Veintiuno

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SeokJin se encontraba parado fuera de su auto y fuera del club nocturno donde Jimin haría su fiesta. No había llegado con TaeHyung cómo habían planeado, Jimin lo había necesitado con antelación así que el azabache ya se encontraba adentro en ese gran club por lo que SeokJin había arribado solo y TaeHyung le había dicho que apenas llegará le enviará un mensaje que saldría por él o lo esperaría en la entrada, pero mientras fumaba un cigarro y miraba el club con sus luces psicodélicas le parecía simplemente incomoda la idea de haber llegado un poco tarde y no estar seguro de que esperar esa noche.

TaeHyung había mencionado amigos en común y mucha más gente y si SeokJin tenía que ser sincero, se preguntaba cómo debía de actuar y que esperar de su chico esa noche. Ellos no eran nada serio, no había títulos, pero el corazón de SeokJin era exclusivo de TaeHyung. Y a pesar de que los sentimientos estaban allí, no sabría que haría con él si TaeHyung lo trataba como un hermano más cuando hacía menos de veinticuatro horas había estado dentro de él más de una vez y corriéndose como un demente mientras TaeHyung gemía bajo su cuerpo.

—Genial —decía con el cigarro en su boca y mirando su entrepierna—. ¿Te pusiste feliz con los recuerdos de horas atrás, eh? —soltaba odiando su cuerpo y las reacciones positivas de este a TaeHyung.

— ¡¿Jin?! —esa voz grave tan conocida para ese entonces le llamaba desde en frente de la calle.

—Oh —SeokJin se quitaba el cigarro y lo pisaba mientras relamía sus labios y dejaba pasar un auto para cruzar.

TaeHyung lo miraba con el ceño fruncido, de arriba abajo no pudiendo creer como se veía aquella noche—. ¿Hace cuánto llegaste? —preguntaba cuando encontraba su voz.

TaeHyung llevaba una remera negra transparente y pantalones de cuero del mismo color y SeokJin tenía que mirarlo dos veces, se veía increíble y a pesar de que conocía ese cuerpo desnudo del derecho al revés, era increíble que la tela de la camisa se pegaba al cuerpo de TaeHyung y sus pectorales se transparentaban sutilmente.

—Estás vestido para matar —decía mirándolo fijamente de arriba hacia abajo, ignorando la pregunta de TaeHyung.

El susodicho metía las manos en su bolsillo mientras se sonrojaba, su mirada y su voz grave junto con el halago habían traído un recuerdo sucio a un TaeHyung que tronaba su cuello para evitar pensar.

—Ya sabes que la temática era "Sexy y Salvaje" —respondía rascando su nuca avergonzado y mirando de nuevo toda esa piel que SeokJin estaba mostrando. .

—Sí, saliste ganando, fresita —decía intentando sonar amigable, no cruzar la línea sin saber si TaeHyung se lo permitiría.

Pero el azabache se sonrojaba y sonreía cabizbajo, solo había permitido ese estúpido atuendo para llamar la atención de SeokJin quien intentaba parecer amigable, pero su mirada barriendo por el cuerpo de TaeHyung no lo era. En absoluto. Él juraba que tampoco estaba siendo amigable

—No puedes decir que yo gané cuando tú te ves así —susurraba ronca relamiendo sus labios—. Tú te ves muy bien —decía aclarando su garganta.

Los pantalones ajustados de SeokJin eran un espectáculo, pero lo que lo tenía estúpido y babeando, era su camisa negra manga con rayas blancas, abierta de par en par, dejando ver lo justo. No estaba abatonada, ningún maldito botón, solo estaba la cintura metida en la cinturilla del pantalón, más su cabello hacia atrás, hacía que varios voltearan a verlo. Cuando SeokJin se peinaban así se veía mayor, pero mayor en un buen jodido sentido y TaeHyung mordía su labio inferior imaginando cosas indebidas que quería hacerle, pero se sentía demasiado observado, sabía que se debía a la apariencia de ambos, se veían bien, muy bien y eran un sueño para los que pasaban por allí y adentro del club tendrían varios ojos sobre ellos.

