[19] La Incertidumbre

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Capítulo Diecinueve

Rowan se había quedado estática, observando el desagradable mordisco en su brazo, del cual chorreaba mucha sangre. La ira que sentía se esfumó poco a poco al prestarle la suficiente atención, le dolía y bastante, pero a la vez sentía curiosidad.

"¿Porqué Evan mordió mi piel?"

"¿Fue un impulso?"

Se preguntaba con intriga. Algo dentro de ella se inquietaba, sentía tanta curiosidad sobre el asunto, se preguntaba que se sentía saborear la sangre en su lengua, la piel siendo triturada por sus dientes.

—¿Porqué lo hiciste?—Interpretó, mirándolo fijamente, en espera de la respuesta.

Evan se relamio los labios y agachó la cabeza. Nunca antes había atacado a una persona de tal manera, se sentía como un monstruo, una sensación oprimente en el pecho junto con la vergüenza lo inundó por completo. Rowan caminó a pasos lentos hacia él pero rápidamente retrocedió, ella quería mirar su rostro pero él se negaba rotundamente a mirarla a los ojos.

—¿Rowan? ¿Estás bien?—Crew caminó a pasos agigantados hacia su hermana, su mirada bajo hacia su herida entonces la preocupación se apoderó de él—¿Qué te ha pasado en el brazo?

No recibió respuesta.

Waggoner se acercó a Crew, sin saber absolutamente nada sobre lo que ocurría le preguntó a Evan si había pasado algo malo, tampoco recibió respuesta provocando que el silencioso reinará todo el lugar. La noche se volvió aún más oscura, el olor a sangre empezó a emanar, cada vez más fuerte. Nadie dijo ni hizo nada, solo se habían dedicado a quedarse quietos, en espera de que alguien dijera una sola palabra.

—Pienso que deberíamos irnos de este lugar, puede que vengan más y me siento agotado mentalmente.—Hizo saber Waggoner, limpiando sus manos llenas de sangre en la camiseta gris que llevaba puesta.

—Todos, busquen un lugar seguro. Debo irme a resolver este asunto.—Objetó Evan, se acercó a uno de los cuerpos, se agachó de cuclillas junto a este y tomó una arma, la observó luego se aseguró de cargarla.

—¿Quieres que continuemos sin ti?—Consulto Persephone, con el entrecejo levemente arrugado, cruzada de brazos.

—Deben.—Destacó, sin despegar la mirada del arma.

Rowan quería una respuesta, necesitaba respuestas, así que a pasos decididos se acercó a Evan y lo tomó el brazo.

—No puedes irte, no puedes dejarnos a nuestra suerte aquí. Tienes que venir con nosotros, ¿Qué nos asegura que más de esa gente no va a volver?

Evan se colocó frente a Rowan y observó la herida en su brazo, con pena apartó la mirada y se alejó de ella.

—Voy a encargarme de esto, necesito que vosotros busquéis un lugar seguro. Por favor.—Dicho esto, Evan se despidió con un leve movimiento de cabeza, se giró y empezó a alejarse del lugar, a pasos apresurados. Sabia quién era él culpable de todo lo que ocurría, y para proteger a los suyos debía asegurarse de acabar con todos aquellos que sean o aparenten una amenaza, ellos pueden cuidarse entre sí, así que dejarlos solos no era un problema para Evan. Evan decidió ir a acabar con ese hombre, con sus propias manos, hacerle pagar por su traición.

Habían estado caminando por horas, daban vueltas sin rumbo alguno, no sabían a dónde dirigirse, o a dónde iban a parar. El cansancio y el hambre empezó a tomar fuerza con base pasaba el tiempo, querían detenerse, ¿Pero en dónde?

—Su puta madre, ya me duelen mucho los pies.—Se quejó Rowan, limpiando el sudor de su frente con su antebrazo.

—Rowan, ¿Y ese vocabulario?—Crew arrugó su entrecejo, chasqueó la lengua y resopló.

—Lo vi en la televisión.—Rowan se encogió de hombros mientras pateaba una pequeña piedra.

Se empezaron a escuchar estruendos en el cielo, el frío viento se hacia cada vez más presente, no tardaron en caer las primeras gotas de lluvia.

—Debemos encontrar un lugar rápido.—Waggoner miraba hacia todos lados en busca de un sitio, miraba y miraba hasta que dio con una casa, se veía un poco lejana—Debemos correr hasta llegar hacia aquel lugar—Señalo la casa con el dedo índice— Podremos esperar ahí.

Los demás no esperaron más y empezaron a correr. La lluvia empeoraba cada vez más, corrían y corrían pero sentían como si el lugar se estuviese alejando.

—Es como un pueblo.—Agregó Rowan, deteniéndose para tomar aire, apoyó las manos sobre las rodillas mientras respiraba de manera agitada.

—Vamos Rowan, estamos cerca.

Después de correr por unos minutos llegaron al sitio, lo primero que hicieron fue cruzarse la cerca de madera para adentrarse al patio trasero de una casa un poco grande. Los perros vecinos no tardaron el avisar sobre la presencia de los cuatro.

—¡Calla a ese animal!—Exigió Rowan a Crew, molesta con el ladrillo del canino.

Crew se acercó, levantó la mano elevando el perro sobre el aire para luego estrellarlo contra la cerca de madera.

—¡Eso se llama maltrato animal!—Encolerizo una chica, mirando atonita a Crew—¿Qué diablos hacen en mi casa? ¿Porqué lastimó a mi perro de esa manera? ¿Quiénes son ustedes?

Con temor Rowan se acercó y con voz afligida le contestó:

—No tenemos a dónde ir, necesitabamos un lugar para refugiarnos.

—Quiero que se larguen de mi casa, ¡Ahora!—La chica tomó una escoba y los amenazó con esta.

—Por favor, no tenemos a dónde ir, tenemos frío y mucha hambre.—Rowan soltó en llanto, se sentía muy mal, con incertidumbre y miedo.

La chica analizó la vestimenta de cada uno. La apariencia extraña de su físico la hizo dudar un poco, se sobresalto al ver que en sus ropas habían manchas de sangre, miró a Rowan y el corazón se le achicó al ver su brazo herido, todos temblaban de frío, mojados y lastimados.

—¿Qué fue lo que les sucedió?—Alarmó la chica, mirando el rostro de cada uno. De algo estaba segura, algo malo les había ocurrido y la sangre en sus ropas no era falsa.

A la chica no le quedó de otra. No es lo suficiente desalmada como para dejarlos ahí, pasando frío, hambre en su patio, así que tiró la escoba, los analizó una vez más para luego darse la vuelta y con una seña les invitó a pasar a su casa. La última en entrar fue Rowan, quién al pasar cerca de la chica le agradeció en un susurro.

—Gracias... Yo soy Rowan.

La chica con una sonrisa un poco forzada le contestó:

—Soy Ash.

.

.

.

¡Ey, mi tamalito!

Espero que se encuentren bien, mushas por estar aquí. Sé que tarde mucho en actualizar, estuve muy enferma y como no morí les traje este capítulo. :)
Ahora si, me imaginó que ya viste el reparto, aparecen las fotos de mis personajes + dos anónimos, bueno, ya muy pronto sabrán quienes son estos nuevos amigos.

En nuevas noticias, descalificaron a ROWAN del concurso, entre en una fuerte depresión, me corté las venas con galletas y me ahogue en un vaso de leche. XD

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Votar, comentar y brincar.

Keil Pravia 👁👄👁

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