•Meses después.
Boda.

—Está creciendo mucho tu vientre —manifiesta Gulf mirando el vientre de Libis.

—Sí, ya se está haciendo notar este pequeño cachorro o pequeña cachorra —responde Libis masajeando sus 4 meses.

—¿Ya el próximo mes deberías saber que será? —pregunta Gulf sonriendo.

—Sí, pero con Kao no queremos saber que será, queremos que sea sorpresa, solo queremos que venga a nosotros sano o sana —responde Libis mirando la hora—. Ya estoy nerviosa.

—Imagino que si, después de tantos años, por fin te podrás casar con Kao —responde Gulf mirando su reloj.

—Nunca hemos tenido la oportunidad de conversar solo los dos —dice Libis tomando asiento—. Nunca te he pedido perdón de forma correcta, hace años cuando supe que la Diosa Luna los unió, estaba muy celosa, ya que ya amaba a Kao. Y cuando Kao te rechazo no me dio pena verte sufrir, me sentía feliz y no debería haber tenido ese sentimiento, debí apoyarte o bien acogerte.

—Ya no sigas hablando del pasado, estaba simplemente feliz por tener un destinado, si lo pienso creo que jamás llegue a tener un genuino sentimiento por Kao —responde Gulf sentándose—. Y también me di cuenta de que Kao tampoco tenía sentimientos hacia mí, solo fue un capricho o bien una obsesión donde solo le hacía caso a su madre.

—¡Argh! Esa vieja odiosa, ahora la tengo que aguantar de suegra y abuela de mi cachorro —dice Libis con gesto de desagrado—. Ni crea que trataré de ser simpática con ella.

—Ignórala, existe un dicho que dicen que si estás embarazada y odias a alguien, ese cachorro nacerá parecido.

—¡No! La amo, la adoro a mi suegra —repite Libis uniendo sus manos—. Diosa Luna, Dios, que mi cachorro o cachorra no se parezca a esa mujer, por favor.

—Jajaja, eso es gracioso —se burla Gulf mirando su reloj—. Ya es hora que vayas a sufrir el matricidio.

—Ja, qué chistoso, en algún momento también deberás vivir el matricidio con el Rey Alfa —responde Libis arreglando su velo de novia.

—Tal vez en unos años más, aún tengo que seguir conociendo a mi Alfa, aunque se ve duro y frío, es bastante infantil —responde Gulf sonriendo.

—Si he visto que contigo es muy cariñoso y con los demás es un ogro —responde Libis—. Pero es bueno que sea así con su Omega. En todo caso solo a ti te debe amar y cuidar, nosotros solo somos sus servidores.

—Puede ser que sea así, ya llegó la hora, ¿lista para el matricidio? —pregunta Gulf acercándose y ayudarla a arreglar su velo.

—Lista, uff… No puedo creer que por fin llegó este día —responde Libis dándole un beso en la mejilla a Gulf—. Gracias por tu generosidad de pagar la fiesta con el Rey Alfa y acompañarme en este día pese a lo mal que me porté en el pasado.

—No te preocupes, pasado pisado —responde Gulf para abrazarla.

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(Matrimonio)

—Respira, estás al borde de un colapso —dice Zee ayudando a Kao.

—¿Y si se arrepintió? —pregunta Kao mirando la entrada.

—No digas tonterías —dice la madre—. Libis no haría eso, siempre te ha amado.

—Espero un día puedan hacer las pases, no me gustaría estar en medio de ustedes dos —dice Kao mirando su reloj.

—Algún día lo haremos, por ahora solo concéntrate en ser un buen Esposo y padre —responde la madre mirando hacia la entrada cuando la música empieza a sonar—. Mira allí viene.

—Ve a tu lugar —dice Zee para ir a sentarse.

—Sí —responde Kao para ir a su lugar.

Libis sonríe mientras Gulf la lleva del brazo y todos aplauden. Al llegar Gulf entrega a Libis y Gulf se va a sentar junto con Mew.

—Buenos días a los presentes, en este día damos la bienvenida a este sagrado matrimonio entre el señor Kao Noppakao y la señora Libis Satida —empieza a hablar el juez.

—Tú te verás más lindo cansándote contigo —susurra Mew mientras el juez habla.

—¿Es una propuesta acaso? —susurra Gulf sin dejar de mirar a Kao y Libis quienes aceptaban el matrimonio.

—Claro que sí, eres mi Destino y claramente también seremos esposos un día —responde Mew aplaudiendo levemente cuando Kao empieza a hablar de sus votos matrimoniales.

—Hablemos después, ahora estamos en una boda —responde Gulf aplaudiendo levemente.

—Ya quiero verte decir tus votos matrimoniales —sonríe Mew tomando la mano de Gulf—. Yo, el Rey Alfa Mew Suppasít prometo amarte y cuidarte por el resto de mi vida, serte fiel, amarte y cuidarte en la salud y enfermedad. En la riqueza y en la pobreza hasta que la muerte nos separe. Te amo Gulf y prometo estar siempre a tu lado protegiéndote.

