CAPÍTULO DIECIOCHO

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

—N-no... —su corazón se oprimió de una forma dolorosa, y se abrazó a sí mismo. Miró a todos lados con desespero, deseando encontrarlo en el lugar—. ¡Taehyung! ¡Taehyung, estoy aquí! S-sal, por favor...

De su boca solo salían los más agonizantes lamentos, y de sus ojos solo podían salir muchísimas de lágrimas que eran reemplazadas por otras más. Se sentía débil, y temblaba a causa de los espamos de su incontrolable llanto. Ahí, en el suelo de aquel lugar secreto de ambos, se dio cuenta de que ya no había un "ambos". Ya no había más Taehyung, ya no había una pareja.

Y se odió, por todas las veces que rechazó al mayor cuando este le proponía verse, pero solo quería tiempo, solo quería volver a ser él mismo, solo quería estar en paz, ¿Acaso no lo merecía? Necesitaba que al mirar a Taehyung, la inseguridad ya no albergara su vida como si fuese de ella. Necesitaba primero encontrarse a sí mismo antes de encontrar a Taehyung.

Pero al parecer tardó demasiado, porque los había perdido a ambos; a su amor, y a la partecita de él que habitaba en Taehyung. Los había perdido, y todo era su culpa.

—Taehyung, por favor... estoy aquí —sollozó, sabiendo que rogaba en vano, que él no se encontraba ahí—, ya llegué, e-estoy aquí.

Saca su celular de su bolsillo e intenta encenderlo, sin ninguna respuesta positiva. Era inservible, ya no podía hacer nada. El daño estaba hecho, y le dolía como nunca antes le dolió el corazón.

—No te quería perder, Tae, no así... —quitó las lágrimas de su rostro, sorbiendo su nariz—. Hablaríamos, y lucharíamos por esto, p-pero ahora qué. Soy un tonto... —su voz volvió a quebrarse, y apretó sus manos en puños, sintiendo molestia consigo mismo.

Se quedó un rato más en el lugar, lamentándose a sí mismo lo inútil que fue, y cuando ya la zona estaba lo suficientemente oscura, se levantó del suelo y caminó de manera vacilante hasta la autopista, buscando la parada de autobuses.

Las personas lo miraban con atención, algunos con curiosidad, otros con pena y algunos más no le tomaban interés. Tenía el rostro algo hinchado de tanto llorar, y sus ojos y nariz se encontraban rojos e irritados por la misma razón. Se notaba a simple vista como temblaba, y lo débil que se encontraba, además de que su ropa aún tenía rastros de tierra por el tiempo en el suelo del parque.

Poco le importaba, las vistas poco disimuladas o los gestos de burla contra él. Nada más dolía que el recuerdo constante de que había perdido la única oportunidad de resolver las cosas con Taehyung, de decirle todo lo que había estado pensando durante ese tiempo y que ya lo tenía decidido.

De nada sirvió pensar en el futuro de su relación, porque este ya no existía.

—Solo... solo tenías que esperar un poco más, Taehyung —murmuró, mirando las calles iluminadas de Seúl—. Sé que es excesivo de mi parte, pero durante todo este tiempo lo pensé. Pensé en nosotros, pensé en nuestra relación, ya estaba listo para decirte mi decisión. Ya estaba listo para resolver nuestros problemas.

Sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas, y ocultó su rostro detrás de sus manos, llorando en silencio en el transporte. Podía sentir la mirada de todos en él, pero un corazón roto es difícil de ocultar, aún más cuando sabes que fue tu culpa.

El autobús se detuvo en su parada, y salió de este para dirigirse a su departamento. Subía las escaleras por subirlas, sintiendo cómo su cuerpo actuaba por costumbre más que por él mismo. Se sentía muerto en vida, no teniendo control de lo que realmente hacía. Subió los últimos escalones, y giró en el pasillo, deteniendo sus pasos y con sus ojos volviendo a llenarse de lágrimas.

Su respiración se entrecortó, y tuvo que sostenerse de la pared más cercana para evitar caer al piso. Su corazón latía acelerado, y un cúmulo de emociones que no sabía describir estaban haciendo estragos de él.

Abrazado a sus piernas, y con la cabeza oculta entre ellas, ahí se encontraba Taehyung, aún sin ser consciente de su presencia.

—T-Taehyung... —su voz salió ahogada, producto de sus ganas de llorar, y el nudo en su garganta. Pero fue escuchado por el mayor, quien levantó la cabeza con rapidez al oír su voz.

