Hemos llegado a un punto clave en esta historia, mi historia, es la parte en donde seguramente te estarás preguntando ¿Cuándo te escapas del infierno? ¿Vas a hacer algo más en ese lugar además de ser miserable? ¿Qué será de ti?

Pues mi historia no termina cuando me morí, ni cuando me torturaron, ni acabó cuando me enviaron al sector inusual. Tenía más problemas esperándome, supongo que los milagros siempre aparecen en una historia trágica.

Lo curioso de un problema es que solo es un problema cuando sabes que existe, de otro modo no lo es, aunque lo sea ¿Me explico? ¿No? No importa tampoco.

Lo que sí importa es que en la historia del desafortunado Asher Colm existe un conflicto gordo y tedioso, más molesto que un comercial de YouTube. El pobre diablo estaba traumado y no podía hablar de la inusual forma en la que había muerto, pero los demonios esperaban que hiciera una gira de charlas por todos los niveles del infierno para animar a la gente. Que contradictorio.

¡Y ya tenía una fecha para la gira de charlas!

Entonces el apuesto y sensual Asher Colm fue corriendo a sus amigos, y me refiero al drogón en perpetua abstinencia, a la chica odia hombres y al asiático que solo repite una frase. Les pidió ayuda porque su demonio torturador le había avisado que la semana próxima viajarían al nivel donde se almacenaban todos los mentirosos y tendría que narrar su muerte a miles de personas.

Era inevitable algo que él quería evitar.

Ya había tratado de cortarse la lengua, pero Leviatán hizo que le volviera a crecer y le ordenó que no se anduviera con juegos, como si eso fuera jugar y agregó que superara de una vez su muerte. Obviamente que el niño diablo lo hizo después de tragarse todo el frasco de pastillas neutralizadoras de sentimientos.

Pero Asher no sabía qué hacer y tenía miedo, pobrecito, le daba asco pensar en su perdedor, asqueroso y tarado tío Jordán haciéndole las cosas que le hizo. A duras penas podía recordarlo, mucho menos hablarlo.

Estaba perdido. Perdido como monedas en los fondos de un sillón.

Pero nocontó con su amiga Jenell. Ella tenía un plan maquiavélico para Leviatán, quéfrase más irónica ¿verdad?