—Mew… —susurra Gulf con sus ojos con lágrimas al voltear a mirarlo—. Solo te faltó el anillo.

—Veo que no conoces a tu Alfa —responde Mew sacando el anillo del bolsillo y posarlo sobre el anular de Gulf—. Ni la muerte será capaz de separarnos.

—¿Cuándo lo compraste? —pregunta Gulf mirando el hermoso anillo que estaba en su dedo.

—Hace meses —responde Mew sacando el otro anillo y dárselo a Gulf—. ¿Y?

—Pillo —responde Gulf sonriendo y tomar el anillo para colocarlo sobre el anular de Mew—.  Con este anillo yo Gulf Kanawut, líder de la manada Oeste, te acepto con todo mi corazón a ti Rey Alfa Mew Suppasít para amarte y cuidarte, estar contigo en la salud y en la enfermedad, riqueza y pobreza y sobre todo serte fiel hasta que la muerte nos separe.

—Más haya de la muerte —responde Mew para besar los labios de su Omega—. Te amo cariño.

—Y yo te amo a ti amor —responde Gulf devolviendo el beso.

—¿Existe alguna persona que conozca motivos para que está pareja no se una en sagrado matrimonio? ¿Existe alguien que se niegue a esta unión? —pregunta el juez mirando a los presentes—. ¿Nadie? Entonces como nadie se niega o conoce motivos. Los declaro marido y mujer. Señor Kao puede besar a su esposa.

—Gracias —responde rápidamente Kao para besar a Libis.

Todos empiezan a aplaudir y a acercarse a felicitar a los esposos.

—Por fin ya son esposos —dice Mew acercándose—. Ahora Kao debes ser un buen Esposo y padre. Sobre todo seguir cumpliendo con mi mandato de hace unos meses.

—Sí, Rey Alfa, no he fallado y cumpliré lo prometo —responde Kao con una corta reverencia.

—No seas anticuado, esa no es una forma de felicitar a los recién casados Mew, ¿quién habla de mandatos en una boda? Argh… —regaña levemente Gulf abrazando a Libis—. Muchas bendiciones en su matrimonio y con su cachorro o cachorra en camino.

—Gracias Gulf por tus buenos deseos —responde Libis.

—Gracias Gulf y realmente lo siento por todo lo malo que ya pasó entre nosotros —dice Kao palmeando el hombro de Gulf—. Gracias por tus buenos deseos.

—De nada —responde Gulf abrazando a Kao—. Sé un buen Esposo y padre. Ahora ellos deben ser tu prioridad en esta vida y realmente pórtate bien porque sé que Libis es una loba fuerte y no te necesitaría para ser una buena madre.

—Jajaja, cruel, lo sé, pero seré un buen Esposo y padre de este cachorro o cachorra en camino —responde Kao tocando el vientre de su mujer.

—Bueno, esto es matrimonio y ahora viene la fiesta —dice Mew sacando a Gulf de al lado de Kao y abrazarlo para envolverlos con sus feromonas—. A celebrar se ha dicho.

—Gracias por la fiesta Rey Alfa —dice Libis sonriendo.

—No hay nada de que agradecer, ya saben que Gulf pago la mitad —responde Mew.

Todos terminan de felicitar a los recién casados y se van a sus respectivos autos para llegar al salón donde se llevaría a cabo la fiesta.

—Vamos, que muero de hambre —dice Gulf abriendo el auto y Mew lo detiene—. ¿Qué ocurre?

—¿Te he dicho hoy que te amo? —pregunta Mew al abrazarlo.

—¿Hoy? Hmmm… No, creo que hoy no —responde Gulf recordando las veces que se lo dijo y ya perdió la cuenta.

—He sido un pésimo Alfa —dice Mew riendo—. Te amo Gulf, te amo demasiado y agradezco enormemente a la Diosa Luna que te haya puesto en mi vida, realmente no hay día que no te ame y te prometo que ese anillo de compromiso será un matrimonio enorme que dure varios días y todos sepan que tu mi hermoso Omega tienes en tus manos mi corazón y mi vida. No me importa que seas un Omega recesivo, solo me importa que sigas siendo tu el Omega que roba mis suspiros cada día.

—Gracias por tan bellas palabras mi hermoso Rey Alfa, gracias por tanto amor y aceptarme como soy, por darme tanta seguridad y paz en mi vida, jamás olvides que te amo más que a nada en este mundo —responde Gulf besando a su Alfa—. Gracias Diosa Luna por este hermoso y cariñoso Alfa.

—Cariño, ¿y si vamos a un lugar más privado? —propone Mew de forma coqueta.

—¡Mew! No seas pillo —se ríe Gulf para soltarse de su Alfa y subir al auto.

—De verdad, gracias Diosa Luna, por este maravilloso Omega que me has dado.

🐺🐺Fin 🐺🐺