Jungkook sollozó al verlo, ocultando su boca detrás de su mano para acallarse a sí mismo, encontrando a Taehyung en iguales condiciones que él, con el rostro hinchado de tanto llorar. Nunca lo había visto en esas condiciones, tan devastado, tan desolado, y odió esa faceta de él.

—J-Jungkook... —jadeó, y se levantó del suelo, caminando hasta el chico con pasos lentos. Una vez estuvo al frente, acercó su mano temblante, acunando la mejilla de Jungkook. Su rostro se arrugó, y pronto se encontró llorando nuevamente—. M-mi amor...

De manera rápida se abrazó a Jungkook, aferrándose a él de manera nerviosa, y llorando con tantos sentimientos en su ser. El menor no se quedó atrás, soltando lágrimas y sollozos descontrolados, abrazando de vuelta a Taehyung. Ambos se apretaban y movían sus manos por el cuerpo contrario, intentando asegurarse por sí mismos que era real, que estaban juntos.

—L-lo siento tanto, bebé —las palabras de Taehyung salían entrecortadas, entre el desespero y las lágrimas, y se separó de Jungkook para mirarlo a los ojos—. Sé que te dije que, independientemente de tu decisión, la respetaría, pero no puedo rendirme tan fácil, y lo siento tanto. Cuando no llegaste, mi corazón dolió como nunca antes, y no dudé en venir por ti hasta acá. Te rogaría, y te ruego, por favor, Jungkook, no me abandones...

»Por favor, cariño, te lo suplico, no me abandones. Si no fuiste es porque ya no me quieres en tu vida, pero yo no puedo vivir sin ti, amor... p-perdóname, no lo merezco, pero perdóname. Fui el peor, te lastimé y no te cuidé como te lo prometí, pero dame una segunda oportunidad. Eres el amor de mi vida, Jungkook, no puedo dejarte ir tan fácil.

Jungkook sollozó, y negó, comenzando a limpiar las lágrimas de Taehyung. —M-mi clase se extendió, y mi teléfono se quedó sin batería... yo llegué, pero ya no estabas, p-pensé, yo pensé que t-tú-

—Oh, mi amor... —Taehyung volvió a rodearlo en un apretado abrazo, dejando ir sus lágrimas de alivio. Jamás en su vida había llorado tanto, quizás de niño, pero esperar en ese lugar, y ver que Jungkook no llegaba lo hizo sentirse el hombre más desdichado, pero tenerlo entre sus brazos, sabiendo que sí había asistido al lugar citado, hizo que en él despertaran todas las ilusiones muertas—. Te amo, te amo como no he amado a nadie.

Se mantuvieron un rato abrazados, y cuando sus lágrimas mermaron entraron al departamento de Jungkook. Si bien el estar juntos había aliviado sus lastimados corazones, sabían que no todo estaba resuelto. Debían hablar si quería resolver todo. Tomaron asiento en el sofá del lugar, y se permanecieron en silencio un rato, ordenando las ideas de su cabeza.

—¿Cómo están tus padres?

Jungkook sonrió de lado. —Están bien. Los extrañaba, me gustó estar con ellos.

—Me alegra escuchar eso —tragó saliva—. Estaba asustado porque no te encontraba, nunca pasó por mi cabeza que irías a tu casa.

—Fue una decisión que tomé en el momento... necesitaba un abrazo de mis padres.

Escuchar aquello logró que Taehyung se sintiera mal. —Lo siento, es mi culpa que te sintieras así.

—Hablé con mi madre sobre lo que sucedió entre ambos —Taehyung se sentó derecho, sintiéndose nervioso—. Me aconsejó y me hizo ver las cosas de un lado que no lo había visto. Me hizo ver que tú y yo fuimos los culpables de todo esto, y que Tzuyu realmente no fue la causante de nuestro problema. Quizás fue un factor, pero todo dependía de nosotros dos nada más.

Suspiró, y tomó las manos de Taehyung. »Yo también debo pedirte disculpas a ti, Taehyung. No confíe en nosotros, en lo que me habías demostrado, y te oculté todo lo que estaba pasando. Prácticamente te obligué a escoger entre tu amiga y yo, y me molesté cuando me escogiste, pero no actuaste como yo quería que lo hicieras. No fuiste un mal novio, no podías defenderme si yo no te contaba lo que estaba sucediendo. No puedes hacerlo todo si yo no pongo de mi parte, no puedes actuar como quiero si no te doy el contexto, y no puedes defenderme si no te digo que necesito que lo hagas. Discúlpame por dejarme cegar por mis inseguridades cuando tú nunca me has dado razones para tenerlas.

