Capítulo 10

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Todos los días eran igual de difíciles para Lincoln... no han pasado ni 5 minutos desde que llego a la escuela y ya está siendo rodeado por un grupo de chicas pertenecientes al club "Amamos a Lincoln Loud" un peculiar nuevo club de fans que tiene como principal objetivo recolectar toda clase de información relacionada con el peliblanco, ya saben gustos personales, amigos cercanos, intereses amorosos, de vez en cuando coleccionan su cabello o toman fotos reveladoras cuando esta distraído cambiándose de ropa en clase de gimnasia... son un grupo de chicas normales que no le hacen daño a nadie pero eso si te recomiendo que no las molestes porque pueden llegar a ser un poco... agresivas.

Olvidándonos de eso, nuestro alvino favorito también tiene que lidiar con las clases y soportarlas hasta la hora del almuerzo para finalmente ser... atacado nuevamente por otro grupo de chicas locas obsesionadas con él, podríamos decir que Lincoln tiene paz y tranquilidad únicamente en sus entrenamientos, bueno... eso no es del todo cierto la mayoría de las veces una o dos chicas esperan su turno para poder acaparar al peliblanco cuando este se prepara para ir a casa, afortunadamente para él una chica con intenciones puras y en quien podía confiar le esperaba todos los días para regresar juntos.

Así es, Stella era ese escudo protector que alejaba al resto de chicas obviamente se había ganado el desprecio de varias de ellas, pero era un precio que podía pagar con tal de tener un tiempo a solas con Lincoln y precisamente en este momento es cuando arranca nuestra historia.

Stella: ¿Estas listo Lincoln? —preguntaba alegremente la joven chica mientras esperaba a que el peliblanco saliera de los vestidores.

Lincoln: En un minuto estaré listo Stella—decía mientras se coloca la camisa.

Este día era un poco diferente para los dos, el alvino trajo en su mochila un cambio de ropa y aprovecho las duchas de la escuela para refrescarse después de su agotador entrenamiento porque el día de hoy se "desviarían" un poco del camino para tomar el autobús con dirección al centro comercial de Royal Woods.

Lincoln: Estoy listo—se escuchaba su voz mientras abría la puerta—¿nos vamos?

Stella: Ya era—conocía a Lincoln a la perfección, se sabía de memoria todos sus rasgos físicos pero esta vez no pudo evitar sonrojarse—hora—el cabello del peliblanco no se había secado del todo lo que provocaba que brillase intensamente, verlo de esa manera fue un completo shock para la chica, Lincoln emanaba un aura de masculinidad increíble y eso era demasiado para el corazón de Stella.

Lincoln: ¿Te encuentras bien? —preguntaba preocupado el peliblanco al ver a que su amiga no reaccionaba.

Stella: S-sí, me encuentro de maravilla—decía aun admirando a Lincoln.

Lincoln: ¡Perfecto!, debemos darnos prisa no queremos que se nos haga tarde... ¿verdad? –el peliblanco le sonreía entusiasta.

Stella: E-está bien—empezó a caminar junto a Lincoln sin poder ocultar su leve sonrojo.

Para Lincoln esta era una oportunidad de oro para poder distraerse un poco de todo lo que ha tenido que pasar últimamente sobre todo de Leni... le era muy difícil dejar de pensar en ella todo el tiempo.

Y para Stella también era una oportunidad única en la vida para poder acercarse a su "mejor amigo" del cual llevaba enamorada desde hace mucho tiempo... el día de hoy escogió un hermoso vestido rojo y cambio un poco su peinado con la esperanza de que Lincoln notara toda su belleza.

Mientras tanto en la casa Loud

Leni: No lo sé Lori... no me siento lista todavía—decía Leni mientras bebía un vaso de agua en la cocina.

Lori: No digas eso Leni, tu recuperación ha sido impresionante... solo mírate te ves tan radiante como siempre—intentaba motivar a su hermana—además no estarás sola, Lucy y yo te acompañaremos en todo momento.

Leni: No estoy segura...

Lori: Literalmente es un excelente lugar para comenzar—decía con optimismo.

Leni: ¿Tú crees? —la modista no estaba del todo convencida pero la actitud optimista de su hermana mayor le hacía tener un poco más de confianza.

