Epilogo

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Valentina POV

Desperté esta mañana con el amor de mi vida junto a mi, como cada mañana. Ella dormía plácidamente y yo observé con atención sus facciones perfectas, ella era preciosa y jamás me cansaría de decirlo. Minutos después, recordé que hoy no era cualquier otro día. Me levanté de la cama con cuidado y me metí al baño para asearme rápidamente y luego bajar a la cocina. Le preparé un desayuno completo a mi esposa y el desayuno que tanto les gustaba a los niños.

Sentí unos pasos bajando la escalera y segundos después, mi princesa, no tan pequeña, entraba a la cocina con el pelo alborotado y frotando su ojito derecho con el revés de su manita.

- Buenos días, princesa.

-Buenos días, mamá.

- ¿Quieres ayudarme a hacerle el desayuno a mami?

Ella asintió con una sonrisa y yo me acerqué, besé su cabello rubio y ella comenzó a ayudarme con todo.

- Yo le llevaré esto a la cama ¿bueno? - ella asintió con una sonrisa - ¿Podrías servirle a tu hermano cuando despierte?

-Claro, mamá. Ya ve...

Sonreí y tomé aquella mesa para la cama, subí las escaleras y entre al cuarto. Ella aún dormía, desnuda.

Me subí a la cama dejando el desayuno a un lado, me acerqué a ella y besé su rostro, repetidas veces, muy lento. Al llegar a sus labios me detuve mucho más tiempo. Ella sonrió aún con los ojos cerrados. Estaba despierta.

- Buenos días, Juls.

- Buenos días, Val.

Abrió lentamente sus ojos y yo le sonreí.

- Feliz aniversario número diez, mi amor.

Su sonrisa se agrandó y yo la abracé escondiéndome en su cuello.

- Feliz aniversario, mi vida.

- Te hice el desayuno.

Ella tomó mi rostro y me besó delicadamente.

- ¿Cuándo dejarás de ser tan perfecta?

Negué con la cabeza y arrugue la nariz, me levanté y busque su desayuno poniéndoselo en las piernas y ella levantaba la sábana para cubrirse el pecho lo cual me hizo reír.

- ¿De que te ríes? - dijo probando su waffle.

- Te tapas ante mi.. Juls, te hago el amor diariamente desde hace años y aún así te da vergüenza.

- Déjame - se ruborizó y juro que no había nada más precioso que eso - Que rico te quedó.

- Gracias... - sonreí - Apenas termines, te quiero lista para salir, iré a vestir a los niños.

Ella asintió sin decir nada pues tenía la boca llena. Salí de nuestro cuarto y bajé encontrándome con Lio sentado en la mesa comiendo y viendo la tv y a Oli simplemente viendo la tv junto a él.

-Buenos días, mamá.

- Buenos días, mi cielo.

Besé la frente de Lio y me senté junto a ellos a esperar que terminase de comer. Aun me sorprendía cuanto se parecía el a nosotras. Era una mezcla exacta y perfecta.

-Mamá, ayer un niño en el colegio me dijo que yo tenía a la mamá mas cool del mundo porque su papá le dijo que tú eras la mejor corredora del mundo.- sonreí.

- ¿Y tú que crees?

-Yo creo que tengo a la mamá más cool del mundo, pero no porque seas corredora de autos si no porque eres la mejor mamá del mundo.

Cosas como esas hacían que mi corazón hincharse de felicidad, casi al punto de querer llorar.

- Y tú eres el niño más cool y hermoso del mundo. Y tu hermana, la niña más preciosa.

Él asintió con una sonrisa y yo besé su mejilla.

- Ayer también quise golpear a un niño porque me dijo que se casaría con mi hermana algún día.

-¡Lio, se supone que no le dirías nada! – lo reto Oli.

- No vas a casarte con ningún niño feo.

-¿Y entonces la niña que le gustas si puede casarse contigo?

- ¡Oli, ella no me gusta!

- Ok, ya va.. ¿Qué? - los miré a los dos y ellos se cruzaron de brazos algo molestos entre ellos por revelar sus secretos - Ninguno de los dos va a casarse aún. Ni mucho menos tener novio ¿está bien, jovencita? -señalé a Oli - Para ti también, nada de novias por ahora. - ambos asintieron.

- ¿Que pasa aquí? – Juliana venia entrando al comedor.

- Vamos a cambiar a los niños de colegio.

- ¿Por qué?

- Porque estan acosando a mis hijos. – dije cruzándome de brazos.

- ¿Como? Explíquenme.

- No nos están acosando, mamá lo exageró. Solo que hay un niño que yo le gusto y una niña que le gusta Lio.

Rodé los ojos.

- Vamos a cambiarlos. – Son mis bebés y nadie me los va a quitar.

- No los vamos a cambiar por eso, mi amor. - sonrió y besó mis labios cortamente - Saben que mamá es muy celosa, así que nada de novios, no es la edad.