Carajo, varios ojos sobre SeokJin. ¿A qué estaba jugando? Jamás hubiera imaginado que SeokJin fuera tan descarado ¿o sí?

—Tu cigarro estaba por la mitad, hace mucho llegaste y no me lo dijiste —mencionaba TaeHyung con serenidad, intentando pensar en otra cosa que no fuera pasar su lengua por toda esa piel y esos pectorales sutilmente marcados.

SeokJin aspiraba por aire y dejaba caer su cabeza hacia atrás, la imagen de su cuello y su pecho al aire eran pornografía pura y de la cara.

—Sólo quería fumar, no estaba seguro si adentro podría —decía encogiéndose de hombros.

TaeHyung rodaba los ojos—. Sabes que se puede —respondía seriamente.

SeokJin sonreía, esa sonrisa pequeña y adorable que hacía abultar sus mejillas y lo hacía verse tan entrañable a pesar de verse como esos tipos que podrían arruinar tu salud mental y lo dejarías totalmente. Ellos no se habían saludado como deberían, sin reverencias, sin abrazos. Sin manos siendo estrechadas, besos en la mejilla o un auténtico besos de esos que dejaban a TaeHyung hambriento y tonto y a SeokJin lo volvían una bestia posesiva.

Nada.

El teléfono de TaeHyung sonaba—. Jimin nos está buscando, vamos —decía con incomodidad adelantándose.

SeokJin aspiraba por otro poco más de aire y lo seguía con calma. La música ya vibraba cuando estaba fuera y adentro era una locura. Luces de todos los colores, muchas gente de muchas edades bailando en tarimas especiales cada seis metros. Eso era extravagante mientras la pantalla tenía un enorme "Feliz cumpleaños Park Jimin" y llegaban a una esquina VIP dónde encontraban al cumpleañero con una copa en mano, pantalones de cuero jodidamente apretados y un crop top de red negro más su cabello rubio desaliñado y sus párpados tenían una sombra color durazno que hacían ver a Park Jimin irreal.

Y Namjoon babeaba sentado, mirando a su chico mientras este bailaba y sonreía.

— ¡Ah, SeokJin! —decía atónito.

Namjoon miraba a SeokJin y se sorprendía, su amigo estaba de infarto, así que se ponía de pie con ceño fruncido y sonrisa ladina.

—Hombre ¿Estás buscando matar a alguien en especial? —decía abrazando brevemente al castaño. Namjoon lo miraba sorprendido y sin tapujos—. Mierda, SeokJin, que bueno que Jimin esté enamorado de mí, si no sabría cómo diablos lidiar con esto —decía señalandolo.

—Él está de infarto —decía Jimin a un TaeHyung muy serio—. ¿Sigue en pie solo ser presentado como un amigo? La mayoría de mis compañeros y alumnos ya lo están mirando con hambre. Se robó el show.

¿Presentarlo como amigo? Pensaba TaeHyung.

(Horas antes de la fiesta)

—Esto es para ti —decía Jimin entregándole un bolsa con una marca de ropa masculina muy importante.

— ¿Qué es? Es tu cumpleaños no el mío —decía el azabache mirando dentro y sacando la remera manga corta transparente que Jimin tenía para el—. No voy a usar esto, tengo una perfecta camisa de seda negra. No soy una zorra, esa eres tú y es tu cumpleaños.

Jimin reía—. Y te quiero igual de perra que yo

— ¿Esto es porque tomo por culo ahora? —decía elevando una ceja.

Jimin apretaba sus labios—. No seas imbécil. No te quiero con clase, te quiero sexy.

—Me veo sexy con mi camisa de seda.

