Capítulo 16: La Canción de Amor del Genio

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La luz casi anaranjada del atardecer teñía el cielo y sus alrededores, a medida que el astro rey iba escondiendo su majestuosidad. Los transeúntes iban y venían en la caótica ciudad, cada cual viviendo una realidad distinta a la de la persona que pasaba por su lado a la misma velocidad, pero con diferente destino.

     En un modesto departamento, se hallaban dos jóvenes reclinados en el sofá amarillo fosforescente que tanto odiaba uno de ellos, pero que no tuvo más remedio que comprar tres años atrás, dado el módico precio y la insistencia de cierta señora bruja con gustos extravagantes. A veces entendía por qué se había fijado en un hombre como su padre.

     Terminó su Milkis de vainilla y dejó la latita sobre la mesa de centro, mientras su amigo seguía con la vista cada uno de sus movimientos. No tenía mucho tiempo para convencerlo, pero el hecho de tener automóvil era su mayor ventaja en ese momento.

     —¿No vas a ir a verlo entonces?

     —No sé de qué hablas.

     —Oh, claro que sí; y sabes bien que estoy aquí para llevarte.

     —¿Estás demente? No voy a ir. Y ya vete de una vez, no estoy de humor para nada hoy.

     Sehyoon resolvió abordar la situación de un modo distinto, rogando para que su plan funcionara o se quedaría castigado sin besos ni abrazos durante una semana. Nadie imaginaría que su adorable novio podría ser tan cruel a veces.

     —¿No te interesa saber que la canción que cantará Chan la compuso él mismo?

     De acuerdo, ahora sí no podía negar que tenía toda su atención, ya que esa información era totalmente nueva para él. Así que ahora ese niño se creía compositor, ¿eh? Seguramente se trataba de una canción de cuna o una para aprender el abecedario y los números.

     —Vamos, Byeongkwan me matará si no aparezco contigo en el teatro.

     —Ah, así que eso era, ¿eh?

     Donghun sabía que su amigo estaba loco por su pequeño enamorado hasta el punto de ceder a sus encantos y cumplir sus caprichos. De solo imaginar los mimos mutuos de ese par, se le revolvía el estómago por tanta cursilería. Y pensar que Junhee iba por el mismo camino con la encantadora detective que quién sabe por qué le había hecho caso. Al menos debería agradecerle por casi haber muerto para que él consiguiera pareja. Sí, definitivamente el próximo año se conseguiría nuevos amigos.

     —Tú no lo odias ni un poquito, ¿verdad?

     —Diablos, ¡¿por qué Jun y tú insisten en lo mismo?! —gritó, poniéndose de pie, alterado—. Claro que lo odio, ¿no te lo he dicho ya miles de veces?

     —Exactamente, porque desde que lo conociste, no haces otra cosa más que hablar de él todo el tiempo y estar pendiente de cada paso que da.

     Ante esas palabras, Donghun calló, tratando de encontrar alguna manera de refutar semejante afirmación. Nada, no venía a su mente ninguna razón válida. Sehyoon aprovechó su silencio para brindarle su consejo porque, después de todo, él era parecido; también había dudado en abrir su corazón a un chico tan radiante como Byeongkwan por miedo a opacar su luz con su personalidad retraída. Pero cuando el amor es verdadero, lo que más deseas es permanecer al lado de esa persona especial y luchar para encontrar la forma de brillar juntos.

     —Sé bien que tienes miedo de dejar entrar en tu vida a otra persona que no sea tu familia o nosotros, pero podrías estar cometiendo un gran error si te empeñas en alejarlo.

     Por primera vez en mucho tiempo, Donghun aceptó que su mejor amigo tenía razón. Después del abandono de su padre, había cerrado su corazón, únicamente conservando en él a su madre y a su hermana. Años más tarde, a duras penas había dejado entrar en su vida a sus dos mejores amigos, porque se dio cuenta de que ambos lo aceptaban tal cual era y le habían demostrado que podía contar con ellos en las buenas y en las malas. Pero eso era todo. Su lastimado corazón no podría soportar un nuevo abandono, por lo que se había jurado a sí mismo que jamás dejaría entrar a nadie más.

