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   El castaño se encontraba sentado en su cama; justo a unos segundos después de haberse percatado de aquella nota y, por supuesto, haberla escuchado.

Su corazón se encontraba totalmente oprimido por tales palabras y las millones de sensaciones que escapaban de él no le estaban ayudando; sentía rabia, culpa y mucho arrepentimiento por todos aquellos sucesos.

Él no quería nada. Taehyung sólo quería pasar página y continuar con su vida, mas Choi Minho tenía otros planes muy claros y egoístas.

No lo aguantó, simplemente no lo hizo y al cabo de terminar de pensar en si debía o no, sencillamente se atrevió a por fin llamarle y, según él, pedirle que lo dejase en paz.
No duró mucho para que tal llamada fuese atendida, así que el castaño no esperó un segundo más y comenzó a hablar con toda aquella rabia que estaba dejando escapar en cada palabra.

—¿No-no fue suficiente? —Preguntó, con un hilo de voz y con sus ojos cristalizándose en ese mismo momento—. ¿Qué mierda quieres, eh? ¡Estoy bien así, si-simplemente desaparece! —Iba a decir algo más, pero el azabache mayor le interrumpió de inmediato.

—Fui claro, Taehyung —habló de forma serena—. Si quieres decirme algo, si quieres hacerlo, hazlo en mi cara y deja de ser un maldito cobarde —continuó—. ¿Tienes miedo, quizá?, ¿miedo de no ser capaz de pedirme tales cosas?, ¿miedo de simplemente… dejarte llevar por mí?

—No-no es ciert-

—Lo es —volvió a interrumpir—. Siempre has sido malditamente inseguro y fácil de leer. Te conozco perfectamente y sé que ahora mismo estás acribillando tu labio inferior a punta de mordis-

—¡Cállate! —Alegó de forma histérica al darse cuenta de que sí estaba haciendo aquello.

—No soy tu enemigo, Tae —bufó—. Necesitamos hablar, escucharnos…

—No quiero… —Se calmó, talló sus ojos y respiró muy profundo—. Si-simplemente no quiero.

—No te lo permiten —aseguró—. ¿No es así?

El menor se quedó en silencio.

—Te estás obligando a creer toda la mierda que estás viviendo. Quieres olvidarte de mí, lo sé, y ambos sabemos que no lo logras. —Sonrió levemente al no escuchar ruido absoluto de la otra línea. —Veámonos. Nadie se va a enterar; hablaremos de los dos, de lo que pasó… y al final tomaremos una decisión. ¿Qué te parece?

El castaño sintió sus labios temblar e iba a hablar, mas Minho no dejó que ninguna palabra saliera de su boca.

—No tienes que responderme ahora —aclaró—. Llámame en cuanto tomes una decisión por ti, porque así lo quieres… y no porque otros están influyendo. Te amo muchísimo, Tae. Recuerda eso. —Dio por terminada la conversación y lo siguiente que hizo fue colgar, dejando al menor totalmente ensimismado y con lágrimas saliendo sin permiso alguno.

Taehyung dejó su celular a un lado, abrazó sus piernas y escondió su rostro entre ellas.

¿Qué hacer?

¿Realmente todo estaba siendo de esa forma?

No odiaba a Minho, mucho menos iba a negar sus fuertes sentimientos incontrolables hacia aquella persona. Pero, Taehyung sabía quién era y cómo él se había comportado cuando en esos momentos había dejado de interesarle por completo; lo trataba mal, siempre le decía groserías en cada oración, sus expresiones eran totalmente negativas cada que le veía y, claro, los fuertes gritos que alegaban a los cuatro vientos el cuán aburrido estaba de él y de su persona.

Taehyung soltó una pequeña risa llena de ironía, levantó su mirada y empezó a limpiar sus ojos mientras tomaba nuevamente su celular y marcaba un número totalmente diferente.

Esperó dos tonos y después de aquello, su llamada fue atendida.

—Escuché por ahí algo interesante~ —mencionó el menor, ya enterado de quién se trataba.

—¿Ah, sí? —Sonrió sin mostrar sus dientes y se mantuvo en la misma posición; rodeando sus piernas con sus brazos. —¿Qué escuchaste?

—Planeaba decir una cursilería, pero Yugyeom me está mirando y está que se muere de la risa. —Hizo una mueca. —Pensé toda la tarde en esto y ahora resulta que no podré decirtelo.

—Puedes hacerlo —aseguró.

