

El azabache se preguntaba si lo habían arrastrado a esa marcha como Jimin había hecho con él. El tipo salido de una dorama batía su mano frente a su rostro donde entre sus dedos tenía un Malboro rubio.

Claro, fuego.

—Ah, sí. Lo siento —decía con seriedad. Su ceño fruncido por haber quedado con la boca abierta, mientras buscaba su encendedor—. Aquí —decía extendiendo el objeto.

Cuando el tipo de gorra sonreía ladino, tomaba el encendedor de su mano y sus dedos acariciaban los de TaeHyung, escalofríos, otra vez. TaeHyung incluso temblaba visiblemente intentando sacudirse la sensación. El tipo a su lado ya no lo estaba viendo, sólo se concentraba en encender su cigarro y a TaeHyung se le hacía agua a la boca.

Por el cigarro.

Bien, quizás era hora de fumar uno por su cuenta, así que sacaba el suyo propio y cuando escuchaba un "Gracias" del otro tipo, estaba listo para tomar el encendedor y sucumbir a su necesidad de nicotina.

— Permíteme —decía la voz dulce del tipo de gorra.

— ¿Mmm? —TaeHyung abría sus ojos de cachorro con el cigarro entre sus labios y antes de poder reaccionar, el tipo sexy lo encendía por él.

De acuerdo, eso era un poco gay.

TaeHyung olvidaba por poco y aspirar un poco para encender la punta, pero lo hacía a tiempo. El tipo no movía la mano hasta ver que estuviera encendido. Luego sonreía ladino otra vez y TaeHyung podía sentir todas las dagas que este hombre estaba silenciosamente tirando en su dirección.

No era gay, pero sabía cuando le tiraban los dardos homosexuales. Y lo habían hecho varios en ese desfile y varios a los largo de su juventud siendo amigo de Jimin.

—Ah, ah —decía tomando el objeto y guardandolo mientras negaba con su cabeza en dirección al tipo, daba una calada y soltaba el aire—. No lo hagas. No me mires así —decía con seriedad.

El tipo alzaba sus cejas—. ¿Qué no te mire cómo? —daba posiblemente su segunda calada.

—Como si quisieras mi lengua en tu boca. Eso no va a suceder, hombre —aclaraba dando una calada a su cigarro.

El otro tipo lo miraba divertido mientras fumaba de  lo más tranquilo.

— ¿Tú lengua en mi boca? —Repetía dudoso—. Creí que te miraba más como "quiero tu culo en mi cama" se ve que estoy sutil hoy —decía con sarcasmo.

TaeHyung se perdía una soltada de aire y tosia con el humo en su interior, obviamente conseguía unas palmaditas del tipo a su lado. El cretino reía divertido y satisfecho.

—Ya, eso fue jodidamente desubicado —decía TaeHyung, empujando la mano ajena.

— Te estabas ahogando y golpeé tu espalda. No es como si te estuviera dando de nalgadas, fresita —añadía divertido.

TaeHyung fruncía aún más sus cejas—. No soy "fresita", TaeHyung para ti —decía presentándose sin querer y haciendo una mueca por eso.

La situación era ridícula y los ojos intensos no se habían despegado de él un segundo.

—Oh, precioso. Soy SeokJin ¿Por qué tan hostil en un día como hoy? Puedo sacarte esa cara de culo en un instante —mencionaba sensual y divertido—. Hay lugares bastante privados si todavía te cuesta salir en público —susurraba cerca de TaeHyung.

El azabache no lo podía creer—. Esto cuenta como acoso —decía seriamente.

SeokJin alzaba sus cejas—. Oye tú empezaste, yo sólo te pedí fuego y luego comenzaste a imaginar tu lengua en mi boca —añadía alejandose y dando otra calada.

Sus ojos se habían desviado de TaeHyung desde que habían comenzando a hablar, así que este se ponía frente a él 0arq conseguir otra vez su atención. Estaba tan irritante y el tipo había sacado todos los boletos para tolerar su furia.