     Hasta que conoció a Kang Yuchan.

     En pocas palabras, nunca se había topado con una persona que no le temiera y que, encima de todo, se le enfrentara sin titubeos. Alguien que, perteneciendo a la clase alta que tanto aborrecía, tuviera cosas en común con él. Si bien desde el inicio su comportamiento había sido pésimo, poco a poco, fue notando un gran cambio en su actitud. Ya no era sarcástico ni ofensivo; incluso hasta rehuía su mirada, como intimidado por su presencia, pero no parecía ser por miedo exactamente. ¿Qué podía estar pasando por la cabeza de ese chiquillo para haberse atrevido a disculparse con él, a dejarlo ganar en el examen y a soltarle una serie de cursilerías compasivas al enterarse de su doloroso pasado tras haber recibido, para colmo, un golpe que no era para él?

     En lo más recóndito de su alma, moría por saberlo, pero no se atrevía a preguntárselo, mucho menos después de la manera en que lo había tratado la última vez que se vieron. Sehyoon le puso una mano en el hombro y consiguió despertarlo de su reflexión.

     —Quiero mostrarte algo —le dijo, sacando un sobre del bolsillo de su saco.

     Donghun frunció el ceño con curiosidad al recibir de sus manos el sobre del que enseguida extrajo una fotografía cuya existencia, ciertamente, desconocía por completo. Se quedó paralizado en su lugar, contemplando cada detalle al milímetro.

     —¿Recuerdas ese día?

     Dicha fotografía había sido tomada a escondidas por Byeongkwan con la venia de Sehyoon en el avión rumbo a Jeju. En la foto se hallaba él al lado del niño rico, ambos sumidos en un sueño profundo. El detalle era que su cabeza descansaba plácidamente sobre el hombro del chiquillo y este, a su vez, había colocado su cabeza encima de la suya. Se les veía tan tranquilos y cómodos, casi como disfrutando de la cercanía del otro. Donghun no podía apartar la vista de la polaroid, concentrándose, especialmente, en la expresión apacible e inocente del chiquillo. Se avergonzó al notar que prácticamente estaba respirando de su cuello e, incluso más, al comprobar que lucían casi como una verdadera pareja. Esa arrolladora sensación hizo estremecer su cuerpo entero. Sehyoon volvió a despertarlo de su fantasía.

     —Pienso que Chan está tan aterrado como tú, pero ¿realmente vale la pena dejar todo como está en vez de arriesgarse por un futuro mejor para los dos?

     En total silencio, Donghun guardó la fotografía, tomó su casaca, su celular y sus llaves y se dirigió a la puerta, siendo seguido por su mejor amigo que ya estaba agradeciendo a todas las deidades existentes por haber podido convencerlo.

     Quizá se arrepentiría de lo que podría suceder esa noche, pero era preferible arriesgarse que quedarse con la eterna incertidumbre de no saber lo que podría haber sido y no fue.

     Y un presentimiento le indicaba que, tal vez, esa canción sería la respuesta a todas sus interrogantes.

✩✩✩✩✩

Su rojiza cabellera era peinada con suma delicadeza, frente al gran espejo que reflejaba cada uno de sus gestos. Se miraba a sí mismo sin demasiado interés, dejándose llevar por la amabilidad de las manos de su mejor amigo. Entrecerró los ojos ante la agradable sensación y se atrevió a hablar después de un largo silencio.

     —Por una parte es mejor que él no venga —comentó, desalentado—. No creo que podría cantar con él mirándome.

     El otro jovencito detuvo todo movimiento por un segundo para luego seguir con su tarea. Precisamente, hacía unos veinte minutos, Sehyoon le había enviado un mensaje diciendo que ya estaba instalado en primera fila, aunque Donghun había preferido sentarse solo al fondo. Yuchan no pasó por alto esa reacción por más imperceptible que hubiera parecido.

