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Al sur de la ciudad de Inglaterra, se encuentra un pequeño poblado donde lo actual y antiguo se fusiona, grandes mansiones victorianas coexisten en armonía con edificios de apartamentos y barrios urbanizados; este lugar se conoce como Umbrige. En este poblado la clase más alta reside en un conjunto de colinas, que están llenas de las mejores mansiones antiguas de la vieja aristocracia inglesa, el hermoso paisaje de grandes casas, colinas verdes y millares de pinos esconde un gran secreto; oculto en lo alto de la tercera colina se encuentra la mansión donde; según los rumores viven cuatro hermosos chicos, que no son vistos con facilidad.

La mansión Mukami lleva unos cuantos años poblada por los hermanos Ruki, Yuuma, Azusa y Kou, quienes debido a su naturaleza deben ocultarse a diario en las habitaciones de la mansión, aguardando pacientemente el momento indicado para llevar a cabo sus ideales; ya que todo su destino y planes, dependen de una chica que se encuentra encerrada día y noche en su habitación desde el momento en que fue secuestrada y traída a Umbrige.

-Sí ella nos sigue temiendo, no lograremos convertirle en nuestra Eva-explico el joven de cabello grisáceo y boina escarlata conocido como Azusa.

-No podemos hacer nada para cambiar eso, simplemente actuamos según las ordenes de padre –dijo con simpleza el rubio de ojos azules que respondía al nombre de Kou.

-Ella no tiene opción, sabe que debe aceptar su destino o morirá –comento el castaño rojizo de coleta llamado Yuuma.

-Ya van tres meses, y al parecer la niña tiene voluntad de hierro –dijo el pelinegro de puntas ceniza que se llama Ruki.

-No entiendo como los Sakamaki lograron que ella cediera, no entiendo a las humanas –dijo Azusa.

-Alimentarnos de su sangre no es suficiente, ella no es especial como el corderito de los Sakamaki –explico Yuuma con fastidio.

-Tendremos que intentar otra forma, no queda de otra. Iré a verle esta noche –anuncio su decisión Ruki.

-Pero papá nos prohibió jugar con ella –comento kou.

-Yo no juego con la comida, pero puedo intentar algo mas –dijo Ruki antes de irse a su habitación.

-No sé qué tenga en mente Ruki, pero, no puede ser tan malo dejarlo intentar –proclamo Asuza.

Esa noche el cabeza de los hermanos Mukami: Ruki, ingreso en la habitación de la chica que tenían prisionera desde hace casi tres meses.

-Buenas noches Isabella –saludo Ruki con confianza.

-¿Qué quieres? ¿Acaso no es suficiente con tenerme como juguete en este lugar? –reclamo una chica de cabello largo negro y ojos obscuros desde la cama con doses que se encontraba en el centro de la habitación.

-Cálmate Isabella, no vengo con ganas de lidiar contigo- dijo fastidiado Ruki.

-No puedes pedirme que me calme, me tienen encerrada desde hace mucho –volvió a reclamar la chica.

-Y eso no cambiara, hasta que te muestres colaboradora con nosotros –contesto con calma.

-Y eso jamás sucederá, no colaborare con seres tan abominables como ustedes –ataco la pelinegra.

-¿Abominables? ¿Enserio crees eso? –pregunto mientras se acercaba a la pelinegra.

-Claro que sí ¡Son monstruos! –exclamo la chica.

-¿Así que monstruos? –murmuro mientras acorralaba a la chica contra una pared -¿Por qué dices eso?

-Porque ustedes son vampiros, me han secuestrado y usado para beber mi sangre durante mucho tiempo –dijo llorando.

-No te sientas especial por eso, simplemente eres un peón en nuestros planes. Que bebamos de tu sangre no te hace especial, pettite –dijo suavizando la voz y hablando francés al final.

-¿Entonces para que me quieren? –dijo nerviosa.

-Esos detalles no se le dicen a la comida –dijo mientras pasaba la nariz por su cuello en forma de caricia, al llegar al punto exacto donde su yugular palpitaba; la mordió.

-Suéltame por favor –suplico quedamente la muchacha.

La chica sentía como las fuerzas de su cuerpo se debilitaban; no le quedo de otra que sostenerse del cuerpo de Ruki para seguir en pie. De un momento a otro Ruki aflojo su mordida y se separó de la muchacha dejando que callera al suelo.

-Nos vemos luego, pettite –se despidió el chico y salió de la habitación.

La chica se arrastró hasta su cama y miro con decisión el objeto que tenía en sus manos: una horquilla de cabello que logro quitarle a Ruki de la cabeza.

-Ya no beberán de mí nunca más, malditos Mukami –susurro con determinación antes de caer desmayada por la falta de sangre.

En la sala de la mansión estaban reunidos aun los hermanos y se encontraban conversando, hasta que apareció su hermano bajando por las escaleras.

-¿Y bien Ruki? –pregunto Yuuma.

-Nada ha cambiado, esa chiquilla aún se resiste a nosotros –explico Ruki.

-Solo queda seguir visitándola y beber su sangre, hasta doblegar su voluntad poco a poco –dijo Azusa.

-Al parecer ese es el único plan, yo la visito mañana Ruki –pidió Kou.

