—¡Eres un maldito lobo desgraciado! —grita Libis siguiendo a Kao detrás—. ¡Yo soy tu destinada!

—¡Maldita sea! ¡Gulf no puede ser el destinado del Rey Alfa! —grita Kao tirando su corbata al living.

—¿¡Me estás escuchando?! —grita Libis para abofetear a Kao—. ¡Yo soy tu destinada!

—¡No me vuelvas a tocar estúpida! —grita Kao tomándola del cuello y luego tirarla al piso—. ¡Mi marca no te hace nada para mí! ¡Solo eres otra estúpida Omega!

—¡No olvides quién soy yo! ¡Soy Libis! ¡Líder de la manada Sur!

—¡Y yo soy Kao! ¡Líder de la manada Norte! —contraataca Kao gruñendo y mostrar sus ojos rojos.

—¡Dijiste que olvidaste a Gulf! ¿¡Cómo mierda me humillas delante de todos?! —regaña Libis al ponerse de pies y sus ojos reflejaban un azul intenso—. ¡Ya han sido tres malditos años! ¡Gulf solamente es un lobo ordinario!

Kao se sirve un trago y se sienta con gran enojo en el living, escuchando una y otra vez los mismos reclamos de Libis. Recordando el día en que rechazó a Gulf.

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•Inicio flashback.
3 años atrás.

—Gulf Kanawut de la manada Oeste es un simple Omega recesivo. Es un Omega débil con baja taza de fecundación, incluso tiene problemas para controlar sus feromonas —dice la madre de Kao—. Aunque la Diosa Luna los quiera unir, debes rechazarlo. Yo quiero muchos nietos y ese lobo débil no será bueno para la descendencia de la familia.

—Ir en contra de la voluntad de la Diosa Luna, quiere decir que debemos pagar un precio muy alto, podríamos perder tierras e incluso nuestras buenas cosechas, nuestro territorio se podría ver perdido si la Diosa Luna nos castiga por ir en su contra —responde Kao arreglando su corbata—. Además, eso debiste decirlo antes, no ahora que estoy a 1 hora del compromiso con los de la manada Oeste.

—No hagas caso a supersticiones, jamás hemos perdido nada, tenemos grandes riquezas y aunque perdamos cosechas, eso no quiero decir que caeremos en la ruina, puedes hacer buenos negocios con los humanos —responde la madre retocando su labial—. Sí que no seas la burla de todos, solo recházalo y punto. Además, tengo entendido que Libis la líder de la manada Sur, está muy interesada en ti. Ella sí es una Omega fuerte y puede dar muchos descendientes, además tiene grandes riquezas, uniendo ambas manadas pueden ser más ricos que incluso el mismo Rey Alfa.

—No digas tonterías, mira que ni uniendo las cuatro manadas tendríamos tonto dinero como el rey Alfa. Él es un Ceo con mucho dinero entre los humanos, y aquí también —responde Kao arreglando su cabello.

—Jamás he entendido la obsesión del rey Alfa de vivir entre los humanos, pero ya él verá, es su vida y tu Kao me harás caso y solo haz él rechazó. No morirá Gulf por eso —dice la madre.

—Sí, puede morir, un rechazo es algo delicado, además si me gusta Gulf, yo quiero estar con él, es el próximo heredero de la manada Oeste y estoy seguro de que por algo la Diosa Luna nos hizo destinado —responde Kao—. Ellos sí tienen más riquezas que Libis.

—Solo piensa que si quieres seguir siendo de esta manada o irte a vivir con ese estúpido a la manada Oeste y olvidar que tienes madre, deberás vivir bajo las órdenes de su padre y tú no eres una persona que se deja dominar —dice la madre saliendo de la habitación.

—Mi madre tiene razón, aunque me guste mucho Gulf y sea el siguiente líder de la manada Oeste, jamás podría darme descendencias como quiero y sobre todo jamás podría vivir bajo las órdenes de su padre. Solo debo mantener mi estatus e ir por Libis. Aunque no sea tan grande su riqueza como Gulf.

•1 hora después.
(Fiesta de compromiso)

—¿Tomaste tu decisión? —pregunta la madre bebiendo de su vino.

—Sí, ya la tengo decidida —responde Kao viendo llegar a Gulf y su familia—. Déjame a mí hacer las cosas a mi manera, no te metas.

—Saludos, familia Noppakao —saluda el líder de la manada Oeste, el señor Nadech Kanawut—. Aquí estamos como acordamos. Hijo, saluda a tu prometido.

—Kao, un gusto verte nuevamente, señora Noppakao, un gusto verla también —saluda Gulf sonriendo—. Aquí trajimos regalos, no quisimos llegar con las manos vacías, después de todo seremos familia.

—¡Te rechazó!

Grita Kao ante de recibir los regalos. Gulf tocó su pecho y sangro por su boca para luego caer al piso muy débil.

—¿P-Por qué? —pregunta Gulf cambiando a su lobo y retorcerse de dolor aullando.

—Gu…(Gulf)

Trata de acercarse Kao y su madre sujeta fuertemente su mano para que no se mueva de su lugar.

—¿¡Por qué has rechazado a mi hijo?! La Diosa Luna ya los había unido —dice el padre sorprendido—. Creí que ya había un acuerdo entre las manadas.

—No daré explicaciones, solo lo rechazo, no obedeceré a lo que la Diosa Luna haya formado —responde Kao apretando sus puños.

—Mi hijo ya hablo —dice la madre de Kao—. Ahora váyanse. Ya no tienen nada que hacer aquí.

Kao mira a Gulf como volvió a ser humano y salió como pudo del salón sin mirar atrás, solo se podía oler en sus feromonas su pena y odió.

Su familia salió detrás sin decir nada.

—Que bella pulsera de Zafiros y diamantes —dice la madre abriendo el obsequio que Gulf traía—. Sería un bello obsequio para Libis, ¿no lo crees? Las mujeres aman las joyas.

—¡No, no lo creo! —responde Kao arrebatando la pulsera y romperla—. ¡No te atrevas a tocar nada de esto, eso será devuelto y no me involucres tampoco con Libis!

Kao se sintió débil y empezó a expulsar sangre de su boca y caer al piso de igual forma que Gulf lo hizo. Cambiando de forma a su lobo Gris y aullar de dolor.

—¡Hijo! ¡Esto es culpa de ese desgraciado! —grita la madre preocupada—. ¡Ayuda! ¡Ayuda!

Fin flashback.

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—De aquel día pagué con mi sangre lo que hice con Gulf, estuve en coma 7 meses y al despertar su nombre fue lo primero que dije: «Gulf» fue cuando me enteré de que Gulf fue desterrado por su familia y se fue a vivir con los humanos.

—¿¡Me estás escuchando?! —grita Libis frente a Kao—. ¡Hey! ¡La tierra llamando a la luna!

—Vete a dormir, no te quiero ver ahora, quiero estar solo —responde Kao bebiendo hasta el fondo—. Vete callada o realmente me verás enojado. Porque una simple Omega, por más que sea una líder, no es digna de alzar la voz a un Alfa como yo. Si quieres seguir siendo mi destinada, mejor ponte en tu lugar.

—¡Huy! ¡Estúpido Gulf! —grita Libis para irse a la habitación.

—Jamás debí ser tan orgulloso, si tan solo pudiera retroceder el tiempo te aceptaría sin pensarlo dos veces mi hermoso Omega Gulf. Hoy serías mío y no de ese Rey Alfa. La Diosa Luna nos juntó y haré valer su voluntad.

Kao tira el vaso al piso y se levanta con gran enojó. Va a la habitación donde estaba Libis y la empezó a besar con gran desesperación deseando los labios de Gulf.

—K-Kao… Detente… —pide Libis al sentir un líquido espeso atravesando su garganta—. Estoy sangrando, estás siendo muy brusco.

—¡Cállate! ¡Solo bésame y no digas nada! —regaña Kao volviendo a besarla.

—¡No quiero idiota! —responde Libis alejándose y abofetearlo—. ¡Estás así solo por ese imbécil! ¡Soy Libis! ¡Mírame! ¡Soy Libis y no Gulf!

—Claro que sé quién eres, tu olor agrio no es tan dulce como el de él —responde Kao empujan a Libis a la cama—. Ya me quitaste al ánimo. Vete a dormir, no vales nada.

—¡Maldito Kao! —grita Libis golpeando la cama una y otra vez—. ¡Gulf ya tiene su destinado y no eres tú imbécil!

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