[12] Temor Hasta En Los Huesos

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Capítulo Doce

Rowan no había podido sacar de su cabeza el rostro de ese hombre. Había quedado con una gran incógnita, y no hacía más que buscar respuestas, posibles respuestas que puedan calmar su ansiedad, pero con el paso de las horas empezó a frustrarse, trató de concentrarse en otras cosas pero nada sirvió.

Se empezó a escuchar mucho movimiento por los pasillos: Voces, pasos y máquinas. Mucho más ruido de lo habitual. Rowan se puso de pie y caminó hacia la puerta, pegó su odio hacia el metal y empezó a prestar atención, todo se escuchaba calmado, hasta que un estruendo hizo temblar las paredes, se llevo las manos hacia su cabeza tapando sus oídos, ya que el ruido fue muy molesto, empezó a retroceder lentamente, sonidos fuertes y agudos se escuchaban cada vez más.

Abrió sus párpados y para su sorpresa la puerta estaba abierta, se quedó de pie, esperando a que alguien entrará pero nadie llegó, frunció su entrecejo y caminó hacia la puerta, salió, observando hacia todos lados y al ver que no había nadie, sus extremidades empezaron a temblar, el corazón le martillaba contra su pecho, las luces estaban parpadeantes, se había quedado inmóvil esperando que algo ocurriera, y así pasó. Escuchó pasos detrás de ella, se giró de manera rápida, abrió sus ojos como botones, sorprendida con lo que tenía en frente.

—¡Muévete! ¡Debemos salir de aquí!—Exclamó Crew para luego correr hacia Rowan y agarrar su brazo con fuerza para empezar a correr nuevamente. Todas las puertas estaban abiertas.

Algo o alguien había hackeado el sistema de seguridad de el laboratorio, y esta oportunidad no la iban a desaprovechar.

—¡Por ahí no!—Gritó Persephone, llamando la atención de Crew, quien la miró con intensidad e intriga.

—¿Porqué?—Crew soltó el brazo de Rowan para acercarse a Persephone con el entrecejo fruncido.

—Por ahí.—Señalo Persephone a un pasillo que se veía largo y oscuro, ninguno de ellos a pasado por ahí, pero Persephone le parecía buena idea.

Blanco apareció detrás de Persephone, miró a Crew para luego mirar a Rowan, al verla soltó aire por la boca de manera frustada, si que no le caía bien, en su rostro se notaba. Persephone caminó hacia el pasillo, los demás al verla desaparecer entre la oscuridad no tardaron en copiar su acción.

Todos llevaban el corazón en la boca, tratando de no hacer ningún ruido. Sus respiraciones aceleradas y suspiros entrecortados, era lo único que se podía escuchar, el silencio era aterrador. Pero paso lo más esperado, una linterna provocó que todos cerraran los párpados de golpe, lo único que les pasó por la mente fue "Ya nos atraparon"

—¡Ey!—Gritó un hombre, mientras les apuntaba con la linterna el rostro a todos. Crew abrió un poco sus ojos y sin más se acercó a pasos decididos hacia él hombre.

—¡No te acerques!—Ordenó él canoso hombre, al ver que Crew se acercaba de manera amenazadora, se notaban las intenciones.

Crew cerró sus párpados, todo se había quedado en silencio durante una fracción de segundos, hasta que Crew abrió sus párpados, levantó su mano izquierda al aire acercándose con amenaza, él hombre con sus manos temblorosas empezó a buscar con que podía defenderse pero la mano de Crew lo tomó desprevenido.

—¡Sueltame!—Fue lo único que pudo gritar, Crew apretó su cuello de manera que se podía escuchar el crujido de los huesos romperse como si fuese una cascara de huevo, poco a poco fue agregando más fuerza en su agarre, hasta el punto que él hombre dejó de patalear.

—Debemos correr, pronto vendrán más.—Ordenó Crew, soltó el cuerpo del viejo hombre, lo pisó sin ningún remordimiento, miró sobre su hombro a los demás para luego correr. Rowan se había quedado de pie, con el temor hasta en los huesos, soltó un suspiro y corrió detrás de Crew, Persephone y Blanco no duraron en hacer lo mismo.

Corrían y corrían pero aquello parecía no tener fin. Crew fue él primero en detenerse, como todo se encontraba en total oscuridad, caminó a pasos lentos y levantó su mano, la movió de un lado al otro, tratando de sentir algo, hasta que finalmente sintió el metal de la puerta, tocó de arriba hacia a bajo, tratando de encontrar algo para abrirla y dio con el picaporte, lo giró y por suerte estaba abierta, pero lo que había detrás de esa puerta los iba a dejar con la piel de gallina.

Habían cinco cuerpos tirados por todo el piso, charcos enormes de sangre, olores nauseabundos y objetos esparcidos por todo el lugar, todo era un completo caos.

