Día 4 (Tema libre): Wedding day

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—¡Midoriya! —Gritó un chico de cabellos rojo intenso, formando una temblorosa sonrisa con sus labios y tratando de no dejar caer las lágrimas de sus acaramelados ojos. — Estoy nervioso...

—Kirishima, ya cálmate...no te vayas a desmayar en estos momentos, Kacchan me mataría. —Respondió el más bajito mientras arreglaba suavemente el desordenado cabello rubio del chino. — Deberías estar muy feliz...hoy es tu día.

—Tú no te veías así cuando te casaste con Todoroki...—El muchacho de grandes ojos alzó una ceja y miró a su amigo por el espejo. — Bueno...estabas mil veces peor.

—Estuve a punto de salir corriendo cuando el padre me preguntó su aceptaba a Todoroki...así que tú trata de que no te pase lo mismo. —Ambos soltaron una corta risa y Midoriya siguió haciéndole un peinado elegante en esos finos cabellos a Kirishima antes de entregarle su traje color nieve, debía salir un poco de su típico peinado de pinchos.

En el otro lado del salón de bodas se encontraba un rubio bastante alto para la estatura promedio, caminando de lado a lado en la habitación que se le había designado.

—Amigo...vas a hacer un agujero en el suelo, quédate quieto.

—Todoroki tiene razón, ¿Quieres un dulce para calmarte? —Preguntó esta vez otro rubio, pero con un gracioso rayo tinturado a un lado.

—Estoy nervioso, joder, nunca pensé que este día llegaría tan luego. —Respondió Katsuki mientras revolvía cabello perfectamente liso. — Siento que fue ayer cuando le pedí que se casara conmigo...

—Gay. —Dijeron Todoroki y Kaminari al mismo tiempo a lo que Katsuki les fulminó con la mirada.

—Estúpidos insensibles...—Murmuró el menor, sentándose en uno de los mullidos sillones.

—Te recuerdo que yo pasé por esto mismo hace dos años y tú te burlabas de mí. —Comentó Todoroki mientras tomaba un chocolate que el salón de eventos le había obsequiado a la pareja.

—No te comas eso, eso es mío. —Dijo Katsuki gruñendo y cuando la alarma de su celular sonó, su mal humor se reemplazó con nerviosismo total, ya era hora. — Joder, creo que me desmayaré...

—Ni se te ocurra, hermano. —Kaminari le dio unas palmaditas en el hombro y Katsuki se permitió sonreír. Este será el día que marcaría el resto de su vida.

Ni en sus mejores sueños se imaginó estar en el altar, viendo la figura más atractiva que sus ojos hayan visto jamás, esperándole en el altar con un traje totalmente blanco, una radiante sonrisa y su aniñado rostro sonrojado.

A diferencia de su prometido, Katsuki se encontraba con un traje negro azabache con una camisa blanca, eran la perfecta pareja a la vista de todos. Pero no siempre fue así...

Cuando comenzaron a ser novios, los tutores de Eijiro se opusieron a tal punto de contratar unos matones para hacerle daño a Bakugo, pero las cosas se salieron de control y terminaron hiriendo a ambos chicos. Los padres de Kirishima terminaron muy arrepentidos y, a regañadientes, aceptaron al explosivo chico como su yerno.

Pero eso fue cuando Bakugo y Kirishima iban en la secundaria, de eso ya han pasado cinco largos años. También hubo un corto periodo de tiempo donde habían terminado por una supuesta infidelidad por parte de Eijiro con un chico llamado Tamaki, cosa que nunca fue cierta.

Tamaki y Kirishima sólo eran amigos, y bueno, Eijiro sólo quiso ayudar al pelinegro a conseguir la atención de un popular camarero de nombre Togata Mirio.

Katsuki, luego de un par de semanas separados, se dio cuenta de su error al desconfiar en su novio y sólo creerle a las malas lenguas que deseaban hundirlos, volviendo a iniciar una relación donde ambos confiaban más en el otro. Se podría decir que incluso se hicieron más unidos.