Lori: Leni, literalmente amabas el centro comercial e incluso podríamos pasar por la tienda de moda en la que trabajabas, tus amigos se alegraran de verte nuevamente.

Leni: Si tú lo dices—soltó un suspiro—está bien iré, pero prométeme que estarás a mi lado todo el tiempo.

Lori: No tienes nada de qué preocuparte Leni... confía en mí, no me separare de ti en ningún momento.

Leni: Supongo que está bien.

Lori: Pero por supuesto que lo está... vámonos yo conduzco—decía Lori alegremente mientras arrastraba a su hermana hacia vanzilla.

Ambas subieron a vanzilla, Lori obviamente se sentaría en el asiento del conductor y Leni esta vez se sentaría en el asiento del copiloto.

Lori: Un momento... olvidamos a Lucy—se detuvo segundos antes de arrancar.

Leni: No te preocupes Lori yo iré a buscarla.

Lucy: Ya estoy aquí.

Lori: ¡AHHHHHHHHHHHHHHHH!

Leni: ¡AHHHHHHHHHHHHHHHH!

Las dos saltaron tan alto que tocaron el techo de vanzilla con la cabeza.

Lucy: Suspiro.

Lori: Recuérdame ponerte un cascabel Lucy—Lori sentía que su corazón se le iba a salir por la boca después del tremendo susto que le propino su hermana pequeña.

Lucy: Suspiro... estuve a su lado todo este tiempo.

Lori: Como sea, es mejor irnos de una vez.

Las tres hermanas se colocaron el cinturón de seguridad y partieron con dirección al centro comercial.

Mientras tanto en el centro comercial de Royal Woods

Lincoln: Ya nos encontramos aquí... ¿y bien qué te gustaría hacer primero Stella? –decía el peliblanco mientras miraba con una sonrisa a su amiga.

Stella: Veamos... no me gusta planear las cosas, ¿Qué te parece si recorremos el centro comercial e improvisamos un poco? –dio una vuelta y soltó una corta risilla cautivadora.

Lincoln: Es una excelente idea—el peliblanco le devolvió una sonrisa y comenzaron con su aventura juntos.

Y Stella no se equivocaba, a veces no planear las cosas hace que todo sea más divertido... comenzaron recorriendo varios puestos de comida, en su mayoría de postres o bebidas, las risillas no se hacían esperar al igual que repentinos cruces de miradas entre los dos, cualquier persona que los veía podía jurar que eran una joven pareja en una cita divertida.

Nuestro alvino favorita no se había relajado así en mucho tiempo, todo con Stella era tan natural podía ser el mismo y olvidarse por completo de toda la presión que sentía sobre su cuerpo... continuaron caminando por todo el centro comercial haciendo pequeñas paradas en tiendas que les llamaban la atención, platicaban amenamente de diversas cosas y ambos quería que este momento nunca terminase.

Todo marchaba de maravilla, pero esta vez el destino le iba a jugar una mala pasada al peliblanco y...

En ese preciso instante

Lori: Recuérdame Lucy que es lo que venias a buscar.

Lori, Leni y Lucy acaban de llegar al centro comercial de Royal Woods y repasaban nuevamente lo que harían allí.

Lucy: Vine a buscar una nueva libreta para mis poemas... suspiro.

Lori: Solo eso... bueno Leni y yo pasearemos un rato juntas y pasaremos a saludar a sus excompañeros de trabajo, si te aburres o necesitas algo solo llámame.

Lucy: No se preocupen siempre me demoro escogiendo mis libretas.

Lori: ¿De acuerdo?, haz lo que tengas que hacer—la forma de ser de su hermana menor siempre le daba un poco de miedo a Lori.

Lucy: Suspiro... nos vemos luego—decía Lucy mientras dejaba solas a sus hermanas mayores.

Leni: Lori... creo que mejor esperare en vanzilla, tengo un mal presentimiento—la modista sentía que algo malo iba a ocurrir si continuaba.

Lori: No digas eso Leni, te aseguro que nada malo va a pasar—Lori le dio la mano a su hermana.

Leni: Pero...

Lori: Sin peros señorita, hoy nos vamos a divertir.

Lori llevo a su hermana a pesar de que esta no quería arriesgarse y no estaba del todo equivocada al principio fue raro, pero poco a poco Leni fue recordando todos los buenos momentos que paso ahí, todo siempre era alegría cuando estaba en el centro comercial, tan colorido y lleno de vida... inconscientemente a Leni se le formo una sonrisa mientras caminaba al lado de Lori.

Lori: Te lo dije Leni... ¿no crees que estar aquí es lo más divertido que puedes hacer?

Leni: Bueno... tengo lindos recuerdos de este lugar.

Lori: Y dime, no estás lista para hacer nuevos recuerdos.

Leni: ¡Me encantaría!, pero no es tan fácil como piensas—su felicidad se transformó en tristeza—él no está aquí.

Lori: ¿Él?

Leni: N-no es nada Lori—se puso nerviosa porque sin querer dijo algo que no debía—estaba distraída eso es todo.

Lori: Ya veo... mira estamos en la tienda donde trabajabas—Lori le señaló la entrada de su antiguo lugar de trabajo

Leni: ¿Q-qué? —Leni no se percató que habían llegado.

Lori: ¿Entramos? —Lori le sonrió a Leni para convencerla.

Leni: Yo...

???: No lo puedo creer... ¿Leni Loud?

Leni: ¿Fiona? —la modista reconoció la voz de su amiga y excompañera de trabajo.

Fiona: ¡LENI! —Fiona dejó caer una caja que sujetaba y que posiblemente tenía vestidos adentro para abrazar a su amiga—no te puedes imaginar lo mucho que te extrañé.

Leni: Yo también te extrañe Fiona—le devolvió el abrazo.

Fiona: Miguel tuvo el día libre hoy, pero estoy segura de que se alegrara de escuchar que nos visitaste.

Leni: Lo sé... salúdalo de mi parte.

Fiona: Pero por supuesto que lo haré... ¿te gustaría probarte algunos vestidos?

Leni: La verdad... me gustaría mucho probar algunos vestidos.

Fiona: Entonces... ¿Qué estamos esperando?

Leni: Por cierto, ella es mi hermana Lori—trataba de presentarlas—paseábamos juntas el día de hoy.

Fiona: Un placer mi nombre es Fiona—le dijo con una sonrisa.

Lori: El placer es mío... muchas gracias por cuidar de mi hermana—igualmente lo dijo con una sonrisa.

Finalmente, las 3 chicas entraron al establecimiento y comenzaron a probarse toda clase de ropa, el día de hoy no había muchas personas en la tienda así que la tenían para ellas solas.

Unos 20 minutos después

Lori: Wow literalmente eso fue tan divertido—decía Lori que cargaba varias bolsas con nueva ropa.

Leni: Si fue muy divertido... muchas gracias Fiona por lo de hoy—decía la modista que también llevaba varias bolsas.

Fiona: No tienes nada de que agradecerme, me siento muy feliz de volverte a ver Leni... prométeme que volverás a visitarnos—decía con un tono de melancolía.

Leni: Lo prometo—le dio un fuerte abrazo a Fiona por unos segundos—adiós Fiona.

Fiona: Adiós Leni...

Lori y Leni se despidieron de Fiona, se les había hecho un poco tarde así que se apresuraron en volver mientras que Fiona regresó a trabajar... todavía tenía muchas cosas que arreglar.

Mientras tanto

Stella: ¿De verdad es así de malo?, muchos chicos estarían felices de ser perseguidos por tantas chicas—decía Stella mientras bebía de una botella de agua.

Lincoln: Créeme esas chicas dan mucho miedo—de solo recordarlo le daban escalofríos al peliblanco.

Stella: Dejando eso de lado, ¿Qué te gustaría hacer ahora?... todavía tenemos un poco de tiempo.

Lincoln: Me gustaría...

Lincoln paró al ver a través del cristal un maniquí con un vestido blanco que tenía pequeños detalles dorados y lo acompañaba con un sombrero veraniego del mismo color. Todo el día se había olvidado por completo de Leni, pero su cerebro no pudo evitar imaginar a su hermana llevando ese hermoso vestido... de alguna manera la vida le volvía a dar un fuerte golpe de realidad, no podía ignorar sus sentimientos para siempre tenía que hacer algo al respecto.

Stella: ¿Quieres entrar a ese lugar? —preguntaba después de ver como Lincoln se quedó varios minutos mirando el vestido.

Lincoln: ¿Eh?, no es solo que...

Fiona: ¿Lincoln? ¿Qué haces ahí?

Lincoln: ¿Fiona?

Lincoln y Fiona ya se conocía, claro tuvieron unos pequeños inconvenientes en el pasado, pero todo eso se solucionó y al final terminaron siendo amigos.

Stella: ¿Lincoln la conoces? —preguntaba Stella ya que le parecía raro que lo tratara por su nombre.

Lincoln: S-sí, es una larga historia—se reía nerviosamente mientras se tomaba el cuello.

Fiona: Te vi admirando el vestido como por tres minutos... dime lo quieres comprar para tu novia—decía refiriéndose a Stella.

Lincoln: ¿Mi novia? —el peliblanco no entendía a lo que se refería.

Fiona: ¿Acaso la linda chica que esta tu lado no es tu novia?

Stella: ¿N-no-novia?, es verdad que somos muy cercanos, pero no sé si podría—Stella estaba más roja que un tomate y se puso muy nerviosa al escuchar a Fiona decir que era la novia de Lincoln.

Tímidamente Stella agarró la mano del peliblanco... no podía verlo a los ojos debido a que trataba de ocultar el notorio sonrojo que tenía, esto tomó por sorpresa a Lincoln así que lo primero que se le vino a la mente fue regalarle una sonrisa de confianza a Stella y apretar su mano suavemente.

Fiona: Bueno... los dejo solos chicos si me necesitan ya saben donde encontrarme—Fiona se despedía haciendo un ademan—por cierto, Lincoln...

Lincoln: ¿Qué sucede Fiona?

Fiona: N-no es nada... suerte en su cita chicos—Fiona quería decirle a Lincoln que sus hermanas estuvieron aquí hace un momento, pero dedujo que había llegado al centro comercial con ellas así que no dijo nada.

Eso dejo un poco intrigado a nuestro alvino favorito, pero no le dio importancia ya que estaba ocupado con algo más.

Mientras tanto en el estacionamiento del centro comercial

Lucy: Suspiro... ya era hora de que llegaran—la gótica ya se encontraba en vanzilla.

Lori: Lo lamento hermanita, se nos fue un poco de las manos... ¿verdad Leni?

Leni: Si, lo siento Lucy, pero...

Lucy: ¿Pero?

Leni: ¡Mis gafas de sol! —la modista se percató de que sus características gafas de sol no estaban en su cabeza.

Lori: No te asustes Leni de seguro las olvidaste en los probadores... si quieres puedo acompañarte a buscarlas.

Leni: Tienes razón deben de estar ahí, no te preocupes Lori no tardaré nada—decía Leni que inmediatamente corrió lo más rápido que pudo.

En un abrir y cerrar de ojos Leni ya estaba en la tienda donde solía trabajar, le preguntó a Fiona si había visto sus gafas a lo que esta respondió que no, pero estaba casi segura de que los olvido cuando se estaban probando ropa las tres juntas... Leni reviso los probadores y ahí estaban sus gafas de sol favoritas, se despidió de Fiona y salió de la tienda mientras se las colocaba en su cabeza.

Leni: Que bien que si estaban aquí—la modista suspiro aliviada—déjame ver—acomodaba sus gafas de sol viendo su reflejo y mientras lo hacía apenas si logro ver el reflejo de un chico con cabello blanco--¿Lincoln? —rápidamente dio vuelta y lo que vieron sus ojos le rompió el corazón.

Así es Lincoln estaba ahí pero no estaba solo o con alguno de sus amigos... el peliblanco miraba directamente a los ojos de una linda chica con un vestido rojo mientras se tomaban de ambas manos, parecía que en cualquier momento estos se darían un tierno y prolongado beso.

Stella: ¿Y ahora que sigue chico del plan?

Lincoln: Bueno... se me ocurren un par de cosas.

Ambos empezaron a acercarse lentamente hasta que...

Leni: ¿L-Linky?

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