XVII

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A Jimin le dolían las mejillas de tanto reír por ver a Jungkook completamente emocionado al ver la playa, si Jungkook no tuviera amnesia, habría jurado que jamás la había visitado antes.

— ¡Mira, Jimin! ¡El mar!

Jimin sonrió enternecido al verlo correr hacia la playa, extender los brazos y dejar que el aire le pegara en la cara a pesar de que no había indicio alguno de que su cabello se moviera, dirigió su vista a lo que Jungkook estaba mirando y el aire fresco golpeó su cara, y pudo entender la reacción del chico. El agua de la playa parecía estar cristalina y la arena estaba tan blanca haciendo el contraste con lo azul del agua, el sol se veía al horizonte dando la impresión de que el este salía del mar.

Jamás le había parecido que el mar se viera tan hermoso.

— ¡Es estupendo! ¡Es...! Es mejor de lo que imaginé.— susurró Jungkook.

Jimin cerró la cajuela de su coche, con su mochila y su toalla en mano, pues necesitaba ponerse bloqueador sino quería que al día siguiente amaneciera con la piel toda descarapelada; Y para su suerte, su carro estaba estacionado en un lugar estratégico dentro del aparcamiento por si llegaba más gente a lo largo del día y luego no pudieran salir.

El sol estaba comenzando a sentirse realmente fuerte siendo ya las 11 de la mañana, y la playa si bien estaba todavía vacía, Jimin sabía que solo era cuestión de tiempo para que empezara a haber más movimiento debido al clima tan caluroso que había en ese momento.

Conforme se fueron acercando, Jimin empezó a ver un buen lugar para sentarse cerca de la playa, y al final, tuvo que rentar una sombrilla porque se le había olvidado pedirle a sus padres la suya cuando había ido esa mañana, aunque bien se iba a ganar miradas curiosas por parte de ambos, ya que Jimin no frecuentaba la playa en lo absoluto.

Se permitió estirarse disfrutando del aire fresco que provenía del mar y durante un rato estuvo al pendiente de Jungkook en lo que él se acomodaba en la arena.

Puso la sombrilla en la arena mientras escuchaba la risa de Jungkook, se quitó la playera y se puso bloqueador con su nombre siendo llamado de fondo.

— ¡Apúrate, Jimin!

Abrió la boca y estuvo a punto de gritar que ya iba, hasta que vio a una familia pasar frente a él que cayó en cuenta de que a vista de los demás, el estaba solo, por lo que buscó rapidamente su celular bajo la vista atenta de Jungkook.

— Ya voy, dame un momento.

Y fue suficiente para que el chico se entretuviera de nuevo, y cuando Jimin se dio cuenta, vio a Jungkook dentro del agua. Lo cual era absolutamente extraño, pues si bien si se mojaba, nada más salía del agua, volvía a estar seco otra vez.

Sin embargo Jimin fue el único que se dio cuenta de eso, viéndolo desde la distancia, pues Jungkook parecía mucho más entretenido sumergiéndose en el agua con ropa y todo, y si no se hubiera acordado a tiempo de que podían tacharlo de loco, le hubiera gritado a Jungkook qué se metiera sin ropa al agua porque la iba a ensuciar.

Se mordió la lengua antes de siquiera abrir la boca.

Le sorprendía y a la vez no, qué se hubiera adaptado tan rápido a su presencia. Tanto que le asustaba un poco, lo que era más complicado pues sabía que la estancia de Jungkook con él era meramente temporal.

Un sentimiento que no quiso darle nombre lo embargó.

La estancia de Jungkook era temporal.

Y Jimin estaba comenzando a encariñarse con él.

Lo sabía, sabía desde que había comenzado a incluirlo en sus rutinas, solo que no había querido darle mayor importancia.

— ¡Jimin!.— Jungkook sonrió y lo saludó a la distancia, haciendo que Jimin imitara su acción.

En ese momento su estómago se encogió y su corazón se aceleró y es que sintió alegría, ansiedad, impotencia...

¿Cómo era que alguien que brillaba tanto, se había apagado tan de repente?

No sabía si era por su trabajo que le despertaba su sentido del deber o solo era él el que comenzaba a tener no solo el sentimiento de empatia hacia Jungkook, no, era algo más, un instinto protector.

Quería ayudarlo y que estuviera bien aún si Jungkook ya no estaba realmente en este mundo, quería que se sintiera protegido por él, y era una promesa silenciosa, le daría a Jungkook toda aquella seguridad que no había tenido estando vivo, pues, de haber resultado de otra manera, probablemente ni siquiera se hubieran conocido.

Acomodó sus cosas en su mochila y guardó su celular y caminó los pocos metros que lo separaban de Jungkook, todo bajo la mirada atenta de este.