- Oli nunca tendrá novio. – dijo Lio cruzándose de brazos también.

- Así se habla campeón. - choqué las cinco con él y Oli y Juliana nos miraron.

- Tú tampoco tendrás novia jamás. – mi hija entraba a la batalla.

- Por eso eres mi princesa. - sonrei.

- Que bien entrenados los tienes.- Juliana rió.

- No sé que dices - reí - Niños.. suban a cambiarse, irán con la tia Scar hoy.

Ellos corrieron a sus habitaciones, les encantaba ir a jugar con los hijos de Scar y hoy tenía que ser especial para Juliana y para mi.

Una hora más tarde ya los niños estaban jugando y nosotras saliendo de la casa de Scar. Subimos al auto y nos pusimos en marcha, hoy debia ser especial así que manejé hasta un sitio que era especial para mi desde hace mucho tiempo atrás.

Al llegar, Juliana me sonrió, tomó mi mano y la besó. Me bajé del auto y lo rodee para abrirle la puerta y que ella pudiese bajar... Abrí el maletero, saqué una pizza y dos latas de coca-cola que había comprado cuando me escapé un momento en casa de Scar. Saqué una manta y caminé hasta donde estaba Juliana, viendo la ciudad. Al verme, rió y me ayudó a extender la manta en el piso y poner la pizza sobre esta.

- ¿Cómo nuestra primera cita, eh?

- Así es.- sonreí orgullosa de que lo recordara. - Nunca es tarde para hacerlo bien.

Me senté detrás de ella, haciendo que recostara su espalda en mi pecho, tomando sus manos entre las mías.

- ¿Recuerdas cuando te conocí?

Ella asintió.

- Lucias hermosa con esa chaqueta y aquel pantalón ajustado. Entraste tan confiada de ti, de que trabajaríamos juntas...

- En realidad, estaba hecha un mar de nervios. Quería eso, de verdad lo quería y cuando llegué pensé en encontrarme con un señor de traje que resaltara a simple vista el hecho de tener dinero. No encontrarme con una mujer increíblemente guapa.

- ¿Me consideraste guapa desde el primer momento que me viste?

- ¿Cómo no? Si aún te veo, y creo que lo eres.

Ella sonrió y movió un poco su rostro para besarme, lento y suave. Luego volvimos nuestra vista a la ciudad.

- ¿No te parece increíble toda nuestra historia?

- Fue tan turbio nuestro inicio... Pero ahora solo siento paz, calma.

- Me pasa lo mismo. ¿Recuerdas cuando pensaste que iba a casarme con alguien más?

- ¡Fue horrible! - reímos - De verdad, los peores días.

-Yo no hubiese sido capaz de perdonarme tanto. – dijo Juliana y yo me encogí de hombros.

- Valió la pena, ¿no?

Ella asintió sonriendo.

- ¿Quién pensaría que la codiciada soltera de todo el estado se casaría conmigo?

- Esas fueron tus palabras en nuestro primer baile en la boda. - sonreí recordando aquello...

Flashback On

La gente corría por todos lados arreglando detalles para que estuviese perfecto. No veía a Juliana desde hace horas, sus mensajes habían dejado de llegar hace sólo tres horas. ¿Y si se arrepiente? Dios, esto es horrible. Sentí las manos de alguien en mis hombros libres de tela.


Te ves hermosa - Era Santiago.

-Gracias, tu también te ves muy guapo hermanito. 

- ¿Nerviosa? 

- Un poco - asentí.

- Esa mujer te ama, y estoy tan orgulloso de que encontraras el amor verdadero. Nadie más que tú merece ser feliz. Sé que eres la hermana mayor, pero siempre serás mi princesa, mi pequeña Valen. Agradezco tanto todos esos años que pasaste cuidándonos y regalándonos lo mejor que podías. Papá estaría muy orgulloso de ti, Valentina.

- Y yo la amo a ella Santi y sé que, de alguna forma u otra, mi papá conspiro con el universo para que ella se cruzara en mi camino.

- Estoy seguro que así fue hermana. Es hora, vamos.

Asentí y comenzamos a caminar hasta la entrada del jardín en donde esperaría a mi morena. Todo estaba perfectamente arreglado, era hermoso, luces colgadas iluminando el lugar y flores  decorándolo. Era un sueño.

Los invitados ya estaban en sus lugares, y se pusieron de pie al verme entrar y caminar por el pasillo en medio de sus lugares, sentía sus miradas sobre mí, pero yo solo veía a mi madre que estaba con lágrimas en los ojos y sonriendo de pie a lado de Mia y Lupita.

Me temblaban las piernas a cada paso que daba, pero tenía una meta y estaba decidida a llegar a ella.