-Adelante, por el momento creo, que no hay nada más que hacer –expuso el pelinegro.

Todos en la mansión perdieron el tiempo, hasta que llego el amanecer. Cuando el sol salía gruesas cortinas tapaban los ventanales y los cuatro hermanos se recluían en sus habitaciones, en un sueño inquebrantable, a pesar de ser vampiros impuros y tener mayor resistencia al sol su inexperiencia los hacia temerosos de lo desconocido en aquella nueva existencia. Mientras en la habitación de la única chica en la casa, esta recién despertaba un tanto mareada.

-Hoy por fin es el día –susurro para sí misma la pelinegra.

La muchacha llevaba varias semanas planeando como saldría de allí, en varios de sus intentos anteriores de escape, fue localizando las posibles salidas de la casa y sabía que los hermanos Mukami serían incapaces de seguirle de día, sí es que lograba salir de la casa sin alertarles. Con la horquilla de cabello que le quito a Ruki la noche anterior, abrió la cerradura de la puerta de su habitación y recorrió con cuidado el pasillo que conducía a las escaleras, bajo por ellas para al pie de estas voltear en dirección a la cocina, pero, en su camino se interpuso un rubio que ella nunca había visto.

-¿A dónde piensas ir? –pregunto con calma.

-Lejos de aquí, cualquier lugar es mejor que estar esperando ser comida de estos tipos –dijo convencida la pelinegra.

-¿Realmente lo crees? –volvió a cuestionar.

-Estoy completamente segura –afirmo la chica.

-Muy bien te ayudare a escapar –contesto con simpleza.

-¿Realmente vas a ayudarme? –comento esperanzada.

-Por supuesto, después de todo soy humano al igual que tu –dijo el rubio.

-¡Muchas gracias!

-Por ahora sígueme, en el sótano hay una puerta que conecta con el jardín. Salta la reja y serás libre, aunque te recomiendo que no confíes en nadie –acoto con voz tranquila.

-¿Usted no viene conmigo? –pregunto la pelinegra.

-Si yo escapo contigo, ellos te encontraran muy fácil.

- Pero... -intento protestar la chica pero decidió callar.

El rubio y la muchacha caminaron con sigilo hasta la cocina y bajaron por la puerta que daba al sótano.

-Esto está muy sucio aquí –comento la muchacha buscando hablar de algo- ¿Acaso es usted doctor? –observando que el hombre que portaba una bata blanca de laboratorio.

-Sí, pero desde que fui traído aquí por los hermanos Mukami, no he tratado a nadie más que a ellos mismos.

-¿Pero ellos no son inmortales? ¿No deberían ser inmunes a las armas? –pregunto curiosa.

-Al parecer ellos no son como en los cuentos pintan a los vampiros –dijo el hombre riendo un poco.

-Bueno, es cierto. No todo es lo que parece –dijo bajando la cabeza apenada.

-Esa es la puerta de salida, mejor huyes rápido por esta zona obscurece más rápido de lo normal.

El hombre le señalo una puerta a la muchacha y ella subió unos escalones hasta la puerta de madera del techo para empujarla, pero esta estaba atorada. Luego de unos intentos, logro abrir la puerta y volteo para agradecer al hombre de la bata blanca, pero este ya no estaba allí.

Isabella corrió todo lo que sus piernas le daban, hasta la alta cerca de metal, la escalo y fue libre de todo lo que sufrió durante tres meses. En la mansión cinco hombres hablaban en una habitación completamente obscura.

-¿Por qué la dejaste ir papa? –pregunto Kou.

-Tengo la esperanza de que logre llegar con ellos y que alguno logre despertar el agente que la transformara en nuestra Eva –dijo el rubio de la bata blanca.

-Pero nosotros podíamos hacerlo Karlheinz-sama –exclamo Yuuma.

-Ha pasado mucho tiempo y no lo han logrado. Además es una simple mujer si no resulta hay miles más de donde elegir –contesto con ligereza el rubio, sentándose en la silla giratoria frente a un gran escritorio de caoba –Ahora ¿Por qué no van y descansan? Si ella se pierde, al alba hay que encaminarle a su nueva casa ¿No creen? –dijo un poco irónico y con falsa cortesía.

-Como usted ordene, Padre –dijo Ruki antes de sacar a sus hermanos de la estancia.

Isabella ya estaba lejos de la casa, pero sentía que debía alejarse más. Influida por el consejo del hombre rubio empezó a dudar incluso de la gente, que probablemente vivía en las casas que se veían desde lo alto de la colina. La pelinegra se internó en el bosque y en medio de su frenética huida, piso el borde de una pequeña ladera, por la cual cayó y rodo varios metros cuesta abajo. Durante la caída su cabeza fue impactada por una roca, lo que causo una pequeña hemorragia en su sien y que la chica perdiera el conocimiento.

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Y por aquí yo con una nueva historia! Con la que espero deleitar a los fans de el anime Diabolik Lovers.

En la imagen multimedia esta mi protagonista Isabella Dubois una chica de origen francés, de cabello y ojos obscuros, con una personalidad un tanto obstinada y difícil.

Se aceptan ideas, aplausos, besos, tomatazos y criticas de carácter constructivo.

Besos y Abrazos.

Mia_GnzlzR


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