—No, te quiero salvaje. Temática "sexy y salvaje" ¡Hello! —exclamaba con voz chillona mientras maquillaba sus ojos—. Incluso podrías dejarme pintar tus bonitos ojos largos —decía con su mirada brillante y desquiciada.

TaeHyung rodaba los ojos—. No. No soy un idol y el maquillaje me hace picar el rostro, con una crema humectante estoy bien. Te dejo lo extravagante a ti —susurraba al final.

—Bien, sin maquillaje, pero con mi remera transparente.

—Jimin —decía en tono de advertencia.

—SeokJin también está advertido sobre vestirse sexy y salvaje ¿Te quedarás atrás? —mencionaba con sorna—. Vamos, con él eres celoso ¿Lo querrás mirando en otras direcciones?

TaeHyung fruncía el ceño—. Seremos amigos, sólo eso. Si quisiera mirar a otros puede hacerlo, no somos nada exclusivo —decía con un puchero.

Jimin resoplaba, ya estaba al tanto de todo entre esos dos—. Él dijo que está enamorado de ti. ¿Has pensado en eso? Cómo realmente pensarlo.

TaeHyung aspiraba por aire y exhalaba sonoramente—. Por supuesto que lo he hecho, pero no hemos vuelto a hablar del tema. No sé que decirle.

—Que también sientes muchas cosas por él —decía Jimin como algo obvio, sin dejar de maquillarse.

—Se lo dije cuando follamos por primera vez —exclamaba con un puchero.

—Oh, sí. Estabas desesperado por follar, no fue realmente una charla. Sabes que él no hará nada para incomodarte, piénsalo bien. No te estoy presionando aquí, pero eres un tipo muy celoso con SeokJin —recalcaba nuevamente lo obvio—. Vas a pasarla mal si no eres honesto esta noche. Muchos ojos estarán sobre él y.... Tu primo está invitado —soltaba rápidamente.

TaeHyung abría sus ojos—. ¿Qué primo?

— ¿Cuántos primos gays y atractivos tienes? —decía poniendo balsamo labial en sus labios carnosos.

TaeHyung se ponía de pie—. ¿Por qué invitaste a YoHan? —decía histérico.

—Lo siento. Está en mi clase de danza contemporánea —exclamaba—. Invité a toda mi clase hubiera sido el colmo no invitarlo cuando lo conozco hace años y su lengua estuvo en mi boca tres veces.

— ¿Su lengua qué? Salió hace poco del closet —decía TaeHyung sorprendido.

Jimin sonreía—. Lo sabía antes que tu familia, me pidió no decir nada. No me pareció relevante y guardé su secreto —decía como si nada.

TaeHyung resoplaba—. Es un coqueto de lo peor...

—Tres veces —repetía Jimin—. Sé que es un coqueto de lo peor, pero en Chuseok estuvo tranquilo.

TaeHyung resoplaba—. Si quiere echarse encima de SeokJin ¿Que le diré?

— ¿Alto ahí es mi novio? —soltaba Jimin con una mueca.

TaeHyung rodaba los ojos—. No lo somos —decía con un puchero.

— ¿Alto ahí es mi futuro novio? —corregía Jimin.

TaeHyung se desinflaba—. Él no ha dicho nada sobre tener algo serio y estar enamorado de mí no significa querer ser exclusivos.

Jimin entrecerraba sus ojos—. Por el bien de mi salud mental, no diré nada a la estupidez que acabas de soltar —susurraba evitandolo y continuando con lo suyo—. Pero no entendería por qué dudas.

TaeHyung suspiraba—. No quiero que tenga grandes expectativas conmigo —susurraba.

Jimin volteaba a verlo con ceño fruncido—. ¿A qué te refieres?

TaeHyung relamía sus labios—. Si bien mi madre, Tae-Eul. Tú y Lee ya lo saben y yo sé que soy bisexual, no estoy seguro que sea tan fácil salir para el resto y sé lo que vas a decir, que debería no importarme y no lo hace, pero tengo miedo que si importe y no quiero crearle falsas esperanzas y luego no poder lidiar con todo esto.