—Lo dije porque se nota que quieres y no estoy hostil, ni se trata de esconderme —añadía—. No soy gay.

SeokJin alzaba sus cejas y lo miraba porque el tipo prácticamente le había obstruido el baile de los chicos de enfrente por ponerse justo donde pudiera verlo.

SeokJin suspiraba—. ¿Quieres mi atención, fresita? Tienes mi atención —se mofaba, dando otra calada y dejando salir el aire—. ¿Qué haces aquí entonces?

TaeHyung quería pegarle—. No quiero tu atención, engreído. Estoy aquí porque un amigo me trajo sin decirme dónde ibamos —decía soltando una risa, pero cuando SeokJin hacía una mueca descreida, esquivaba su presencia y miraba por detrás de él—. ¿Me estás ignorando porque lastimé tu ego al rechazarte?

SeokJin sonreía, TaeHyung tenía que admitir que el hecho de que no estuviera delirandolo en demasía, lo hacía querer presionar sus botones.

—Me llamaste "acosador" fresita, y no lo soy. Si no eres gay, entonces no insistiré —respondía sin verlo, pero luego sus ojos se fijaban en los de TaeHyung quien seguía parado frente a él , casi desafiante y ambos daban una calada sincronizada a su cigarro, sin apartar la vista del otro.

SeokJin sentía que su polla se sacudía.

TaeHyung sentía que la suya estaba teniendo vida propia. ¿Qué pasaba con él?

— ¿Y quién es el amigo que te trajo con una cuartada camuflada? —peguntaba intentando pensar en otra cosa que no sea intentar ligar con el hetero hostil y caliente.

—No eres su tipo, ni lo intentes —mencionaba, TaeHyung, consiguiendo que el otro hombre alzará sus cejas.

El ademán era jodidamente sexy en él. TaeHyung lo envidiaba, él levantaba sus cejas y sus ojos se volvían del tipo cachorro muerto de hambre.

—No sabes si no lo soy. Dime cuál es —decía mirando por el hombro de TaeHyung, divertido ante el desafío.

—Oye, en serio —decía el azabache, intentando ser más alto para taparle la vista—. ¿No sé supone que esta marcha es para hacerse oír y hacer valer sus derechos como cualquier otro o algo así?

SeokJin reía ladino—. Lo es, se celebra en sí. Y sí ligamos en el proceso, bienvenido sea

—O sea que eres un jodido pervertido que viene a ligar y nada más

—Sólo vengo a unirme el tiempo que pueda, hacer acto de presencia con mis compañeros y luego volver a mi rutina. Si en el proceso conozco a alguien, no me niego a pasar un buen rato. Sé que dije que quería tu culo en mi cama, pero sólo fue para provocarte. No busco realmente llevar a alguien a la cama en algo así. Puedo hacerlo en cualquier momento sin tener que reunirme en un lugar lleno de gente libre a la hora de amar.

TaeHyung reía sin gracia—. Claro, por eso estabas tratando de ligarme

—Sólo te pedí fuego y luego añadiste la llama —decía divertido, TaeHyung rodaba sus ojos cuando se escuchaban vitoreos detrás de él y no podía evitar girarse.

Cuando lo hacía, quedaba justo adelante del tipo engreído y no podía evitar suspirar.

—Nunca bajo perfil ¿No, Jiminah? —exclamaba avergonzado.

— ¿Así que el bonito de culo respingón es el culpable de que estés aquí hoy?

TaeHyung sentía otra vez ese escalofrío raro recorrerle, pero no se apartaba del tipo apoyado tras él. No estaba descaradamente apoyado, pero estaba cerca. Estaba ahí, su presencia era más grande que la apatía de TaeHyung.

— ¿Lo ves? Eres un jodido.... Misógino —decía con una mueca rara.

SeokJin fruncía el ceño—. Eso es odio y necesidad por las mujeres —decía el otro divertido.

