Yuki Kushinada es el tipo de chica que te pide ayuda para entrenar.

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-¿Qué? 

-¡Enséñame el estilo de pelea Kusanagi! -(...) sentía que estaba delirando, la tranquila, educada y paciente novia de Kyo le estaba pidiendo algo que, desde lo visto por ella, era muy difícil, por no decir imposible- ¡Quiero poder defenderme por mi cuenta! ¡quiero poder evitar que dejen de raptarme siempre!

Había una gran y forzada sonrisa en el rostro de (...), no sabiendo cómo decirle que no podía enseñarle, y que no era algo que se aprendiera así como así.

Pero todo estuvo perdido en cuanto le vio hacer esa mirada de gato.

-¿Q-Qué pasa con esa cara?

-Kyo me dijo que eras débil ante los gatos -dijo poniendo más empeño en su expresión.

Maldito traidor, pensó (...).

-Mira, Yuki, no estoy en contra de que entrenes y quieras hacerte fuerte pero -la miro directamente a los ojos, dándole énfasis a sus palabras- ¿por qué quieres aprender justo ahora?

-¡Porque ahora es verano! aprendo rápido así que no te preocupes, ya veras que en estos dos meses terminare el entrenamiento.

Igual de arrogante que el novio...

No le quedo de otra, le enseño lo básico.

-Mejora tu postura -acomodo el brazo de Yuki- tus piernas separadas al ancho de tus hombros.

- (...) ¿viste mi banda de la-? -Kyo se detuvo abruptamente al ver a su amiga de la infancia con las manos sobre su novia, Yuki respirando dificultosamente y ambas rojas- ¿se puede saber que están haciendo ustedes dos?

-Trato de aprender -dijo Yuki desplomándose cansada en el suelo.

-Trato de enseñar -dijo (...) sentándose, agotada de tanta paciencia que tuvo que usar.

No paso ni una semana, y tanto la maestra como la alumna tiraron la toalla.

-No sirvo para las artes marciales -decía una.

-¿Qué clase de ayuda seré en un futuro para el Dojo de la familia? -y la otra casi cayó en la negatividad.

¿A quién le toco tolerarlas en su deprimente estado?

-¡Ya me tienen harto! -y por ultimo Kyo también tiro la toalla.

-¡Kyo! ¡eres un idiota! -y la pobre chica, tan irritada que estaba de su propia falta de esperanza en las artes marciales, le dio con su maletín.

(...) vio ahí una oportunidad.

-Yuki -la llamo, después de ver a Kyo quejarse por el dolor- y que tal si usas tu maletín para defenderte, con solo golpes que tu sepas dar.

Hubo silencio general, el muchacho se levantó del suelo, lugar en donde quedó tras el golpe.

-No le metas ideas a Yuki.

Pero esa idea hizo que Yuki entrase a otro mundo.

Al mundo de las peleas.
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Y, antes de que alguno de los dos se diera cuenta y pudiese detenerla, Yuki se inscribió junto a (...) en el torneo Gals Fighters.

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