Jimin suspiraba y se acercaba a un TaeHyung que había estado sentado en la punta de su cama pensativo y serio—. Nadie te obliga a salir del closet, eso lo harás cuando te sientas listo. Pero no des por menos que lo quieres. Porque tú lo quieres, Tae

—Lo hago, pero... No es una relación más, no solo estoy conociéndolo a él, me estoy conociendo a mí... Y siento que soy impredecible incluso para mí y tengo miedo de arruinarlo, prefiero mantenerlo al margen y no volverlo loco como lo hice todo este tiempo.

— ¡Jin! —el rubio ahora abrazaba a SeokJin y TaeHyung lo observaba, Jimin literalmente se colgaba del castaño que lo alzaba con facilidad y enroscaba sus piernas en las caderas de un SeokJin que se reía y se burlaba con Namjoon.

— ¡Feliz cumpleaños, Jiminah! ¿Namjoon no te mantiene entretenido? —se mofaba apartando a Jimin de un Namjoon que estiraba sus brazos para quitárselo de encima.

TaeHyung observaba los brazos de SeokJin en la cintura de su mejor amigo, allí había piel debido al crop top del rubio y la camisa desabotonada de SeokJin y TaeHyung tenía que aspirar por aire para no sentir celos. Dios, Jimin no lo quería de esa forma, SeokJin tampoco, él estaba demente.

—Creí que no vendrías —exclamaba Jimin bajándose de un SeokJin sonriente—. ¿Estabas tomando coraje para entrar?

Namjoon aparecía al lado de su amigo y palmeaba su espalda—. Momo también está en camino. Diviértete —le decía—, pero no te emborraches por frustración.

En ese entonces TaeHyung lo miraba y SeokJin hacía lo mismo, pero le sonreía suavemente. El azabache mordía su labio inferior listo para ir a su lado y pegarse a él sin saber que decir o que hacer, pero necesitaba estar cerca de SeokJin, aún no lo había tocado, podia oler su perfume fresco y masculino con un poco de crema para afeitar. Conocía el olor de la marca que SeokJin usaba, él había usado en ocasiones. Por dios, él había tomado una ducha hacía menos de veinticuatro horas en el apartamento de ese hombre porque habían follado como animales desde que se había desatado la pasión entre ellos.

TaeHyung aún se preguntaba si estaba a la altura de SeokJin cuando daba los primeros pasos, pero era interceptado por unos amigos que tenía en común de la secundaria con Jimin.

— ¡Tae! —gritaba el más bocón de la pandilla, Kwon Soon-Young. El chico era un sol, pero era tan enérgico que TaeHyung se cansaba de sólo verlo hablar.

—Hey, Youngissie —le saludaba—. Tiempo sin verte —decía respondiendo al abrazo del rubio.

—Hombre, no fuiste a la reunión escolar de este año, te extrañamos. Bebimos como dementes —comenzaba a parlotear.

TaeHyung había respondido el motivo de su ausencia, pero luego todo comenzaba a ser ruido sordo cuando veía a SeokJin siendo abordado por su pequeño y adorable primo Kim YoHan.

Mierda.

TaeHyung quería moverse, pero Soon-Young continuaba hablando mientras llamaba a otro de sus amigos y mantenían a TaeHyung demasiado entretenido. Quería matarlos, él los entendía, usualmente en los cumpleaños de Jimin paraba en ronda y comenzaban a beber para ponerse al día, pero justo esa noche, justo en ese momento en que veía a YoHan reír y tocar la camisa totalmente desabotonada de SeokJin, con dedos tentativamente cerca de tanta piel, TaeHyung sentía que su presión sanguínea de elevaba.

Minutos más tarde cuando veía a su primo dejar solo a SeokJin, TaeHyung reaccionaba:

—Lo siento, no vine solo —decía con una sonrisa incómoda intentando escaparse.