— ¿Ya terminaste de acomodar todo?

— Ya, simplemente quería cerciorarme que todo estuviera en orden y tener un buen lugar para quedarnos.— dijo Jimin paseándo su vista por todo el lugar.— No hay mucha gente todavía, pero probablemente se llene en un rato más.

Jungkook asintió pensativo.— Está bien. Entonces... ¿Ahora si podrás estar aquí conmigo?

Jimin sonrió y se acercó aún más a él para que no tuviera que levantar la voz.

— Claro, ¿qué quieres hacer?

— ¡Vamos al agua!

Y seguido de eso, Jungkook corrió hacia el inicio de la playa, Jimin no necesitó mayor invitación para eso, pues salió corriendo detrás de Jungkook y por un momento cuando lo alcanzó, una imagen de él levantando a Jungkook en el are y aventándolo al agua junto con él, cruzó su cabeza.

Sonrió nostalgico sin poder evitarlo, pero aquel sentimiento se esfumó cuando Jungkook se dió la vuelta y se tropezó de espalda en el agua, una carcajada brotó desde lo profundo del alma de Jimin y no pudo sentirse más contento por estar disfrutando de su día con aquel chico que había aparecido de la nada en su vida.

— ¡Hey, no te rías!

Jimin lo único que pudo hacer fue encogerse de hombros, tratando de controlar su risa.

— ¡Vas a ver! Voy a encontrar la manera de tocarte y voy a molestarte, solo esperalo.

— ¿Es así?.— dijo Jimin divertido y Jungkook asintió completamente seguro.— Eso quiero verlo.

— Lo harás, ya lo verás.

Jungkook se paró, se quitó la tierra inexistente de sus pantalones y siguió avanzando hasta que el agua le llegó a la cintura y esperó a que Jimin llegara a su lado.

Jimin no supo cuanto tiempo estuvieron jugando en el agua, nadando y molestandosé, ni cuando fue que se permitió relajarse tanto sin estar al pendiente de ojos curiosos vagando en su dirección, sin embargo en dos ocasiones se le acercaron dos grupos de amigos para saber si quería unirseles a ellos al ver que estaba solo, pero Jimin amablemente rechazó las invitaciones.

Pues si bien a los ojos de los demás, Jimin estaba solo, la verdad era que estaba con Jungkook y se la estaba pasando demasiado bien.

— Deberías de ir.— le dijo Jungkook la segunda vez que se le acercaron.

— ¿Para qué?

— Para que te la pases bien tú también, están jugando y se ve divertido.

— Me la estoy pasando bien.— se quitó el pelo de la cara y sonrió a Jungkook.— Y por supuesto que me estoy divirtiéndo.

— ¿Estás seguro?

— Muy seguro

— Igual puedes ir... no me sentiré mal.— Jungkook se acercó a él y sonrió.— Puedo verlos en la sombra y verte jugar.

Jimin se le quedó viendo por unos segundos.

— ¿Tú quieres que vaya?.— antes de que Jungkook contestara, Jimin se adelantó.— Porque yo no quiero ir.

— Bueno, yo solo te lo estaba proponiéndo.

— Ya te diré yo si quiero ir o no.

— Bueno.

— Bueno.

Jungkook lo miró, miró el agua a su alrededor y lo volvió a ver.— ¿Seguimos nadando?

Jimin sonrió.— Vamos.

Aunque realmente el que nadaba era Jimin, pues Jungkook nada más se hundia en el agua y salía de vez en cuando o caminaba a lado de Jimin mientras este estaba sumergido.

Por lo que Jimin terminó de salirse del agua hasta que la barriga le comenzó a sonar, así que avisándole a Jungkook que él se saldría para ver qué iba a comer, a lo que Jungkook quiso acompañarlo.

— Puedes seguir adentro.

— No importar, quiero acompañarte.— dijo Jungkook detrás de Jimin, quién caminaba hacia la sombrilla en dónde estaban sus cosas.

Cuando llegó hasta la sombrilla, agarró su mochila y sacó de esta su toalla, sacó su teléfono y verificó su hora, pues a juzgar por los rayos del sol, eran más de las dos de la tarde.

Y no estaba equivocado, eran las cuatro y cuarto, y para Jimin tuvo mucho sentido que tuviera mucha hambre, pues normalmente comía temprano debido a sus horarios de trabajo.

Jimin se comenzó a secar y Jungkook se tiró en la tierra donde la sombrilla lo cubría del sol.

— ¿Te la estás pasando bien?

Jungkook sonrió mientras se abrazaba sus rodillas. — Por supuesto. — movió sus pies. — Me he estado divirtiendo mucho.

—Me alegra escuchar eso.— el estómago de Jimin volvió a sonar y Jungkook rió.