TaeHyung sacudía su cabeza—. Bueno, no fue eso lo que quise... Agh, como sea, no tienes permitido ver su culo. No es un objeto

—Oye, yo sólo miro porque él está literalmente moviendo su culo y levantando su remera para que apreciemos sus movimientos

—Eso no significa que debas mirar como un pervertido

—Ya deja de llamarme así, sólo observo y admiro sus movimientos. No es como si quisiera follarlo aquí frente a todos

—No te dejaría —decía TaeHyung con altivez.

SeokJin lo observaba—. Tranquilo, él puede moverse así y ser de los que llaman la atención. Pero definitivamente los difíciles como tú, son mi tipo.

TaeHyung reía sin gracia y extrañamente satisfecho con la atención sobre él otra vez—. No soy difícil, soy heterosexual por ende, imposible para ti, SeokJin —decía su nombre en tono de burla.

El tal SeokJin reía a carcajadas—. Fresita, he volteado más heteros de lo que tú has volteado mujeres —decía orgulloso—. No eres para nada imposible —susurraba al oído de TaeHyung.

Este mordía su labio inferior—. Bien por ti, pero todos tienen sus límites. El tuyo soy yo. A este hetero no lo vas a voltear —decía mirándolo desafiante, intentando no mirar esos labios obscenamente carnosos. SeokJin lo miraba divertido—. Quita esa estúpida sonrisa ¿Eso realmente te ha funcionado en el pasado? —resoplaba negando—. No va a funcionarte aquí, me gusta mucho tener mi polla bien apretada en un coño húmedo.

SeokJin alzaba sus cejas y daba otra calada para luego tirar su cigarro y pisar lo último—. Es divertido

— ¿Qué cosa? —cuestionaba TaeHyung, girando para quedar frente a SeokJin e imitar su acción de tirar el cigarro y pisarlo. Sus brazos de cruzaban sobre su pecho y miraba desafiante al castaño.

SeokJin alzaba la vista y sonreía—. Que asumieras con tanta naturalidad que entre tú y yo —decía acercándose a la oreja de TaeHyung con sumo cuidado de no tocarlo—. Tú serías quien se abriría de piernas para mí.

TaeHyung estaba a punto de responderle con la piel hecha gallina de nuevo, pero detrás de ellos Jimin había hecho uno de sus pasos prohibidos al público y este gritaba desaforado. TaeHyung giraba distraído, sabía de antemano que él si había invitado a todos a mirarlo, especialmente a su culo. A Jimin le gustaba, pero cuando se ponía de pie y sonreía a su público sus ojos se quedaban clavados en TaeHyung, bueno no en TaeHyung, sino detrás de él.

—Ya me vió —decía SeokJin sonriendo, aplaudiendo como el resto y vitoreando. Y obviamente Jimin sonreía más coqueto a la distancia.

— Olvídalo —sentenciaba TaeHyung. SeokJin lo miraba poco impresionado.

— Hola ¿Quién eres? —preguntaba Jimin al acercarse.

—Nadie. Ya se va —decía TaeHyung poniendo su mano en el pecho de SeokJin, sus ojos se abrían al tocar los músculos sutilmente marcados allí.

—Fue la mejor reacción que he tenido a mi arduo trabajo en el gimnasio —soltaba el castaño divertido, TaeHyung fruncía el ceño, el tipo no parecía tan marcado en el exterior.

Que envidia, porque era pura envidia.

— Quiero sentir —decía Jimin descaradamente, y él empujaba la mano de TaeHyung del pecho del castaño y tocaba con ambas de las suya—. Oh, dios... —gemía descaradamente mientras manoseaba la mercancía y miraba a SeokJin tan coqueto—. Definitivamente noto los resultados.

TaeHyung desaparecía instantáneamente del mapa para el tipo que había estado parado a su lado, todo ese rato para intentar conquistarlo. A él, no a Jimin. Pero ahora, sólo Jimin era el foco de su atención.

Eso era genial ¿O no?

—Deja de tocarlo, ni siquiera sabes su nombre —exclamaba quitando las manos de su amigo del extraño y apetitoso hombre gay masculino.

TaeHyung sabía que a Jimin le gustaban así.

— ¿Y tú sí? —decía Jimin a TaeHyung, pero sus ojos y sonrisa eran para SeokJin.

—No lo vale. Sigamos que quiero irme de una jodida vez —decía tirando del brazo de Jimin.

—Soy Kim SeokJin —decía el tipo de gorra y Jimin se soltaba del agarre de TaeHyung.

—Park Jimin —se presentaba el rubio—. ¿Viniste solo? Puedes unirte a nosotros

—No, no puede —decía TaeHyung detrás de Jimin, luego miraba a SeokJin—. No puedes ¿No que ya te ibas?

SeokJin le sonreía a Jimin de una forma infartante. Aish, era tan imbécil y creído. Seguro la mirada de Jimin confirmaba que se veía como un dios griego. No es que TaeHyung creyera que se veía como tal , es sólo que ya lo había hartado y no quería verlo más.

—Tae, no seas tan desubicado —decía Jimin sin verlo—. ¿Me viste bailar? —preguntaba coqueto.

TaeHyung apretaba sus dientes cuando su amigo batía sus pestañas y se acercaba al grandote. TaeHyung ya había visto a muchos hombres caer ante esa delicadeza. Y no le interesaba ver si el imbécil insoportable caía ante Jimin.

—Excelentes movimientos —decía el tipo—. Te mueves increíble —su voz, su estúpida voz era más grave y sensual.

¿Cómo carajos era posible que se volviera más sensual de lo que ya se veía y se escuchaba? No es que TaeHyung pensará que se veía sensual, sólo era una estúpida observación, nada más. Una muy obvia.

—Soy bailarín profesional. No del tipo que hace bailes privados, pero puedo hacer excepciones si querés uno —decía tocando otra vez el pecho de SeokJin.

—Interesante —decía el castaño.

«Agh, idiota» pensaba TaeHyung.

Se sentía extremadamente violento con un tipo al que recién conocía y que, para ser honestos, a pesar de haberlo abordado, no había sido ni por lejos de los más pervertidos. De hecho, entendía muy en el fondo porque el tipo volteaba heteros, tenía una sensualidad tan natural que a eso se debía el escalofrío que le había recorrido más de una vez. Pero no sé equivoquen, él admitía el poder del tipo sin decírselo a él porque era insoportable, pero no había forma que él cayera. Estaba más que cómodo y seguro de su sexualidad.

No había sido mentira su sucio vocabulario.

—Ya, nos fuimos —decía tirando de Jimin.

— ¡Tete! —gritaba el rubio, pero un brazo de SeokJin se enroscaba en la cintura de Jimin y sonreía a TaeHyung con malicia—. ¿Puedo pedir tu número si no vienes con nosotros? —SeokJin relamía sus labios y sonreía, sólo miraba a Jimin de forma encantadora, TaeHyung resoplaba, no podía ser tan imbécil y fanfarrón—. Si seguimos mirándonos así vamos a terminar besándonos —soltaba Jimin.

SeokJin soltaba una carcajada grave—. Me gusta esa idea —decía sin tiempo de nada y tomaba Jimin de la nuca para atraerlo por un beso superficial.

Jimin dejaba caer sus párpados y por supuesto iba al siguiente nivel del beso, dejando que su lengua saliera disparada con sutileza a la boca ajena. SeokJin comenzaba a comerle la boca a Park Jimin de una forma increíble. De esos tipos de buenos besos que sólo ves en las películas, dónde el actor masculino abre su boca de la forma justa para comerse la boca de su acompañante.

Ahora, TaeHyung no era fanatico de ver a las personas besarse entre sí y menos ver a Jimin besando desesperadamente a otro hombre porque era simplemente raro. Pero ahora, ahora simplemente no podía dejar de ver cómo el tipo atractivo que había intentado ligarselo, estaba comiéndole y realmente COMIÉNDOLE la boca a su menor amigo. Había gente que pasaba por el lado de ellos y vitoreaba siguiendo su rumbo, pero TaeHyung no podía apartarse. Él estaba ahí acompañando a Jimin, admirando-... Viendo cómo un hombre le ulrajaba la boca como nunca jamas había visto.

