Rock Howard es el tipo de amigo al cual no le gustan sus poderes.

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Una de las más grandes preguntas de la humanidad y de toda base de la filosofía era solo una: ¿Por qué?

Por supuesto, en el caso de (...) no era algo tan grande como entender la creación del universo, la vida o la simple existencia del ser humano; era algo mucho más complejo desde su punto de vista al no contar con razones o los hechos que atribuyeron a que Rock le gustasen los magníficos poderes que poseía.

Para ella, era como ver magia, como ver aquello que siempre veía en sus libros o cómics sobre héroes, demasiado bueno para ser verdad, realmente, algo en su cabeza le decía que no dijese nada sobre ello en frente del rubio, ya vio su rostro de enojo cuando en plena clase de educación física su cuerpo expulsó aquellas ráfagas moradas.

Para ella fue fantástico, para él fue algo terrible, de retiro de la escuela dos días y seguía contando, no entendía la razón, no pensaba que estuviera en la misma situación que ciertos personajes en sus cómics que son cazados por sus poderes.

¿Estaba preocupada? Por supuesto, quería saber qué le pasaba.

Usando sus nuevos conocimientos culinarios se las arregló para decirle a los tutores de Rock que iría a visitarlo y de paso alimentarlo, ya en la puerta de la cas y con la llave que Terry le había dado se dispuso a ingresar, le gustaba el ambiente de ese departamento, era cómodo, pero en esta ocasión casi se va para atrás al ver a Rock sentado en el mueble del sofá cuando lo especuló tirado en su cama.

-¿Qué haces aquí?

-Hey, hola, ¿Cómo estás? Muy bien por lo que veo pero yo no ya que no te he visto durante unos días -se sentó junto a él, poniendo el paquete de almuerzo en su regazo, pero luego lo levantó para poner un almohadón del sofá, casi se quema las piernas.

-Lo lamento si te preocupe ¿eso quieres oír? -si (...) dijera que eso no se lo esperaba era sincera, Rock nunca le había hablado así, es más, pareciera que el también se dio cuenta de ello- lo lamento, de verdad, pero este no es un buen momento, créeme cuando te digo eso.

Muy bien, eso era lo que quería ver, a Rock en estado normal y no en su faceta enojada, si bien se ponía algo enojado cuando le pedía la tarea esto iba a otro nivel.

-¿Tus poderes te hacen daño?

Que directa.

Como siempre, (...) no dejaba de sorprenderle.

-No, bueno sí pero, me cansan y... no es... -su amasijo de palabras sin demasiada forma no era muy elegible, lo notaba por la cara confusa de su amiga- no me gusta hablar de eso, (...).

-Pues yo sí quiero hablar de eso -se le escapó, quiso decir que esperaría a que estuviera listo para contarle, pero sus verdaderos pensamientos le ganaron el control sobre su lengua- no es lo que quise decir, en verdad yo...

-Esta bien -entiende, ella es así, muy curiosa e ingenua, sin olvidar que a veces se olvida de usar un filtro para sus palabras- no te lo puedo decir ahora, no estoy listo, pero cuando lo este -(...) abre los ojos como platos, sintiendo el apretón en su mano como algo real, mira a Rock y a sus manos entrelazadas en intervalos, impresionada de que lo hiciera por conciencia propia aunque le ve la cara de incomodidad- te prometo decirte, pero no ahora.

Con esas palabras el contacto se rompe, sin miramientos y bastante rápido.

-...

-...

-¿Te he dicho que hasta escondiendo cosas eres adorable?

-¿Empezarás con eso otra vez?

-Seh~.

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Sabría sus razones... algún día.

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