5.Citas

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Ese lunes por la tarde, que por cierto, era 18, llegué al hospital y Leo estaba tan feliz de verme que fuimos a una cafetería cerca del hospital, no olvidaría sus palabras ni aunque quisiera hacerlo.

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Lunes 18, enero, 2016.

Salí de casa, tomé el auto de mi madre y empecé a conducir hacia el hospital, aún hay luz del sol, la nieve no es tan peligrosa, claro, cada mañana hay enormes camiones con palas para mover la nieve, pero aparte de eso, el viaje fue tranquilo, llegando al hospital y parqueando el auto, tome mi abrigo y bajé, apenas empezaba a caminar cuando veía ambulancias llegar a la sala de emergencia, era demasiado agetreado y realmente me ponía nerviosa, el hecho de estar en un hospital me ponía nerviosa y estresada, por mi experiencia con ellos, no personalmente, sino con mi madre, venir a hospitales me trae malos recuerdos de esa época, pero no estaba aquí por ella, ella está bien ahora, estaba aquí para poder acompañar a Leo.

Por lo que me dirigí a la sala de cuidados intensivos que es donde estaba Leo y su madre. En la recepción presenté mi identificación, estaba apunto de decir el número de habitación cuando Leo apareció caminando con su madre.

-Leo!- dije emocionada, me acerqué -Hola señora Gabriela- dije con una sonrisa.

Ella me miró con desagrado y habló -¿Tu madre sabe que estás aquí?

-Si, estoy aquí para acompañarlos y ver que usted se recupere y que no esté sola.- dije tratando de ser amable.

-No creo que estés aquí por mi.- dijo cortante otra vez.

-Tranquila madre, volvamos a tu habitación.- dijo Leo, entonces empezamos a caminar, él empuja su silla de ruedas hacia la habitación donde estaba, luego apareció una enfermera y uno de los guarda espaldas de Gabriela. 

-Ahora tienen que hacerle un chequeo rutinario, ¿Quieres ir a comer algo?- dijo Leo despues de dejar a su madre en la cama.

-Claro.- dije tranquila.

Cuando ibamos saliendo de la sala, nos dirigiamos a la cafetería cuando me tomó de la mano y me puso contra su pecho suavemente y me abrazó mientras ponía su cabeza en mi hombro.

Estaba cansado, lo sabía y lo sentía, seguramente estaba impotente de ver a su madre en esa situación, ambos hemos tenido experiencias horribles en los hospitales, eso sin contar que él si ha vivido en carne propia el hecho de caer tanto en un vicio al punto de acabar en un hospital, solo me quedé ahí abrazandolo aunque fuera mas alto que yo y solo pudiera escuchar su respiración cerca de mi cuello. En un momento se separó un poco y besó mi cabeza.

-No sabes cuando te necesitaba.- dijo de pronto, mi corazón latía tan rapido que podía escucharlo en mis oidos.

Cuando nos separamos no dije nada, solo lo dejé que tratara de sentirse mejor en ese momento, me llevó a la cafetería, un lugar lindo y acojedor, apesar que es de un hospital, despues de ir a la recepción a ordenar unos postres, volvió a mi.

-Me impresiona que tu madre te haya permitido venir.- dijo con una sonrisa.

-Bueno, expuse mi punto.- le sonreí también, claro que no iba a decirle todo lo que mi mamá considera de él y de sus acciones de que prometió hacer algo y aún no lo hace.

-Sé que está molesta conmigo.- comentó de pronto dejandome un poco impresionada.

-¿Porqué dices eso?

-Porque prometí que pediría su autorización para que seamos novios y aún no lo hago, debe tomarme como un poco hombre.- dijo con seriedad.

- Bueno, no creo que te tome asi, pero talvez si está molesta contigo.- hice una pausa la cual se tornó incomoda. -¿Porqué no lo has hecho aún...?- con nerviosismo solté la pregunta que me hizo arrepentirme al instante.

-Creo que aún no estamos listos.- dijo con la cabeza abajo ¿Listos?, si yo quiero estar con él desde el primer dia que lo ví.

-Entiendo...- en realidad no entendia a que se refería... ¿Tiene dudas de lo que siente?

-Pero quizas podamos trabajar en eso.- dijo con firmeza.

-¿Si? ¿Como?

-Sal conmigo estas semanas, mi madre será enviada a casa este miercoles y en las noches tengo libre desde las 5 de la tarde y algunas mañanas.- dijo con una sonrisa.

-Me encantaría.- dije emocionada y casi sin pensar en lo que mi madre podría decir.

-Ademas...- empezó a hablar incredulo -Nos avisaron que a partir del 15 de febrero ya no tendremos nada de tiempo libre, y quiero aprovechar cada momento que pueda contigo.- dijo con algo de tristeza pero con una leve sonrisa en sus labios.

-¿Sabes si estarás libre para mi cumpleaños?, es posible que haga una pequeña fiesta en mi casa.- trataba de ser comprensiva pero en realidad quiero que esté ese dia conmigo.

-Espero que si.- dijo con una sonrisa de lado.

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Ese día salí del hospital a las 7 de la noche, le avisé a mi madre, por supuesto, emocionada porque tendría citas todas las semanas que quedan del mes con Leo. El mismo miercoles en la noche me envitó a nuestra primera cita. Cabe destacar que para cada cita yo informaba a Leo cuando mi mamá estaría en casa o cuando no y nos pusimos de acuerdo para que él llegara a buscarme a cada los dias que mi mamá no estuviera. 