—Oh, claro. Kim TaeHyung nunca está soltero ¿No? — decía uno de sus conocidos—. ¿Quien es la afortunada? Hay muchas chicas calientes esta noche y aquella te ha mirado bastante —decía señalando en una dirección que TaeHyung no podía evitar mirar.

Y mierda, por dos.

— ¿Sales con Jennie Kim? Es amiga de mi hermana que está en la clase de Jimin —decía otro—. Está que arde ¿Ustedes salen, cierto? Creo que mi hermana mencionó algo.

TaeHyung suspiraba, por supuesto que Jennie iba a tener el descaro de presentarse en el cumpleaños de Jimin, ella tenía gente conocida dentro de la escuela de danza y como de costumbre, esas fiestas eran un caos, aunque no tuviera una muñequera de invitada con barra libre, ella se las arreglaría. TaeHyung sentía demasiada presión.

—Ya no salgo con ella —decía queriendo ir en dirección a un SeokJin que estaba parado solo y viendo su teléfono, TaeHyung se preguntaba si estaba a punto de mandarle algo.

— ¿Terminaron? Pero Tae, esa mujer está que arde ¿Te molesta si la encaro? —decía el mismo metiche que había sacado a relucir su antigua relación con la pelinegra.

— ¡Oye, códigos! Carajo —decía Soon-Young.

TaeHyung se llenaba de ansiedad—. Me importa un carajo, te la regalo —decía palmeando el pecho del tipo que quería ligar a su ex y finalmente salía de ese círculo para alcanzar a un SeokJin que lo miraba cauteloso y sorprendido—. Hey...

El castaño sonreía y sacaba un cigarro—. Hey —replicaba, poniendo el mismo entre sus labios carnosos y encendiendolo.

TaeHyung babeaba ante la vista y no, no era por una pitada.

—Lo siento, hablan hasta por los codos. Iré por unas bebidas ¿Qué quieres tomar? —preguntaba hablando alto debido a la música.

SeokJin daba una calada para encender el cigarro, y era todo pecado y pornografía para TaeHyung que lo miraba en detalle. Esa piel blanca y suave, rentaba a ser tocada, besada... Él queria pasar su lengua por allí.

—Tu primo ya fue por unos tragos —decía SeokJin con una sonrisa incómoda—. Puedes volver con tu grupo de amigos, ponte al día. YoHan es bastante divertido —decía encogiéndose de hombros, no había intenciones de poner a TaeHyung celoso ni mucho menos.

Todo lo contrario. Él no quería obligarlo a pasar tiempo a su alrededor y TaeHyung se sentía horrible. Él no quería volver con sus amigos.

— ¡Tragos! Oh... Primo —YoHan entregaba una cerveza a SeokJin y saludaba a TaeHyung con un reverencia—. Estoy cuidando de Hyung, no te preocupes —decía.

Otro sin malicia y aún así TaeHyung lo detestaba.

— ¿No tienes compañeros de clases con los que ir? Jin viene conmigo —decía seriamente.

SeokJin aspiraba por aire y bebía casi la mitad de su botella siendo observado por dos pares de ojos.

— ¡YoHan! —decía un grupo de chicas, TaeHyung agradecía que vinieran por él al punto en que ni siquiera se dignaba a apartar sus ojos de un SeokJin que si desviaba los suyos e incluso los rodaba por la persona que llegaba a ellos—. Primo, mi amiga SunMi y su amiga Jennie.

—Oh, conozco a tu primo —esa vocecita molesta. TaeHyung volteaba apretando sus dientes—. Soy la ex novia de TaeHyung.

YoHan e incluso la amiga de Jennie (quien no sabía que habían terminado) se sorprendían.

— ¿Ex? —repetía el chico.

—Sí, ex. ¿Increíble no? Pero que puedo decir, supongo que SeokJin es más atractivo que yo —decía con ese tono venenoso y YoHan había elegido mal momento para beber porque escupía toda en el cuello de SeokJin entre su mejilla y pecho.

