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—¡Jung-Jungkook! —Se escuchó a lo lejos. El azabache antes de lograr cruzar la calle, dirigió sus ojos hacia donde sus oídos le permitieron oír.

Unos metros más alejado, se encontraba un Taehyung bastante agitado, con sus manos apoyadas en sus rodillas e intentando conseguir aire, primeramente.

—Taehyung… —Mencionó, muy serio y con los ánimos aún por el piso.

—E-es… Agh, espe-espera —pidió, mientras respiraba profundo e intentaba recuperar su estado normal.

El menor simplemente hizo lo pedido por el castaño.

—Bien. —Relamió sus labios Taehyung, miró de forma más calmada a Jungkook, aún conservando sus mejillas y nariz muy pigmentadas por el trabajo físico de su cuerpo. —Escucha, yo… —Hizo una mueca. —Nisiquiera sé qué debo decir.

—No, Taehyung. —Sonrió el menor—. Ya entendí.

—¡Te digo que esperes! —Pidió.

Jungkook volvió a detener su paso y a mirarle.

—No sabía que estabas aquí —se excusó—. Me enteré hace un rato y, y realmente admito que pe-pensé en plantarte.

—Ciertamente lo hiciste.

—¡Estoy aquí! —Objetó—. Tarde pero llegué. —Hizo una mueca y bajó su dorso de forma muy exagerada como sentido de disculpa. —¡Jeon Jungkook, lo siento! —Elevó nuevamente su tronco y lo miró muy determinado. —So-soy un asco de persona.

—Lo eres.

—¡Yo no lo sabía! —Tragó fuerte—. Culpa a Jimin por mentirte. Pero no lo golpees, el pobre ya está muy mal, hasta se puso a llorar y a decir que no merecía vivir.

Jungkook rió al imaginarse aquello y negó con su cabeza. —¿Entonces todo esto lo inventó Jimin?

Taehyung simplemente asintió.

—Si es así… ¿qué haces aquí? —Preguntó, al tener en cuenta que el castaño no tenía ninguna obligación para presentarse en tal lugar—. ¿Lástima? —Rió con algo de sorna.

Taehyung se mantuvo en silencio por un rato, mientras le miraba.

—Lo supuse —continuó—. Puedes irte, Taehyung, no pienso obligarte a hacer algo que no quieres. Y ahora que lo pienso, fue muy estúpido el forzar algún acontecimiento entre los dos. Estaba emocionado, siento eso.

—¡No me hables como si te hubiese partido el corazón en pedacitos!

—¡Pues fue lo que hiciste! ¡¿Yo tengo la culpa de ser un adolescente con sentimientos?!

—¡¿Y yo tengo la culpa de que te hayas fijado en mí?!

—¡Eres hermoso, tonto! ¡¿Cómo no podría fijarme en ti?!

—¡E-estamos discutiendo! —Alegó, muy sorprendido y rojo—. ¡No digas eso y, mierda, deja de bromear!

Jungkook se hartó, simplemente lo hizo. Agarró de las muñecas al mayor e hizo a este mirarle directamente a los ojos. —Taehyung, mírame de una buena vez. ¿Cuántas veces debo decirte que no pienso ni estoy intentando jugar contigo?

—Tú… tú mientes… —Aseguró y bajó su cabeza—. To-todos lo hacen —murmuró, empezando a sentirse cada vez más pequeño al permitir que sus recuerdos salieran a flote.

—Taehyung… —Igual musitó, muy cerca de él y respiró profundo—. No lo hago. —Afianzó aún más el agarre en sus muñecas. —Mi objetivo nunca será lastimarte, menos el hecho de que pienses que soy igual a quién sabe qué idiota. 

El mayor mantenía su cabeza gacha, mientras negaba levemente e intentaba ignorar las palabras de Jungkook.
Porque sí, este tenía un motivo para retractar las horribles palabras que había lanzado a Jimin e ir en dirección al azabache.

El miedo abundaba en su corazón; el creer que podía ser engañado y manipulado como en aquella ocasión, fue lo que no le permitió abrirse a otras personas de forma correcta. Pero al final, tales sentimientos nunca fueron lo suficientemente fuertes como para mantener un perfil duro ante la situación. Porque Jungkook siempre fue insistente, porque Jungkook fue ése alguien que demostró muchas cosas y al final, Taehyung no quería hacerle daño.

Porque no lo merecía, porque Taehyung no era igual a ése imbécil.

—Quiero que me conozcas —habló seguro y soltó suavemente las muñecas del mayor—. Permítelo, por favor —pidió e iba a acercar una de sus manos a una de sus mejillas, mas se detuvo a unos centímetros de lograr tocarle.

“—Debes entender.”

“—Yo… de verdad te quiero.”

“—Te quería.”

“—Fuiste importante para mí.”

Entre más divagaba en sus pensamientos, en sus ojos iba acumulándose más rabia y mucha impotencia.

“—Ellos… se burlaron de mí.”

“—No llores, por favor, no lo hagas.”

“—No… me odies.”

“—Lo siento.”

—Lo siento —repitió entre un murmullo muy roto, aún con su mirada por el suelo y con lágrimas amenazando con salir.

—Taehyung… —Musitó Jungkook.

El castaño se alejó lo suficiente, limpió de forma rápida sus ojos con las mangas de su abrigo y lo miró con una sonrisa bastante forzada. —Eres… eres muy guapo, Jungkook.

—Gracias…

—Muy inteligente, también. —Volvió a sonreír. —Y atlético. ¡Dios! ¡Eres perfecto!

—Taehyu-

—Busca a alguien mejor —pidió, sintió sus labios temblar por sus fuertes sentimientos e iba a irse.

—¿Y es que hay alguien lo suficientemente bueno como para compararse contigo? —Preguntó, muy frustrado—. No… no lo entiendo.

“—Esto… nunca sucedió, Taehyung.”

El mayor se detuvo, empuñó de forma fuerte sus manos para al final decir—: ¿Quieres… que te diga la verdad?

Jungkook sólo sabía mirarlo, muy, muy preocupado.

—Creo… creo que me gustas…

El menor se sorprendió e iba a hablar, mas el castaño lo detuvo justo al momento de decir—: Quizá y estoy aquí por esa razón, quizá y no quiero lastimarte por ello, pero… Jungkook, se siente… in-infinitamente asqueroso el volver a sentir esto.


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