—Debí darme cuenta, Jungkook, debía notarlo. Se supone que te conozco, y todo este tiempo sabía que algo estaba mal y-

—Y a pesar de no saber nada me ayudabas —lo interrumpió—. Te quedabas conmigo, y fuiste paciente. Nunca me obligaste a decir lo que sentía, simplemente permanecías a mi lado, siendo mi apoyo. Taehyung, ambos fallamos, pero eras tú el que siempre se disculpaba. Me toca a mi hacerlo. Todo este tiempo separados me tomé el tiempo de pensar en esta situación, y fui tan egoísta contigo. Le comentaba a todos como me sentía, y todos despotricaban en tu contra y en contra de Tzuyu, pero nunca te comenté la situación a ti, y yo también merezco que me digan lo tonto que fui por no confiar en la única persona que realmente me ayudaría.

—No fuiste un tonto, Jungkook, no hables de esa forma de ti —Taehyung hizo una mueca con los labios—. Estabas envuelto en tus inseguridades, y puedo imaginar lo difícil que fue para ti hablar de lo que estaba pasando. Nunca te he dado razones para dudar, ambos lo sabemos, pero, amor, la mente es impredecible e independiente, y ella puede actuar en nuestra contra. Yo podía asegurarte de que no había nada malo en ti, pero tu mente decía otra cosa.

Jungkook desvió la mirada, y alejó sus manos de las de Taehyung. —Deja de defenderme.

—No te estoy defendiendo, estoy poniéndome en tu lugar para poder entenderte.

—Pero no quiero que hagas eso, Taehyung. Ambos nos equivocamos, y durante todo este tiempo solo fuiste tú quien se sentía de esa forma —volvió a mirar al mayor, algo dolido—. Estaba tan centrado en que yo era la víctima, que no me tomé el tiempo de ver que si hubiese hablado de un principio nada de esto pasaría. Déjame sentirme culpable, déjame saber que yo también me equivoqué... deja de protegerme, justo ahora no quiero que lo hagas.

Taehyung tragó el nudo que sentía en la garganta, y asintió, mirando sus manos con pesar. —Yo también tengo inseguridades, Jungkook... —murmuró—, te lo comenté aquella vez. En mí vive el miedo de que encuentres a alguien mejor, pero también está el miedo de que te llegue a abrumar. Tzuyu una vez me hizo el comentario, y sé que no fue con la intención de ser buena, pero justo ahora lo pienso. Me dijo que sobreprotegerte está mal, y que pronto te aburrirías por eso... y ahora siento que es así.

—Yo no... —negó—, no hablaba de eso, solo que hay veces en las que debes dejarme vivir mis experiencias para poder aprender. Taehyung, justo ahora quiero que me dejes saber lo mal que actué, pero si insistes en justificar mis actos entonces no aprenderé. Tú nunca me abrumas, ¿Sí? No pienses eso. Sueles darme mi espacio, y esperas paciente a que te cuente mis cosas. ¿Crees que eso es abrumar?

—Lo siento.

—No lo hagas.

La sala quedó en silencio nuevamente, ambos canalizando la nueva información dada. A Jungkook le pareció irónico que Tzuyu no solo hubiera intentado manipularlo a él, sino que también había intentado con Taehyung. Le pareció enfermo que se metiera en la mente de las personas por el simple hecho de dañar.

—Ahora que la nombras, ¿Dónde está?

—No lo sé —Jungkook lo miró sin entender, y Taehyung se encogió de hombros—. Me fui a un hotel ese día, y cuando volví ya no estaba ni ella ni sus cosas. Le dije que no quería volver a saber de ella, y que no la quería cerca de ti.

Jungkook parpadeó, genuinamente sorprendido. —¿Te dijo por qué hizo lo que hizo?

—Al parecer siempre estuvo enamorada de mi —frunció el ceño. Aún lo recordaba y se sentía confundido—. Nunca me di cuenta de eso, y cuando me lo dijo... fue extraño, pero al mismo tiempo me sentí dolido. Ha sido lo más cercano a mi mejor amiga, y saber de lo que fue capaz me hizo sentir muy triste. Me repetía lo feliz que estaba por verme feliz, y que siempre tendría su apoyo... ya veo que todo era falso.