—Ya no tendrá el mismo efecto —continuó—. La idea era que terminaras diciendo: "¡Jung-Jungkook, detente!". Claro, iba a imaginarte con tu cara completamente incendiada por el rubor y con tus manos intentando ocultarlo.

—Yo-yo no hago eso.

—Si lo digo, es por algo. —Rió de forma leve. —Te diría cuántas cosas haces de forma inconsciente, pero capaz te asustas y me terminas.

Taehyung volvió a sonreír y mantuvo su celular apoyado en su oreja.

—Por cierto —continuó el menor—. ¿Cómo estás pasando la noche?

—Sobre eso… —Hizo una mueca y empezó a jugar con el borde de su abrigo mientras hablaba. —Ya sé que es precipitado y agh… suena algo comprometedor pero… —Se detuvo y suspiró pesado.

—Taehyung —habló sorprendido y muy rojo el menor—. ¿Tú… quieres tener sex-

—¡Di-Dios, no! —Sus mejillas se colocaron al instante—. ¡¿Por qué no me dejas terminar?! —Chilló.

Jungkook empezó a reír. —¡Sólo me gusta molestarte, ¿bien?! Ya… continúa —pidió.

—¿Puedes… por favor pa-pasar ésta noche conmigo? —Pidió, bastante tímido—. Reitero, Jeon… DORMIR. Aunque bueno, es algo tarde, ¿ciert-

—Estoy en quince minutos —interrumpió.

—Oh, está bien… —Sonrió. —Te espero.

—Nos vemos.

Se quedaron al rededor de cinco segundos ahí, hasta que el mayor dijo—: Jungkook. —Rió.

—¿Dime?

—Estoy esperando a que cuelgues.

—Ah…

—¿Cuelgo yo?

—Sí, supongo —volvió a reír el menor—. Nos vemos, Tae.

El nombrado asintió como si el azabache le estuviese mirando. —Nos vemos —mencionó y finalmente colgó.

Respiró muy profundo, miró su celular por un rato y al final lo volvió a dejar en el mismo lugar.
No quería probar nada, simplemente… quería hacerle recordar a su cabeza y a todos sus sentimientos, en dónde mejor eran tratados y cómo era el sentirse totalmente querido.

—¿Dijo quince minutos? —Se preguntó, terminó sorprendido por el poco tiempo y entró volando al baño.


   Después de un rato, el menor bajó de su motocicleta, mantuvo unas bolsas de minimarket entre sus manos y se acercó hasta la puerta para tocar el timbre y esperar.

De algún modo y en tan poco tiempo, Jungkook había aprendido a diferenciar los estados de ánimo de Taehyung al momento de escucharle; sabía cuando se encontraba bien, feliz, regular, e incluso muy mal. Y lamentablemente, el azabache había encontrado un cierto desánimo en aquella voz que tanto le gustaba.

La puerta se escuchó ser abierta y éste miró hacia al frente.

—Oh, Jungkookie. —Sonrió la mujer. —Pasa, pasa —pidió y abrió más la puerta.

El menor sonrió en sentido de saludo y entró.

—¿Sabes? —Continuó—. Yo soy una madre responsable y por tal motivo, debería pedir que las visitas fuesen en la sala, pero como está muy tarde y sé que estás cansado, he de suponer que prefieres visitarle arriba. Lo entiendo. —Sonrió de forma cómplice. —Por favor, cuando terminen de hablar, si quieres, puedes ir a la habitación de huéspedes que sabes en dónde queda. Sin nada más que decir, buenas noches y espero duerman algo~. —No dijo más y se dirigió hasta su habitación.

Jungkook sólo logró pestañear unas cuantas veces mientras se mantenía en silencio. Rió al momento de recordar todas sus palabras y se dignó a subir después de eso. Al llegar a la segunda planta, notó la habitación de Taehyung con la puerta a medio abrir, se acercó levemente y logró divisarlo; sentado en su cama y concentrado totalmente en su celular. Hay que recalcar también, su semblante inmensamente incómodo.

El menor suspiró suave, volvió a sus característicos ánimos y tocó la puerta, únicamente para avisar de su presencia.

El castaño elevó su mirada y sonrió en grande al verle.

—Tu mamá me dejó subir —avisó.

—Eso no me sorprende —comentó—. Entra —pidió y dejó su celular a un lado.

El menor hizo lo pedido y cerró la puerta de forma correcta, detrás de él.

—¿Te resulta incómodo? —Preguntó el castaño.

—Inesperado, eso sí. —Sonrió levemente el azabache y dejó aquellas bolsas a un lado.

—¿Qué es? —Preguntó curioso Taehyung y se acercó.

Jungkook le miró, rodeó el cuello de su castaño con uno de sus brazos y depositó un suave y casto beso en sus rojizos labios. —De todo un poco. 

—Yo planeaba dormir, ¿lo sabes?

—No he dicho que comas todos estos dulces ahora. ¿Querías que me apareciera así, sin nada? —Preguntó preocupado.

—Lo esperaba —mencionó con una leve risita, abrazó el dorso de su menor con sus brazos y apoyó su cabeza en el pecho de este.

Jungkook lo observó por un rato y se mantuvo en silencio. El mayor se dio cuenta de ello y dijo—: ¿Pasó algo?

El azabache sólo pudo negar.

Después de un rato, Taehyung se encontraba acurrucado entre sus colchas y mirando cómo Jungkook se acomodaba justo a su lado.

Y mierda, sí, era incómodo. Más por el hecho de que el menor planeaba dormir en un sofá que éste tenía en su habitación, pero el castaño insistió en que se quedara junto a él, y en su cama.

—Siento… provocar toda esta situación —habló entre murmullos el castaño, bastante apenado.

Jungkook lo miró bastante comprensivo y simplemente negó. —No te encuentras bien, ¿no? —Al final sólo soltó lo que quería decir.

—¿Um? —Preguntó el mayor.

—Digo… —Continuó, optó por acomodarse a medio lado y mirar al mayor—. No te siento… bien. —Hizo una mueca. —No me preguntes por qué. Lo siento así, es todo.

—Jungkook —comentó el castaño, se abrió pasó entre las sábanas y decidió acomodarse muy cerca de él—. ¿Quieres que te diga algo? —Preguntó, miró con ojitos cansados al azabache y acarició levemente una de sus mejillas.

—Dime —pidió, éste sí estando bastante atento.

Taehyung sonrió y dijo—: Yo te quiero mucho —aseguró. —Tanto que podría apostar que eres realmente bueno y sincero.

El menor tragó fuerte. —… ¿pero?

—"¿Pero?" —Rió el castaño, acercó sus labios hasta los de su menor y dejó un beso bastante lento y dedicado. Después de un rato se separó y sonrió al ver la mirada totalmente hipnotizada de su menor. —No hay un ningún pero, Jungkook. Te quiero a ti y… —Bajó su mirada y mordió levemente su labio inferior. —No necesito absolutamente nada más para saberlo.

Y es que habían muchas cosas más que lo hacían elegirlo por sobre cualquier cosa. Su corazón se sentía totalmente inquieto cuando él estaba cerca, y eso era una muy buena señal.

Los ojos del azabache brillaron hasta más no poder, quizá y se emocionó de más, ya que justo en ése momento estaba arrinconando a su mayor y acabándolo con millares de besos y abrazos fuertes por todos lados.

—¡Jung-Jungkook! —Reía el mayor mientras intentaba alejarlo. —¡Ya-ya!

Este se detuvo después de abrazarlo por sus caderas y mantenerlo totalmente pegado a él.

¿Todo había valido la pena? Definitivamente sí.

—Tae… —Preguntó el menor, mientras aspiraba el leve aroma a limpio que destilaba del cuello del mayor—. ¿De verdad tenemos que dormir?

El castaño se alarmó de inmediato. —De-definitivamente sí —aseguró e intentó soltarse—. Jung-Jungkook —le llamó.

—¿Hm? —Preguntó, mientras subía de forma leve una de sus manos por debajo de su pijama.

—Ya-ya puedes soltarme…

El azabache rió, se le acercó aún más y subió aquella sábana hasta terminar de cubrirlos. 

—¡¿Qué-qué estás hac- ¡O-oye, ¿en dónde tocas- ¡Jung-Jungkook! —Chillaba el mayor, totalmente avergonzado y sometido a las acciones de aquél enérgico Jungkook.

Y es que Taehyung no mintió en ningún momento. Se sentía totalmente cómodo y feliz al lado de aquél chico que lo único que hacía, era estar atento a él y luchar, todo ese tiempo, por un poco de atención de su parte.
Era justo, era lo correcto.

Todo estaba bien de esa forma. O bueno, realmente era lo que el mayor estaba esperando a partir de ese momento.

Minho-Ssi es
una persona
obstinada en
este fic~

-Gaby

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