Llegué hasta la mesa donde el Juez estaba y sentía mis pies clavados al suelo. En segundos, la melodía tan conocida por todos comenzó a sonar. Fijé mi vista a la parte posterior del Jardín y vi a Mariana perfectamente arreglada, sosteniendo un letrero que decía: The love of your life is coming (El amor de tu vida está llegando) ...

POV- Juliana

Minutos antes...

Estaba sumamente nerviosa, no podía creer que por fin el día que había esperado durante meses, no, durante toda mi vida por fin hubiese llegado, me iba a casar con Valentina Carvajal, el amor de mi vida. Merecíamos ser felices después de todo lo que habíamos pasado para llegar hasta aquí.

- Todo estará bien July – mi padre trataba de darme ánimos.

- Lo se papá, pero no puedo creer que hoy sea el día en que uniré oficialmente mi vida con ella - podía sentir como los ojos se me llenaban de lágrimas mientras mi papá me abrazaba – Gracias papá, gracias por apoyarme, por aceptarme, se lo difícil que fue para ti, pero aquí estas...

- Eres mi hija, Juliana, eso no lo tienes que agradecer, siempre te voy a amar por sobre todas las cosas, si, al principio fue algo que no entendía, pero al ver como esa muchacha se arriesgaba por ti en el secuestro y como luchó por rehabilitarse rápidamente por ti y por Oli, entendí que el amor no se tiene que entender, se tiene que sentir, y estoy tan feliz que hayas encontrado a alguien que te amé de esa manera tan única.

Abrace aún más fuerte a mi papá y fue inevitable que las lágrimas empezaran a surgir.

-Ya no llores mija, este día debe de ser de los más felices de tu vida y tenemos que celebrarlo.

- Gracias papá, te amo.

-Y yo a ti. – dejo un beso en mi frente - ¿Lista?

Me limpié las lágrimas y sonreí ampliamente.

-Más que nunca.

Al salir de la habitación en donde me había arreglado me encontré con la visión más tierna que haya visto, estaban Oli y Lio perfectamente arregladitos de la mano de Scar. Oli usaba un vestido color blanco y Lio un traje negro perfectamente arreglado que hacia resaltar sus ojos azules como los de mi Val. Mi sonrisa se hizo mayor cuando corrieron a abrazarme.

-Mami, te ves hermosa, mamá V seguramente dirá: "niños tápense los ojos" ¿cierto Lio? – Oli rodaba los ojos y mi pequeño príncipe asentía reafirmando lo que su hermana acababa de decir.

Valentina siempre les decía eso cuando me iba a dar un beso, pero sabíamos que ellos siempre terminaban espiando entre sus deditos.

- Y ustedes se ven perfectos, los amo. Vengan a darme un abrazo. – Mis dos terremotos corrieron hasta a mí y me abrazaron fuertemente, no puedo creer la suerte tan grande que tengo por haber formado una familia tan hermosa como la mía.

-Te ves hermosa idiota, más le vale a esa corredora que te cuide, porque si no la hare pedazos. - Reí con el comentario de mi amiga y la abracé también. – en verdad Juls, te ves muy linda, deseo que sean muy felices, las dos lo merecen.

-Gracias amiga, sé que así será.

Los niños se acomodaron detrás de mí y cargaron la cola de mi vestido guiados por Scar.

La melodía nupcial comenzó a sonar, yo me aferré al brazo de mi papá y comencé a caminar hasta llegar a aquel pasillo, y en el fondo ahí estaba ella, tan etérea, tan perfecta, tan ella... Mi mundo se paralizo al verla ahí de pie en ese vestido blanco, era como si todo a mi alrededor se hubiese desvanecido y solo existiera ese maravilloso ser delante de mí, mi cuerpo se movía involuntariamente hacia ella, era como un imán que me atraía. No podía resistirme, y tampoco quería hacerlo.

Nuestras miradas estaban conectadas, estábamos atrapadas en una burbuja en la que podría vivir eternamente solo si ella estuviera ahí conmigo.

Al llegar al altar, note que sus ojos tenían un brillo especial, se veía más hermosa que nunca, parecía un ángel, mi ángel...

-Valentina – mi papá se pronunció – te entrego uno de los mayores tesoros que tengo en la vida, cuídala bien. Confió en ti. – Y le entrego mi mano mi futura esposa, la cual asintió sin desconectar nuestras miradas.

-Juliana – en esta ocasión era Santiago el que hablaba – sé que cuidaras muy bien de mi princesa, te la encargo. – asentí.

Mi papá y Santiago se llevaron a Oli y a Lio a ocupar sus lugares junto a nuestras familias.

- Te ves hermosa – Me susurró Val al oído cuando nos volteamos para quedar delante del Juez.

- No más que tú, mi amor. – sonreí.

POV - Narrador omnipresente.

La ceremonia comenzó con el discurso del Juez, las manos de la pareja en ningún momento se soltaron y de vez en cuando intercambiaban miradas de amor y complicidad.

