Capitulo 55

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Juliana POV

Un mes había pasado un mes desde que Valentina me pidió que me casara con ella y las cosas no podrían estar mejor entre nosotras. Oli cada día jugaba con Valentina mientras yo iba a trabajar y, cuando regresaba, las conseguía con un desastre, pero ver la cara de felicidad de Oli no solo me quitaba el enojo si no también, me hacía amar más a Valentina. Esta mañana me levanté y mi ojiazul me había dejado una nota diciendo que iría a la terapia y cogería un taxi, para no despertarme. Apenas vi la nota, la llamé preocupada por como había hecho todo sola y ella, riendo, me dijo que todo estaba bien.

Ella estaba mejor, ya podía ponerse de pie y llevaba algunas semanas utilizando muletas, y aunque ella pensaba que ya estaba lista para dejarlas, ya que caminaba casi al 100% con normalidad, el fisioterapeuta nos había indicado que debía usarlas hasta que él indicara lo contrario para que tuviera una buena recuperación.

- Hola, mi cielo. Buenos días - dije entrando al cuarto de Oli, ella apretaba sus ojitos con el revés de sus manos.

- Mami.-extendió sus brazos.

- ¿Quieres que mamá se acueste contigo?

Ella asintió y así lo hice.

- ¿Y mamá? - se acurrucó en mi pecho y yo la abracé.

- Mamá está con el doctor que te regala caramelos ¿recuerdas? - asintió - Vendrá en unas horas. ¿Tienes hambre?

- Shi. - sonreí por lo tierna que era - ¿Me da cereal, po favor?

Oli era una niña que, aparte de tierna, era muy educada y eso me encantaba de ella.

- Claro que sí, ven. - me levanté y la cargué.

Caminamos hasta la cocina y la senté en una silla que habíamos comprado para que Oli estuviera a la altura de la mesa. Puse su plato lleno de cereal y me serví uno a mi también, es realmente sabroso. El timbre sonó y yo bufé...

Miré mi facha y, sea quien sea, me verá bastante mal. Abrí la puerta y sentí unos brazos rodearme de golpe, me tensé por un momento, pero apenas su perfume se coló por mi nariz solté un pequeño grito de emoción, le devolví el abrazo y mis piernas se engancharon a su cintura.

- Oh Dios mío... - murmuré.

- ¡Mamá! - escuché a lo lejos.

Sentí su pecho vibrar y su risa se escuchó.

- Hola, mi amor. – dijo la rubia.

- ¿Sin muletas?... - me besó y yo sujete sus mejillas - Oh por Dios, Valentina.... Lo lograste.

Ella asintió y vi su sonrisa formarse. No sé cómo se bajó de la silla, pero Oli estaba en el piso jalando la pierna de Valentina en busca de atención. Valentina me dejo cuidadosamente en el piso y la cargó a ella. Yo las abracé como pude.

- Debes contarme toda la historia.. Ven.

La tome de la mano e hice que se sentara en el sofá, Oli en sus piernas.

-Pues, el médico me dijo que fue todo, obviamente aún tengo que seguir haciendo ejercicios aquí en casa, y poco a poco puedo ir reincorporándome a mi rutina habitual, me dijo que mi recuperación fue más rápida de lo habitual ya que me esforcé mucho en mis terapias – ella sonreía ampliamente y yo imitaba su acción - ¡Juls por fin termino todo esto! ¿Puedes creerlo?

Yo estaba perdida en sus ojos que a este punto estaban más brillantes que nunca. Eran hermosos y, acompañados de aquella sonrisa, mi vista se volvía perfecta. Ella acercó su pulgar a mi mejilla y limpió una lágrima y yo ni siquiera noté que estaba llorando.

- ¿Eso es de felicidad? - asentí y luego sentí unos pequeños labios impactar en mi mejilla.

- ¿Mami ta triste?

- No, cariño - le tomé la mejilla y acaricié - todo lo contrario, estoy muy feliz. A veces las personas lloran de la felicidad.

-Bueno, ¿que dicen si vamos al centro comercial? – propuso mi rubia.