El castaño había sido veloz para girar su rostro, pero aún así, con ojos cerrados y ceño fruncido, estaba cubierto de cerveza y saliva ajena.

— ¡YoHan! Carajo —TaeHyung gritaba horrorizado buscando algo con que limpiar a un SeokJin que apenas pasaba los dedos por su pecho y clavícula.

De fondo se escuchaban los lamentos de perdón del pelinegro mientras Jennie reía, su amiga estaba anonada e incómoda y TaeHyung maldecía buscando por algo con que limpiar hasta que Jimin y Namjoon aparecían en escena.

—Toma —daba a TaeHyung unas servilletas y se paraba cruzado de brazos frente a Jennie—. No recuerdo haberte invitado, zorra —soltaba sin problemas el rubio, finalmente podía insultarla con todo y clase.

La amiga de Jennie y alumna de Jimin miraba confundida al par.

—No necesito invitación, vine para hacer compañía a SunMi. El lugar sigue abierto al público, zorra —repetía Jennie.

TaeHyung iba a interceder, cuando SeokJin buscaba tomar las servilletas de su mano, para limpiarse a si mismo, pero contrario a eso le impedía a SeokJin tomarlas y repentinamente tenía su boca sobre el cuello de Jin, lamiendo las gotas de cerveza y olvidándose de todo alrededor.

— ¿Qué-...? —SeokJin llevaba su mano a la nuca de TaeHyung mientras apretaba sus ojos y se escuchaban gritos de vitoreos a los que Jimin se unía y la pelea entre  la pelinegra y él se daba por terminada cuando el rubio gritaba en el rostro de una Jennie que salía de ahí con cara de pocos amigos.

TaeHyung sentía los dedos de SeokJin hundidos fuertemente entre sus hebras y sentía un sutil tirón que lo hacía gemir bajo y ronco cuando su lengua pasaba por el mentón del castaño y luego era tironeado hacia atrás y finalmente se estaban mirando uno al otro, muy de cerca. Deseando.

— ¡Temática sexy y salvaje! —se escuchaba la voz de Jimin de fondo y la música continuaba y ya nadie parecia verlos. Bueno, el grupo de amigos de TaeHyung y Jimin estaban en shock hasta que el rubio se paraba frente a ellos—. ¡Sigan en lo suyo, sigan en lo suyo!

TaeHyung estaba ahora siendo sostenido por SeokJin, sintiendo el calor de su cuerpo y el sabor de su piel bailaba en su lengua.

—No me sorprende —se escuchaba YoHan—. Yo sólo estaba haciéndole compañía —decía sin que ninguno lo mirará—. Eso fue caliente, aunque parte de mi saliva estaba ahí.

TaeHyung apretaba los dientes y lo miraba con un rostro serio, YoHan alzaba sus manos y exclamaba—. Sólo decía. Se ven bien juntos —los señalaba antes de salir de ahí.

Cuando sus ojos volvían a SeokJin este tenía el ceño fruncido y no había dejado de verlo un segundo, pero sus ojos se suavizaban al igual que su agarre en el pelo de TaeHyung, la otra mano tenía la botella y el cigarro.

— ¿Por qué hiciste eso? —susurraba viendo la boca de TaeHyung.

—Porque lo quiero hacer desde que te ví con toda esta camisa desabotonada —respondía nervioso.

—Sabes a qué me refiero —decía SeokJin con un puchero su tono más suave hablándole al oído.

TaeHyung relamía sus labios, buscaba su rostro y lo besaba, dios, se estaba muriendo por hacerlo, hambriento y sediento de esa boca y esos besos que sólo SeokJin sabía cómo darlos mientras que algunos ojos curiosos y pervertidos los miraban besarse hasta que TaeHyung sentía su cuerpo demasiado caliente y sus piernas muy débiles. Y su polla demasiado atormentada, engrosándose dentro de sus pantalones de cuero.

