🔮🌌114🌌🔮

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Athena Asamiya es el tipo de chica que se emociona de verte.

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Cuando Athena fue a donde se encontraba Kensou se esperaba verlo como de costumbre en los últimos días, antes se imponía frente a ella con una gran sonrisa que se plasmaba en el rostro para ocultar su tristeza y trataba de alabar lo bonita que se veía, ahora, con la ausencia de (...), no había cambiado mucho la verdad, pero cuando no le trataba de sacar conversación miraba cómo mucho a su teléfono unos cuantos segundos.

Le quería decir que tenia que calmarse, que ella estaba bien, pero sabía que si lo hacía solo lograría hacer que dirija toda su atención hacia sí misma.

Y no le gustaba mucho, porque era como si, aun ausente, apartará a Kensou de (...); no quería aquello porque, bueno, ¿Acaso era la única que se había dado cuenta que a (...) le gustaba Kensou?; en su opinión, ¿Cómo no podía darse cuenta de ello? (...) era tan directa y siempre estaban en paz en un reducido espacio personal.

Para Athena, Kensou era muy cabezota por no darse cuenta de los intensos sentimientos que tenía (...) para con él, y eso la molestaba.

En el momento en que abrió la puerta se quedó de piedra, porque no sólo Kensou estaba sonriendo como antes, también tenía prisionera entre sus brazos a (...), quien parecía estar hecha de piedra porque ni parecía respirar, ya sea por la incomodidad o la explosión de emociones en su interior.

Fuera como fuera el caso, la sonrisa fue automática en cuanto los ojos de pez muerto de la chica hicieron contacto con sus morados y brillantes ojos de diosa reencarnada.

-¡(...)-chan-!

-¡Athena! -Kensou interrumpió su ameno momento de amistad y, en plena emoción por encontrarse a su crush, no midió su fuerza y (...) terminó cayendo al piso sin oponer ninguna resistencia, el impacto de su cabeza contra el piso de madera se hizo escuchar fuerte y claro, tanto que Athena se quedó petrificada un momento antes de darle un golpe en la cabeza a Kensou, quizás con la misma intensidad del que (...) se había dado.

-¡Eres un tonto! -esas palabras parecieron puñales en el alma para el castaño- ¡(...)-chan! ¿estas bien? ¿te duele algo? -la velocidad a la que venía Athena era moderada aunque mayor a la de alguien caminando, (...) tuvo que rodar en cuanto sintió ese cosquilleo en su cuerpo.

Y sabía lo que significaba ese cosquilleo, porque como si fuera una niña de cinco años a la que le habían dicho que no se junte con extraños, pero en su caso era: no te acerques a gente con poderes extraños, porque les terminarás chupando la energía que emana de ellos cual sanguijuela.

Por supuesto, tuvo que contener la respiración para no absorber la energía de Kensou y dejar su reserva de poder psíquico como pasa seca.

Con Kensou era más fácil evitar absorber su energía, al fin entendía por qué le decía constantemente que era un dragón, y es que eso era, al menos espiritualmente, y cómo todo dragón tiene escamas que lo protejan, así que sólo con mantener la respiración podría evitar hacerle daño.

Athena, por otra parte, dejaba ir su tan usual energía morada por todas partes, haciendo que (...) tratará de huir de ella en cuanto vio sus ganas de ayudarla.

Le daba miedo el sentirse tan atraída a ese poder.

-¿(...)-chan? -ella volvió a refugiarse donde su amigo, usando su cuerpo de escudo sin llegar a tocarlo demasiado.

-Es un gusto volver a verte también, Athena -vio la sonrisa cargada de ternura de Kensou mientras la veía por sobre el hombro, (...) ya sabía que Sie la quería de la misma manera en que un dueño quiere o a un amigo o a un hamster, lo supo desde siempre, desde la primera vez que aquel muchacho castaño se acercó a ella con el atrevimiento de tomar sus mejillas y estirarlas para contemplar los caninos tan largos y filosos que poseía solo por curiosidad para ganarse un buen golpe en la cara que lo dejó molesto por una semana antes de volver a acercarse a ella.

La curiosidad pasó a la amistad, y la amistad pasó a algo más, o al menos solo para (...).

Porque cada vez que veía Sie mirar a Athena, solo podía saber que así es como un hombre mira a la mujer que ama de manera desbordante.

Y ahora que veía con sus poderes apenas descubiertos como el dragón miraba a la diosa que resplandecía como una estrella, solo le quedaba quedarse en la tierra como mera testigo de que, sin lugar a dudas, solo sería eso, una pequeña serpiente de tierra que nunca sabría que era surcan el cielo justo como ellos dos y ser parte uno de otro.

Porque se negaba a dejar que el dragón perdiera sus escamas por arrastrarse en el suelo por ella, no se lo perdonaría.

(...) sabía que era importante para Sie, pero nunca sería tan importante como Athena, no podría llamar su atención.

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Y tampoco valía la pena, porque después de todo ella iba a morir pronto, ya lo sabía.

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¿Por qué nadie vota por los episodios Random? Voy a tener que elegirlos yo al final.

"Gracias totales".

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