—Creo que deberíamos irnos ya.

—¿Tú crees?

—Claro, necesitas comer y descansar. —Jimin se colgó la toalla en el cuello y miró a Jungkook. — Mañana tienes trabajo.

— Hmm. — Tenía sentido lo que decía Jungkook, pero Jimin aún no quería irse, sobre todo porque quería que Jungkook se la siguiera pasando bien. — Pues, después de comer podemos ir a caminar un rato por los alrededores, hay pequeños locales por si quieres ir a ver.

Jungkook asintió despacio.

—Suena bien, aunque hace ratito vi a un niño con una hamburguesa. — Jimin lo miró atentamente.

—¿Quieres ir por una hamburguesa entonces?

Jungkook asintió. —No es necesario que compres dos, puedes invitarme de la tuya.

—Entonces vamos. — dijo Jimin comenzando a guardar lo poco que había sacado de su mochila, y comenzó a caminar hacia las regaderas qué habían en la playa especialmente para esta.

Jungkook lo siguió de cerca, se metieron a las regaderas y el chico espero a que Jimin se enjuagara la tierra de su cuerpo y se cambiará de ropa, pues a Jimin no le pareció del todo correcto qué Jungkook lo esperara en el auto o afuera en el sol.

Así que le hizo guardia en la puerta, según Jungkook cuidando por cualquier cosa, lo cual le hizo gracia a Jimin, pues qué cosa podría pasarle mientras estaba ahí.

Aunque mientras estaba debajo del agua enjuagandose, tuvo que recordar que sí que habían incidentes luego por gente sin escrúpulos al ser regaderas mixtas. Por lo que le agradeció a Jungkook por haberse quedado con él.

De igual manera Jimin se apresuró cuando escuchó movimiento demás afuera de la regadera dónde estaba él, topándose con una familia de frente.

Una vez que hubo terminado, caminaron hacia el carro, y como Jimin había previsto, el estacionamiento estaba completamente lleno a pesar de que el lugar en el que habían estado Jungkook y él no había estado tan aglomerado de gente, lo cual agradecía, pues gracias a eso pudo disfrutar por completo su tiempo con Jungkook.

Y por su parte, Jungkook lo eligió por haber escogido aquel lugar para estacionarse y así no tener que molestar a nadie para mover su carro cuando ya tuvieron que irse, a lo cual, si Jimin era sincero consigo mismo, extrañamente sintió su pecho hincharse orgulloso.

"Cálmate, Jimin, solo fue un simple comentario, nada más"

Negó con la cabeza centrando sus ideas y prosiguió a darle marcha a su carro en dirección al este, justamente donde se encontraba el burguer King más cercano.

Pues si bien Jimin nunca había sido fan de la comida corrida, quién era él para negarle aquello a Jungkook. Después de todo, era la razón por la que ahora estaba pasando un buen domingo en la playa como nunca antes lo había hecho.

Encendió la radio.

—¿Quieres seguir escuchando lo mismo o prefieres que ponga una estación?

— Hmm... Creo que...— Jimin vio de reojo a Jungkook, quién tenía una sonrisa juguetona mientras torcia los labios y se llevaba un dedo a su mejilla. — Me gustaría escuchar otra cosa.

—Así que haces menos a mi música. — dijo Jimin con falsa indignación. — Pero tú qué vas a saber de buena música, eres un niño.

Está vez el que jadeo indignado fue Jungkook.

—No soy un niño, podría jurar que tengo 21.

—Como dije. — dijo Jimin con su mano restándole importancia. — Un niño.

—Ay por el amor de Di... — se cortó Jungkook viéndolo con los ojos entrecerrados. — entonces si yo soy un niño, ¿eso a ti en qué te pone? Ni siquiera eres mucho mayor que yo, ¿cuántos tienes, 24?

—26

—Ahí está.

— Y sigo siendo mayor que tú y por lo tanto más sabio en este mundo.

— Eso no es cierto, eres infantil.

Jimin sonrió de lado. —¿Lo soy?

—Bueno, no, tienes razón, eres un señor.— Jimin se tiró una carcajada. — Te gustan las cosas que normalmente le gustan a las personas mayores y no me preguntes cómo lo sé, lo sé ¿bien?

—Bien.

— ¿Y lo aceptas?

—Lo hago.

Jungkook parpadeó. — ¿Y por qué?

Jimin se encogió de hombros.

— No tiene caso negarlo. Soy una persona anticuada a veces.

Jungkook se le quedó viendo y frunció los labios sin saber qué decir.

—No eres divertido.

Jimin rió. — Por supuesto que no, soy un señor. Pero, no es como si pudieras quejarte, estamos juntos hasta que decidas marcharte.