El Juez hizo unas señas al público y Mia se acercó con una cajita que contenía las alianzas matrimoniales.

- Valentina Carvajal ¿Aceptas a Juliana Valdés como tu esposa, para amarla y cuidarla en la salud y en la enfermedad en la riqueza y en la pobreza, hasta que la muerte las separe?

-Acepto. – dijo la ojiazul con seguridad y mirando a Juliana a los ojos – Acepto ser tu esposa, tu compañera, tu mejor amiga, tu cómplice, acepto ser todo lo que necesites. - Respiró hondo y continuó - La vida nos ha puesto pruebas difíciles, pero aquí seguimos, juntas.

>> Gracias por aparecer en mi vida, es como si todo este tiempo hubiese estado viviendo en un limbo gris y tú llegaste a mostrarme un mundo lleno de matices y colores, a luchar con mis demonios y entregar mi corazón de una manera que no sabía que se podía. – su voz se escuchaba entre cortada por la emoción y el nerviosismo del momento. Sus ojos estaban llenos de lágrimas y de vez en cuando una se escapaba por la comisura de su ojo. - Antes vivía a 200 km por hora, y cada kilómetro recorrido me llevó hasta este momento, y si tuviera que recorrer nuevamente cada uno de ellos, lo haría sin dudarlo, siempre y cuando tú seas quien esté en la línea de meta esperando por mí. – Valentía podía sentir como su corazón se salía del pecho con cada palabra que pronunciaba - Siempre serás mi mayor triunfo. Me regalas luz en plena oscuridad, me haces creer día con día que el amor en verdad existe, y que no solo está en los cuentos de hadas. Prometo dedicar cada segundo de mi vida a hacerte feliz a ti y a nuestros hijos. – apretó la mano de la morena con un poco más de intensidad y los ojos de ambas por un segundo se dirigieron a los dos pequeños que se encontraban en primera fila antes de continuar - No te puedo prometer una vida perfecta, pero si una vida llena de amor y adrenalina. Te amo profundamente y te amare hasta mi último día, y aun después.

Valentina tomó una de las argollas y con manos firmes pero cuidadosas introdujo la joya en el dedo anular de Juliana, quien la miraba con ojos sensibles y llenos de amor y una sonrisa que solo expresaba todo el amor que sentía por su corredora.

-Juliana Valdés, ¿Aceptas a Valentina Carvajal como tu esposa, para amarla y cuidarla en la salud y en la enfermedad...

- ¡Acepto! ¡Sí! mil veces si – interrumpió la morena al juez, haciendo que pequeñas risas se escucharan atrás de ellas, a las que se les unió la de la ojiazul, quien miraba tiernamente a su impaciente esposa – Te acepto en esta y en todas las vidas que vengan por delante. A tu lado aprendí a ser valiente, a enfrentar mis miedos e inseguridades, a entender que en la vida se debe luchar por lo que se ama, porque sin amor no hay nada – Juliana acariciaba con su pulgar la mano de la ojiazul.

>> Contigo entendí que no podemos elegir de quien enamorarnos, pero si yo pudiera hacerlo, te escogería a ti una y mil veces. – La morena tomo una bocanada de aire, suspiró y clavó nuevamente su mirada a la de Valentina, quien escuchaba atentamente - Dicen que los ojos son el reflejo del alma, y tú mi amor, tienes un alma hermosa, llena de pureza y pasión, son dos cualidades difíciles de encontrar juntas, pero contigo están en perfecto equilibrio.

>> Gracias por la hermosa familia que construiste conmigo, gracias por estar a mi lado siempre, sin peros, sin reproches. – Juliana sonrió ampliamente y continuó - Delante de nuestros hijos, de nuestras familias y amigos, prometo estar a tu lado en cada kilómetro que tengamos que recorrer en la vida, juntas siempre.

>> Valentina Carvajal, te amo y te amare inmensamente hasta que mi corazón deje de latir. – Juliana tomó el anillo y lo colocó en el dedo de su ahora esposa. – Te amo – susurró nuevamente.

Valentina, llorando, se acercó y besó a su esposa sin esperar a que el juez diera el permiso, beso que correspondió Juliana sin demora, ante los gritos y aplausos de todas las personas que estaban ahí acompañándolas.

Luego de eso y las felicitaciones de todos, debían ir al otro lado del jardín, donde sería la fiesta. El lugar era hermoso, lo habían decorado justo como Juliana lo soñó. Ella iba de la mano de Valentina y debían estar en el centro de la pista de baile, junto a los músicos, para su primer baile como esposas. Todos se sentaron y encendieron las cámaras.

"All of me" comenzó a sonar y la ojiazul tomó a su ahora esposa por la cintura y de la mano, Juliana puso su mano libre en el hombro de Valentina y le sonrió. Sus rostros se acercaron lentamente hasta que quedaron unidos por sus mejillas, la rubia comenzó a cantarle bajito junto al oído la letra de aquella canción que describía tal cual se sentía por su ahora esposa.