Iba a apartar sus ojos del duo cachondo, pero los del castaño se abrían y la mirada oscura e intensa, estaba sobre él. TaeHyung se congelaba, notaba la gran mano del tipo en el cuello delgado y largo de Jimin, moviéndolo a su antojo para profundizar el beso, mientras que el foco de su atención era él. Nuevamente de su nuca a su espalda baja, lo bañaba un escalofrío extraño. Quería creer que le daba impresión, cierto rechazo, pero no estaba seguro. Cuando la mano en la cintura de Jimin se movía hacia abajo, el azabache se encontraba a sí mismo moviéndose para impedir que tocara el culo de su amigo.

TaeHyung sólo intentaba ser un bueno amigo.

Poco tenía que ver con que el estúpido y atractivo gay, no estaba sobre él, así que tomaba su muñeca y lo mantenía en su lugar, mientras tiraba de Jimin lejos y SeokJin perseguía la boca carnosa del más bajo, al punto de, Jimin soltarlo y terminar detrás del cuerpo de TaeHyung y SeokJin, el idiota arrogante, se frenaba a centímetros del rostro de TaeHyung lo que la vicera de su gorra servía de impedimento.

— ¡Tae! —se quejaba Jimin.

— Tae... —gemía SeokJin frente a él con cierta sorna y sensualidad.

TaeHyung se sacudia la sensación extraña de esa voz ronca y mirada oscura.

—Ya tuviste suficiente acción, ahora desaparece —susurraba cerca del rostro de SeokJin.

Envidiaba sus labios carnosos y rojos, pero no le gustaba la saliva de Jimin sobre ellos.

— ¿Desde cuándo cuidas de mi inexistente honor? Quiero su número —exclamaba Jimin tras él.

— ¿Es tu novio? —preguntaba SeokJin al rubio con sorna.

Jimin negaba—. Es mi mejor y muy heterosexual amigo.

—Sabés que no lo soy. Ya, esfumate —decía TaeHyung. Él no se había apartado y SeokJin tampoco.

Sacando su teléfono, SeokJin se lo entregaba al rubio—. Dame tu teléfono, Park Jimin —y luego sonreía ladino, Jimin hacía lo suyo y SeokJin miraba divertido a TaeHyung—. ¿Cuál es tu problema, fresita?

TaeHyung entrecerraba sus ojos—. No importa que le mandes nada, Jimin no va a caer. Querías ligar conmigo antes y ahora con él, que bajo eres —susurraba.

SeokJin alzaba sus cejas y se encogia de hombros—. Y tú dijiste que eres heterosexual, no hay engaño aquí, cariño. No te debo mi devoción si no hay forma de que te voltee

—No me llames "cariño" —decía TaeHyung señalando con su dedo índice.

SeokJin miraba su dedo y mordía su labio inferior. En su cabeza él se estaba reprendiendo para no hacer el siguiente movimiento, pero ya estaba inclinándose sobre el dedo ajeno y lo metía en su boca chupando cuesta arriba sin despegar sus ojos de los de TaeHyung Estaba seguro que recibiría un puñetazo o un empujón, pero TaeHyung se quedaba congelado, la mirada que le daba lo tenía tieso por segunda vez y su dedo hormigueaba, especialmente en la punta cuando la lengua ajena hacía un movimiento circular allí antes de soltarlo.

—Acabas de traumarlo —decía Jimin divertido—. Mira como lo dejaste —señalaba a su amigo—. Tienes suerte que TaeHyung es bastante pacifista y yo tengo suerte de que también sea heterosexual para quedarme contigo —decía juguetón.

SeokJin sonreía a Jimin y miraba a TaeHyung, el chico apretaba sus dientes y lo miraba con ojos entrecerrados.

—Adios, fresita —decía divertido, tomando el mentón de Jimin para succionar sus labios, con un chasquido de lengua y saliva—. Te enviaré un mensaje para salir —guiñaba un ojo a Jimin y miraba a TaeHyung una última vez—. Fuiste lo más interesante de este día, cariño —susurraba al oído de TaeHyung.