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CITA #1

Fue mas que hermosa, me pidió que me vistiera de pantalones que me curbieran del frio y que usara unos calcetines que me dieran calor, no me dijo donde iriamos, solo me dió esas instrucciones, en su auto me llevó a una pista de hielo, casi al centro de la ciudad, los juegos de hockey ya habían terminado y el proximo juego de mi equipo favorito sería el domingo 31, por el momento, la pista estaba destinada como centro turistico, había mucha gente y todos tenían sus patines. Leo no me había dicho nada, pero la idea de la cita era pasar un lindo momento juntos sobre el hielo, incluso me compró unos patines para que los usara ese dia, patinamos y patinamos, también caimos varias veces, la mayoría de las veces yo caía sobre él pero él solo reía.

Verlo reir y ser feliz llenaba mi corazón de alegría, había musica por todo el lugar y la gente reía y corría por todo el lugar incluso las barras de la orilla de la pista aún tenía luces y arreglos navideños. Cuando salimos de la pista Leo me llevó a una cafetería, estabamos felices y no quería soltar su mano en ningun momento, compró chocolate caliente y unas galletas con escencia de vainilla. Por Dios, la chica mas feliz en el mundo en ese momento era Olivia Jhons, de apenas 18 años, yo quiero casarme ya con este chico, lo necesito porque solo soy feliz con él.

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CITA #2

La segunda cita fue muy divertida, aparte de eso una de las mas emocionantes experiencias que he tenido.

Fue el sabado 23, joder, hacía frio ese dia porque había nevado en la madrugada, pero todo había amanecido tan lindo y blanco, que nisiquiera el frio podría detenernos. Me llevó a la parte norte de la ciudad, hay muchas montañas pero en especial hay una especie de parque donde solo va la gente rica por el precio de la estadía, pero aparte de eso, por la actividad que se realiza. Resulta que nuestra segunda cita era una carrera en motos de nieve, el año ante pasado en el instituto, Leo aún estaba estudiando allá, nos llevaron a una pequeña pista asi para celebrar el 14 de ferebro ¿Vaya forma no?, aprendimos a manejarlas y se volvió una de mis actividades favoritas, Leo lo recordó y me trajo a vivir una de las experiencias mas emocionantes, divertidas y claro, con romanticismo.

Fue demasiado divertido, es muy buen conductor pero habiamos apostado una cena a que le ganaba, así que me esforcé tanto en conducir perfecto que gané la carrera, era un grupo de 10 personas, muchos novatos pero me había ganado esa cena antes de que volviera a meterse a la universidad, así que estaba feliz, me abrazó orgulloso cuando había ganado, yo por mi parte, daba saltitos en la nieve, quería besar toda su cara sonriente, joder... las razones que tengo para estar con este chico son tan lindas y especiales que... sería feliz por el resto de mi vida con él. 

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CITA #3

La tercera cita fue el viernes 29, fue un poco mas tierna que las anteriores, Leo sabe que tengo una obsesión por todo aquello que se ve antiguo, me encanta ver las cosas del pasado, ver lo que la humanidad dejó de usar o dejó de fabricar. Así que me llevó a una tienda de juguetes antiguos.

Parecía como si estuviera en una cabina del tiempo, viendo cosas tan lindas y bien elaboradas, una ligera nostalgia y alegría inhundaba mi cuerpo y de momentos saltaba de alegría, abrazaba a Leo y solo me daban deseos de besarlo por un largo tiempo, él sonreía y me hacía comentarios lindos y al mismo tiempo me tomaba fotos tan lindas que, joder, queria que quedaramos así congelados en el tiempo, siendo felices juntos, sin que se tuviera que ir y sin que yo me tuviera que ir.

Cuando salimos de ahí fuimos a una cafetería parisina cercana, me compró una caja de Macarons deliciosas con un par de café, todo a mi al rededor se ve totalmente perfecto, el invierno no es mi epoca favorita del año, pero joder, que feliz estoy siendo este invierno.

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CITA #4

Nuestra proxima cita fue el dia del juego de Hockey, claramente me vestí con la camisa negra y azul para apoyar a mi equipo favorito, ese día Leo y yo eramos enemigos porque estaba vestido de la camiseta del otro equipo, cada que mi equipo favorito hacía un punto saltaba como loca y casi que se lo restregaba en la cara a Leo pero luego lo abrazaba para suavizar las burlas que podía llegar a hacer, al fin y al cabo Leo hacía lo mismo conmigo, sin contar que tirabamos muchas palomitas en las cabezas de las personas que estaban delante de nosotros (accidentalmente, obvio,obvio).

Claramente ganó mi equipo favorito lo cual me permitió mostrarle a Leo que debía cruzarse a mi equipo favorito, justo en los momentos en que estaba restregandole ese hecho en la cara Leo solo me miraba con una cara tan coqueta y realmente pienso que justo en este momento podría comermelo a besos, que guapo.

Vuelvo a casa, fui en el auto de mi madre al partido y me siento tan satisfecha de como acaba este mes... no podría sentirme más satisfecha, más feliz, más enamorada. Es justo lo que nadie comprende, este amor dentro de mi es mil veces mas grande que yo, claro, como diría Fernanda "También puede ser el precipicio más grande al que te puedes afrontar... y si caes, sería terrible." pero aquí, en mi cama, aún soltando el aire helado por el invierno puedo decir: -No puedo esperar a nuestra siguiente cita.













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