Cuando se separaban lo hacían con un chasquido y rastrojo de saliva.

—Dios. No puedes besarme así —decía alejándose con párpados pesados y sonrisa ebria. Sus mejillas eran un bonito rosado intenso en su piel trigueña y SeokJin relamía sus labios luego de ese beso.

—No era necesario que hicieras eso, podrías haberte quedado a mi lado y estaría bien para mí —susurraba SeokJin, relamiendo sus labios para mantener el sabor de TaeHyung.

Que el chico saliera frente a millones de extraños y un par de amigos, no era algo realmente importante, al menos SeokJin tenía diferentes prioridades, pero apreciaba lo que TaeHyung había hecho porque para él era un paso importante o quizás un entrenamiento antes de la verdadera salida y SeokJin temía en el fondo  acerca de eso, no quería albergar ilusiones vacías. No quería presionar a TaeHyung, ni esperar nada, pero en el fondo no podía evitarlo. Su corazón se ilusionaba como un adolescente.

—Es que te ves increíblemente bien —respondía TaeHyung, aún tenía su rostro en llamas y sus labios sensibles, repentinamente miraba hacia una dirección y SeokJin seguía la misma con sus ojos.

Un grupo de hombres mirándolos poco disimuladamente hasta que SeokJin se paraba más erguido y llevaba el cigarro a su boca, se veía amenazante sabiendo que eran el reciente grupo de amigos que TaeHyung había dejado por él. Los ojos de los testigos miraban hacia todos lados y se volteaban volviendo a su chismerio.

—No me importa lo que piensen —decía TaeHyung, parándose frente a él y quitándole el cigarro para darle una pitada.

SeokJin mordía su labio inferior y tomaba su cerveza absorbiendo la imagen de TaeHyung. Tan sexy y hermoso, quería salir de allí y llevárselo con él, pero estaban festejando a Jimin, así que debían de cumplir. Cuando TaeHyung soltaba el humo casi en su rostro, le sonreía dulcemente y SeokJin tomaba la delantera esta vez, tomando su nuca, atrayendolo hacia él y mordiendo con ganas su labio inferior, TaeHyung gemía suave y sorprendido. Chispas de escalofriante calor corporal se disipaban en la anatomía de ambos.

Y TaeHyung abría su boca dócil y sumiso para que SeokJin follara esta con su lengua otro poco más mientras sus labios se restregaban y acariciaban entre sí. Entre mordidas y succiones, TaeHyung chupaba la lengua de SeokJin ávidamente mientras este le quitaba el cigarro y con cuidado lo arrojaba y pisaba con sus botas de cuero en punta. TaeHyung tomaba su rostro, para continuar ese beso, pegando sus cuerpos, y sus pollas atormentadas dentro de esos pantalones ajustados y tomaba la botella de SeokJin para dejarla en un mesa que había cerca de ellos en la zona VIP y finalmente eran todo manos y boca para el otro.

La música sonaba, a ninguno le importaba si los estaban viendo. TaeHyung estaba demasiado hambriento mientras la mano que acunaba la mejilla de SeokJin bajaba por su pecho y acariciaba la piel allí. Finalmente, gracias carajo.

SeokJin besaba su mejilla y corría con besos en dirección a su lóbulo dónde tiraba allí y los párpados de TaeHyung eran pesados, imposible mantenerlos abiertos con todas las sensaciones en su cuerpo por culpa de ese hombre, sus manos y su boca.

— ¿Cuánto tiempo necesita Jimin que nos quedemos? —preguntaba ronco, tomando a TaeHyung de la cintura y acercándolo más, si es que eso fuera posible. TaeHyung sonreía y se dejaba abrazar, no quería despegarse para ser honestos.

—Un poco más y luego me llevas a tu apartamento para follar como animales —sugería con voz grave, apoyando su mano en pecho de SeokJin y buscando su boca otra vez.