—Sal de mi vista antes de que quiera volverme auténticamente violento —susurraba como si su voz no fuese suya y todo el mundo alrededor estuviera borroso porque este hombre se robaba el spot.

Escuchaba la voz de Jimin riéndose, esta sonaba lejana y subreal, su cuerpo seguía tenso recordando la textura de esa lengua  y su movimiento peculiar en la punta. El maldito engreído lo había hecho con una sola intención.

Que TaeHyung imaginara esa boca y lengua enrollada en su polla.

— Muévete, en media hora me voy, no vine a verte ligar con personajes tan desagradables —soltaba TaeHyung, limpiando finalmente su dedo contra el pañuelo que colgaba de su cintura—. Veré a mi novia y me siento ultrajado y abusado.

Jimin reía divertido a su lado y lo consolaba de forma divertida que sólo ocasionaba que TaeHyung se sintiera más entretenidamente molesto, pero por supuesto era un buen amigo y el seguiría otro poco más, acompañando a Jimin. Mientras que, para su propio ego y condena, había visto alrededor más de la cuenta para ver si sus ojos se volvían a cruzar con unos negros intensos que no podía sacar de su cabeza.

El tipo había arruinado su día y sólo por eso TaeHyung no podía dejar de pensarlo.

Incluso luego de abandonar la marcha, el tipo seguía en su cabeza. TaeHyung había enviado un mensaje a Jennie diciéndole que llevaría comida para almorzar allí. Encontraba encantador visitarla y no tener que ser atendido por ella, sino ser él quien llevaba todo para atenderse mutuamente entre ambos.

Mientras guardaba la comida en tupers, observaba como se movían sus empleados entre la gente, TaeHyung ya sabía cómo eran en ese horario. Pero hacía una semana había cambiado turnos con su madre. Él iría al restaurante de tarde noche para cerrar y ella cambiaría para estar a la mañana.

— ¿Irás a ver a Jennie? —preguntaba la mujer, TaeHyung asentía—. Te ves muy serio ¿Todo bien con Jimin?

Ja, maldito el día que aceptó salir con Jimin esa mañana.

—Sí, todo perfecto. Ya le avisé a Jennie y estoy sólo a unas cuadras. Te veré en unas horas —decía tomando sus cosas y besando a su madre en la mejilla. Su madre lo saludaba y en el proceso de salir, se cruzaba con un empleado y buen amigo, Kim MinGyu.

—Adios, jefecito —Taehyung lo saludaba con la cabeza, sin decir nada—. Oh ¿Qué con la cara larga?

El tipo era un auténtico ropero, TaeHyung pensaba en que lo encontraba atractivo y envidiaba toda su contextura, pero MinGyu realmente no lograba que un escalofríos le recorriera la espalda. Y su polla no se sentía perturbada, carajos. Todavía su cabeza seguía maquinando.

—Aish, carajo —decía cabreado.

MinGyu se alejaba por el ademán de TaeHyung, lo divertido era que podía casi sacarle un cabeza, pero era como un enorme Golden Retriever al lado de un doberman en crecimiento.

— ¿Qué con ese humor, hyung? —preguntaba preocupado.

—Jimin me llevó a la marcha del orgullo gay —se quejaba, MinGyu asentía sin entender—. No soy gay

— ¿Y por qué lo serías? —cuestionaba confundido, torciendo su cabeza.

Dios, era la personificación de un Golden enorme y tierno.

— ¿Te parezco gay? —preguntaba TaeHyung indignado.

MinGyu abría sus ojos y se encogia de hombros—. Realmente no me fijo en esas cosas ¿Cómo es parecer gay? —cuestionaba confundido.

—Aish, olvídalo —decía ondeando su mano y dejando a MinGyu más confundido de lo que ya estaba, mirando en dirección a TaeHyung con sus ojos abiertos de par en par.

Era raro ver a TaeHyung tan perturbado.