Taehyung lucía afectado por la situación, y eso logró que Jungkook se sintiera mal. Había perdido una amiga, y no de una forma bonita, enterándose de cosas que lastimarían a cualquiera.

—Deja que pasen los años, Taehyung, quizás vuelvas a encontrarte con ella.

—No —se negó de inmediato—. Nunca olvidaré lo que te hizo, y no la quiero de nuevo en mi vida. Por ahora me duele un poco, pero las amistades terminan, y esta fue una de ellas. Sabía lo importante que eres para mí, y aún así se atrevió a lastimarte, así que no quiero ese tipo de amistades conmigo.

—Entiendo.

Taehyung lo miró unos instantes, antes de estirar sus brazos para tener a Jungkook abrazado a él. Tomó un gran respiro del aroma de su cabello, y dejó un pequeño beso en la zona. —Te amo, ¿Tú me amas?

Jungkook tragó saliva, pero asintió. —Lo hago.

—Sé que no estamos bien, y que nuestra confianza está rota. Sabes que nunca te obligaré a nada, Jungkook.

El chico mordió su labio, sintiendo las lágrimas nuevamente en sus ojos. —¿Por qué dices eso?

—Porque siento que no me has dicho todo lo que sientes —musitó, acariciando la espalda de Jungkook. No era tonto, podía verlo en los ojos del contrario—. Teníamos un mes sin vernos, amor, y aunque te dijera para vernos, siempre te negabas. Las veces que te decía que te amaba, nunca respondías de vuelta.

—Pero lo hago, y estoy aquí.

—Creo que solo te asustaste por pensar que me perderías... creo que la idea de no volver a vernos te hizo correr a mi —se separó de Jungkook, mirando ahora sus ojitos brillantes de lágrimas, y sintiendo como pronto sus ojos también estarían llenos de lágrimas—. Tú no te alejarías todo este tiempo por gusto, algo más está en tu cabeza.

—L-lo siento, Tae —el primer sollozo salió, y Taehyung derramó la primera lágrima.

—Solo... solo dilo —sorbió su nariz, sintiendo su corazón débil.

Jungkook bajó la cabeza. —Hay que tomarnos un tiempo. Yo... te amo, pero tenerte a mi lado aún me duele. Incluso ahora, que hablamos, ya deseo que te vayas de aquí.

Taehyung apretó sus labios, y asintió, sin evitar que gruesas lágrimas bajaran por sus mejillas. —Lo entiendo.

—Comenzaré a ir a terapias —confesó entre lágrimas—. Esta situación sacó lo peor de mi, y me siento tan r-roto. Quiero volver a ser lo que era, y quiero mejorar al mismo tiempo. Yo, mhm, no sé cuánto me cueste, así que si t-

—Te esperaré —afirmó, mirando a Jungkook con determinación—. No importa cuanto tardes, yo te esperaré, y si eres tú quien no me quiere más, entonces te dejaré libre, pero no me voy a comprometer a decirte si hay alguien más, porque mientras exista la posibilidad de estar juntos, no miraré a nadie más que no seas tú.

Jungkook se abrazó a Taehyung, sintiendo algo de consuelo en sus palabras, pero no tomándolas tan en serio, puesto que no había un tiempo determinado para volver, y sabía que Taehyung no esperaría por él toda la vida. No iba a ser egoísta.

Se levantaron del sofá, dirigiéndose a la salida. Ambos se miraban, con Taehyung a punto de irse, pero como si sus cuerpos se llamaran, unieron sus labios en un necesitado beso con sabor a amor y a despedida. Un beso que tenía la ilusión de no ser el último. Un beso con el que se decían adiós, pero que al mismo tiempo les daba algo de fuerzas para afrontar lo que venía.

Se separaron, y sin decir más nada Taehyung se fue, con la mirada perdida de Jungkook en su espalda. Tocó sus labios, con las lágrimas corriendo libres, teniendo la incertidumbre de si era o no el último beso que se darían, pero ya no había marcha atrás. Ambos necesitaban de ese tiempo, ambos necesitaban de un espacio para sanar.

No sabían si se volverían a encontrar, pero Jungkook sabía que amaba a Taehyung, y este era hermosamente correspondido...

...y eso, era todo lo que tenían por ahora.

FIN

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro