Soiree Meira es el tipo de novio que te preocupa.

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-Pasar tiempo juntos me gusta mucho Soiree, pero ¿Podrías darme un poco de espacio?

-¿Por qué?

-Pues... -puso una de sus manos sobre el fuerte brazo de su pareja y lo trato de alejar de si- me llevas apretando desde hace un rato y ya me quiero sentar tranquila.

Si bien era cierto que amaba el tiempo juntos y toda la cursileria que ello conlleva todo tenía su límite.

Y es que no podía estar tranquila si seguía sentada en sus piernas y siendo abrazada por la espalda,

-Pero eres tan cómoda -era lindo y hasta cierto punto adorable, pero la situación ya estaba demasiado empalagosa para su gusto.

-Aja, sí -el momento fue interrumpido por el tono de llamada del albino.

-Sí, ¿de verdad? -se levanto de la sorpresa, haciendo a (...) rodar a la izquierda con la laptop en brazos- voy enseguida -se volteo a mirarla- no vendré en unos días.

Sin decir más solo se fue, ni adiós, ni nada, hasta que la puerta volvió a abrirse y Soiree, apurado, solo le dio un beso en la frente y un "adiós" para volver a desaparecer.

Y se lo tomó en serio eso de que no vendría en algunos días, porque no lo vio durante una semana completa.

Una semana en la que en la que estuvo en casi completa preocupación sino fuera por los trabajos de la universidad, ella sabía que los hermanos Meira eran fuertes y por ello no debería preocuparle su rara ocupación de héroes.

Pero nunca antes Soiree había desaparecido así, siempre llamaba de vez en cuando, mensajes como mínimo, en las clases de la universidad le daba miraditas rápidas  al aparato, esperando alguna señal de vida.

Si planteaba muy seriamente el ir al centro de la ciudad, en donde toda la delincuencia solía concentrarse, donde Soiree solía ir a hacer su "trabajo".

Así que, armada con su equipo de protección de Hockey y un bate que guardaba para defenderse, salió en búsqueda de su pareja, dispuesta a partirle la cara a cualquiera.

Gran sorpresa se dio que al abrir la puerta se encontró a su novio, intacto, sin ningún golpe o señales de haber sido secuestrado.

-¿(...)? -apenas podía reconocer a su novia debajo de esa armadura impenetrable- ¿Qué pasa? ¿todo esta bi-?

Fue un contundente puñetazo en toda la cara que lo mando al suelo.

Su linda novia se había contenido de darle con el bate, al menos.

-¡¿Cómo te atreves a asustarme así tu...?!

Una sarta de insultos y lágrimas después...

-Ya, ya, lo siento, pensé que querías tu espacio -pasaba su mano en la espalda de (...), tratando de reconfortala.

-Cuando me refería a eso nunca pense que lo podrías interpretar así -se suena la nariz otra vez en el papel higiénico en sus manos- Pensé que te había pasado algo.

-Esta bien, todo esta bien, lo siento.

Se quedó todo el día en el departamento de su novia, consoladola y dandole el afecto que quiso darle durante esos largos siete días.

Ya en la noche, ambos estaban en el cuarto de la joven, solo que (...) estaba acomodada entre sus sabanas y Soiree estaba echado sobre un futon en el suelo.

Soiree daba gracias de dejar algunas prendas en el departamento de (...), porque de otra manera dormiría algo incómodo.

-Oye.

-¿Pasa algo? -se despertó un poco, aun siendo atrapado por el sueño.

-Ven aquí -palpo el espacio sobrante en el colchón con su mano.

-¿Vamos... vamos a pasar a tercera base? -apenas acabo su pregunta, (...) le lanzó su peluche de Pikachu- ya, era solo una broma.

Se dejó caer al lado de ella, y se quedaron viendo a los ojos a pesar de la oscuridad.

-Soiree.

-¿Si?

-No vuelvas a desaparecer así como así.

No tuvo una respuesta hablada, solo sintió como la atraía a su pecho, dándole un abrazo que la hizo dormir pacíficamente.

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No sabría qué hacer si algún día lo fuera a perder.

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