- Te amo, Valentina Valdés Carvajal.

- Y yo te amo a ti, Juliana Valdés Carvajal.

- ¿Quién pensaría que la codiciada soltera de todo el estado se casaría conmigo? – Ambas sonrieron profundamente enamoradas y nostálgicas. Al fin lo habían logrado, después de años de constantes retos y obstáculos por fin habían encontrado la paz en los brazos de la otra.

Flashback Off

- Y mi respuesta siempre será la misma... Qué suerte la mía por haberte encontrado a ti. – dijo la morena recargándose en el hombro de la corredora.

- Eres increíble.

-Increíble fue nuestra noche de bodas

-Cómo olvidarla...

Flashback On

POV – Juliana

Después de la fiesta, mi suegra y mi cuñada se habían llevado a Lio y Oli a su casa, ellas los cuidarían...

Valentina había reservado una habitación en uno de los hoteles más lujosos de la ciudad, cerca de donde nos habíamos casado.

Al entrar al cuarto me quede completamente anonadada por la visión, había un camino de rosas rojas y el cuarto estaba iluminado con velas.

- ¿Hiciste todo esto Val?

-Bueno, como tal hacerlo yo con mis manos, no. Pero si lo pedí para nosotras, creo que nuestra primera noche de casadas debe ser muy especial.

Sentí como dos lagrimas cayeron por mi rostro, estaba sumamente emocionada, esta mujer me sorprendía y me enamoraba cada día más.

-Es hermoso... - dije con un hilo de voz.

De pronto sus brazos me rodearon la cintura por detrás y ella susurro en mi odio

"No más que tú"

Mi corazón quería salirse de mi pecho de lo rápido que latía. Me giré lentamente entre sus brazos y me pasé mis manos sobre sus hombros. Nuestras miradas se conectaron por unos segundos, hasta que ella juntó nuestras frentes.

Tire un poco de su cuello para unir nuestros labios, el beso comenzó lento, era sutil, sus manos estaban aferradas a mi cintura y poco a poco comenzó a tomar intensidad, cuando nos faltó el aire nos separamos y la mire a los ojos y el azul cielo que los caracterizaba, se había trasformado en un azul más oscuro, más penetrante, sus pupilas estaban totalmente dilatadas.

-Te ayudaré con esto- se paró detrás de mí y lentamente comenzó a bajar el cierre de mi vestido, haciendo que mi piel se erizara con cada rose de su mano al ir exponiendo mi piel.

Pronto mi vestido cayó al suelo y yo quede solamente en pantaletas, ya que no usaba sujetador.

Di un paso afuera del vestido y ella se acercó nuevamente y comenzó a acariciar mi cuello, pasando por mis hombros y terminando en mis manos.

Mi cuerpo estaba en llamas, mi mente estaba completamente nublada por el deseo y el amor que estaba sintiendo.

-Eres perfecta – la escuché decir detrás de mí, y yo sonreí ante sus palabras, mientras ella comenzó a besar mi cuello,

haciendo que un leve gemido saliera de mis labios, giré un poco mi cabeza para darle mayor acceso.

- Si, lo soy – la sentí reír contra mi cuello – pero tú no te quedas atrás...

Sus manos se pasaban por mi cuerpo, cada caricia hacia que mi calor interno creciera más.

Me giré y la atraje hacia a mí para comenzar un beso que transmitiera todo lo que estaba sintiendo en ese momento.

-Creo que te sobra mucha ropa... - ella levantó la ceja ante mi comentario y sonrió maliciosamente.

-Entonces arréglalo señora Carvajal...

Me separé un poco de ella y comencé a bajar el cierre de su vestido, tirando un poco de él hacia abajo mientras dejaba suaves besos en sus hombros y sus brazos.

Podía escuchar como su respiración se volvía más pesada.

Cuando estuvimos en igualdad de condiciones paré lo que estaba haciendo y me fui hacia la cama y me recosté en ella ante su atenta mirada.

- ¿Te vas a quedar ahí? – la miré provocativamente, sonreí de lado y abrí un poco las piernas.

Note como trago en seco, pero en cuestión de dos segundos llegó hasta a mí e impacto sus labios con los míos, en automático envolví mis piernas en su cintura, mientras ella acariciaba una de ellas.

Sus besos comenzaron a descender a mi cuello, emigrando hasta mis senos, ella comenzó a jugar con mi pezón izquierdo con su lengua, mientras que con su mano daba atención al otro. Eché mi cabeza hacia atrás y solté un gemido suave. Mis manos se enredaron en su cabello, intentando tener más contacto. Los besos comenzaron descender mas, pasando por mi abdomen, mientras que sus manos continuaban en mis senos.