— Me quedaré contigo para siempre solo para hacer tu vida imposible.

— Como si pudieras.

Jungkook le sacó la lengua y Jimin sonrió divertido, manejando con una sonrisa en los labios en todo lo que restó del camino a las hamburguesas.

Y aunque habían quedado que iban a comer en el local de las hamburguesas, al final, mejor decidieron qué era una mejor idea comprarlas y comerlas en el carro aparcado en el malecón.Sobre todo por si querían platicar.

Jimin agarró las dos bolsas, abrió la qué contenía una hamburguesa mini y la dejó sobre las piernas de Jungkook.

— Gracias. — dijo Jungkook con una sonrisa.

— No hay de qué. — abrió su propia bolsa y sacó su propia hamburguesa y sus papás, una vez listo comenzó a comer.

— No sabía que te gustaban tanto las hamburguesas. — dijo Jungkook después de un rato de ver comer a Jimin sin emitir ninguna palabra.

Jimin estaba a medio comer de su hamburguesa, se le quedó viendo a Jungkook y rió avergonzado, masticó el exceso de comida que tenía en la boca y tragó.

— Es que ya tenía hambre.

Jungkook rió sin burla.— ¿Entonces no te gustan?

— Hmmm.— Jimin tomó un sorbo de su refresco.— Las como solo cuando es necesario.

— ¿Cómo ahora?

— Como ahora.— Jimin le dio otro mordisco a su hamburguesa y se le quedó viendo a Jungkook.

Un pensamiento rondó por su cabeza, y Jungkook pareció darse cuenta, pues lo miró expectante.

— ¿Qué?

— ¿Tú... no ves a otros como tú?

Jungkook frunció las cejas confuso.— ¿Otros como yo?

Jimin asintió despacio.

— ¿Te refieres a fantasmas?

Jimin asintió de nuevo con una sonrisa torcida.— Sí, bueno...— se metió una papita a la boca y se aclaró la garganta.— recuerdo que la primera vez que tuvimos nuestro acercamiento con Sungmin, le dijiste que no habías visto a nadie más cuando había dicho sobre lo del tablero ese.

— Oh...— Vio a Jungkook pensarlo por un momento y después encogerse de hombros.— En realidad, durante mi poca consciencia vagando, no recuerdo haber visto nada más que una vez, y ya de ahí...— inclinó la cabeza pensativo.— Desde que estoy contigo no he visto nada.

Jimin parpadeó y de pronto se sintió estúpido cuando las ideas le volaron rápidamente a la cabeza. Si Jungkook era un fantasma, pudo haber la posibilidad de haber visto a Hanna Lee, pero él no lo había tomado en cuenta y ni siquiera lo había pensado, pero cabría la posibilidad de que Jungkook pudiera haberla vista si es que ella todavía estaba en este mundo.

Ya que si Jungkook era un fantasma, él... podría comunicarse con fantasmas ¿no?

Jimin se relamió los labios.

— ¿Puedo preguntarte algo?

Jungkook asintió.— Dime.

Pero antes de que Jimin dijera algo, se arrepintió por completo, no quería que Jungkook recordara una escena tan fea, tomando en cuenta sobre todo de cómo había sido el comportamiento de Jungkook después, no quería que lo recordara.

— ¿Jimin?.— Jungkook inclinó la cabeza expectante.

Si Jungkook hubiera visto algo le hubiera dicho, además... ¿para qué le quería preguntar si había visto a Hanna? ¿Para resolver el caso? ¿Para ahorrarse trabajo?

Jimin negó con la cabeza con una sonrisa de labios apretados.

— Solo quería preguntarte.— se aclaró la garganta.— ¿Qué quieres hacer al llegar a la casa?

Jimin escuchó atentamente lo que Jungkook le tenía que decir, Jimin no quería causarle malestares en vano al chico solo porque creyó por un instante que sería buena idea ocupar en su favor a Jungkook.

Además, si se hubiera atrevido a preguntarle y Jungkook le hubiera dicho que sí... ¿qué hubiera hecho?

En definitiva eso hubiera sido el inicio sin retorno a lo desconocido y a un mundo que no estaba completamente seguro de querer conocer, pues una cosa era estar con Jungkook y otra muy diferente, hacer uso de lo paranormal para facilitarse su trabajo como policía y Jimin sabía que vería cosas, que él probablemente no estaba ni de cerca seguro de querer ver o saber.



Holaa ¿cómo están? ¿Qué tal sus vacaciones? Por mi parte me la pasé enferma estás últimas dos semanas, y ya no pude actualizar, sin embargo ya me encuentro mucho mejor, así que este inicio de semana les traigo el capítulo de la semana y el que les debía, así que espero que los disfruten <3.

Que tengan un muy bonito Lunes e inicio de semana.


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