     —¿Qué ocurre, Kwannie?

     Byeongkwan tragó en seco, pero era consciente de que no podía mentirle. Además, si no le había dicho nada antes era porque no estaba del todo seguro de que Donghun accediera a venir. Incluso para el mismo Sehyoon iba a ser complicado hallar la forma de persuadirlo para que lo acompañara. De no lograrlo, iba a llamar a Junhee como último recurso, ya que este estaba esperando a que terminara el turno de Soonae para después alcanzarlos en el teatro. El chico suspiró largamente antes de revelar la verdad.

     —Channie, él está aquí.

     Al escuchar las palabras de su amigo, entró en pánico, sintiendo claramente cómo empezaba a faltarle el aire. Las piernas le empezaron a temblar y Byeongkwan lo tomó en un abrazo para transmitirle tranquilidad y, a la vez, hacerlo entrar en razón. Si no optó por ocultarle la nueva información fue porque temía que se congelase en pleno escenario si notaba a Donghun entre el público. Sehyoon le había aconsejado que le dijera la verdad para que, por lo menos, tuviera tiempo de prepararse mentalmente y los nervios no le jugaran una mala pasada. Después de todo, no era una simple performance. Estaba a punto de confesarle sus sentimientos frente a cientos de personas.

     Ante esa realidad ineludible, su cuerpo comenzó a tiritar y a sudar frío. Se incorporó de golpe y caminó de un lado a otro, iniciando un monólogo de tendencias negativas y atemorizantes.

     —No puedo hacerlo...

     —Yuchan, no puedes seguir huyendo eternamente.

     —No, no puedo hacerlo, no voy a poder...

     —Channie, escúchame —pidió, tomándolo de los hombros con firmeza y ternura a la vez—. ¿Recuerdas cuando me aconsejaste que le diera a Sehyoon la oportunidad de explicar por qué me había besado y después se había disculpado? Tú sabes que estuve a punto de rendirme, de renunciar a él, a todo; pero tú, sí, tú no me lo permitiste. Me ayudaste a armarme de valor y a arriesgarme con todo por Sehyoon, por nosotros. Y lo hice, y ahora soy feliz, inmensamente feliz. Por eso, quiero ser yo ahora el que te dé fuerzas a ti para luchar por Donghun.

     Hubo una breve pausa en la que Yuchan levantó la vista hacia Byeongkwan y esa fue su señal para proseguir.

     —Qué mejor manera de expresarle tus sentimientos que con tu propia canción. Dijiste que habías puesto todo tu corazón en ella, ¿no es así? Este es el momento de vencer el miedo, de ser valiente y decirle lo que sientes.

     El corazón del pequeño genio se estremecía con cada palabra que escuchaba como un mar en calma tras una impetuosa tormenta.

     —Sé que tú piensas que por errores que cometiste, no mereces ser feliz, y eso es una gran equivocación, Yuchan. Todos merecemos ser felices en este mundo, porque a eso vinimos y la vida no vale la pena si no amamos con todo el corazón.

     ¿Realmente podría hacerlo? ¿Existía una mínima posibilidad de que Donghun comprendiera que lo que sentía por él era real?

     —Perdónate a ti mismo, Yuchan.

     Yuchan sonrió embargado por el dolor y se dio cuenta de que era realmente una bendición y un milagro tener a un amigo como Byeongkwan. Él también había cambiado, había madurado al conocer a Sehyoon. Se había convertido en una mejor persona de lo que ya era al haberse enamorado: una más fuerte, más segura de sí misma y, definitivamente, una mucho más feliz. Y Yuchan quería eso para sí mismo también, quería ser una persona de la que Donghun pudiera depender y, para eso, debía empezar por arrancarse el miedo de raíz y aferrarse a su fuerza interior. Sería el primer paso para volver a recibir con brazos abiertos a su verdadero yo.

     —Ve allá afuera y demuéstrale a Donghun que enamorarse de ti es lo mejor que le va a pasar en la vida.

     Yuchan se enjugó las lágrimas, suspiró profundo y se encaminó hacia el escenario, con la mente fija en un solo objetivo: cantaría para él con el alma desnuda porque quería ofrecerle lo único valioso que tenía que era su corazón lleno de sentimientos que solamente gracias a él pudo llegar a conocer.

     —Buena suerte, Channie.

✩✩✩✩✩

—A continuación, tendremos en el escenario a nuestro flamante ganador de "Una Canción Para Soñar". Él es estudiante de primer año de la Universidad de Seúl, y nos cantará una canción compuesta por él mismo, que lleva por nombre "Who Are You?" y está dedicada a una persona muy especial para nuestro joven talento. ¡Démosle una cálida bienvenida a Kang Yuchan!

     Las cortinas se abrieron de par en par dejando ver a un joven visiblemente nervioso, pero a su vez, muy confiado, como si esa no fuera la primera vez que se presentara frente a tantas personas. Tras una breve ronda de aplausos, el auditorio quedó en total silencio. Las luces aterrizaron sobre la esbelta figura del muchacho, iluminando sus cabellos rojizos. Sus ojos tenían un brillo profundo, de esos que solo poseen las personas enamoradas al contemplar al dueño de su corazón.

     Aspiró despacio una bocanada de aire apenas la melodía se hubo iniciado y su voz brotó con naturalidad desde lo más profundo de su pecho. Durante la primera estrofa, su mirada escaneó entre el público, tratando de no distraerse demasiado. En la primera fila, ya se encontraba Byeongkwan acompañado de Sehyoon, y a su derecha, Junhee y Soonae, quienes le sonrieron para darle ánimos. Pero fue justo en uno de los asientos de la última fila que lo distinguió a él. Sus ojos siempre tristes estaban fijos en él, como listo para escuchar atentamente cada palabra de su canción y asimilar su significado escondido. Yuchan rogaba al cielo para que se diera cuenta de que cantaba para él, solo para él, y que pudiera comprender que, aunque no mereciera una oportunidad, quería hacerle saber cuán importante era para él y lo eternamente agradecido que le estaba por haberle enseñado lo que era el amor.

¿Dónde estoy? ¿Quién soy?

Estoy atrapado en esta soledad

Veo pasar a mucha gente a mi alrededor

En este lugar por el que todos caminan

¿Dónde estoy?

¿Quién eres tú? ¿Quién eres tú?

No puedo ocultar esta felicidad

Di la vuelta al mundo para encontrarte

Tú que siempre apareces en mis sueños

¿Dónde estás?

Definitivamente te encontraré

Te reconoceré

Sin importar dónde estés, sin importar cómo sea tu rostro,

definitivamente te reconoceré

Siempre te recordaré

y te contemplaré solo a ti

Aunque no estés conmigo para ver el paso de las estaciones,

no te olvidaré

Atesoraré tu dulce voz y tus expresiones

     La mayoría de los espectadores estaban conmovidos con la angelical voz de aquel chiquillo tan lindo, cuya sola presencia deslumbraría al mismísimo sol. Byeongkwan estaba abrazado a Sehyoon, sonriendo al borde del llanto al escuchar los sentimientos de su amigo hechos canción. Junhee apretaba con fuerza la mano de Soonae, más que convencido de que ese chiquillo era lo que su mejor amigo había estado necesitando todo ese tiempo. Tanto él como Sehyoon voltearon a ver a Donghun con disimulo tan solo para encontrarse con una expresión que jamás le habían visto en todos sus años de amistad. Se miraron con complicidad, concluyendo mutuamente y en silencio que su misión estaba cumplida. Ya dependía de los protagonistas darle un final feliz a su propia historia.

     Para el último coro, Yuchan ya no había podido resistir más y las lágrimas se deslizaban sin control por sus mejillas, con la suerte de que su voz todavía se escuchaba estable. No se perdonaría si desentonaba delante de él. Ya no por soberbia, sino porque todos sus sentimientos estaban puestos en esa canción, su corazón entero entregado sin reservas a la persona más especial de su vida.

     Apenas hubo finalizado el último verso y sonaron las últimas notas que indicaban el final de la canción, su mirada quedó clavada en la de Donghun, al mismo tiempo en que los espectadores se ponían de pie para llenar el auditorio con sus frenéticos aplausos. Nadie se movía de su sitio como si permanecer allí fuera a garantizarles un encore o una firma de autógrafos. El aclamado intérprete hizo una reverencia, aprovechando también para limpiarse el rostro con disimulo. Enseguida, una señorita se le acercó para entregarle un hermoso ramo de rosas, obsequio del comité organizador del concurso. Yuchan mostró una sonrisa forzada de agradecimiento al recibirlo, seguida de una nueva reverencia. Segundos después, cuando volvió a la realidad y dirigió la mirada de nuevo hacia el fondo del auditorio, su corazón se hundió en la incertidumbre.

     Había perdido de vista a la única persona que quería que se quedara hasta el final.

✩✩✩✩✩

Yuchan acariciaba las rosas casi por inercia, mientras el organizador le explicaba que el dinero del premio ya había sido depositado en su cuenta y que en un par de semanas le harían llegar el diploma junto con las fotos y video oficial de su presentación. Lo cierto era que él no estaba prestando la atención debida, divagando por diversas posibilidades, arrepintiéndose de haberse distraído en el escenario.

     Cuando el hombre mayor terminó de hablar, le dio una palmada en el hombro, a lo que solamente atinó a responder con una débil sonrisa y una pequeña reverencia. Se despidieron y Yuchan quedó solo en el camerino, preguntándose qué hacer con ese ramo y, de paso, con su vida. Escuchó un ruido de pasos muy cerca y se dijo a sí mismo que seguramente sería Byeongkwan que venía para llevarlo a casa en el auto de Sehyoon. Les agradeció mentalmente, pues lo único que quería en ese momento era llegar a su habitación y echarse a llorar en los brazos de Byeongkwan. Sin embargo, había un pequeño detalle que no cuadraba.

     Ese dulce aroma a vainilla no le pertenecía a su mejor amigo.

     Con el corazón a máximo galope, Yuchan se giró hacia la puerta.

     Ahí estaba él. Sus hermosos ojos tristes, su cabello alborotado, su expresión severa. Parecía un príncipe.

     —Veo que seguiste mis consejos.

     La mente de Yuchan quedose en blanco. ¿Cómo podía formular algo coherente cuando lo veía tan atractivo, recostado en el marco de la puerta y lo único que le gritaba su corazón era que se lanzara a sus brazos y no lo soltara jamás?

     —La canción... no estuvo mal, Yuchan.

     Donghun notó que una lágrima se deslizaba por la mejilla del chiquillo y juntó las cejas, desconcertado, sin saber si había dicho algo malo para hacerlo llorar. Pronto, otra lágrima le siguió a la primera y ahí sí que se alarmó, así que avanzó unos cuantos pasos hacia él.

     —¿Por qué lloras?

     Su labio inferior tembló seguido de todo su cuerpo, sintiendo cómo la llama en su interior se volvía un incendio.

     —Es... es la primera vez que dices mi nombre.

     La intensidad de su mirada le quemaba el alma, pero de igual modo avanzó hacia él a paso lento. No podía ver ni oír ni oler ni sentir otra cosa que no fuera él, él, él. Solo él. Siempre él. Y había sido lo suficientemente arrogante para ignorar las señales cuando estas siempre estuvieron ahí, bloqueadas por aquel absurdo juego de odio que inventó para esconder sus sentimientos por él bajo tierra. Solo que, al pasar tiempo con él y conocer cada una de sus facetas —las buenas, las tristes y las malas—, esos sentimientos habían florecido, inevitablemente, bajo el arcoíris de su sonrisa.

     Sabía que era tarde, sabía que los finales felices no existían, mucho menos para las personas que lastimaban a otras, pero, aun así, su corazón suplicaba que le dijera de alguna forma todo lo que sentía.

     El ramo de rosas resbaló de sus trémulas manos cuando estas se posaron con delicadeza sobre sus hombros. Entrecerró los ojos y se acercó lentamente sin quitar la vista de sus labios.

     Y lo besó.

     Fue un roce ligero, más como una caricia, pero se sintió tan hermoso, tan correcto que sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas y su alma estalló en un arcoíris de vívidos colores. No deseaba despertar de ese sueño para escuchar cómo era rechazado. No quería ver el rostro seguramente asqueado del otro, o su corazón terminaría de destrozarse si volvía a decirle que era un monstruo que solo se aprovechaba de las personas. Por eso, se tapó la boca cuando se le escapó un sollozo y se apartó de él para luego echarse a correr fuera del camerino.

     El sonido de sus pasos alejándose era lo único que Donghun podía escuchar. Permaneció ahí, inmóvil, asimilando lo que acababa de suceder. Debería sentirse furioso por el atrevimiento de ese mocoso. Miren que venir a hacer algo tan vergonzoso y descarado. Debería indignarse y darle el sermón de su vida. Debería darle un coscorrón por su insolencia. Debería...

     Debería haber hecho lo que fuera para detenerlo.

✩✩✩✩✩

¡Hola, queridas/os lectoras/es!

Estoy demasiado emocionada de haber podido presentarles finalmente este capítulo que refleja el clímax de la historia.

Bien, comencemos por la escena en el departamento de Donghun cuando Sehyoon le hace comprender que debe arriesgarlo todo por Yuchan. Si hay algo que amo en A.C.E y es canon en este fic es la amistad de los cinco. Me los puedo imaginar apoyándose incondicionalmente en cualquier situación y por eso siempre lo plasmo en esta historia. Por eso, también me encantó escribir la escena de Byeongkwan aconsejando a Yuchan y dándole ánimos para que luche por Donghun.

¿Acertaron con la canción? Quien haya visto el Kdrama Goblin no me dejará mentir en que tiene un OST maravilloso. Mi favorita siempre fue "Who Are You?" y dio la casualidad de que cuando conocí a A.C.E, uno de los primeros videos que vi de ellos fue justamente el cover que Yuchan hizo de esta bella canción. Por eso, cuando empezaba a planear las escenas del fic, decidí que esa sería la canción que él compondría y dedicaría a Donghun en el teatro. Sería su manera de confesarle su amor de la forma más hermosa y sincera.

Ahora bien, vayamos a la preciosa escena central del capítulo. Realmente quiero llorar porque está planeada desde hace exactamente un año y, precisamente, este mes de junio la historia cumple un año de ser publicada. Estamos de aniversario y qué mejor celebración que el precioso primer beso DongChan. ¿Se lo imaginaban así? Espero haberlos sorprendido y que hayan llorado y suspirado como yo lo hacía al escribir la escena.

Las preguntas que les hago ahora son las siguientes: ¿Qué hará Donghun ahora que conoce los sentimientos de Yuchan? ¿Y qué hará Yuchan después de su doble declaración de amor? Les voy adelantando que el siguiente capítulo tendrá un evento súper inesperado.

Mil gracias por seguir apoyándome con sus lecturas, estrellitas y comentarios. Espero que sigan disfrutando de cada capítulo, porque aún falta mucho por contar de mi adorado DongChan.

Como siempre, les dejo el link de "Who Are You?" con la versión de Yuchan y la versión original de Sam Kim. Aunque imagino que la mayoría ya conoce esta hermosa canción.

https://youtu.be/QlZr8XG6dEw

https://youtu.be/QIaidw9oGU0

¡Nos leemos pronto!

✩Set to be a Heroine! JenChoice✩

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