La cara de Oli se iluminó y brincó emocionada, haciéndonos reír a Valentina y a mí. Rápidamente estuvimos vestidas y listas. Tomé las llaves del auto pero Valentina me las arrebató, sonriendome y guiñando su ojo izquierdo.

Apenas llegamos Oli corría por el lugar mientras Valentina y yo la observábamos desde atrás, Valentina tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos, yo le sonreía feliz, la tenia de vuelta, y cosas tan mínimas como esas hacían que mi corazón se acelerase. Entramos en una juguetería y mientras Oli me enseñaba algunos juguetes perdí de la vista a Valentina, pero no le di mucha importancia.

- Mami, ¿poremos llevar la muñeca?

Extendió sus pequeños brazos y una caja de muñeca estaba en sus manitos. Yo asenti porque nada podía negarle a mi hija. Ella sonrió feliz.

- Gracias eres la mejor mami del mundo.

Abrazó mi pierna y yo sonreí, el hecho de que ella pensara eso de mi me hizo la mujer más feliz sobre la faz de la tierra. Lo único que yo quería era que Oli fuera feliz y poder darle todo para que disfrutara su infancia y no recordara tanto lo que le tocó vivir de mucho más pequeña. Oli siguió jugando con algunas cosas y yo la seguía de cerca. Cuando estaba a punto de pagar, Valentina llegó a nosotras nuevamente.

- Hey - sonreí - ¿dónde estabas?

- Ehm... Vi a Scar, está por allá - señaló - nos está esperando.

Yo asentí mientras pagaba, la chica me miraba con cierta intensidad que me hacía ponerme nerviosa. No porque me gustase, sino porque me incomodaba. Valentina pareció notarlo y agarró mi rostro y me besó, cortamente. Como quien reclama lo que es suyo. Yo sonreí y negué con la cabeza. La chica ahora ni siquiera me miraba, solo terminaba de pasar la tarjeta y me la entregaba.

- Listo, cielo. Vamos.

Oli tomó mi mano y tomó también la de Valentina quien en su mano libre llevaba la bolsa de la compra. Caminamos unos pocos metros hasta encontrarnos con Scar, ella sonrió al vernos.

- Hola perdedora. - me sonrió Scarlet.

- Hola, idiota.

- Hola hermosa... - se agachó y beso la mejilla de Oli quien sonrió tímidamente.

Ya Oli la conocía pero no dejaba de estar tímida con otras personas.

- ¿Qué haces por aquí?

- Compras rutinarias - elevo la gran cantidad de bolsas que llevaba en sus manos - ¿Y ustedes?

- Disfrutando del día - sonreí.

- Por cierto, uno de mis hermanos está de cumpleaños hoy, si quieres que Oli vaya, la cuidaré.

- ¿La cuidarás? – le pregunto Valentina, ella era un tanto sobreprotectora con Oli.

- Creo que sería bueno socializar con niños de su edad. Y claro que la cuidaré - golpeó el hombro de Valentina.

- Si, creo que estaría bien , hace mucho que no juega con niños. - le dije a Valentina.

- Llévenla a casa de mis padres a las cuatro en punto.

- ¿La cuidarás en serio? – Volvio a preguntarle Valentina, mirándola fijamente.

-¿Eres sorda?

Yo me reí.

Luego de eso, fuimos a comer en el sitio favorito de Oli, compramos algunas cosas y de ahí fuimos a casa. Valentina bañó a Oli porque aseguró que extrañaba hacerlo y yo no pude oponerme contra eso. Verlas interactuar no solo me fascinaba, sino que también me derretía por completo.

- ¿Te portaras bien con la tía Scar?

Le preguntó mientras la vestía. Valentina estaba de pie y Oli de pie sobre la cama. Yo estaba apoyada en el marco de la puerta con los brazos cruzados y ninguna de las dos había notado mi presencia.

- Shi.

Irás a una fiesta con muchos niños y luego mamá y yo iremos a buscarte, ¿está bien?

Oli asintió mientras Valentina le colocaba la pequeña camisa negra de una banda famosa que ella le había comprado.

- Si los niños te molestan, tú se lo dices a la tía Scar y luego, cuando yo llegue, me lo dices a mí y hablaré con ellos ¿okey? – Me encantaba ver a Valentina en plan mamá sobreprotectora.

- Shi mamá. ¿Puedo lleva mi muñeca?

- Sí, puedes llevarla, mi cielo.

Le colocó unos zapatos negros bastante parecidos a unos que tenía Valentina y yo reía silenciosamente porque parecía ella en una versión más pequeña. Por último, tomó el cepillo y le hizo dos colitas que la hacían ver totalmente adorable.

- Estas lista - sonrió - Ya que mamá ha estado todo el tiempo viéndonos pregúntale como quedaste.

Me sorprendí y ambas voltearon a verme.

- ¡Mami!

- Estas hermosa hija. - sonreí - ¿Cómo sabías que estaba ahí? – me dirigi a Valentina.

- Puede que no pueda verte o escucharte, pero puedo sentirte cuando estas cerca. - se encogió de hombros.

Le sonreí y besé cortamente sus labios. De camino a casa de los padres de Scar, Valentina siguió con su charla de qué no dejara con los chicos se acercaran demasiado a ella, era una celosa sin remedio.

Al dejarla en aquella casa, Oli lucia bastante emocionada porque había demasiados niños, la mayoría era familiar de Scar.

- Nos veremos en un par de horas... –nos dijo Scar.

- Debes llamarme si le pasa algo, y si algún niño se acerca demasiado alejalo. A veces es tímida pero con los adultos. No le des demasiado chocolate porque si no, no nos dejará dormir en la noche. Procura estar pendiente por si se cae y...

- Ya vete, Valentina. - interrumpió Scar y yo reí - ¿Es así de protectora siempre?

- Es su hija, ¿que esperabas? - sonreí y besé a Valentina quien me sonrió de vuelta.

- Iugh, consiganse un cuarto, hay niños presentes. Adiós.

Cerró la puerta y con Valentina nos subimos al auto mientras hablábamos de Oli. Ella aseguraba que nunca tendría novio y a mí me gustaba molestarla diciendo que tendría uno.

- ¡Jamas tendrá novio, Juls!

- Yo quiero tener nietos...

- ¡¿Qué?! Estás loca, nadie la tocará. Nunca. Jamás.

Yo reía por su reacción y lo celosa que podía llegar a ser. Decidí dejarlo así porque su vena del cuello parecía querer explotar.

En vez de hablar de eso, puse mi mano en su pierna, esperé que se normalizara y comencé a acariciar de arriba abajo su muslo. Su piel se erizó y eso fue luz verde para mi. Desabroche el cinturón de seguridad y me acerqué a ella, mi labio atrapó el lóbulo de su oreja y lo Lamí lentamente. Volví a sentarme correctamente y mi mano siguió jugando, cada vez más arriba. Ella apretó fuerte el volante, cuando mi otra mano se coló por debajo de su camisa hasta su sujetador.

Valentina POV

Lo que hacía Juliana con mi cuerpo estaba matándome. Hacía tanto que no hacíamos el amor que mi cuerpo estaba extremadamente excitado con un simple roce. Al llegar al estacionamiento ella se detuvo, me miró y sonrió bajando del auto. Segundos después me bajé yo. Ella iba un poco más adelante de mí y mi mirada se desvío a su trasero, mordí mi labio inferior. Ella entro al ascensor y, al ver que estaba vacío, me tiré sobre ella haciéndola chocar contra la pared de éste, nuestros labios se conectaron en un beso casi necesitado, pasional. Era un beso lleno de una lujuria impresionante.

Cuando su lengua chocó contra la mía salvajemente mi cuerpo entero reaccionó. Las puertas se abrieron y, sin dejar de besarnos, caminamos torpemente por el pasillo hasta la puerta. Ella metió su mano en mi bolsillo trasero en busca de la llave, apretando en el proceso. Se separó de mí y volteó hacia la puerta para abrir pero yo no podía dejar de besarla. Ataqué su cuello estando ella de espaldas a mí, dejando su pelo hacia un lado y mis manos se fueron a su cintura, empujándola contra mi. Ella gimió y se aferró a la puerta. Cuando pude abrirla le di la vuelta y conecté nuevamente nuestros labios en un beso desesperado. Bajé mis manos por su espalda hasta su trasero y sujeté fuerte haciéndola gemir en mi boca. La hice subirse sobre mi y entramos. Cerré la puerta con el pie y caminé hasta la cocina. La dejé sobre la encimera y le saqué rápidamente la camisa y comencé a desabrochar su pantalón mientras besaba su cuello. Ella enrolló sus piernas en mi cintura y me empujó contra ella haciendo que nuestras caderas chocasen. Ella sacó mi camisa, casi bruscamente. Pero es que, teníamos tanto tiempo sin tocarnos, que esto no podía ser de otra manera. Solté su sujetador y lo tiré lejos, quien sabe dónde iría a parar. Mi boca atrapó su pezón derecho y mi mano se coló dentro de su pantalón y ahí puede sentir lo húmeda que estaba, lo que me hizo jadear.

- Oh Dios... - gimió.

Saqué mi mano y la cargue nuevamente mientras la besaba. Entramos de golpe a la habitación y la dejé sobre la cama. Ella me veía mientras yo me quitaba el pantalón, se mordió su labio y yo mordí el mío. En su mirada solo había lujuria. Me subí a la cama y quité desesperadamente sus dos últimas prendas. Me subí sobre ella y bese sus labios, pero no me quede ahí mucho tiempo. Bajé y besé sus pezones haciéndola gemir... Luego deje un camino de besos hasta que mi cara se encontraba entre sus piernas. Elevé la mirada y ella se mordía su labio, su respiración estaba agitada y yo le sonreí pícaramente. Su sabor era más que exquisito y me encantaba ver como se retorcía del placer cuando mi lengua jugaba con su centro. Se tensó y sabía que llegaría al clímax, pero no me aparté. Convulsionaba debajo de mí y sus piernas temblaban. No dejé que se recuperara muy bien cuando dos de mis dedos ya estaba dentro de ella y mi boca jugaba con uno de sus pezones. Sabía que no aguantaría mucho porque sus gemidos eran muy altos, apretaba fuerte las sabanas y su cuerpo estaba muy sensible.

- ¡Valentina! - gritó inundando el cuarto de su segundo orgasmo.

Su pecho subía y bajaba rápidamente. Me senté a horcadas sobre ella y comencé a moverme lentamente.

- ¡Oh mierda!

El roce entre nuestros centros era casi doloroso, pero excesivamente placentero. Comencé a disfrutar demasiado aquello y lo supe, porque me oí gemir. Aunque no sé quién gemía más alto, si Juliana o yo. Ella comenzó a moverse también y resultó más delicioso aún. Una de sus piernas se colocó encima de una de las mías y el roce fue aún mayor. Moví las caderas mucho más rápido y Juliana arañó levemente mi abdomen. Sentía que estaba en borde del precipicio y Juliana también así que tendríamos un orgasmo juntas. Y así fue. Me derribe sobre ella y, de un momento a otro Juliana me dejó debajo de ella. Sin esperarlo, su lengua comenzó a darme un placer indescriptible. Lamía y succionaba. Yo sentía que no aguantaría demasiado. Enredé mis manos en su cabello y gemí fuerte. Sentí un dedo entrar en mí y su lengua no se apartó, era demasiado placer, pero ella quería hacerme delirar y otro dedo se sumó.

- Mierda.... Juliana... Yo no a...

No fui consciente de la magnitud de placer que sentí cuando el orgasmo me invadió. Creí desfallecer en cierto punto. Las piernas me temblaban y vi como Juliana subía para encontrarse con mis labios, la recibí gustosa pero esta vez el beso fue algo más lento y suave. Ambas quedamos totalmente exhaustas. Yo comencé a acariciar su espalda desnuda mientras me besaba y comencé a pensar si realmente algún día me cansaría de esta mujer y la respuesta fue sencilla....

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Esta historia NO me pertenece, es una adaptación realizada con la autorización de su autora Laurendruxgs

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