¿Quién hizo esto?

Ninguno tenía ni la más mínima idea. Caminaron hacia la otra puerta, Crew fue quien la empujó, la puerta daba hacia un pasillo y al final de este había otra puerta de color gris, sin dudarlo, Crew caminó deprisa hacia la puerta y la abrió: Había un gran cuarto de paredes blancas, una mesa de color gris, sillas alrededor de esta y otra puerta, era lo único que había ahí. Esta vez fue Blanco quien abrió la siguiente puerta, al momento todos la cruzaron para toparse con un cuarto vacío.

—¿Quién hizo eso?—Soltó Rowan, rompiendo el tenebroso silencio, todos la miraron con temor, ellos también sentían miedo, llevaban el corazón en la boca, ya querían salir de ahí, solo en eso podían pensar.

—Es lo de menos, lo importante es salir de aquí, o nosotros terminamos igual.—contestó Crew. Rowan soltó un suspiro tembloroso, si que tenía miedo, quería llorar, quería correr y volver, pero claro que no podía, seguramente moriría, porque algo raro estaba pasando y de eso estaba segura.

—Hay una ventana.—Persephone señaló con su dedo incide hacia una ventana que todos habían pasado desapercibida.

Blanco caminó hacia esta, la miró con el entrecejo fruncido, dio la vuelta y caminó hacia el cuarto anterior, tomó una silla y regresó, retrocedió cuatro pasos y levantó la silla al aire, al instante todos captaron lo que Blanco iba hacer, así que se alejaron lo más que podían, y sin más, Blanco arrojó la silla contra la ventana, esta se hizo pedacitos.

En ese momento la esperanza volvió como si se las hubiesen inyectado. Blanco se giró para ver a los demás, arrugó su frente al ver que Persephone no estaba ahí.

—¿Persephone?—Blanco miró hacia todos lados del cuarto, en ese instante ella pareció con una escoba entre sus manos.

—Nos podemos lastimar.—Persephone empezó a barrer el vidrio esparcido por todo suelo, ella tenía razón, ninguno llevaba calzado, y lo menos que necesitaban era que alguien saliera herido.

Terror.

Se escucharon pasos, pasos que podrían estar aproximándose. El terror se adueñó de sus cuerpos, todos se miraron entre sí, no había nada que esperar, era ahora o nunca.

Crew tomó a Persephone de el brazo, ella lo miró con cierta duda hasta que entendió que ella era la primera en subir. Persephone colocó sus manos sobre la orilla de la ventana tomando impulso para tratar de subir, Crew la tomó de la cintura y con todas sus fuerzas le ayudó a subir, era el turno de Rowan, Crew caminó hacía Rowan y de manera desesperada le ayudo a subir, con un poco de agilidad Rowan subió.

—¿Te duele mucho?—Preguntó Rowan, poniéndose de pie frente a Persephone, quien estaba viendo sus manos ensangrentadas, Persephone asintió tratando de sonreír pero no pudo, de verdad le dolía, pequeños pedacitos de vidrio se había incrustado en las palmas de sus manos, pero eso no debía importarle ahora, era lo de menos.

Rowan se dio la vuelta, frente a ella estaba Blanco, inclinado ayudando a Crew, se giró para observar su alrededor, no se había dado cuenta de que estaba pisando el césped, un poco de alegría le acarició el corazón al sentir el aire fresco chocar contra su rostro, lamentablemente les faltaba una última cosa; Cruzar el gran alambrado que cubría todo el laboratorio.

—¿A dónde creen que van?—Al escuchar esa voz masculina tan imponente, no dudaron en correr. Corrían y corrían sin mirar a atrás, se detuvieron frente al gran alambrado, sin pensarlo dos veces lo empezaron a trepar y para su suerte, este no trasmitió corriente eléctrica.

Rowan miró hacía atrás, había un hombre algo joven, todo su cuerpo estaba salpicado de sangre, llevaba una arma entre sus manos, la estaba cargando.

Los demás ya estaban del otro lado de el alambrado, se apresuró a trepar lo más rápido posible, de repente se escucharon los gritos de Persephone.

Dos disparos.

Rowan sintió un ardor en su pierna, siguió trepando, no se detuvo, hasta que cruzó el alambrado, apoyó el pie en el suelo y al instante sintió un dolor infernal, al ver en dirección al dolor se dio cuenta que el disparo había impactado contra su pierna...

______________

Nota de la autora:

¡Ey!

Espero se encuentren bien.

Pido disculpas porque no actualice el día que yo dije que lo haría, la razón es que estoy trabajando en otra historia, (Si gustan puede pasarse por ella :3)

¿Te gusto el capítulo persona hermosa?

Gracias por leer.

Comenta tus dudas:)

¡Nos leemos en el próximo capítulo!

KEIL PRAVIA

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