Capitulo 67 - Final

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Juliana POV

...Cinco años después...

Mi pequeña niña corría por toda la casa detrás de Lio, su hermano. Yo estaba en la cocina y de vez en cuando los miraba a ver qué estaban haciendo. Amaba tanto verlos interactuar porque Oli lo cuidaba, como le prometió a Valentina, aunque él decía que él cuidaría a su hermanita, siendo él el menor de los dos.

- Niños, vengan a comer por favor... - anuncié mientras colocaba los platos de los tres en la mesa.

Ambos corrieron hacia mí con una sonrisa y se sentaron en su acostumbrado asiento. Yo los miré con una sonrisa, completamente embobada, mientras ellos comían. Lio ensuciaba su camisa un poco y tenía que ayudarlo a comer. Tomé su cucharilla y la llevé a su boca, el me miró y sus ojos seguían encantándome cada día. Tenía los ojos hermosos, idénticos a Valentina. Era precioso.

-Mami, ¿podemos ver una película luego de comer? – preguntó Oli.

- Claro que sí, mi cielo. Pero deben comérselo todo.

Ambos asintieron y comieron hasta dejar el plato completamente vacío. Mientras yo limpiaba y recogía todo, recibí una llamada...

- ¿Diga?

-Juliana... Lamento molestarte en tu día libre pero hay unos documentos que necesito, con urgencia, que firmes.

- ¿Es urgente?

-Si no lo fuese, no te llamaría. Lo sabes.

- Está bien, dame una hora y estaré allá.

Sin esperar una respuesta de vuelta, colgué y le pedí disculpas a los niños por no poder ver aquella película pero lo haríamos al regresar. Los vestí y una hora después, los tres llegamos a la empresa.

- Buenas tardes, señorita Valdés. - dijo la chica nueva de recepción.

- Buenas tardes.

Llegué al piso de mi oficina y Martha me recibió con una sonrisa. Oli y Lio la saludaron con un abrazo y un beso en cada mejilla.

- Dile a Luis que ya estoy aquí, que venga con esos papeles.

-Ya mismo le digo.

Los dos niños comenzaron a dibujar en una pequeña mesa que tenía en el centro una caja llena de creyones y lápices. Lio amaba dibujar y se concentraba tanto que causaba ternura.

- Toc toc.. – entró Luis sonriendo y su mirada se fue directamente hacia los niños, que al verlo, corrieron a abrazarlo. - Díganle hola a su tío favorito..

- Que no te escuche Mariana. O Santiago. O Mia. - reí.

Miré en silencio unos minutos más la interacción de él y los niños, mientras recordaba a ese Louis que conocí. Era un poco extraño verlo ahora siempre de traje pero sin duda le sentaba bien.

-¿En dónde está Kim?

-Está con su tía Lorena, mientras yo estoy aquí.

- ¿Puedo ir a jugar con ella otra vez? – preguntaba Oli.

- Cuándo quieras, princesa.

Sonreí en lo que él volvía a dejarla en el piso y tomaba a Lio en sus brazos. Kim era la hija de Louis, había alquilado un vientre y ahora era su único padre, Kim siempre le preguntaba acerca de su mamá y él, orgulloso, le contó que tenía otro papá, que la cuidaba desde el cielo, pero seguro de que la amaba con locura, como él.

- ¿Van a hacer un dibujo para mi mientras hablo de algo con su madre?

Los niños asintieron y volvieron a la pequeña mesa. Yo caminé hacia mi escritorio y el me siguió de cerca.

- Gracias por venir, sé que debía darte esto ayer para que lo firmaras y no llamarte en tu día libre pero ya sabes..

- No te preocupes - me encogí de hombros.

Comencé a firmar aquello y él me miraba.

- En este documento no está tu firma, debes firmarlo también.

- ¿Dónde?

- Aquí -lo señalé - Si el gerente general de la empresa no firma, de nada vale que yo lo haga. - sonreí.

- ¿Estas diciendo que la firma de la presidenta no vale? - rió.

- En ese documento, no.

Hace dos años que mi papá había decidido retirarse del negocio, justo cuando mi madre enfermó y él decidió llevarla a viajar por todo el mundo. Dejándome a mí como la dueña de todo esto, la única jefa. Al tener tanta responsabilidad, decidí que debía tener a los mejores conmigo, y a quienes les tengo toda la confianza, dejando a Luis como mi mano derecha.

- Listo, ya puedes consignar esos documentos. Y por favor, necesito reunirme con el encargado del hotel que estamos abriendo en Grecia. Te necesito ahí ¿bueno?

- Claro.. ¿Mañana?

- No, creo que el llegará este jueves.

- Perfecto.

- ¿Como está Kim? - sonreí.

-Está bien, cada día más hermosa - sonrió -¿Te llegó la invitación a su fiesta de cumpleaños número tres?

- Así es, Oli hizo una lista de cosas que desea comprarle - reí.

- Lorena parece que le comprará todo de la tienda de bebés y ha contratado ya a tres agencias de fiestas para niños... Está enloqueciendo.

- Es como una hija para ella también, debes entenderla.

- Lo sé, en fin... Debo irme, tengo trabajo. - se puso de pie - Mi jefa me explota, creo que debo demandarla.

Reí y el también. Me puse de pie y me despedí con un beso en la mejilla...

- A ver, mis niños... -me acerqué- ¿Quieren ir a casa ya?

Dos toques en la puerta me hicieron fruncir el ceño. Martha entraba sin tocar cuando estaba sola y si fuese alguien más, ella me avisaba antes al teléfono.

- Adelante..

- Buenas tardes... Me han dicho que la mujer más hermosa del mundo estaba trabajando en su día libre. ¿La ha visto?

Llevé mis manos a la boca y abrí los ojos en señal de sorpresa. Escuchar su dulce voz simplemente me estremecía pero tenerle cerca... Era el paraíso.

- Val, llegaste antes - me acerqué y nos fundimos en un abrazo.

- ¡Mami! - gritaron los niños al unísono.

Pronto sentí dos pequeños cuerpos junto a nuestras piernas, pero yo seguía escondida en el cuello de Valentina.

Escuché su risa y sonreí inevitablemente, era tan agradable tenerla de vuelta luego de que fuese a una carrera, era como volver a estar completa porque ella estaba viva, estaba aquí, conmigo.

Luego de besarla y que ella besara a los niños, nos sentamos todos juntos y yo no dejaba de tomar su mano y entrelazarla con la mía.

- Cuéntame mi amor, ¿como te fue?

- Gané - sonrió orgullosa - Lo mejor de todo es que Electra Lamborghini estaba ahí. Y me ha obsequiado un auto nuevo.

- Estoy muy orgullosa de ti amor. - sonreí - Vas a tener que construir otro garaje porque con tu adicción a los autos y los que ganas cada vez que corres, parecemos un estacionamiento público.

Ella rió mientras le acomodaba la camisa a Oli que se había levantado un poco al intentar sentarse en las piernas de su madre.

- La mejor carrera fue sin duda esa de hace... - pensó un poco - ¿cuatro, cinco años atrás? Ganar todos los autos que estaban en la carrera fue increíble.

- Sí... Fue una sorpresa para mí cuando llegaron todos los autos a casa - reí.

Flashback

Me sentía ansiosa y nerviosa. Hace dos días que no sabía absolutamente nada de Valentina y buscar en internet no era una opción, no quería meterme y que de pronto una noticia acabe conmigo. Oli era una buena distracción, pero por las noches, cuando estaba en esta cama vacía y enorme, mi mente me jugaba una mala pasada, ¿y si ella muere? ¿y si no puedo verla más nunca? No sé si era el embarazo pero estaba muy sensible y sin poder evitarlo, comencé a llorar y a imaginarme lo peor. Y así... me quedé dormida.

Valentina POV

Concéntrate Valentina, concéntrate... unos metros más y la tienes. Apreté el volante e hice un cambio en la palanca. Miré por el retrovisor y las luces de otro auto intentaban pasarme. Doble a la derecha. Ahora izquierda. Mantenía mi velocidad y mi adrenalina estaba al tope. El GPS me indicaba que a sólo ochenta metros estaba la meta. No falta nada. Ya lo tengo. Soy la mejor en esto y siempre lo seré. Miré el final del camino y era sólo una pared en la que una gran puerta de garaje estaba abierta. Si entrabas, eras el ganador. Si llegabas y estaba cerrada, habías perdido. Pero ahí la tenía, estaba abierta, aceleré y entré. Frené de golpe pues todo estaba oscuro ya que la puerta detrás de mi se había cerrado. De pronto todo se encendió y tenía mucha gente alrededor de mi auto. Todos gritaban eufóricos y hasta escuché musica electrónica invadir mis oídos. Gané.

Todo pasó muy rápido, mi premio era muchísima cantidad de dinero y los autos que estaban en juego. Nueve en total. Todos de lujo. Iba en un vuelo camino a casa luego de una noche increíble y sólo quería llevar y besar a Juliana, su pequeño bulto y a mi hija...

Fin del flashback

- ¿Debes quedarte aquí? Pensé que era tu día libre. Por eso quería llegar hoy y sorprenderte.

- No, de hecho, ya me iba, sólo vine porque Luis necesitaba que firmase algo.

- oh si, lo vi saliendo de aquí. Me dijo que estabas hermosa... y no se equivocó.

Me sonroje y ella sonrió. Maldita Carvajal siempre tendrá éste efecto en mí.

- ¿Nos vamos?

Ella asintió y cargó a Lio mientras que tomó de la mano a Oli. Él se recostó en su hombro y le rodeó el cuello con sus pequeños bracitos. Tomé mi bolso y mi teléfono y abrí la puerta para que pudiesen salir. Martha nos sonrió desde su escritorio.

- No deja de sorprenderme la hermosa pareja que hacen. – dijo Martha sonriendo.

- Gracias... -sonreí y miré a Valentina, ella solo me guiñó haciéndome suspirar.

Al llegar a casa, Valentina se puso a jugar con los niños a correr por toda la casa mientras yo intentaba hacer galletas.

- A ver... Dona no te estoy entendiendo. ¿Luego de la harina que viene?

Tenía a Dona en FaceTime y ella reía viéndome frustrada. No era gracioso.

-¿Qué tal si hago y te llevo mañana?

- Es una gran idea. Bye, Te amo - alargue la última "o" y colgué.

Valentina llevó a los niños a la ducha y luego los acostó a dormir cuándo su cabello estuvo completamente seco. Yo estaba leyendo un libro sobre la cama y ambos vinieron a mí...

- ¿Nos das el besito de buenas noches?

Sonreí por el comentario de Oli y dejé el libro a un lado, les di un beso en la frente a cada uno y sonrientes se fueron a la cama. Yo seguí leyendo hasta que sentí que Valentina entraba a la habitación. Elevé la mirada y ahí estaba, apoyada al marco de la puerta con los brazos cruzados.

- Eres preciosa. – Y ahí estaba yo, una vez mas embobada por las palabras Valentina Carvajal.

- Ven aquí...

Ella sonrió y se acercó a la cama, tomé su cara con mis dos manos y besé lentamente sus labios. Ella se acomodó mejor en la cama y yo me fui subiendo a ella sin separar mis labios de los suyos. Cuando el aire nos faltó, mis labios se fueron a su cuello, besándola. Mis manos bajaron al borde de su camisa y se la fui subiendo. Pronto estábamos las dos completamente desnudas y yo besaba todo su cuerpo, haciéndola sentir mía. Besé desde su frente hasta sus piernas. Le di placer con mi lengua y ella gimió mi nombre mientras con una mano apretaba mi cabello para que yo no me moviese de ahí, como si no supiera que yo no planeaba moverme de ahí. La hice mía y ella me hizo suya. Como cada noche.

- Eres el amor de mi vida, Carvajal.

- ¿Para siempre?

- Para siempre.

Fin.

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¡Hola! Aun falta el epilogo de la historia, solo pido un poquito de paciencia, tengo mucho, mucho trabajo y va a ser un poco diferente al original, ya estoy trabajando en él, en cuanto lo tenga lo subiré! 

¡Que tengan un hermoso viernes!

Esta historia NO me pertenece, es una adaptación realizada con la autorización de su autora Laurendruxgs


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