En su cuarto aniversario, Katsuki se había arrodillado en medio de una hermosa plaza, cerca del lugar donde vivían juntos y abrió una pequeña caja de terciopelo, la cual Kirishima reconoció de inmediato.

"¿Te quieres casar conmigo?", Kirishima jamás olvidaría esa pregunta, que, aunque era una pregunta muy cliché, claramente la respuesta fue afirmativa.

Bakugo recuerda cuán nervioso se encontraba cuando Kirishima se quedó mirando el anillo que había dentro de la cajita, pero cuando escuchó el apenas audible "Si" de Kirishima, se acordó de cómo respirar. Ese día, Eijiro lloró de emoción y las personas que habían alrededor aplaudieron ante la bella escena que dos chicos protagonizaban.

En la actualidad...

—Kirishima Eijiro, ¿Aceptas a Katsuki Bakugo como tu legítimo esposo, para amarlo y respetarlo, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe? —El pelirrojo tomó la mano de Bakugo y puso cuidadosamente el anillo antes de dejar un corto beso en el dorso de esta.

—Bakugo Katsuki, ¿Aceptas a Kirishima Eijiro como tu...

—Maldición, ¡Sí! —Interrumpió el chico de ojos carmesí, sacando más de una risa de todos los testigos, incluyendo del padre. El joven puso de manera temblorosa el anillo en la mano de su pareja mientras se encogía apenado.

—Muy bien, con el poder que se me ha concebido, los declaro oficialmente, esposos. —Terminó de decir el padre. — Señores, puede besar a su marido.

Katsuki sonrió como nunca en su vida lo había hecho y tomó la cintura de Kirishima, quien estaba más que sonrojado ya que su emoción le había ganado momentos atrás, los brazos del pelirrojo rodearon el cuello de Bakugo y ambos se susurraron un "Te amo" antes de unir sus labios.

En la fiesta de recepción todos se estaban divirtiendo, los padres de Katsuki se acercaron a Eijiro para felicitarlo y este no pudo reprimir unas cuantas lágrimas...él deseaba que sus padres también estuviesen ahí a pesar de todo.

—Bebé, no llores...sabes que ellos siempre estarán contigo...—Le susurró Katsuki cuando sus padres se fueron a hablar con la tía de Kirishima. Sus padres murieron en un accidente de automóvil apenas un año atrás apenas dos semanas después de confirmar su compromiso. La única familia que tenía ahora era la hermana de su madre.

—Vayamos a ver a los chicos. —Le sonrió el pelirrojo, acunando con sumo cuidado el rostro de su tan amado esposo

—¡Chicos! ¡Felicidades! —Dijo un chico de cabellos plata.

—Me alegra que hayas podido venir, Tetsu. —Le dijo Katsuki a su primo y luego Todoroki, Midoriya y Kaminari se acercaron a saludar. — Por cierto, él es mi primo Tetsutetsu Tetsutetsu.

—Es un verdadero placer. —Dijo Kaminari con una boba sonrisa en los labios luego ver al joven que acompañaba a los recién casados. Todos los presentes se miraron sorprendidos entre sí y luego sonrieron.

Una lenta canción comenzó a sonar en el salón y Bakugo tomó la mano de Kirishima para llevarle hasta el centro de la pista de baile, comenzando a moverse al lento ritmo de la balada que sonaba.

—Katsuki...—Susurró Kirishima mientras abrazaba por los hombros a Katsuki, mientras que este último aferraba sus dos manos a la estrecha cintura de su esposo. El menor le respondió un "mh" bajito. — Te amo...

—Te amo, Kirishima...—Katsuki guió una de sus manos hasta la mejilla de Kirishima y unió sus labios suavemente.

Ese sería uno de los besos más memorables que se hayan dado, porque ahora estaban casados, porque ahora eran uno tanto en cuerpo como alma, porque ahora su vida...sería más dulce que el azúcar. 

¡Día 4 listo!

Quiero confesar que como mañana estaré full ocupada con mil cosas, reciclé un one-shot que escribí hace años para otro fandom y cambié unas cosillas nada más, el shot es mío así que no es plagio(?).

Mañana si que se viene lo chido /cejitas.

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