Perdón si suena sombrío es que últimamente no estoy de humor.

Tal vez sea por el hecho de que me mataron violentamente. Aunque creo que es más posible que mi humor se deba a que terminé en el infierno.

Nada de qué preocuparse, soy buena persona. Lo juro. Simplemente terminé en el infierno por nacer.

Lo sé, lo sé algunos acaban ahí por provocar el holocausto o inventar la bomba nuclear, por ser asesinos y mentirosos, por verse todas las temporadas de Greys Anatomy o, no sé, por decir que no tienes hambre y luego comer lo que el otro prepara.

Yo terminé ahí por razones diferentes, para eso tengo que presentarles a mamá. Ella es la que tiene toda la responsabilidad por mi condena eterna. Mi psicóloga me lo advirtió, pero cómo iba a escucharla a ella, su mejor amigo era un gato.