13.Mujeres

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La última presentación que hice con Dan de nuestro proyecto fue hace varias semanas, el 14 de octubre, otra vez nos dijeron que nuestro proyecto es excelente. Estas dos semanas he estado ayudando a Fernanda con su proyecto, en la biblioteca pude completar mi parte de los documentos que necesitamos para obtener información, así que Dan está en el proceso de analisis de algunos y yo tengo que analizar otros, hemos estado en contacto pero muy poco, solo por correo, nisiquiera por WhatsApp ni por Facebook.

-Bien, vamos al sastre y luego me acompañas a mi con lo que tengo que hacer.- Justo hoy es 28, acabamos de salir del instituto, pasaría por el centro comercial retirando el regalo para Laura porque quiere hacer una pequeña cena, Dan no está así que me dijo que no quiere hacer grandes cosas. 

-¿Segura que ya tienes tu vestido?- digo camimando con ella a la salida del instituto para tomar el auto bus de enfrente.

-Tranquila, mi padre compró un vestido muy hermoso.- sonríe mientras lo dice.

-Que lindo que tu padre haya tenido ese gesto.

-Me dijo que el fin de semana iremos a comprar algunos accesorios para que pueda usarlos con el vestido.

-Vaya vaya, lucirás hermosa.- una sonrisa se dibuja en mi rostro, Fernanda es la chica "niña de papá" como muchos dicen.

-No lo haré gastar demasiado.- dice antes de reirse.

-Oye, yo quería preguntarte sobre Helen, ultimamente la he visto muy perdida en su mente.- digo interesada.

-Me dijo que el proximo año se irá del pais.- dice mientras subimos al auto bus y tomamos asiento. -Al parecer ha tenido muchos problemas por el mismo tema.- suelta un suspiro pesado.- Y pues, se irá, a París, es la más pequeña de nosotros, su francés es perfecto y quiere ir a la academia de ballet de allá.

-Vaya, entonces tiene muchos talentos, supe que la nominaron para que cante en la graduación.- digo sorprendida.

-Oh, si. La he escuchado practicar varias piezas y su voz es hermosa, no tienes idea.- hace una mueca de estar orgullosa de su amiga. -Además que sabe tocar el piano muy bien.

-Entonces es una niña prodigio.- digo alzando una de mis cejas.

-Cualquiera podría decirte que si, pero como ves, tiene muchos talentos y su vida resuelta pero su corazón está destrozado.- la tristeza se escucha en su voz.

-Aún no me has dicho quien es esa persona misteriosa de quien está enamorada.- digo indignada.

-Ni te lo diré.- me da una sonrisa maliciosa. -Ella espera que él pueda llegar a la graduación.- dice casi como susurro.

-Así que el señor misterio dejará de serlo.- la veo complice.

-La verdad es que estoy igual que tú de ansiosa por conocer su rostro al fin, pero bueno, ya veremos, aún no sé si es él con quien irá al baile.- dice viendo por la ventana del autobus.

-¿Tú irás con ese Jostin de quien me has hablado algunas veces?- digo curiosa.

-Bueno, de hecho pensaba invitarte a ti.- me mira y se lanza una carcajada, su respuesta me da a entender que Jostin ya no existe en la vida de Fernanda-Pero seguramente Dan te va invitar.- me mira coqueta.

-Dan tiene novia, seguro irá con ella.- digo abrazando mi mochila a mi.

Fernanda rie fuerte -¿Que no fue él el que te llevó margaritas en tu cumpleaños?- asiento. -¿No fue quien te enseñó a usar patineta y te cantó esa vieja canción que es tu favorita?

-En realida no fue a mi, fue a...

-¿Que no fue él quien hizo que te llevaran margaritas el 20 de este mes porque se cumplen exactamente 11 años de haberse conocido?.- Si, hace exactamente 8 dias me llegó un enorme ramo de margaritas completamente blancas y unas cajas de fresas con chocolate, cuando lo recibí me llegó un correo de Dan diciendome "Hoy se cumplen 11 años de haberte conocido, Olivia Jim."

-Pues si pero...

-¡¿Como no te va invitar?!! Joder, es practicamente imposible que no lo haga.- me mira casi indignada.

-No creo que lo haga.- me adelato a hablar antes de que ella siga. -Además, yo quisiera bailar con Leo.

-Ahí vas otra vez con el Leo, si nisiquiera son novios, no tiene porque reclamarte si bailas con Dan, mira que se ha vuelto el mas codiciado del instituto.- se encoje de hombros.

-En realidad le hice una promesa a Leo cuando se fue.

-Lo sé, pero no es como si Dan y tú fueran a ser novios ya, claro que eventualmente lo serán pero...

-Wowowowowwww.- digo moviendo las manos en frente de ella -Para!, solo somos amigos, cada quien está con quien quiere.- digo poniendole freno a Fernanda que parece un niño en bicicleta sin frenos de la forma en que habla. -No digas cosas sin sentido y vamonos.- la tomo de la mano y nos levantamos para bajarnos.

-Bueno, si tú lo dices.- dice moviendo sus manos.

-Ya basta y camina, todavía tenemos que ir al centro comercial a unas calles de aquí.- la jalo del brazo hasta que entramos a la tienda del sastre, esa dichosa campanita suena sobre nosotras -Buenas tardes.- anuncio mientras llegamos.

-Pero mira quién ha regresado.- Dice ese chico de la recepción -Olivia Jhons, este tiempo pareció una eternidad sin verte, la ciudad es demasiado grande, ¿No lo crees? por alguna razón también facebook poruqe no pude encontrarte por ningun lado, y vaya que me esforcé.- dice mientras se acerca con una sonrisa, Fernanda me mira con una ceja levantada y en mi rostro no hay expresión alguna.

-Olvidé tu nombre...- digo sin más, es cierto, la factura del vestido debe estar en algún rincón de mi escritorio y no he vuelto a revisarla.

-Frank Jones.- toma mi mano y le da un beso. -¿Y tú eres?- dice dirigiéndose a Fernanda.

-Fernanda Philips.- dice antes de estrechar la mano del chico.

-Mucho gusto- le dice -Muy bien, Olivia, ¿Cómo puedo servirte el día de hoy?- me mira tan fijo que llega a tornarse incómodo, este chico es demasiado raro.

-En realidad tengo una cita con el señor David.- saco el ticket impreso del pago previo que hice de la cita.

-Permiteme.- toma el ticket con delicadeza y se mueve hacia la barra a teclear algo en la computadora.

-Oye Liv, ¿Y este que?- me susurra Fernanda.

-Te lo juro que me alivio de que vengas conmigo hoy, temo por mi vida y no salir completa de aquí.- le susurro también.

-El señor Davis está con una clienta en este momento pero le avisaré que llegaste.- me sonríe y se mete a otro lado del edificio por una puerta.

-Parece ser un chico normal.- comenta Fernanda mientras nos sentamos en unas bancas cerca de la pared.

-Pues me parece muy raro.- pongo mi mochila en mis piernas y me dedico a ver los cuadros que hay en las paredes.

-O sea que este chico es otro enamorado tuyo.- me mira coqueta.

-Ay, por Dios.- abro los ojos negando con la cabeza.

-Pero mira como actúa contigo, apenas me nota.- hace una pausa -Ademas, no está tan feo.- me mira coqueta otra vez y vuelve a hablar:- No es Dan Stan, no tiene su físico ni su atención contigo pero no está mal.- dice antes de casi morirse en una carcajada.

-Ahi vas de nuevo con eso.- menciono al fin.

Después de unos minutos sale Frank con una señora y 3 niñas pequeñas, imagino que la mayor con unos 13 años máximo, detrás de ellos sale el señor Davis, un hombre ya mayor, de unos 65 años pero su físico no le hace honor a su edad, siempre se ha mantenido muy en forma, aunque por algunas cosas que he escuchado, aunque su cuerpo se vea bien y él sea un hombre elegante, las enfermedades empiezan a afectarle y cobrarle por su tiempo en este mundo. 

Primero se para en el marco de la puerta de dónde salieron Frank, la mujer y las niñas, mira sobre sus anteojos que tienen el efecto de hacer que sus ojos parezcan que están en los anteojos más que en su cara, me mira, Fernanda y yo nos levantamos, sonríe mientras se acerca a nosotras.

-Buenas tardes señor Davis, es un gusto verlo.- digo mientras estrecho su firme mano con una sonrisa.

-El placer es todo mío, querida, la idea que tienes para tu vestido es completamente hermosa y quisiera hacerlo yo mismo, tus piezas son ejemplares- hace una pausa para reírse -Como esa película de Jenna, vaya que me hiciste crear una pieza icónica- se vuelve a reír y me río con él -Y ese vestido- empieza a caminar y vamos detrás de él -Es completamente hermoso, te mostraré las telas, te tomaré las medidas y quedaremos de acuerdo con el diseño en caso de que quieras hacer algún cambio.- lo escucho hablar y solo asiento mientras caminamos detrás por un pasillo.

Se escuchan las maquinas de cocer de todos los trabajadores que tiene el señor Davis, el lugar huele a aceite de maquina pero a pesar de eso es un lugar muy acogedor, él ha logrado ambientar un espacio para que él trabaje solo en los diseños y creaciones que apenas pone en un maniquí se vende como pan caliente.

Me muestra las telas y los diseños que tiene, elijo uno y me toma todas las medidas necesarias, un color hermoso, con unos tacones que compraré para la ocasión, sé que aún falta pero la emoción no se escapa de mi ni de Fernanda que está viendo cada detalle que el señor Davis me indica que llevará el vestido, estoy encantada con la idea sobre papel, ya quiero tenerlo puesto.

Fernanda y yo pasamos el resto de la tarde en el centro comercial, compré el regalo de Laura, una "caja japonesa" lo nombraron los de la tienda, contenía un collar dorado con su nombre en japones, unos broches de flor de cerezo, aretes de unos peces muy lindos, bocadillos y un bolso con decoraciones de japón, y algo así como un vestido, no se como se llama pero tiene flores por todos lados, aparte de una tela larga que se debe atar a la cintura según me dijeron, muy lindo, valió todo lo que pagué, aparte le añadieron un gatito que mueve una patita, es de la buena suerte según lo que nos dijeron, Laura quedará encantada con todo esto.

A Fernanda le ayudé a recaudar información para su proyecto, se basa en la creación de articulos de cuidado del rostro que a la vez actúen como protectores solares, con mi ayuda las encuestas se llenaron rapido, solo tenía que hacerles el analisis. Comimos y nos reimos mucho el resto de la tarde, mi madre sabía de ante mano que no llegaría temprano a casa, y de hecho me iría a recoger a casa de Dan a las 9 de la noche, en la biblioteca me salió perfecto porque me dieron la tarde libre, así que, bien por mi.

Cuando salimos del centro comercial tomamos el auto bus, me bajo varias estaciones antes que Fernanda, tengo que caminar hacia la casa de Dan, además de quedar lejos del instituto, hay que caminar mucho para llegar, con esta caja que pesa un montón, por Dios, el dinero que pagué no me pesaba tanto como esta caja.

Al fin llego a la enorme casa y toco el timbre que me dirige automaticamente a una contestadora como la que tengo en casa.

-Soy Olivia.- una risa se escucha del otro lado, sé que es Laura, son las 6 de la tarde y la cena empieza en media hora. Ella llega al portón y abre -¡Feliz cumpleaños!!- grito feliz extendiendole la enorme caja, ya con la decoración de la caja sabe de que se trata.

-¡Por Dios!!!!- grita y empieza a dar vueltas saltando, se para feliz y toma la caja en sus manos -Eres increible Liv, muchas gracias!!!- las lagrimas casi salen de sus ojos y su sonrisa brilla tanto que me influye con su felicidad. -Pasa, pasa.- dice abriendo mas la puerta y entro con ella.

A diferencia del cumpleaños de Dan hay tiras con luces amarillas en todo el patio, personas en la piscina, en pleno otoño, tiempo de frio, hay gente que busca la piscina pero bueno, los amantes del frio somos asi. Hay una enorme mesa que parece de campo, mas bien diría que parecen 3 mesas juntas, hay bocadillos, sodas, pasteles que desde mi punto puedo ver las fresas.

Cae la noche y la mesa está llena de risas, historias de humor, Tom, Fernando, Harry y Gerald también están aquí, Gerald y Harry con sus novias aunque de momentos descubro a Gerald suspirando y viendo a Laura bajo esa luz tenue de la noche mientras ella no se da cuenta... 

Estar a nada de perder el amor es tenebroso, pero no hacer nada para recuperarlo es... cobarde.

Las cervezas empiezan a salir a eso de las 8:30, las bromas también y la musica alta, los comentarios a cerca de Laura también.

-En Japón ya podrá ser la artista que quiere ser.- dice una chica muy rubia que estudia con Laura la universidad.

-Oh, si, incluso podría entrar en una de esas academias para hacer comics, ¿Te imaginas Lau? tus comics serían super famosos.- dice otra pelinegra.

-Allá no solo podría viajar y sanar, ustedes saben que con solo pisar ese suelo mi sueño y mis planes de cumplirían.- dice Laura con una sonrisa y una cerveza en su mano.

-¿No crees que deberías arreglar las cosas con ella antes de que sea demasiado tarde?- le susurro a Gerald que he aprovechado la oportunidad para hacerme a su lado en la mesa.

Me mira y frunce el ceño -No se de que hablas.- dice bajando la mirada.

-Si, claro, y yo soy la que usa lentes.- digo sarcastica antes de negar la cabeza.

-Hay cosas que no entenderías nunca, apenas has llegado a nuestra vida, mas bien, a la vida de Dan.- dice molesto.

-Oye, yo solo te daba un consejo.- digo molesta también. Suelto un suspiro para calmarme. -Si Dan ha sido tu amigo todo este tiempo y no te partió la cara despues de lo que pasó con su hermana es porque algo debes de aprender.- hice una pausa un momento. -Dan pasó por toda la ciudad buscando a esta chica que te dice esto, nisiquiera tengo un año de estar en su vida y es como si lo conociera desde siempre, él se esforzó por encotrarme y cumplió lo que quería, tenerme como su mejor amiga.- digo en voz baja y él solo escucha mientras mira a la nada.

-Laura tiene sus planes y yo también.- dice cortante.

-No hay ley que imponga que los planes no se pueden compartir.

Suelta un suspiro pesado -Aunque no me agrades completamente, tu punto es valido, pero Laura es una mujer completa, no se merece a alguien tan vacio como yo.- se voltea a verme. -No voy a ser la piedra con la que se tropiece una y otra vez, ella debe ser libre.

-¿Y que quieres?- frunzo el ceño otra vez -¿Que en su libertad te elija a ti?- digo y lo veo como vuelve a ver a la nada dandome la razón -Eso es egoista, tú ni siquiera te estas esforzando por completarte, ni por ser libre, mira con quien estas.- giramos a ver a su novia que ya está completamente borracha hablando con otro grupo de chicas y moviendo su tracero al parecer a otros chicos. -Y mira a quien estas dejando ir.- él no gira a ver a Laura, solo suelta un suspiro. -Si sigues buscando razones para no estar con ella, ella encontrará una razón para no abrirte su corazón y que crees, esa razón va a tener nombre y apellido.- veo como Laura baila con sus amigas, sin cervezas en su mano, una carrera en construcción y con planes de seguir su verdadero sueño, más como una gran mujer, diría que es una chica muy valiente.

-¿Porque me dices esto si talvez tú estas peor?- dice molesto.

-¿Disculpa?- digo con el ceño fruncido.

-Mirate, ¿Crees que no sabemos que estas loca por un hombre que nisiquiera está aqui cuando deberías pensar en estar abierta a la posibilidad de estar con Dan?- me dice enojado.

-¿Que?¿Dan ha comentado eso?

-En una borrachera soltó que mataría a ese imbecil si volvía de su viaje y se le ocurría hacerte daño.- dijo cortante y ahora soy yo la que mira a la nada.

-Es mi mejor amigo, solo quiere cuidarme.- comento al fin.

-Un ciego guiando a otro.- comenta y suelta un suspiro pesado por ultima vez antes de levantarse e irse con sus amigos.

Si Gerald sabe que estoy enamorada de Leo es porque seguramente Dan habló de más en esa borrachera, eso me llena de enojo por un momento pero en seguida siento que sale de mi, ¿Porqué? ¿Es porque temo que Leo me haga daño cuando vuelva de Canadá? ¿Porque me alivia que Dan quiera protegerme? ¿Porque me siento culpable por lo que Gerald dijo de la posibilidad de estar con Dan? Mi madre, Laura, Fernanda y ahora Gerald me hablan de estar con Dan, nadie entiende lo importante que es esta amistad para mi, debió haber empezado desde ese octubre de 2005 y no ahora, quizás en este momento sería diferente... o quizas... seguiría siendo igual..., el punto es que no quiero arruinar esta amistad con Dan que es la única relación estable que he tenido con un hombre.

Mi madre llegó a las 9, me despedí de Laura y sus amigos, llego a mi casa, me meto en mi habitación y la unica cerveza que me tomé parece hacerme efecto, mi cabeza en mareos y todos los recuerdos del dia de hoy se revuelven, todos los planes me parecen una lista divertida, no solo los mios, los de Fernanda también, los de Helen, incluso quizas los de Laura. Todas buscando como escapar de aqui y cumplir sus planes por nuestra propia cuenta, ¿De que escapamos tanto? Teníamos que ser mujeres.

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