Ocho años...

Ocho años habían pasado desde la partida de una de sus amigas y de aquella alfa, y este día era más que especial, una fiesta enorme se realizaría, ¡por fin la princesa Tzuyu cumplía los dieciocho años! Un enorme motivo para el pueblo para celebrar, pues también se sabía que muy pronto significaría que la princesa se casaría.

Dahyun sin previo aviso logró su cometido, entrar al palacio desde un ventanal que habían dejado abierto, se había enterado de algo, la omega apenas había cumplido sus diecisiete años y estaba más que emocionada, las nuevas tropas de la guardia del palacio se acercaban, y se presentarían ante el emperador y la princesa para mostrar lealtad y servicio.

La omega a pasos sigilosos se encargó de ingresar a la habitación de Tzuyu, y allí la encontró, aún estaba dormida, ¿quién no despierta temprano al saber que ya ha cumplido dieciocho años? Sinceramente Dahyun estaría muy emocionada, ¡ni siquiera dormiría!

— ¡Tzuyu! —gritó casi en un susurro—. ¡Feliz día! —la mencionada se removió solo un poco, Dahyun soltó un suspiro, acomodó el arco en su espalda y se acercó a la cama de Tzuyu, de inmediato entrelazó los dedos de sus manos para tronarlos y oprimió el abdomen de la princesa—. ¡DESPIERTA!

— ¡Maldición! —La princesa dio un salto casi a punto de salir de la cama, Dahyun de inmediato comenzó a reírse ante el susto que le había dado a Tzuyu, la princesa frunció el ceño enojada, no esperaba que Dahyun estuviera en su habitación solo para despertarla—. Kim, no vuelvas a hacer algo como eso, casi me matas.

— Pero no lo hice —se encogió de hombros-, deberías de estar feliz, hoy regresa Jeongyeon y ¡es tu mayoría de edad! ¡Podrás beber alcohol!

— No me interesa eso —la princesa pasó las manos por su rostro—. ¿Qué hora es?

— Ocho de la mañana.

— ¡Oh no! —la princesa de inmediato se levantó y comenzó a buscar la ropa que tenía que usar para estar presente en la ceremonia de bienvenida y después la fiesta, Dahyun se sentó en el piso mientras veía a su amiga de un lado a otro-. ¿Por qué no me dijiste primero la hora que era?

— Tienes tiempo para alistarte.

— ¡No! No lo tengo, mi padre quería que estuviera media hora antes, y voy retrasada.

La puerta de la habitación fue abierta de inmediato, allí estaba Nayeon, era consejera de Tzuyu, además de que siempre le recordaba de los eventos y la ayudaba a alistarse.

— Buenos días, Nayeon —saludó Dahyun.

— ¿Qué se supone que haces en la habitación de la princesa? —preguntó Nayeon confundida.

—Quise darle felicitaciones  — se  incorporó y se dirigió hacía el ventanal de la habitación de su amiga—, las veo en la ceremonia —saltó por aquella ventana desapareciendo de la vista de ambas.

— Tendremos que reforzar la seguridad, esto debe dejar de pasar.

—No te alteres Nayeon, es mi amiga.

— ¿Y Cuándo sea un enemigo? ¿O alguien que te quiera hacer algo? Lo bueno es que la nueva guardia ya ha llegado —miró hacia Tzuyu—, será mejor que te des prisa, el emperador está a punto de enfurecer si no te presentas ahora mismo ante la guardia.

Tzuyu dio un asentimiento, terminó de vestirse y arreglar su cabello para poder ir hacia la entrada del palacio, su padre había decidido presentar a la guardia primero antes de que se realizara la fiesta y la bienvenida a los soldados.

Cuando Tzuyu por fin apareció ante la guardia, se percató de algo allí estaba Jeongyeon, pero había otras cuatro alfas más, conocía a una la entrenadora, se supone que aquellas eran las más fuertes, las que se habían negado a renunciar, y que entre ellas se encontraba quien era la alfa líder, la que no se rendía y daba batalla, quien podía llevar a cabo un liderazgo fuerte y llevar a la victoria, según sabía, que aquella alfa sería la encargada de mantenerla a salvo.

—Sean bienvenidas, nuevas guardianas —mencionó el emperador, Tzuyu se mantuvo en silencio mirando a aquellas frente a ella, Jeongyeon había cambiado tanto, se veía incluso que era una persona demasiado seria, miró a cada una, pero justo la alfa que se encontraba frente a ella, fue quien llamó toda su atención, tenía un gran parecido a alguien—. General Kim.

La mencionada dio un asentimiento y se colocó a un lado de la fila de las tres alfas y la beta.

— Preséntense ante el emperador y la princesa —ordenó.

— Myoui Mina —hizo una reverencia — es un gusto servirle.

—Yoo Jeongyeon — ahora era el turno de la beta—, es un placer estar a su servicio.

—Hirai Momo — la potente voz de aquella alfa había hecho que Tzuyu se sintiera algo intimidada—, un placer servir a su lado.

—Minatozaki Sana— fue allí cuando Tzuyu se sintió palidecer, sintió su garganta secarse de inmediato, ¿en verdad era ella? Esa alfa que había llamado toda su atención, ¿era Sana? —. Es un gusto servir ante ustedes como alfa líder.

¿Alfa líder? Tzuyu dio un paso hacia atrás, las demás la miraron, pero la risa del emperador se hizo presente.

— ¡Vaya, vaya! ¿Así qué la alfa de mi hija es la líder? Es un orgullo ver como haz mejorado, Sana—la mencionada solo dio un asentimiento y una corta sonrisa—. Sean ustedes bienvenidas a la guardia del palacio, espero que su lealtad sea siempre conmigo y el pueblo, les agradezco su esfuerzo.

Tzuyu no podía apartar la mirada de Sana.

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Ya llegó Sana momodísima 💪🏻