Cuando llegaba al edificio de Jennie, pasaba con la clave de la chica y subía. Aún seguía cabreado e inquieto, pero cuando llegaba finalmente a entrar por esa puerta, sonreía ante la fragancia a chicle que había en el ambiente. Olía a limpio y estaba limpio. Para ser honesto, le parecía solo un poco extraño porque el único defecto de Jennie era que la chica tenía el talento de ser súper desordenada.

Pero esa vez todo estaba en su lugar.

— ¿Jennie? —llamaba.

La chica salía con el cabello húmedo de su habitación, se veía agitada, pero feliz de ver a su novio.

— ¡Taehyungssi! —decía colgándose de su cuello.

Ay, ella era tan pequeña y hermosa. Sonriendo la abrazaba de la cintura y cerraba sus ojos, de repente recordaba lo pequeño que Jimin se veía en los brazos de ese estúpido fanfarrón que lo sostenía con fuerza de la cintura. Casi cabreado por pensar en él, dejaba la comida a un lado y buscaba el rostro de Jennie para besarla con pasión.

La chica no se quejaba, la chica se acomplaba a él. Ella se dejaba hacer, a TaeHyung le gustaba la sensación y los pequeños sonidos que esta hacía, mientras se dejaba llevar. Jennie era tan docil, Jennie no intentaba dominarlo. Era sumisa por naturaleza, salvaje, pero sumisa, ella no iba a tomar a TaeHyung de la cintura, presionar sus brazos alrededor de él y besarlo como si no hubiera un mañana mientras presionaba su cuello y luego-... Y luego estaba viendo unos ojos negros intensos detrás de sus párpados mientras besaba a Jennie intensamente y su polla se despertaba con una sacudida de la realidad.

Él estaba duro, por el recuerdo de esa boca carnosa dominando la boca de Jimin. Por esos ojos negros mirándolo sin pestañear mientras dejaba sin aire a su víctima. Por esa lamida en su dedo que aún parecía estar fresca. Él de repente deseaba... Él deseaba.

Se apartaba repentinamente—. Carajo...

Jennie estaba desorientada y cachonda. TaeHyung estaba cabreado y cachondo.

—Woah... También te extrañé —decía con sus pupilas dilatadas—. Aunque estoy un poco exhausta para tal acción, pero no me ofendo de sentarnos y besarnos toda la tarde.

TaeHyung suspiraba y negaba—. Tranquila, tengo que volver en unas horas al restaurant. Usaré tu baño

—Claro ¿Todo está bien? —preguntaba. TaeHyung ponía su mejor sonrisa y asentía.

Cuando entraba al baño, cerraba la puerta y se apoyaba sobre ella. Su cuerpo zumbaba extraño y su cabeza le estaba jugando una mala pasada. Sonreía solo y sin gracia, el estúpido desconocido había arruinado su cabeza con esa mirada y solo esperaba que fuera algo del momento y no algo permanente.

Él, humildemente se consideraba un tipo atractivo que había sido mirando y observado de muchas formas. Pero esos ojos negros de aquel día, no sólo parecían mirarlo y desnudarlo con la vista, si lo recordaba en detalle, se sentía hasta follado, incluso. Era un poco impresionante lo perturbado que había quedado al respecto.

Tanto al punto de olvidar que había estado besando a Jennie y ni siquiera estaba realmente conectado al momento con ella. Mirando su polla despierta, se rehusaba rotundamente a tocarla. Él no iba a hacer nada por palpar el bulto codicioso y confundido dentro de sus pantalones o habría perdido la batalla.

Suerte para él, no volvería a ver a ese estúpido engreído.

Finalmente lanzado el primero capitulo de June 28 el 28 de Junio, creí que no llegaría, pero me salió UwU

Aaaaahhhhh llegó "Fresita"

¿Qué les pareció?
Otro TaeHyung que SeokJin va a voltear como tazo 🧍🏻‍♀️🤣 momento ¿Quién dijo eso?

Saben que l@s leo ❣️

Con amor niñita Nanykoo 💜

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