Unos besos castos y constantes—. ¿No te importa que tu ex este viéndonos desde la otra esquina? —preguntaba SeokJin, acariciando su cuello con el pulgar.

TaeHyung fruncía el ceño y miraba donde SeokJin le indicaba, Jennie tenía cara de pocos amigos mientras los miraba con desdén mal fingido. TaeHyung comenzaba a reír histérico.

—Ella me puso los cuernos y ahora se siente ofendida ¡El colmo! —exclamaba enroscando sus brazos en el cuello largo de un SeokJin que sonreía con él—. Ah, ya. Bailemos, amo esta canción —decía mientras llevaba a SeokJin a la pista al ritmo de "Glad you came"  de The Wanted.

TaeHyung reía y buscaba el rostro de SeokJin, sus ojos negros con pupilas dilatadas y brillantes, lo hacían querer ahogarse en él y el sentimiento era mutuo. Cuando simplemente se unían a Jimin y Namjoon en la pista para comenzar a bailar, TaeHyung estaba decidido a no prestar atención a nadie. Su mejor amigo estaba ahí celebrando otro año más de vida, y SeokJin estaba con él. Nunca lo hubiera imaginado así, para estas instancias de cada año, TaeHyung estaba en alguna relación con alguna mujer hermosa y posiblemente cuidando de ella, pero con SeokJin la sensación era diferente, por supuesto cuidaba de él, pero era más fuerte el anhelo de ser cuidado por SeokJin. Sabía que de ambos, el castaño tenía el control y le gustaba cederlo.

SeokJin por su cuenta se sentía en las nubes, volando tan alto que tenía miedo de caer y estrellarse contra el pavimento. Amaba la sonrisa de TaeHyung en su rostro mientras bailaban, mientras TaeHyung le bailaba y cantaba la canción. Se cantaban entre sí mientras sus cuerpos se movían como uno solo. Al igual que en la cama, en la pista de baile eran un dueto único. Los movimientos de TaeHyung no eran tímidos y si bastante sugerentes. No le importaba quien estuviera viendo y SeokJin se sentía drogado por esa mirada intensa, la forma en que mordía sus labios y se pegaba a su cuerpo moviendo sus caderas. Era todo un poema verlo. Y volvía loco a su corazón cuando al finalizar la canción ambos se cantaban pegados al cuerpo del otro:

"El Sol se pone, salen las estrellas. Y todo lo que cuenta es aquí y ahora. Mi universo nunca será el mismo, me alegra que hayas venido."

TaeHyung sonreía rozando su nariz y repetía—. I'm glad you came —rozando la boca de SeokJin para luego besarlo una vez más.

No era un beso sutil, no era casto. Él iba por todo, abriendo su boca de par en par y SeokJin recibiendolo de la misma forma mientras sus lenguas se fundían en una danza caliente, sus cuerpos pegados, tensos y deseosos. Las manos de SeokJin sobre su espalda baja, sin tocar de más, pero a TaeHyung no le molestaría que quisiera poner sus manos en su culo. No le importaba nada excepto este hombre y era perfecto, porque sus dedos estaban enredados en el cabello lacio de SeokJin y tiraba de él cuando este lo presionaba a su cuerpo, haciéndole sentir la erección de los mil demonios que le había provocado con su baile y sus sonrisas.

A TaeHyung le encantaba ser el causante de eso, él y sólo él, muchísimas ojos los miraban, algunos juzgando, otros detestando y muchos deseando, pero él se llevaría a SeokJin a casa o mejor dicho, SeokJin se lo llevaría a él y no podía esperar por eso.

Jodidamente no podía esperar.




The sun goes down, the stars come out... Jejejejej la IA se pone divertida en las mañanas, miren esa imágenes dnwnzkwkskskakakakak

Poquito para que se vaya este par UwU lxs leo...🥹

Con amor niñita Nanykoo 💜

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