Juicio

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Capitulo 34

Narra Monik

No había nada peor que despertar sabiendo que me enfrentaría a un día difícil. Sobre todo después de llevar unos días tranquilos y agradables. Mi vida junto a mi nueva familia era totalmente diferente, estaba feliz la mayor parte del tiempo y hasta había conseguido un trabajo de media jornada en un café como mesera. Todo eso para mí era la definición perfecta de felicidad, sobre todo porque la música formaba parte de mi vida de nuevo en otra institución.

Ese día no me hacía mucha ilusión, al contrario, me tenía bastante nerviosa. Se trataba del juicio de mi padre. No tenía muchas ganas de asistir, pero un Jayled resentido me convenció con estas palabras:
—¡Vamos! Debes mirarle a la cara y reprocharle todos esos años de agonía, tu presencia le recordará que el nadie se va de este mundo debiendo nada.

Es innegable que eso me emocionaba un poco. Después de todo Thomas se merecía eso y mucho más. Si bien era cierto que se lo merecía yo me sentía incapaz de decirle nada. No quería confesar frente a un tribunal de muchas personas que llevaba muchos años siendo víctima de maltratos, me temía que se burlaran de mí y pensaran cosas que no era ciertas. Habían personas que me creían, sin embargo, por alguna razón también había gente que reprochaba mi forma de actuar y criticaba como había salido todo.

Dejando todos los miedos y complejos de lado terminé de arreglarme el cabello y salí de casa con Jayled. Nuestro destino quedaba más cerca de lo que me hubiera gustado.

En pocos minutos nos encontrábamos sentados en ese salón, yo en mi respectivo asiento y Jay en donde iban los conocidos, me di cuenta que sobresalía mucho color de la madera por todo el lugar. Habíamos llegado temprano ya que aún no estaban los policías, los abogados o la fiscalía. Sólo habían un par de conocidos de mi padre y ese séquito de hombres que peleaban por él.  Estaba muy nerviosa, pero intenté no demostrarlo, lo peor era que me miraban mal esos hombres que tenían a mi padre como amigo y esas mujeres que lo idealizaron como el tipo perfecto que jamás fue. Todas ellas me odiaban, podía sentirlo en el ambiente, un par de "susurros" intencionales me hicieron darme cuenta que me percibían como una malcriada en busca de atención.

Por otro lado algunas miradas tristes me compadecían y apoyaban desde la distancia, eso fue suficiente para calmarme y que todo el odio restante se transformara en fuerza. Pronto habían llegado todos los necesarios para iniciar el juicio. Pude ver entrar a Thomas con ese tétrico traje que llevan los presos, junto a su abogado, ese que mentiría hasta la muerte para inculparme a mí de todo.

Lamentablemente el juez anunció que sería yo quien hablaría primero. Y procedí a hacer lo clásico, era mi primera vez en un juicio, pero aún así había leído un par de veces sobre como funcionaba todo.

—Yo, Monik Wembley —pronuncié el apellido con dificultad y no pude evitar mirar de reojo a mi padre —juro solemnemente decir la verdad y solamente la ver...

...

Cada cosa iba como debía en el juicio, nada fuera de lo común. Un par de testigos dieron sus declaraciones a mi favor y comencé a ver al futuro con unos ojos brillantes. Pero nada me prepararía para lo que estaba por pasar.

Era hora de anunciar la sentencia, sabía que las leyes de ese país no eran la gran cosa, no esperaba demasiado, pero sí los suficientes años como para largarme y no verle el rostro por unas décadas. Era momento de mis últimas palabras hacía él. Cuya conversación no olvidé nunca.

—Me hisiste daño y lo sabes... pero una ves te dije que el bien siempre triunfa sobre el mal y hoy te lo he demostrado. Te digo aquí delante de todas estas personas que te equivocaste, que pagarás por cada una de las cosas que me hisiste, que la próxima vez que te dé la luz del sol serás un viejo incapaz de estar de pie por dos minutos seguidos. Y aunque tal vez no debería decir esto... me alegro.

Me sentía como dando un discurso motivador, a pesar que mis palabras no tenían nada que ver con eso, aún así esa fue la sensación que tuve. Tal vez fue mi forma de cerrar página y darme el empujoncito que necesitaba a mi misma.

Jayled fue quien inició los aplausos y yo sonreí. Miré orgullosa a la multitud, luego alcé la vista a mi padre, él también sonreía y eso me descolocó un poco.

—No me llevaré a la cárcel mi secreto —anunció

Yo lo miraba espectante, y no era  la única.

—Hija —susurró, él sólo me llamaba así en situaciones extremas —Tu madre nunca se fue. Yo la maté. Yo te alejé de ella y al final terminaste siendo igual de prostituta, igual de imperfecta. Ahora espero que me odies aún más y vivas pensando en eso, porque aunque yo no esté en sus vidas ustedes pagarán por todo lo que me han hecho.

No podía moverme, no podía creerle. Todo a mi al rededor comenzó a avanzar más lento de lo normal, la gente comenzó a correr de un lado a otro, la policía movió papeles, Jayled se acercó a mí, yo lo aparté. No reaccioné hasta que el juez dió dos veces en la mesa exigiendo orden y la fiscalía agregó cargos por homicidio.

Y salí corriendo.

N/A
Hola queridos, reaparezco después de dos semanas de duro trabajo y enfermedad. Solo quedan dos caps + el epílogo y una sorpresa para terminar. Pronto estaré con lo demás. Me he demorado pero tengo mis razones y les agradezco por nunca presionarme para que actualice, son los mejores.

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