Sus labios rozaban cada parte de piel que podía, y yo ya no estaba pensando claro cuando comenzó a dejar besos sobre mi ropa interior, levante un poco mi cadera para mayor contacto.

-Dios, estás muy húmeda...

-Haz algo Valentina. – ya no estaba pensando claramente, la necesitaba en ese momento.

Irguió su cabeza y me miró intensamente.

-Paciencia, todo a su tiempo...

Sus manos comenzaron a bajar lentamente y hasta mis piernas.

Me levanté un poco y la atraje hacia a mí y comencé a besar sus labios con desespero, mientras mis manos recorrían su espalda desnuda.

Me giré para invertir posiciones y mis labios tomaron uno de sus senos, con mi lengua jugaba con uno de sus pezones rosados y erectos. Esta mujer era el paraíso para mí, mi paraíso personal.

-Sabes que la paciencia no es mi fuerte – dije levantándome poco - Gírate – ordené.

Jadeo, pero no puso objeción a lo que pedí y se puso boca abajo con los antebrazos recargados en la cama, haciéndola quedar un poco erguida.

Comencé a besar su firme trasero y fui repartiendo besos húmedos por su espalda baja, al llegar a la parte alta de su espalda hice a un lado su cabello, y con mi lengua trace un camino desde ahí hasta su oreja, besando y mordiendo su lóbulo, metí mi mano entre su tronco y su brazo y comencé a apretar su seno.

Ella gemía y yo con ella.

-Quiero que me hagas el amor, Valentina... - susurré en su odio con voz ronca – ahora...

Me hinque y ella se giró entre mis piernas, quedando otra vez frente a frente, sus manos fueron automáticamente hacia mis senos, mientras yo me frotaba contra su abdomen, echando mi cabeza hacia atrás y gimiendo...

-Usted es muy mandona señora Carvajal... - sonrió maliciosamente – me encanta...

Se sentó y una de sus manos bajo hasta mi zona íntima y comenzó a acariciar mi clítoris sobre mis bragas, mientras que la otra se reposó sobre mi cadera, marcando el ritmo de mis movimientos. Sus labios se encargaban de mis senos y mis manos estaban enredadas en su cabello.

De un momento a otro, ella detuvo el movimiento de su mano sobre mi monte de venus y yo me quejé por la interrupción, pero me sorprendí cuando sentí como rompía la pequeña pieza de lencería que quedaba sobre mí.

-La rompiste – dije sorprendida.

- No sería la primera... - dijo sin tomarle mucha importancia...

Sonríe y comencé a besarla apasionadamente, ella invadió mi boca con su lengua, y la mía se le unió en un baile sincronizado y único. Sus manos estaban en mi trasero, apretándolo y juntándome más a ella, mientas que las mías se encontraban alrededor de sus hombros.

Ella se recostó y me miró, yo entendí perfectamente lo que quería hacer y poco a poco fui subiendo hasta llegar a la altura de su cara.

POV – Valentina

Tener esa imagen frente a mí, su sexo completamente expuesto, listo para mí, me hizo agua la boca y perder completamente la cabeza.

Puse mis manos en su trasero y la atraje hasta a mí, comenzando a chupar su prominente clítoris, ella gemía y yo me extasiaba con su sabor, su sabor tan único que me tenía adicta a él, mi legua trazaba diferentes figuras sobre toda el área.

Levanté mi mirada y Juliana tenía los ojos cerrados, la boca entre abierta y las manos recargadas en la cabecera de la cama, era una imagen tan sexy y erótica que con solo verla casi llegué al orgasmo.

-Ah... no pares Val... no pares...

Mis manos se aferraron aún más a su trasero y mi morena comenzó a moverse aún más rápido, era señal de que estaba a punto.

-Abre los ojos, quiero que me veas cuando llegues...

Ella no dijo nada, pero los abrió y me miró fijamente, así que comencé a succionar y chupar con un poco más de fuerza su clítoris, cosa que la hizo estallar, soltó un fuerte jadeo y echó la cabeza hacia atrás. Liberando el primer orgasmo de la noche.

Dirigí mi lengua hasta su entrada y comencé a lamer el líquido que escurría de ella y sonreí.

Me separé un poco y la miré, y ante su atenta mirada lamí mis labios.

-Deliciosa – dije.

La tomé por la cintura y la ayudé a bajarse de mí y a recostarse, su respiración estaba agitada al igual que la mía, ella tenía los ojos cerrados.

-Me vas a matar Valentina.

-De amor solamente, mi vida.

Ella abrió los ojos y se acercó a besarme, con su lengua pidió acceso en mis labios, acceso que le fue concedido inmediatamente. Juliana subió sobre de mí y mis manos comenzaron a acariciar su espalda y su lindo trasero, y vaya que es lindo.

Juliana comenzó a bajar lentamente repartiendo besos por donde iba, se detuvo un momento en mis senos, dándoles un poco de atención, cosa que me hizo gemir fuerte y enredar mis manos en su cabeza.

Después de unos minutos ahí, bajó aún más e hizo un camino de besos húmedos y mordidas hasta mi intimidad en donde se detuvo y con los dientes tomo la orilla de mis bragas y la comenzó a bajar lentamente mirándome fijamente.

Cuando se deshizo de la prenda regreso hasta a mí, no sin dejar a su paso algunos besos sobre mi sexo. Empezó a besarme apasionadamente y a esta altura yo ya estaba demasiado excitada.

Metió su mano entre nuestros cuerpos, encontrando mi zona intimida totalmente húmeda por ella. Y sus dedos iniciaron a jugar con mi clítoris, mientras yo me movía contra ellos.

Su ritmo disminuyo y se dirigió a mi entrada penetrándome con un dedo.

-Ahhh... - Gemí fuertemente con la invasión y ella sonrió.

Sus movimientos iniciaron lentos, sutiles, pero yo estaba muy necesitada de ella y quería más, por lo que comencé a mover mis caderas más rápido.

-Juls, no voy a... no voy a aguantar mucho... por favor

Ella lo entendió totalmente y agrego un dedo más.

Las embestidas se fueron tornando más rápidas y con un poco más de fuerza, mientras que con su pulgar seguía masajeando mi clítoris, mientras que mis dedos se aferraban a su espalda, seguramente dejarían marcas, pero ya se las curaría después.

Sentía una presión en mi vientre queriendo liberarse, y mi morena lo haría solo como ella sabía hacerlo. Tener al amor de tu vida dándote placer, es una de las cosas más maravillosas de la vida.

La presión incrementó. De pronto ella se detuvo totalmente y yo me queje.

-¿Qué haces? Si te detienes ahora, te mato Juliana...

Ella sonrió y levanto la ceja, Dios, esa sonrisa me vuelve loca...

Tomo mis manos entre las suyas y las subió sobre mi cabeza, sujetándolas con una sola mano, mientras que con la otra se apoyaba a un lado de mí.

-Juntas – dijo con un tono que me hizo perder la cabeza.

Su sexo comenzó a moverse contra el mío, yo ya no pensaba en nada más que no fuera ella, quería alargar este momento para siempre, solo ella y yo, amándonos para siempre.

Mis caderas se unieron a las de ella en movimientos perfectamente sincronizados.

-Córrete conmigo mi amor... - susurró en mi oído y mordió mi lóbulo. Y con eso no aguante más y una onda de calor se apodero de mí, liberando toda la presión acumulada en mi vientre.

- ¡Juliana! – grite al mismo tiempo que escuche como ella gimió fuertemente también, mi primer orgasmo de la noche y el segundo de ella llegaron a la cita perfectamente en sintonía.

Mi morena se dejó caer sobre mi cuerpo y liberó mis manos, me sentía totalmente en las nubes, nuestras respiraciones estaban irregulares y pesadas.

-Te amo tanto – le dije con los ojos cerrados.

-Y yo te amo a ti mi amor...

Y ese fue solo el comienzo de nuestra primera noche de casadas, con ella todo era mejor, todo se sentía más, tanto físicamente como en el corazón.

Ella era el amor de mi vida y yo el suyo... solo eso importaba...

Flashback Off

POV - VALENTINA

- Ese momento fue perfecto amor – dijo mi morena dando un suave beso en mis labios.

-Cada momento contigo es perfecto – acaricie su mejilla.

- ¿Y cuál ha sido el momento más feliz para ti?

-Han sido muchos, pero tengo uno que es mi favorito.

Flashback On

- ¿Qué? ¡¿YA?!

- Sí, imbécil... corre. – me decía Scarlet por el teléfono.

Colgué el teléfono y lo tiré por algún lado del auto, apreté el acelerador y no me importó que traía una patrulla detrás de mi exigiéndome que me detuviera. Al llegar a la clínica, el oficial me detuvo.

- Señorita, ¿por qué hizo caso omiso a mi señal de que se detuviera?

- Lo siento mucho, oficial. Pero mi mujer está dando a luz ahora mismo y si usted no me deja ir voy a enloquecer aquí.

- Oh... Si... Claro, entiendo... Vaya, corra, pero la siguiente vez que le pidan que se detenga, hágalo, esta vez la dejare ir.

Ahora me pide que corra, que ironía. Le agradecí y entré como una desquiciada a la clínica.

- Dígame donde está Juliana Valdés. - pregunté agitada a una enfermera que estaba en un módulo.

- ¿Es familiar? -dijo muy tranquila.

- Si, ¡Está teniendo a mi hijo! dígame donde

- Piso tres, sala de partos a la derecha.

Corrí hasta el ascensor, se demoró cinco segundos y fue demasiado para mí. Busqué las escaleras y comencé a subirlas de dos en dos. Al llegar, me faltaba el aire, tropecé con algunos, pero choqué de frente con Scar.

- Ugh, Valentina, maldición.

- ¿Puedo entrar?

- Sí, la loca no quiere parir hasta que llegaras. Anda...

Tomé una fuerte respiración cuando sostuve la perilla de la puerta. Una enfermera me vio y me pidió entrara a cambiarme, lo hice y luego una gran puerta me separaba de Juliana. Podía escucharla gritar. Entré y ella me miró, tirando su cabeza hacia atrás.

- Dios, Valentina, ¿dónde mierda estabaaaaaaaaaaah?

- Lo siento, amor, ya estoy aquí.

- Doctora por favor, empiece ya... - Juliana gimió de dolor.

Me coloqué detrás de ella y sostuve su mano y aunque sentía que me la iba a partir en dos ¿cómo podía yo quejarme? seguramente el dolor que ella estaba sintiendo era muchísimo peor. Besé su frente y le susurré que la amaba, que ella era fuerte, que el bebé ya venía en camino. Ella gritaba mientras la doctora le exigía que pujara más.

Sentí mucho miedo cuando Juliana gritaba de dolor, no quería que nada le sucediera, ni al bebé tampoco. Pero entonces escuché su llanto y a Juliana soltar el fuerte agarre de mi mano. Secaron un poco al bebé y lo envolvieron en una toalla para ponerlo en el pecho de Juliana. Él lloraba y yo lloraba también, ahí estaba él. Juliana lloró y besó su pequeña frente. Él era tan pequeño. La doctora se lo llevó y yo no podía parar de llorar, Juliana tampoco. Besé sus labios repetidas veces y ella sonrió, pero estaba exhausta.

La doctora me llamó minutos después y puso a mi niño entre mis brazos. Nunca había sentido una sensación igual, era perfecto, tan perfecto como Juliana y muy pequeño. Volví a llorar al tenerlo ahí, tenía los ojitos cerrados y colocaba sus puñitos cerrados en su cara, le molestaba la luz, creo yo.

Salí a donde estaban todos y pudieron verlos por unos minutos, luego se lo llevaron otra vez. A Juliana la pasaron a la habitación y esa noche, estábamos los cuatro juntos por primera vez. Oli lo veía embobada desde el piso junto a la cama de Juliana quien lo estaba cargando. Yo los veía a los tres. Mi familia, ellos eran mi felicidad. La pequeña Oli se quedó dormida en el sofá y yo la cubrí con una manta. Juliana estaba cansada así que tomé a Lio y me senté en el sofá con él en mis brazos.

Era hermoso. Al abrir sus pequeños ojitos, vi aquel azul que me cautivó, él fijó sus ojos en los míos y yo me quedé sin aliento, mi corazón podía explotar de felicidad en aquel momento. Me enamoró por completo, era algo indescriptible lo que yo estaba sintiendo, pero me sentía la mujer más feliz y afortunada del mundo. Tenía a mi bebé entre mis brazos, y mi vida en aquella habitación...

Flashback Off

- Ese también fue el día más feliz de mi vida. Pero a partir de ahí han venido días perfectos... Como cuando Oli lloró al cargarlo. O cuando Lio caminó por primera vez y tuvimos que ponerle seguro a todo en la casa. O cuando Oli sonreía entusiasmada por su primer día de clases... Hay demasiada felicidad en mi vida y todo te lo debo a ti, Valentina. - sonreí ante su comentario...

- No hay nada de mi vida que yo pudiera cambiar ahora mismo. Me gusta así, sin prisa... Disfrutando de la vista - la miré - escribes cada día un futuro para mí, y creo tanto en ti, en nosotras... Es aquí - señalé su corazón - mi único lugar seguro.

Ella sonrió ampliamente y yo repetí su gesto.

-Gracias Val, gracias por construir una vida conmigo, por no rendirte con nosotras y por siempre estar para apoyarme en todo, mi vida es mejor desde que estas en ella y hoy puedo decir que tengo una vida plena y feliz en todos los aspectos...

-Gracias a ti Juls, siempre serás el motor de mi vida, sin ti, nada funcionaria, en nuestra boda te dije que volvería a recorrer cada kilómetro de mi vida siempre y cuando me lleve a ti, ahora te digo que quiero recorrer cada uno que venga por delante contigo a mi lado.

-Te amo para siempre.

-Y yo te amo a ti para siempre...

Fin

____________________

Pues ahora si, llegamos al final de esta linda historia, espero que la hayan disfrutado muchísimo como yo lo hice al leerla y al adaptarla. Las amo y nos seguimos viendo en "Tulipas Azuis" y próximamente en la ultima temporada de "El diablo viste de rojo"

Esta historia NO me pertenece es una adaptación realizada con la autorización de su autora Laurendruxgs Gracias por compartir tu historia con nosotras :)


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro